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Interstellar (opinión)

Escrito por nekoland el . Posteado en CINE

Ya ha pasado el suficiente tiempo como para afrontar el artículo de opinión que se ocupa de esta obra de Christopher Nolan. He de suponer que aquellos que deseaban verla ya han tenido tiempo de sobra para hacerlo. Todo a partir de este punto es un gran spoiler. Presentación, nudo y desenlace. La de veces que me habrán repetido esto en las clases de narrativa. Lo que pasan de puntillas es la coherencia, el sentido y sobre todo el trasfondo. El Interstellar de Christopher Nolan me recuerda a una obra con la que fui obligado a enfrentarme en aquellos poco refrescantes años de facultad: Ulises, de James Joyce. Y más delante explicaré porqué.

La historia nos sitúa en un planeta tierra abocado a convertirse en una roca inhabitable, y lo hace someramente, tormentas de polvo y plagas deja a la parte que nos deja entrever, Estados Unidos, comiendo a base de maíz. Para colmo esa plaga devora a su vez el nitrógeno, con lo que cada vez hay menos oxígeno, no me pregunten porqué y que nos quedemos con la duda de qué expulsa a cambio de dicho elemento. Más escenas con mucho más polvo, por si no nos había quedado claro. Y otras escenas más de cómo ese mortífero elemento se cuela en la vida, pulmones y hogares de, suponemos, todo el planeta. Cada día hay menos comida y la cosa pinta mal, pronto ni maíz. Llegado a este punto uno se pregunta cómo será la supervivencia en el planeta. Tal vez influenciado por otras películas de temática apocalíptica en las que faltan los alimentos, uno espera desórdenes, bandidaje, como sucede en la estupenda: La carretera (The Road) 2009). Pero no, en realidad la cosa es más simple; siguen las instituciones, el instituto y la universidad, se pagan impuestos, no dicen ni una palabra de la cantidad de personas que mueren de hambre, de hecho lo más notable y sorprendente es que no existen los ejército. Una civilización como la nuestra, que tantas y tantas guerras ha iniciado a causa de los recursos ha decidido afrontarlo pacíficamente, de forma estoica y tremendamente civilizada. Por supuesto hice un gran esfuerzo en no divagar en ese punto en que la solución a los eternos conflictos de nuestro mundo, se habrían solucionado con una dieta a base de maíz. Christopher Nolan, mente preclara, no me da tiempo a digerirlo ya que pronto introduce otros elementos, un fantasma en este caso, y sigue adelante con la narración.

Y uno conoce sus limitaciones, que son muchas, y no se le cae los anillos por reconocer que me quedé sin entender, como me pasó con Elysium, cómo funcionaba ese distópico mundo. Y me temo que son esas pequeñas dudas las que luego como fantasmas del pasado volverán a visitarme durante el resto del film. Así, con mi entendimiento cojeando intento seguir el ritmo de la historia y enfrentarme a la relación entre los protagonistas y ese misterio escondido en el dormitorio de la niña. Al menos tengo adelantado en ese punto que Matthew McConaughey, ingeniero y ex astronauta, será reclutado de una manera u otra para el viaje hacia otro planeta, bueno, he visto el tráiler antes, así que estoy preparado para esa escena en la que unos tipos del gobierno aparecen en la puerta de su granja para comunicarle que su país le necesita. Ahora puedo adelantarme y centrarme en esos extraños eventos que acontecen en el cuarto de la niña. He recuperado terreno Mr Nolan, siga con su narración.

Y esas señales nos llevan a unas coordenadas. Huy, la trama se complica, es ciencia ficción, así que ya apuesto por algún mensaje de origen extraterrestre. Por supuesto descarto el mundo espiritual o esotérico, esto no es Poltergeist. Y de nuevo nos sorprende Nolan con el descubrimiento de la base secreta de la Nasa, desde luego no hay nada como un proyecto secreto para añadir intriga (ahí iban todos esos impuestos). Algo así como cuando descubren el proyecto de las Arcas en la película “2012” (2009). ¿Qué sucederá? ¿Cómo se involucrará en el proyecto?

