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La vida futura. (Things to Come) 1936.

Escrito por nekoland el . Posteado en CINE

Basada en la novela de H.G. Wells “La vida futura” (The Shape of Things to Come) escrita en 1933 y dirigida por William Cameron Menzies en 1936 es una película digna de ser comentada, sobre todo ahora que se echa de menos algo de reflexión en las películas del mismo género.

Para entender esta película lo primero que hay que señalar es el contexto en el que se desarrolla la acción: Es la navidad de 1940 en población británica llamada “Everytown”. Las noticias sobre el temor a una guerra parece inundar las calles de forma alarmante, pero al parecer nadie se lo toma muy en serio. Algo que desde un punto de vista ajeno puede parecer simple estupidez. Sin embargo esa actitud de la población no es gratuita, está justificada.

Durante la Primera Guerra mundial las cosas sucedieron de manera muy diferente a como lo haría en la Segunda. Los habitantes de las ciudades apenas sufrieron el conflicto. Sí, tenían hijos, padres, amigos o parientes en el frente, pero daen el día a día de las ciudades la normalidad parecía la pauta general; sólo rota por algunos racionamientos y escaseces. Sólo los que combatían en las trincheras tenía una visión clara de lo que suponía aquel conflicto, tan brutal como organizado de una manera simple. Existía un Gran campo de batalla y tras este a pocos kilómetros los hospitales de campaña, las líneas de  abastecimiento y detrás las ciudades. Al nivel de la población, la guerra no fue tan cruel.

sdwdHay que tener en cuenta también que los primeros bombardeos de ciudades no tuvieron lugar hasta 1937. Primero el de Durango y veintiséis días después el de Guernica. Algo a lo que se adelanta el film pero que deja reflejado más adelante a la perfección en las ruinas de Everytown.

Por entonces, aunque ahora cueste creerlo, eran muchos los que creían que no se daría otra guerra mundial. Estaban tan convencidos de que se había llegado a un nivel armamentístico tan devastador que era impensable que los gobiernos  se enfrentaran en otra locura de trincheras como aquella. Un concepto similar al que se desarrolló durante la guerra fría: Las armas nucleares se considerarían disuasorias y de hecho puede que no hayamos entrado en guerra, aún, gracias a ellas. Por otro lado la última confrontación había supuesto para la población en general numerosos adelantos tecnológicos y una mejora sustancial en la industria. Y hay que resaltar este punto: “maravillas” sí, era una época en la que todo parecía posible. Después de milenios de historia el hombre había conquistado los cielos. De ahí que el único nexo común en todo el film sea la aviación como símbolo del potencial humano. Ahora nos puede parecer una tontería pero es sólo porque estamos acostumbrados y lo damos por hecho.  Así pues esa creencia en una paz duradera queda plasmada perfectamente por el personaje de gafas, el amigo del piloto que se jacta de su alarmismo ante las noticias que hablan de una posible guerra:

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“Es sólo para que la gente acepte los presupuestos.”

“La guerra no frena el progreso sino que lo estimula. “

“La última guerra no fue tan mala como pinta la gente…”

Tengamos también presente que nació el concepto de la industria armamentística como una fuente de riqueza (para unos pocos claro). Comenzó el rearme disuasorio de las naciones. En 1935 Smedley Butler, general estadounidense, escribió que la guerra había generado demasiados beneficios como para que no se volviera a repetir. Así pues con esos datos históricos podemos acceder al mensaje del comienzo del film. Un temor por parte del protagonista hacia las consecuencias de esa carrera armamentística y que le vale el apodo de “alarmista”.  Si alguien quiere encontrar similitudes con la situación actual pues que lo haga.

efgrhtjPero lo impensable sucede y la guerra estalla. Tal vez porque el peligro no está en las armas, sino en los responsables de su custodia. Una guerra que sí alcanzará a las ciudades y que reavivará el temor por las armas químicas. Esta vez serán usadas de forma masiva contra las ciudades. Esta vez la guerra llegará a los hogares.

Y nos resultará extraño el tratamiento que el director hace durante todo el film de los discursos. Largos, frecuentes y a veces repetitivos. Hasta el punto en el que la película parece un manifiesto desesperado de dos horas de duración en contra de la escalada armamentística. Llegados a ese punto podemos criticarla desde un punto cinematográfico, declarar que le falta la calidad de otras producciones, que es muy teatral, casi obvia, para a continuación callarnos. Porque tenía razón, porque millones de personas morirían pocos años después de su estreno, porque podemos imaginar a los espectadores de la época jactándose de lo tremendista que eran esas obras de ciencia ficción. Tal y como seguimos haciendo ahora. ¿Es buen cine? ¿Acaso no fue uno de los más nobles usos del celuloide y del género de la ciencia ficción? Marcó un camino que se recorrería sangrientamente poco más tarde, y aún más lejos extendió esa profecía que es la ciencia ficción hasta un futuro más alejado. Lo fue llevando desde el comienzo de la guerra en 1940 hasta el final de la mima situado en 1967. Donde el género se vuelve post apocalíptico.

