Así fracasó El caballero del dragón (1985)

Así fracasó El caballero del dragón (1985)

 
0.0 (0)
Escribir Opinión

Hoy os voy a hablar de la película española "El caballero del dragón" de 1985. No tanto de si la película es buena o no, que no lo es, sino de sus curiosos problemas de rodaje. Para ello me he basado en una entrevista que le hicieron a Fernando Colomo, su director.

La llegada de un platillo volante a los territorios del Conde Ruk, es interpretada por las gentes de la época como un hecho mágico.

Hace 37 años, aterrizó en los cines uno de los mayores ovnis de la historia del cine español: El caballero del dragón.
En ese entonces al cine español le costaba hacer grandes películas de época o de ciencia ficción, así que dijeron: Vamos a mezclarlo todo a ver qué pasa. Y lo que pasó fue esta película que no llega al aprobado en las webs de cine.
Ambientada en plena Edad Media y con el mayor presupuesto de nuestro cine, contaba con un reparto internacional de envergadura con nombres como Klaus Kinski y Harvey Keitel. Y por supuesto, sin olvidar al bueno de Miguel Bosé haciendo de ambiguo extraterrestre.
El resultado es difícil de explicar y seguramente espeluznante con ojos actuales, y algunas de las críticas fueron: "Descabellada e inoperante fantasía medieval" o "Lamentable y majadero ejercicio de desmitificación".
Al frente del insólito ovni estaba Fernando Colomo (director, productor y coguionista), que tuvo que hacer auténticos juegos malabares para que la película no acabara con su carrera y su cuenta corriente.

Casualmente, fue el primer año de ayudas anticipadas a los productores, así que les dieron el tope: el 50% del presupuesto. Tenían 200 millones de pesetas, así que les dieron una ayuda de 100 millones. Pero como el presupuesto se disparó a más de 300 millones, la ayuda acabó siendo un tercio.
Para el papel de alienígena pensaron primero en Imanol Arias, al que le gustaba la idea, pero pronto se dieron cuenta de que Imanol no tenía cara de extraterrestre.
Hicieron unas caricaturas de Imanol vestido de extraterrestre y no pegaba ni en pintura. Hablaron con él y lo entendió. Con el rodaje ya encima, empezaron a buscar a alguien más andrógino y surgió el nombre de Miguel Bosé. Miguel fue el último en incorporarse al proyecto.

Bosé era entonces una exitosa estrella del pop, pero según el director se portó fenomenal, y eso que las circunstancias de rodaje no fueron las mejores para él, porque el traje espacial le hacía sudar a chorros y casi no podía respirar con la escafandra. Si respiraba se empañaba, así que tenía respirar... bajito. Muy profesional.
No se puede decir lo mismo de otra de las estrellas del filme, Klaus Kinski.

Pensaron en muchos actores para el papel del alquimista. Buscaban un nombre potente del cine americano que no estuviera de actualidad. Tantearos a Burt Lancaster, a Charlton Heston, a Kirk Douglas y a Robert Mitchum. No sé si esto era apuntar muy alto, pero bueno. Al final, se decantaron por Vincent Price, pero no pudo porque tenía que operarse. Vaya! El agente de Price les ofreció a Kinski. Tenía muy mala fama, pero estaban desesperados por encontrar a alguien. Pensaron, bueno, no será para tanto, bastará con tener tacto y tratarle bien, no tendría por qué haber problemas. Problemas no, lo siguiente.

Se ve que el bueno de Kinski era un liante de cuidado. Creaba un ambiente tan desagradable, que intentaban siempre quitárselo de encima. El día que llegó, ya les dijo: "Me pagáis muy poco, si queréis, lo dejamos y no hago la película". A Fernando Colomo, el director, se le pusieron los huevos por corbata.

