Llevas mucha razón en lo que planteas Billy, puede ser un arma atroz para hacer sumisos. Pero como todo, esta tecnología en si no es mala, incluso llevada al aspecto lúdico. Lo que ocurre es lo mismo que con las drogas, no mata la sustancia sino la dosis. Hay que hacer aparatos que den un grado coherente y no desmedido de bien estar, garantizar que son inocuos, y aportar toda la información necesaria sobre su correcto uso, y luego ya como con el alcohol, que lleva una etiqueta muy chula que dice “beba con moderación, es su responsabilidad”.