Mi gozo en un pozo. Se conocen. Puñetas, el director del proyecto es colega suyo y no se sabe por qué ahora él si le parece el más apropiado para ir en la misión. ¿Qué había pasado? ¿Es que había perdido su número de teléfono? Vive a un tiro de piedra de la súper secreta base y no cuentan con él (apúntese que el McConaughey del futuro no parece que mande las coordenadas de la base). Pues la verdad, es sospechoso. Tal vez no lo soportaba y ahora que lo tiene delante le da palo mandarlo a paseo. Intento comprenderlo mientras observo ensimismado esa especie de máquina expendedora de café que resulta ser un robot “muy avanzado” y que evitan sacar completa en plano durante el resto de la película para no tener que justificar lo penoso de su movilidad. En serio, es así como me imagino que podría perseguirme una expendedora maligna. Pero no tengo tiempo para sacarle algo de sentido a esto. Nolan vuelve a coger la delantera y atacar con la trama del viaje y sus aspectos técnicos. Y no es tan difícil, vamos que lo voy cogiendo hasta que Michael Caine nos hace una pregunta a los dos: ¿Sabes qué es esto? McConaughey lo tiene más claro. Yo no. ¿Un cohete emplazado en el centro de un edificio como si de un museo se tratase? Y este servido vuele a divagar: ¿Y por qué ahí? ¿Es una maqueta? ¿Un prototipo? Pues no.

El edificio que lo rodea es una super nave colonizadora. En buen hormigón armado, como Dios manda. Ellos siguen con su explicación mientras un servidor se pierde otra vez, para variar, preguntándose si aquello, tras la ignición y que salga disparado no va a chamuscar todo aquello que con tanto esmero están arreglando. He captado lo de la “centrifugadora”, entiendo el proceso, es como el toroide de “2001 Odisea en el espacio” o más concretamente Elysium. Lo que cuesta entender es que su estructura esté diseñada para habitarla en vertical, algún concepto primario de arquitectura tengo. Algo me llama la atención: Ellos. Sí, entra en juego otro nuevo factor que al parecer está tras los extraños sucesos del dormitorio (al menos se agradece que no mencionen a Dios). ¿Cómo? ¿Quiénes son “ellos”? ¿Han entrado en contacto con otra especie? Lo voy a resolver, lo voy… mejor para después. Porque explican cómo el plan B es criar, no explican cómo, centenares, sino miles de nuevos “humanos” de forma artificial. Se ha de suponer que con “uteros artificiales” ¿O los va a parir todos la chica? Para más inri, sólo ella llega al planeta. Dios, a veces mis tres sobrinitos me superan y esos cuatro van a criar a cientos sino a miles. Aunque como dicen se lo tomen con calma el plan resulta muy peregrino. Ya sabéis, decenas de pañales, de potitos, y además rezando porque a ninguno de ellos les pase nada, porque si no, vaya papelón que les dejan a los demás.

Cada cual tiene una capacidad y reconozco que llegado a ese punto un servidor ya estaba sobre pasado. Pero seguimos adelante tras la salida “escopetada”, por usar un término, en la que la misión no se puede permitir ni una semanita para que el padre sea capaz de tranquilizar a su hija. Nada, nada, como padre experimentado sabe que los niños o lo entienden en un rato o ya no lo entienden nunca. 

Acaba de volver uno de los fantasmas del pasado, ellos se preparan para el despegue y un servidor pensando en cuantos se llevarán de la tierra, por lo pronto ya sabe que serán norteamericanos, ni chinos, ni europeos, ni rusos, esos no miran para Jupiter ni cuentan con programas espaciales, ni con la simpatía de los “otros” para recibir algún mensaje encriptado. Bueno, la cosa es seria, no hay vuelta atrás, de los más de trecientos millones de norteamericanos, tal vez, con un poco de suerte, se lleven a unos pocos miles. Eso sí, sin explicar el criterio de elección y con el dinero de los impuestos de los demás.

