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Mejoras cerebrales traerán especies humanas distintas

Escrito por Admin el . Posteado en CIENCIA

Los desafíos que afronta la evolución del cerebro a partir de las aplicaciones tecnológicas, auguran tiempos convulsos. Mientras algunos científicos creen que este paso es inevitable, otros advierten de los peligros que entraña; la posibilidad de que una parte de la población mundial pueda acceder a estas mejoras cerebrales artificiales y otra parte no, podría dar lugar a dos especies humanas distintas. Nos encontramos cerca de poder conseguir incrementar la capacidad de nuestro cerebro hasta límites insospechados utilizando la tecnología o la manipulación genética, pero, ¿qué consecuencias tendría esta capacidad para la humanidad? ¿Dará lugar la manipulación cerebral a una nueva especie, con poderes intelectuales incomparables?

Para unos (como el arqueólogo Lambros Malafouris del McDonald Institute for Archaeological Research de Cambridge, en el Reino Unido), la manipulación cerebral para el aumento de nuestras capacidades es, simplemente, la siguiente fase de un proceso que se ha desarrollado durante toda la historia de la humanidad. Las transformaciones cerebrales del ser humano comenzaron con las mutaciones genéticas hereditarias que nos proporcionaron un cerebro “plástico”, capaz de cambiar físicamente para superar desafíos prácticos. Cambios más recientes en nuestro cerebro se han producido gracias a nuestras interacciones con el entorno, y también gracias a los “memes” (información cultural que se transmite de un individuo a otro, de una mente a otra o de una generación a la siguiente). Así, los genes son sustituidos por los memes, que también cambian, evolucionan a lo largo de las generaciones humanas, y están sometidos a las mismas reglas evolutivas de los genes: conservación-herencia, variación-mutación y selección-ambiente. Lo que ocurre es que lo hacen a un ritmo mucho más acelerado.

¿Y qué ocurrirá en el futuro con los memes? Está claro que si los animales inteligentes sobreviven y evolucionan, los memes también lo hacen y se pueden volver cada vez más poderosos, almacenando cada vez más información y controlando cada vez mejor el ambiente. Los «memomas» de esta vida inteligente se extenderán cada vez más, colonizando poco a poco el espacio (de igual forma como la vida ha invadido y colonizado la Tierra). De este proceder, surgen grandes interrogantes; ¿Estarán siempre prisioneros estos memes de sus cerebros animales, o podrán en algún momento temporal de la evolución liberarse, separarse de ellos y evolucionar por su cuenta? ¿Hasta donde podrá llegar la evolución de la materia y la energía asociada a ella? ¿Hay regiones del universo con esta materia-energía en estados muy avanzados de evolución? ¿Existen ya seres los post-biológicos por el universo?

Y es que los científicos insisten; el próximo paso de mejora del cerebro podría ser tecnológico, mediante la manipulación genética o las prótesis cerebrales (sobre todo teniendo en cuenta que la tecnología para el control de ordenadores desde el cerebro ya ha sido probada por parte de individuos con parálisis total).

No pasará mucho tiempo antes de que haya un dispositivo informático disponible para cualquiera, afirma Andy Clark, filósofo de la Universidad de Edimburgo, en el Reino Unido. Este dispositivo podrá ser desde un asistente de memoria hasta un buscador de la información que tengamos almacenado en el cerebro. Según Clark, hoy mismo programas informáticos habituales como el Photoshop juegan ya un papel importante para nuestras capacidades (y son algo parecido a extensiones físicas de la mente de los usuarios).

Según Raymond Kurzweil, el reputado gurú transhumanista, la línea entre humanos y máquinas se difuminará como parte de la evolución tecnológica (momento denominado “singularidad tecnológica“), y los implantes cibernéticos mejorarán al hombre, lo dotarán de nuevas habilidades físicas y cognitivas, y le permitirán interactuar directamente con las máquinas, para posteriormente, fusionarnos con ellas. De este modo, podremos combinar nuestra inteligencia biológica con la no biológica. Llegados a ese punto, ya no podremos distinguir entre humanos y máquinas.

Pero no todo el mundo está de acuerdo con el uso de la tecnología para incrementar las habilidades cerebrales. Para Dieter Birnbacher, filósofo de la Universidad de Düsseldorf (Alemania), estas aplicaciones podrían poner en peligro la dignidad humana. Por ejemplo, un problema potencial es el de alterar lo natural con procesos artificiales, de manera similar a la presión social que actualmente suponen las formas idealizadas de la belleza, el físico o las capacidades deportivas. Los individuos que no puedan acceder a estos medios artificiales de incremento de sus habilidades cognitivas, pueden verse como fracasados, tener baja autoestima e incluso ser discriminados con respecto a los que sí puedan acceder a ellas.