Un mundo en el que una extraña enfermedad, entendemos que fruto de esa gran guerra devasta a la humanidad llevándola a un punto de retraso y barbarie. Y la historia será continuada por aquellos que la iniciaron y sus descendientes. Vaticinando que volveríamos al principio de la violencia, cuanweddo en un mundo desesperado hombres sin escrúpulos se hagan con el poder. Porque no será el médico quien alcance el mando sino el que lo solucionará matando. Podemos hacer llegado a este punto referencia a gran número de películas desde “El último hombre sobre la tierra” 1964. Hasta, por ejemplo, “The road” 2009. Y entendemos el carácter y función de esos incontables discursos: cada una de las tres partes en las que podría dividir la película: guerra, apocalipsis, resurgir, darían perfectamente para tres películas. Hay que resumir, al cine se le da un uso casi propagandístico, desprovisto casi de la búsqueda de belleza fgghcinematográfica. Queda supeditado a la importancia del mensaje. Los personajes son puros estereotipos, a veces con referentes demasiado claros como es el caso de la esposa del dictador que nos recuerda al personaje de Salomé de las primeras películas religiosas.

Villanos como el de la imagen que en un momento dado, sin más actitud que la violencia se hace con el control. En este caso uno aún más cutre que el de “Mensajero del Futuro” (The postman)1997.

En ese punto hoy en día entraríamos en la figura del hghjéroe que sobrevive sin el sentimiento a la pertenencia a ningún grupo. “Mad Max” 1980. Pero este film, incansable, como parece su mensaje, da otro paso más hacia adelante y no detiene la acción en este punto sino que además intenta proponer una salida a la humanidad. Una en forma de organización, comandada por el protagonista inicial de la película, eso sí con muchos más años encima. Y lo hace con un mensaje un tanto ambiguo. “La hermandad de la eficiencia”. “La masonería de la ciencia.” “No más patrones.” “A las órdenes de la civilización”. Ellos se definen como: “Alas sobre el mundo” “El nuevo orden”.

frrtCon una estética tal vez influenciadas por recientes obras de la ciencia ficción como “Flash Gordon” (1930). “La vida futura” nos llevará un futuro donde todo es para la ciencia y por la ciencia, donde se destierra la idea de un Dios, que queda relegado o relacionado con la figura del patético dictador mediante su declaración de principios:” Todo va bien. Dios salve al jefe. Dios salve a nuestra tierra.” “El estado es tu padre y tu madre. La totalidad de tus intereses.” Que parece que vaya desde el “Dios salve a la reina” a la máxima de la Rusia comunista de la época donde “El estado es tu padre y tu madre”

Se irá desvelando como consecuencia lógica el dilema final de la película. El dilema de la esencia humana. Uno desde un punto de vista que más de uno podría criticar ya que utiliza términos realmente inquietantes. 

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“Ahora debemos poner el mundo en orden.  Y por fin las alas sobre el mundo. Cuando consigamos una paz activa y agresiva”. Un mundo en el que el hombre sólo mira hacia adelante, en el que se aprovecharán todos los recursos disponibles de la tierra. Una carrera industrial y tecnológica en lugar de una armamentística. Una que termine derivando en sociedades modernas, sin enfermedades, sin guerras, con comodidades de todo tipo. Un mundo idílico a ojos del autor. Vamos, lo que habría sido un final apropiado para cualquier otra producción. Pero no para esta.

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fghjyAquí no puedo sino hace un pequeño paréntesis. Hay algo que me reconcome desde que la vi por primera vez. Y me refiero, y creo que estaréis de acuerdo conmigo, al libro de Ayn Rand “La Rebelión De Atlas” (1957). No os voy aconsejar leerlo, en serio, no. Pero tenéis películas (2011) si queréis ahorraros el trago. No me mal interpretéis, coincido con Ayn Rand en más cosas de las que me gustaría reconocer, sobre todo en su opinión sobre Dios. Pero es que si me dicen que no vio esta película o quedó influida por el libro… bueno, pues que no me lo trago.

Volviendo y terminando ya con “La vida futura” como he dicho anteriormente no le basta con mostrar un futuro idílico. Ojo, al diseño de elementos como las pantallas de video semi traslúcidas, a aquellos que gustan de esos detalles. Además de mostrarnos ese Nuevo Orden en todo su apogeo va un paso más allá para mostrarnos los peligros que correrá. Representado en un artista que (No sé si es alguna alusión a otro artista frustrado de la época llamado Adolf Hitler) se aprovecha conscientemente del temor de la mayoría de la gente halkilkcia las nuevas naves espaciales para hacerse con el poder. Pero los descendientes de nuestros protagonistas seguirán fieles a sus ideas y dos de ellos se lazarán en un cohete hacia la Luna antes de que la chusma lo impida y con una frase lapidaria por parte de los jóvenes astronautas: “Si no lo hacemos tendremos la sensación de que el resto de nuestra vida viviremos en vano.” Más no se puede pedir.

El film no deja de mojarse en predicciones una y otra vez, hasta las últimas consecuencias llevando la acción hasta el año 2036. Scifi en estado puro y desenfrenado. Pero que finalmente es capaz de sintetizarse de una manera absoluta, rotunda y simple como todas las buenas ideas.

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Desde el observatorio los padres de la pareja de jóvenes astronautas ven alejarse la nave en dirección a la Luna. El padre de la chica tiene dudas y se lo expresa en voz alta. La contestación del otro no tiene desperdicio y es toda una declaración de intenciones: “Arrastrar la vida hasta el último segundo no es vivir lo mejor posible. La carne más sabrosa está junto al hueso. Lo mejor de la vida está cerca de la muerte.”

Cerrando el film y cualquier duda que pudiera quedar, también lapidariamente dice: Y si no somos más que animales debemos aprovechar hasta la última gota de felicidad sin importar más lo que otros animales hacen o han hecho”.

«Es esto (en referencia al mundo que el artista quiere recuperar, el mundo antiguo)  o aquello (Refiriéndose a las estrellas). Todo el universo o la nada».

Ya que cada uno saque sus conclusiones.

Koldobika Ascaso.

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