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«MetaScifi» Veo, veo…

Escrito por nekoland el . Posteado en VARIOS

Cualquiera con un mínimo de sentido de la autocrítica y que se halla dedicado al dibujo, la pintura, la escultura u otra variante plástica de expresión artística, puede confirmaros lo que a continuación expongo: Existe una prueba sobre percepción que muchos conocerán, ésta consiste en usar a un voluntario para que lleve durante unos días unas “gafas” preparadas para invertir la imagen que reciben. Como se puede uno imaginar ver el mundo del revés puede resultar de lo más desorientador, pero en éste caso nuestra víctima en tan sólo uno o dos días sorprendentemente y a pesar de seguir llevando estas molestas gafas, vuelve a percibir el mundo como debe ser: el cielo arriba y el suelo abajo.

Nuestro cerebro mantiene una buena capacidad de adaptación pero no le podemos pedir ser infalible. Y la razón principal es que para ser tan eficaz en la percepción del mundo como necesitamos debe saber economizar sus recursos, completar visualmente el puzle sin tener que colocar hasta la última pieza. Para ilustrarlo tenemos algunos ejemplos muy conocidos pero que a veces están mal interpretados.

vieja

Ésta ilustración en la que podemos optar por ver a una anciana o a una joven nos la habrán enseñado infinidad de veces. A algunos les costará más o menos trabajo ver las diferentes opciones que ofrece. Pero respecto al tema que tratamos lo que nos interesa es su naturaleza y lo que la diferencia del juego visual que ilustro a continuación:

escaleracompleta

Seguro que ésta imagen también nos es familiar y la englobamos dentro de la misma categoría que la anterior. El problema es que no está exactamente en esa misma categoría. La imagen de la vieja-joven corresponde a un juego visual más emparentado con el concepto de camuflaje y tiene que ver más con saber distinguir un animal oculto entre la maleza que con la imagen de la escalera.

El porqué es bien sencillo; en la primera imagen debemos procesar una información que no tenemos previamente almacenada y sacar conclusiones válidas. Sin embargo en la escena de la escalera sin fin, el reto está en que juega con el entrenamiento y experiencia de nuestra mente con respecto a algo que sí conoce. Hemos aprendido a identificar ese tipo de estructuras sin pensar prácticamente en ellas, bajamos las escaleras sin tener que pararnos  cada peldaño para asegurarnos que sabemos lo que hacemos y entendemos la dinámica de subida y bajada de ese práctico invento. Dicho de otro modo juega a la inversa de lo que haría un ilusionista, no es un truco que va más rápido que nuestra percepción, sino muchísimo más lento. Y nos damos cuenta de ello al prestar atención a la imagen buscando dónde está el truco. Lo repasamos con cuidado y nos cuesta frenar nuestra mente en los detalles porque simplemente ella cree ya saberlo y nos envía respuestas a ese dilema con su acostumbrada eficacia.

Todo esto nos lleva al sigsocratexuiente punto en nuestro camino, en la eficiencia de nuestra percepción (cerebro) cuando dibujamos algo tan básico como un busto de escayola como el expuesto debajo de éstas líneas.  Con mayor o menor fortuna haremos un dibujo basado en él pero contaremos igualmente con la dificultad que nuestro cerebro añade al proceso. Seguirá queriendo ser “eficaz” y completará la imagen del modelo en nuestra mente tan rápido como le sea posible.  Lo malo es que si bien nos resulta muy práctico a la hora de identificar el objeto y lo que representa, puede llevar a engaños y a realizar un dibujo mediocre que para más irritación, al volver a verlo pasado un tiempo nos parecerá peor ejecutado aún.  Pero sí, para todo existen algunos trucos:

 socratex2

Y uno de ellos consiste en colocar el busto boca abajo y pedirte que lo dibujes de nuevo tomándotelo con calma.  Sí, sorpresa: el segundo dibujo seguramente nos saldrá bastante mejor. Esto se debe a que hemos cambiado la dinámica en el juego de la percepción, nuestra mente, que no está acostumbrada a procesar rostros boca abajo, se va a tomar su tiempo y será más concienzuda en el análisis e interpretación de lo que ve.

“Aprender a dibujar no es sino aprender a ver” (y esto va a misa)

Pero no es tán sólo cuestión de un proceso más o menos analítico, ojalá lo fuese. A estas ecuaciones deberemos añadirle ahora nuestros traicioneros sentimientos. Ya lo habréis experimentado; cuando andamos con la cabeza en otro lado difícilmente damos pié con bola. Para expresar mejor este concepto pensar por un momento en nuestro cerebro como si se tratase de nuestro ordenador, el que tenemos en casa. A todos nos ha pasado que desesperados por las esperas informáticas hemos ejecutado casi simultáneamente varios programas a fin de ganar tiempo.  Pero desgraciadamente lo que hemos logrado es que todos los procesos se ralenticen o incluso que alguno de ellos se colapse.

