Liz Parrish, la mujer que insiste estar rejuveneciendo

Liz Parrish, la mujer que insiste estar rejuveneciendo

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¿Os acordáis de la señora Liz Parrish (sí, la mujer que afirmaba haber rejuvenecido)? Pues este culebrón todavía sigue.
Hagamos memoria: Esta señora se sometió, en 2015, a una terapia genética creada por su propia compañía para frenar el envejecimiento.
Tuvo que desplazarse a Colombia para inyectarse el tratamiento, ya que en Estados Unidos está prohibido hacerlo en seres humanos, y así se convirtió en la “paciente cero” de una nueva terapia que consiste en la administración de dos tipos de inyecciones para desarrollar la musculatura y aumentar el tamaño de los telómeros (que son esas cubiertas de los cromosomas que protegen el ADN de nuestras células, y cuyo acortamiento en cada división celular provoca envejecimiento).

Hace un tiempo afirmó que había conseguido revertir veinte años el acortamiento de los telómeros de sus células, y ahora, cuatro años después, su empresa ya ofrece tratamientos genéticos a decenas de personas en todo el mundo.

Por el momento, suministran diferentes terapias basadas en proteínas como la Foliestatina que aumenta la masa muscular y el Klotho, que permite mejorar la función y la capacidad cerebral.
Eso sí, el resultado de sus tratamientos no ha sido todavía avalado por ningún organismo científico internacional.

Pero bueno, sea como sea esto va avanzando, y su objetivo es llegar a crear una vacuna antienvejecimiento combinando el mayor número de proteínas y hormonas e integrarlas en los cromosomas.

Actualmente, la empresa de Parrish está recopilando datos de los pacientes para mejorar la efectividad de sus terapias y desarrollar nuevos tratamientos para evitar que suframos enfermedades como el cáncer, la demencia o el Alzheimer que están directamente vinculadas al envejecimiento.
Y no contenta con eso, Para el 2020 esta polémica mujer también ha adelantado un tratamiento para combatir la obesidad.

Mientras tanto, va dando conferencias a diestro y siniestro y mostrando al mundo sus presuntos avances "revolucionarios".

Tiene 49 años, y además de un aspecto físico envidiable para su edad, asegura que después de someterse al tratamiento genético experimental sus células han rejuvenecido. “Hay algunas que tienen una edad biológica de 33 años, ahora el desafío es extenderlo a todos las células del cuerpo”, explica.

Por el momento, la empresa de Parrish solo utiliza genes humanos en sus tratamientos, aunque están estudiando la incorporación de genes procedentes de animales. Según ella misma explica: "Hay especies como las salamandras que tienen la capacidad de regenerar extremidades, la médula e incluso el cerebro. Sería increíble poder aplicarlo al ser humano”.

Esta mujer va lanzada como vemos, pero claro, uno de los interrogantes que plantea la aplicación de estas terapias genéticas es su implicación ética y moral.

Sin embargo, y según dice: “Para mí no hay ningún problema, no se puede prohibir que las personas que quieran se realicen estos tratamientos para mejorar sus vidas”.

Bueno. Hace ya tiempo que este culebrón empezó, y no parece aclararse nunca. Con el tiempo que hace que todo esto está en marcha... ¿no deberían ser reconocidas ya estas investigaciones por algún organismo científico contrastado?
A mí lo que me parece de traca, es que haya clientes sometiéndose a un método como este sin que se haya oficializado científicamente que es seguro y funciona.

En fin, podéis decirme en los comentarios si os parece que debemos tomarnos esto en serio, o si es un montaje y un engaña bobos.


Fuentes:

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Comentarios

Terapia genética

Yo no veo donde esta el problema de que esta mujer se haya realizado una terapia genética para rejuvenecer. Es cierto que el tratamiento que ha hecho no está reconocido por ningún organismo científico internacional, pero eso no quiere decir que no pueda ser efectivo. Además para que algún día pueda ser efectivo hay que realizar ensayos clínicos y comprobar su eficacia que es lo que ha hecho Liz Parrish. Sobre la cuestión ética y moral tampoco veo el problema no ha puesto en riesgo la salud de nadie y creo que ser libre ser libre significa poder hacer lo que queramos con nuestras vidas mientras no pongamos en riesgo a los demás. Por tanto estoy a favor de la terapias genéticas con el objetivo de rejuvenecernos y mejorar lo que es el ser humano actualmente.

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