Hoy vamos a ver la tercera parte del ciclo dedicado al Cyberpunk. En el primer vídeo lo definimos y hablamos de algunas películas muy representativas, en el segundo tratamos sobre algunas películas cybepunk animadas y ahora, veremos unas cuantas series Cyberpunk (con personajes reales, no animadas). No todas las series son netamente cyberpunk, algunas solo cogen prestados algunos elementos del subgénero. Otras obras hubiesen encajado mejor para el propósito del video-artículo, pero o no las seguí demasiado o no me acordaba de ellas lo suficiente como para abordarlas con propiedad.
Dark Angel (2000)
El gobierno de los estados Unidos experimenta con ingeniería genética para producir supersoldados. Un grupo de ellos consigue escapar y entre ellos está Max (Jessica Alba), una chica de 18 años. En busca de otros como ella, la joven se cruza con Logan, un cyber reportero cargado de ideales que desde su humilde lugar intenta combatir la corrupción. Ambos terminarán haciendo equipo para luchar contra los “malos” y, de paso, descubrir los secretos que oculta el pasado de Max.
Ambientada en una versión distópica de Seattle, esta serie creada por James Cameron y Charles H. Eglee posee una significativa cantidad de temas ciberpunk.
Su episodio piloto de alto presupuesto marcó el debut televisivo de Cameron y fue fuertemente promovido por Fox, alcanzando los 17'4 millones de espectadores.
Se considera que aparte del componente futurista, esta entretenida serie toca temas de empoderamiento femenino (como lo hicieron a finales de los años 90 y principios de los 2000 personajes femeninos fuertes como: Buffy, caza vampiros, Xena: la princesa guerrera y Nikita).
En definitiva: un trabajo conceptualmente interesante, de correcta puesta en escena y con unas interpretaciones que cumplen. Sin embargo, empezó muy fuerte pero se desinfló.
Black Mirror (2011)
Esta serie de televisión británica creada por Charlie Brooker gira en torno a cómo la tecnología afecta nuestras vidas. Con un marcado componente de tecno-paranoia, se suele nutrir de nuestro malestar y miedo contemporáneo hacia la tecnología para recrear un futuro normalmente inquietante y perturbador.
La obra se basa en episodios independientes al estilo The Twilight Zone, y aunque no podríamos catalogar a todos ellos de cyberpunk sí presentan a veces rasgos de este inquietante subgénero.
Siendo una serie de corte antológico no voy a hablar de ningún argumento concreto pues hay muchos, pero sí puedo deciros que Black Mirror ha sido calificada por muchos como una joya televisiva imprescindible.
Como toda obra vertebrada por segmentos independientes tiene capítulos mejores y peores, pero en general al acabar cada uno de ellos no puedes dejar de pensar en el mensaje que subyace en su historia.
Por último, solamente decir que esta serie tiene unas notazas increíbles por parte de los espectadores que la siguen.
Almost Human (2013)
Menos repercusión y valoración tiene esta serie de televisión estadounidense creada por J.H. Wyman.
La trama nos sitúa en el año 2048, cuando todos los agentes del Departamento de Policía de Los Ángeles son apoyados por androides casi indistinguibles de los humanos.
Los casos protagonizados por un humano y su avanzado compañero androide caracterizado por tener reacciones emocionales inesperadas, vertebran una única temporada de 13 episodios que no fue continuada (supongo y es deducible, que por baja audiencia).
A pesar de ello la propuesta es rescatable y tiene momentos dignos.
La serie reflexiona sobre la naturaleza de la mente humana y lo que la hace única, en medio de los conflictos derivados de un mundo tecnológicamente avanzado.
Estamos ante una serie de entretenimiento sin mayores pretensiones para pasar un rato ameno en una ambientación futurista con apropiados efectos especiales.
The Expanse (2015)
Esta serie es más bien una Space Opera, pero también podemos encontrar en ella elementos Cyberpunk.
Basada en la serie de novelas de Daniel Abraham y Ty Franck escritas bajo el seudónimo de James S. A. Corey, se sitúa doscientos años en el futuro donde la humanidad ha colonizado todo el sistema solar.
El detective de policía Miller recibe el encargo de encontrar a una joven desaparecida. Para ello contará con la ayuda del oficial de un carguero y su tripulación, pero pronto se dan cuenta que el caso está relacionado con una conspiración que amenaza la paz del Sistema y la supervivencia de la humanidad.
La serie recibió críticas positivas de la prensa especializada, destacando sus bellas imágenes, personajes bien desarrollados y narrativa emocionante.
Por parte de los espectadores, las valoraciones también son notables.
La ambientación de la serie tiene un toque cyberpunk, como os decía, recordando por momentos a Blade Runner.
La trama es atrapante, los efectos especiales son buenos, el reparto está bien en general y su diseño de producción es destacable. Sin embargo, en ocasiones algunas naves espaciales generados por ordenador se notan un pelín artificiosas.
Altered carbon (2018)
La serie se desarrolla en medio del siglo XXV, una época sumamente Cyberpunk en la que las personas ya no mueren sino que sus mentes y consciencias son transferidas de un cuerpo a otro.
Kovacs es un ex miembro de las unidades militares especiales que es despertado de su letargo a instancias de Bancroft, un rico y poderoso aristócrata de 365 años de edad que aparentemente se suicidó, perdiendo todos los recuerdos de los eventos previos a la muerte. Pero el multimillonario tenía una copia de respaldo de su mente y vuelve a la vida. Está convencido de que no pudo suicidarse y contrata a Kovacs para investigar lo que él considera un asesinato.
Tecnología desbordada, recuerdos y conciencias insertadas en todo tipo de soportes, sofisticadas inteligencias artificiales y mundos virtuales inquietantes, son algunos de los temas que se encuentran en esta serie basada en la obra de Richard K. Morgan bajo el mismo nombre.
Estamos ante un producto de naturaleza compleja que costó mucho de materializar. Destinado para un público adulto y calificado como R, la mezcla de acción, sexo drogas y violencia era una opción arriesgada, pero acabó contando con el sumo beneplácito de la crítica y la audiencia.
Los efectos especiales son buenos y la actuaciones también, y para los amantes de la acción decir que la coreografía de las luchas es magnífica.
En cuestión de gustos ya se sabe que cada persona es un mundo, pero yo os la recomiendo si no la habéis visto.
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