Para John Dupré, profesor de filosofía de la ciencia de la Universidad de Exeter (Reino Unido), la posibilidad de que alguien tenga una ventaja de este tipo frente a otros puede generar división social. Leer a los hijos está al alcance de casi cualquier persona pero, ¿implantarles un software en el cerebro? Esta alternativa podría dar lugar a dos especies humanas completamente distintas. Para evitar estos peligros, los expertos señalan que habría en primer lugar que asegurarse que la tecnología desarrollada sea lo suficientemente barata como para estar al alcance de cualquiera.

Pero objetivamente, las clases sociales y la igualdad de oportunidades para todo el mundo, es una utopía que no se ajusta a la realidad, que parece imposible, y que nunca históricamente se ha producido (ni probablemente se producirá). Siempre habrán divisiones sociales, discriminación por aquello u lo otro, diferencias de acceso a determinados productos (o mejoras), a pesar que sean baratos, porque vivimos en un planeta caracterizado por una multidiversidad económica, religiosa, y sociocultural. Además, esa presión social que suponen las formas idealizadas de la belleza, el físico, el éxito profesional y familiar, o las capacidades deportivas que critica Birnbacher, es algo intrínseco en las sociedades humanas porque simplemente, todos somos distintos (con mejores y peores capacidades con respecto a algo, y aspiraciones personales variadas). De lo contrario, no estaríamos hablando de humanos (con su pluralidad), sino de autómatas de diseño único, que responden de modo similar (o idéntico), para que no se generen “comparaciones desequilibrantes, molestas, o indeseadas”.

De cualquier forma, con implantes o no, nuestro cerebro está destinado a seguir evolucionando. Y hacia donde evolucione el cerebro humano en los próximos tiempos, no podremos controlarlo nunca del todo; por más que se desarrolle o reprimamos la tecnología (e independientemente que abaratemos sus costes en mayor o menor medida, pues el acceso a ella nunca podrá ser el mismo para todos los habitantes del planeta Tierra).

Eduard Puset (divulgador científico), en su blog hablaba sobre las impresiones que le causó entrevistar a Kurzweil. Y concluyó preguntándose; “(…) Algunos expertos prevén que esos avances sacudirán las conciencias de tal modo que, (…) podremos desprendernos de los condicionantes biológicos y confiar plenamente en los tecnológicos. ¿Por qué desconfía la gente más de estos últimos que de los primeros? ¿Por qué millones de años de mutaciones aleatorias expresadas en el curso de la selección natural arrojarían resultados mejores que los diseñados por una mente, también natural, pero inteligente?”

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Admin

Víctor Vila Muñoz: Administrador de Portalcienciayficcion.com. Diseñador de páginas web y programador de videojuegos. Músico y escritor ocasional (con algunos relatos publicados). Youtuber. Mi otra web: Mejormetalgratis.com.

Comentarios (4)

  • Borja F. Caamaño

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    La verdad es que da qué pensar y, bueno, cualquiera de ambas posibilidades (que sea cierto o no) me parecen igualmente aterradoras.

    Saludos.

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  • kavy

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    Esa división que se plantea, una sociedad de castas en función del acceso a las mejoras genéticas o la tecnología de aumento, es algo que ya estamos viendo en parte. La diferencia de poder adquisitivo conlleva que haya gente sin acceso a tratamientos médicos punteros, menor calidad en la alimentación, menos estrategias de medicina preventiva para ahorrase el costo de una revisión médica privada, etc.

    Si extrapolamos en el tiempo, viendo lo fuerte que llega la impresión 3D de órganos por citar un ejemplo, no me extrañaría que en un futuro cercano, las diferencias raciales sean a lo Gattaca y no por el color de la piel. Como bien dice el autor del artículo, los seres humanos siempre hemos estado en conflicto, es natural teniendo en cuenta que somos el resultado de una carrera de azar y competición. Si quitas el azar de la ecuación, fomentando una evolución artificial, se masca loa tragedia. Al menos la selección natural no tiene consciencia ni preferencia por nada ni nadie y por eso es imparcial.

    Un saludo.

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  • Admin

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    Bueno, en realidad la selecciónt natural no es imparcial y sí tiene preferencias; premia a los genéticamente mejor dotados y elimina a los débiles.

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  • kique

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    la humanidad es muy antigua y capas alla pasado por este proceso-

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