El despegue fue lo prometido, habrá que volver a pintar toda la zona del lanzamiento, es decir, el interior de la gran nave… Uff. Pero en fin. El inicio del viaje no sorprende pero está recreado estupendamente, la auténtica inmensidad del espacio exterior, no hay pegas al despliegue de efectos especiales. A un servidor le molesta un poco, en ese espacio tan reducido cómo se mueve el expendedor de café, pero no se le da mayor importancia que la de personaje cómico. Las explicaciones científicas, digan lo que digan otras críticas, pues están justificadas. Sí incluso la de la hojita de papel. Eso sí, un servidor en su humilde opinión cree que habría sido una buena idea usar a la niña para estas. Pero no quiero entrar a trapo con esos diálogos tan poco naturales de la tripulación, justificado supongo porque no se conocían mucho, digo yo. La relación entre los personajes dan para otro artículo. El caso es que este espectador ya arrastra dudas e incógnitas como la de quienes son esos misteriosos benefactores que les ponen a tiro de piedra un agujero de gusano, y sobre todo: ¿Por qué tienen tan mala leche como para enviarlos a las cercanías de un agujero negro? En serio, los números no salen, a buen seguro deben existir sistemas más tranquilos y con posibilidades. Son unos cachondos, no queda otra explicación. El resto de la cinta es un cúmulo de incongruencias y un ir y venir de los fantasmas del pasado. Comenzando por que la lanzadera pueda aterrizar en otros planetas y escapar de su gravedad como si tal cosa, lo que nos lleva a preguntarnos: ¿Y para qué necesitaron un cohete en la tierra? Y ya puestos, hacerla un poco más grande, o sea le metéis unos litritos de más en el depósito, y ya está, que vaya maravilla de diseño, casi ni sitio para el motor. En serio, las connotaciones tecnológicas de esa nave son brutales y arrasan con el resto de las tecnologías. De hecho se carga todo el argumentario y sentido de la misión. 

¿Por qué se queda pasmado el que muere en el planeta de las super olas? ¿Y qué clase de datos transmitieron las otras naves? Porque a ver… muy específicos no fueron visto lo visto. ¿Qué transmitió el primero? “Aquí hay mucha agua, traeros los trajes de baño”. Sí, me dan igual los diálogos filosóficos de los protagonistas, bastantes dudas arrastro yo ya. Y ahora veamos: dos planetas más que visitar. En uno sus datos son más prometedores que en el del otro, pero como el primer viajero ya no trasmite pues ignoramos la información y nos vamos al segundo. Otra vez el mismo dilema: ¿Qué transmitió el planeta más prometedor? ¿Y porqué ignorar los datos? Me da igual que el científico Matt Damon mintiera, de hecho es lo más “humano” de la película. A ver, que están congeladas hasta las nubes. Lanza el expendedor al planeta y que te cuente si no lo tienes claro. No. Ni siquiera comprobamos el mejor terreno para establecernos, lo bajamos todo a tierra. Y toca enfrentarse a otros de los fantasmas pasados: ¿Tan mal estaba la tierra que es más fácil sobrevivir en ese cacho roca congelada? ¿De qué hablamos? ¿De la necesidad de abandonar la tierra o de abandonar a los demás seres humanos? Existen planes hasta para terraformar Marte pero vemos más factible una roca inhóspita como esa que poner remedio a lo de la tierra. Creo que la cosa va más de que somos demasiados en el planeta como para arreglarlo. Y eso me trae dilemas éticos y preguntas que vuelven a superar la estupidez de los dilemas éticos de los protagonistas. El resto es un sinsentido, al puro estilo “Origen (Inception)” (2010) de dimensiones raras. Y bla, bla, bla.

EL prota aparece frente a Jupiter, flotando. Después de unas magistrales lecciones de astronomía y física para que entendamos que un agujero negro no es tan estremecedor. Si os animáis a profundizar en el tema os sentiréis decepcionados ya que está todo cogido por los pelos, basados en simples suposiciones o con la consabida gran dosis de “licencia artística” de Hollywood. Puede que la misma luz no sea capaz de escapar de su tracción, pero es porque es torpe y carece de propulsores. En realidad un agujero negro, al menos este, no es sino un fantástico tobogán espacial que puedes atravesar. Y por supuesto que permite obtener información de este y trasmitirla. Las posibilidades son infinitas, el juego espacio tiempo es chulo de narices y a la medida de los protagonistas y sus necesidades, sobre todo porque me permite justificar lo anteriormente injustificable. Entonces lo descubro: Ahí, Nolan, Nolan, tú has visto “Perdidos”.