El primer día de rodaje, tuvo que esperar un rato subido a un caballo, se enfadó y se pasó rebotado toda la película.
Los primeros días, algunos comieron con él, pero había tanta tensión en la mesa que nunca volvieron. Así que siempre comía él solo, con vacío alrededor y el resto de mesas llenas.
También exigió que no le maquillaran. No quería perder tiempo en eso… ni en nada, a fin de cuentas. Llegaba a plató y pedía un espejo para colocarse el pelo (no quería que nadie le tocara). El tiempo que tardaba en llegar el espejo, de uno a cinco minutos, según el grado de apresuramiento del equipo, no paraba de insultar a todo el mundo. "¡FUCKING MIRROR! ¡NO TIENEN UN FUCKING MIRROR!". Como un poseso.
"¡VAYA MIERDA DE PELÍCULA!", gritaba. Así hasta que llegaba el "fucking mirror", se removía el pelo y decía: "Estoy listo".
Entonces le decían temerosos: "Ahora mismo empezamos, Sr Klaus, que faltan las luces". Y se volvía totalmente loco: "¡LAS LUCES! ¡LAS LUCES! ¿PERO ESTO QUÉ ES? ¿UNA JODIDA PELÍCULA DE DAVID LEAN? IROS A LA MIERDA". Por si no lo sabéis, David Lean lo había dirigido para un pequeño papel en 'Doctor Zhivago' y como es de suponer no acabaron bien.

Vamos, que tuvieron que aguantarle todo el maldito rodaje y acabaron hasta los mismísimos cojones. Tanto es así, que os explico la siguiente anécdota:
Cuando se murió en 1991, Fernando escribió un obituario en 'El País': "Mucha gente pensaba que estaba loco. Yo no lo creo así. Era un niño mimado, consentido y maleducado. De haber sido una persona mayor, solo le cabría el calificativo de hijo de puta. Pero ahora se ha muerto y nos ha dejado. Descansemos en paz".
"Sí, no lo pude evitar", comentó el director. Me pidieron el artículo y les dije: "No tengo nada que decir de este señor, salvo que era un hijo de puta". "Pues dilo", insistieron. Lo escribió del calentón en 20 minutos y allí se quedó.

Sin embargo, Harvey Keitel resultó ser un tipo fantástico. Para que os hagáis una idea: Klaus no se presentó al rodaje un lunes porque decía que no le habían pagado, aunque era un simple retraso del banco. Pues bien: Harvey se ofreció a pagar a Klaus de su bolsillo para que volviera. Al final, no hizo falta. Fue muy majo Harvey, y sigue siendo amigo de Fernando.
Bien. El estreno en España no fue exactamente un desastre: fue la séptima película española más taquillera ese año. Todo un éxito para cualquier obra de Fernando Colomo… pero no de ese presupuesto.
Para colmo, a la distribuidora americana no le gustó la película y rompió el contrato. A todo esto, siguieron multitud de líos como broncas con abogados en EEUU y la ruina que supuso la recaudación de la película en España.
La cinta acabó con unas pérdidas de 50 millones de pesetas.
Con una idea que no era mala y un altísimo presupuesto (el mayor que había tenido hasta aquel momento cualquier película española), pudo haber sido una cinta muy rentable, pero no lo fue.
Según el director: "Creo que lo peor de esa película es que no tenía suficiente experiencia como guionista. Cualquier guion lo trabajo ahora muchísimo más. Todo fue fruto de mi locura. Había rodado y producido varias películas antes, pero abordé un proyecto que me venía grandísimo.

Bueno, pues hemos terminado. La película en sí es bastante floja, los efectos especiales malos y poco hay rescatable en esta cinta. Pero si queréis echarle un ojo la podéis encontrar en Amazon Prime video, por si os pica la curiosidad.

De lo que os he contado, ¿qué te ha sorprendido más?
¿Eres de los que han visto esta película? ¿Qué te pareció?
Puedes dejar tu opinión en la caja de comentarios.

Opiniones de los usuarios

No hay opiniones para este listado.
Asignar una puntuación (mientras más alta mejor es)
5
Comentarios