No es diferente con respecto a los sentimientos; las preocupaciones, ansiedades, miedos se comportarán  como subprogramas que no conseguimos cerrar y que a veces terminan colapsando el sistema principal. Tal vez sea éstas las razones por las que muchos dicen que un buen artista es alguien dotado de una buena dosis de egoísmo e indiferencia por los sentimientos de los demás.

Y hemos llegado al punto en el que se responde a una pregunta formulada por quien ha tenido a bien leer lo expuesto con anterioridad. ¿Qué tiene que ver esto con los cuadernos “MetaScifi”?

La respuesta como siempre es bien sencilla: a veces hay que repasar conceptos básicos para abordar el tema principal. Porque todo lo anterior está presente a la hora de construir cualquier discurso, independientemente de que sea audiovisual o escrito. Podemos entender la producción de nuestra historia de la misma forma que analizamos la ilustración de la escalera. Nuestro cerebro completará el universo creativo en el que nos movemos con más o menos detenimiento. Para ello expondré dos ejemplos:

En esta primera imagen está representada la idea general, el concepto, el argumento de nuestra historia.

escalera basica

Sí, resulta algo simple, pero está ahí.  Si buscáis más detalles estáis entrando en el campo de la “inmersión”, de la “visualización”. Porque podéis, con esfuerzo por supuesto, aceptar este resultado entregado por nuestro cerebro o exigirle, como cuando colocábamos boca abajo el busto, que se tome más tiempo en el proceso y se centre algo más en los detalles.

escaleracompleta

Porque ese esfuerzo extra, esa recreación en mayor profundidad y ese mayor análisis será lo que marcará la diferencia entre esta imagen y la anterior:

Así nos encontramos que cuando escribimos o rodamos algo, nuestra percepción nos juega una mala pasada ya que completamos sin darnos cuenta lo que vemos o leemos con información que sólo está en nuestro cerebro. Pero de la misma forma que nos son útiles las a veces escuetas y crípticas notas que tomamos con una letra casi ilegible, éste principio de ahorro se vuelve ineficaz al intentar compartir nuestra creación con el resto de mortales.

Luego llegan los malos entendidos: “Es que… no se entiende muy bien por qué el protagonista hace eso…”  Lo que muchas veces lleva a que el autor se pille un mosqueo. Pero sigue siendo un problema de percepción, no es que no se entienda al personaje… la pregunta es esa, pero el significado es otro: ¿Se ha quedado en tu cabeza sin ser plasmada, información o detalles importantes para entender la historia?  Como si la escena se desarrollara con un fondo verde de croma en el que sólo el autor puede ver el resultado final.

 Ilustraremos este concepto (perdón por el mal gusto de las escenas escogidas):

crepus1

escalera basica

Aquí tendríamos un relato escueto, falto de elementos descriptivos que puede necesitar el lector-espectador para entender la escena. Sí está lo básico, pero es como el anterior grafico usado para la escalera, lo preocupante de todo este proceso no solo es quedarnos cortos, sino no percibir que tenemos una idea errónea de lo que estamos haciendo. Si alguien ha dibujado alguna vez entenderá lo que digo: ves el dibujo al cabo de un tiempo y descubres fallos que antes no veias. Eso se debe a ese proceso en el que el cerebro «rellena» fragmentos de información con aproximaciones. Te dicen que la nariz que le has puesto es demasiado grande y si no eres capáz de mantener la disciplina necesaria en cuanto al análisis real de lo que percibe tu cerebro, éste te «engañará» y deformará lo que observas para que se adecue a lo que te gustaría que fuera.

Existe a éste respecto un «truco» que se aconseja hacer cuando se dibuja: consiste en mirar el dibujo no directamente, sino a través de un espejo. esto se hace porque al cambiar el punto de vista (se ve el dibujo inverso) el cerebro no puede aplicar correcciones que modifiquen nuestra percepción (recordar como en el primer experimento señalado sobre las gafas que invertian la visión) así comprobamos las imperfecciones reales de nuestro dibujo y a buen seguro nos parecerá que contien más errores.

Cuando completamos la escena el discurso toma otra dimensión y tenemos una visión má exacta del conjunto total:

crepus2

Hemos profundizado en él, hemos pasamos al gráfico más completo:

escaleracompleta

Porque si cometemos el error de presuponer que nuestro público completará lo que falta de información, luego nos encontraremos con que las cosas no salen como planeábamos:

crepus3

Nadie está en nuestra mente, lo que dejemos allí, allí se queda y rara vez tendremos segundas oportunidades para que nuestras historias apasionen.

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