Transmitir los datos obtenidos en tan descabellada misión en morse. Sí, de pequeño lo intenté, me aprendí el código para charlar con mi vecino a través del patio en plan “secreto”. Y sí, lo dejamos porque era un auténtico suplicio enviar una frase con más de cinco palabras. Un servidor reconoce su ignorancia respecto a la nomenclatura en morse para las ecuaciones matemáticas, que supongo que era lo que les interesaba.

Allí lo rescatan unas naves generacionales (las cuentas no salen con respecto a la duración del viaje) que recuerdan la toroide de “Elysium”. ¿Dónde está la gente afinada? ¿Pero a cuantas docenas han salvado? ¿Campo de beisbol? ¿Casa museo? Espacios desaprovechados a mansalva? ¿Cuál es el mensaje de la película: ¿Si el planeta se va a la porra aquellos que os llevaron a ello y os crujen a impuestos se irán y os dejarán tirados? ¿Que le den morcilla al pueblo? Hangares medio vacíos, un puñadito de naves “Arca” hace que a uno le importe un bledo los desvaríos amorosos-filosóficos de Anne Hathaway. ¿Tanto mi hija, mi hija, y la veo 5 minutos y me largo con la chica? ¡Es que ni saludo a mis nietos! Y Anne Hathaway se quita el caso. El casco. Llega a un planeta muy habitable, comparándolo con los anteriores, donde se respira sin ayuda… ¿Cuál fue el mensaje, los datos enviados por aquella expedición?: “Hemos llegado, acuérdate de sacar la cerveza del congelador?

Es lo que tiene la ciencia ficción “dura” como la llaman algunos, supongo que haciendo referencia a lo difícil de tragar que es. El problema es que si te pones exquisito e intentas plasmar algo “creíble” has de ser… como se dice… “coherente”, eso, coherente con el resto de aspectos.

James Joyce y su Ulises.

Paulo Coelho: “Los autores de hoy quieren impresionar a sus pares. Uno de los libros que hizo ese mal a la humanidad fue el Ulysses, que es solo estilo. No hay nada ahí. Si tú disecas el Ulysses, da para un tweet”, sentenció.

Virginia Woolf: “¡Qué cansino es Joyce! Con lo que estaba disfrutando a Proust y tuve que dejarlo a un lado para esto. Sospecho que Joyce es uno de esos genios perdidos, a los que uno no puede olvidar, ni silenciar sus gemidos, sino que tiene que ayudar a encontrarles la salida, con gran coste personal”.

Roddy Doyle: “La gente siempre está poniendo a ‘Ulises’ como uno de los 10 mejores libros jamás escritos, pero dudo que a alguna de esas personas le haya conmovido lo más mínimo”.

H.G.Wells “Mis mejores deseos para ti, Joyce. No puedo seguir tu bandera de la misma forma que tú no puedes seguir la mía. Pero el mundo es ancho y hay espacio para que ambos estemos equivocados”

Son algunas de las más conocidas críticas a su obra. Una muestra de estilo por el estilo y por casi la pedantería más absoluta y banal. Y pueden o no estar de acuerdo con su obra Ulises y las críticas que se hacen de ella, pero eso es otro tema. El caso es que Christopher Nolan no es James Joyce, ni de lejos. Y su Interstellar no es sino un ejercicio estético de los que tanto gusta realizar. Si rascas sobre la superficie no queda nada. No existe una historia coherente con el espíritu de la ciencia ficción. Son fuegos artificiales llamativos que esconden la historia de un gobierno que abandona a los suyos, de unos astronautas no muy listos ayudados por “unos entes desconocidos” que luego son ellos mismos sin aclarar quienes les dejaron ese agujero de gusano. Y sólo si su plan era dejar patente la estupidez del ingenio humano podemos considerar un éxito este film.

La ciencia ficción “pura” apenas hace concesiones. No se basa en premisas absurdas en unos puntos y más o menos realistas en otros. Intentar “fardar” de scifi pura y luego escudarse en la historia como excusa para aquellas cosas que no encajan, que son simples detalles y que lo importante es la historia. Esas escusas, además de pueriles, son propias de un adolescente engreído y bastante estúpido. Si crees que era difícil acabar con esa plaga ya ni te cuento la cantidad de devastadores virus y plagas que puedes encontrar en un habitad extraterrestre. Ya sólo os pongo como ejemplo las devastadoras consecuencias en su día del intercambio de enfermedades entre el viejo y el nuevo continente.

¿Dónde está la moral? Porque brilla por su ausencia. ¿Victimas de plagas como si de la edad media se tratase? ¿Qué medidas se tomaron? Uno se pregunta por qué no fueron capaces de erradicarlas, aunque fuese a lo bestia, “quemando” o “arrasando” medio planeta para frenarlas. ¿Qué es más ético? ¿Acabar de un plumazo con la mitad de la población para salvar a tres mil millones de seres humanos, o condenar a una muerte segura a los siete mil millones para salvar a unos pocos miles? Eso, es un interesante debate ético y no las lloriqueonas reflexiones de los protagonistas. ¿Ellos pusieron ese agujero de gusano allí para nosotros? ¿En serio? El que quiera ver un mensaje transcendente en esta película puede hacerlo, pero un servidor duda que exista. Y me da igual los efectos especiales, la banda sonora, o el ritmo de la narración. El film es malo, penoso desde el punto de vista de la ciencia ficción. Y la razón supongo que será la de siempre, que creen que este género bebe de la tradición de la brujería, magia y aspectos sobrenaturales. Pues no señor Nolan, no es así. Su obra no es sino otro caso más de patético intrusismo en el género.

By Nekoland.

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Comentarios (3)

  • Admin

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    Puede criticarse el film, pero creo que entra dentro del género de la ciencia ficción. Vamos, que si colonizar otros mundos con naves espaciales navegando por agujeros de gusano no es ciencia ficción, ya me dirás donde ponemos el listón (y cuántas pelis ci-fi acabamos teniendo, después de tan exigente criba).
    Los expertos piden que ‘Interstellar’ se proyecte en las escuelas para enseñar conceptos de Astrofísica: http://www.elmundo.es/ciencia/2015/06/25/558bb8ceca47416c708b456f.html

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  • Ideavalon

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    A veces pienso que Nolan intentó, con esta película, hacer otra especie de «obra de arte», similar a lo que significó 2001. Pero lo que le sale, argumentalmente, es una película en la que lo mejor mientras la ves…es no razonar demasiado.

    Puso mucho énfasis, eso si, en que el agujero de gusano, el horizonte de sucesos y algún otro detalle estuviera bien representado científicamente. El problema es que descuidó completamente el argumento y su coherencia. Nunca entendí demasiado el problema de la «gravedad» que no son capaces de resolver para viajar por el espacio. Porque como bien dices…. Si ya llegan allí con esa lanzadera tan fantástica incluso energéticamente hablando… ¿no son capaces de simplemente hacerla mas grande, que quepa mas gente?
    Flipe con lo de transmitir via morse todo un sistema complejo de ecuaciones.
    En fin, una banda sonora potente, eso si, unos elenco de actores que hacen lo que pueden. No entiendo mucho de cine, pero a los personajes me los creo, otra cosa es que no me crea el argumento ni el porque están o llegan donde llegan ni sus razones.
    Una puesta en escena que llama la atención y un buen despliegue de efectos especiales. Pero el problema es que lo mas importante, la historia, se cae a trozos en cuanto analizas un poco. Creo que esta película es una oportunidad perdida de contar como realmente podemos habitar otros planetas para no extinguirnos, sea cual sea la razón de nuestra extinción en la tierra.

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  • aracelly Guerrero

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    Concuerdo contigo en algunas cosas, para mí, el hecho de que el ejército y la depredación no se descontrolaran me pareció irreal, aunque en conjunto admito, me gustó la película.
    Eso sí, me recordó muchísimo a “La muerte de la hierba” de Sam Youd, y es que el libro habla de un virus que está matando los cultivos, los protagonistas son una familia británica clase mediera que está tratando de huir al rancho familiar (del hermano) para sobrevivir, e igualmente me recordó a The Road, o como el libro es del año 1956, tal vez ambos se inspiraron un poco en ella.
    Si tienes chanche, léelo, es un buen libro, aunque también tiene sus cosas criticables.

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