Lo que no sabías de la saga Terminator

Lo que no sabías de la saga Terminator

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Hoy vamos a hablar de la saga Terminator. Quiero aclarar que he contado con la inestimable colaboración de Manu Castro (administrador de la web lasalaoscura.com).


Cuando en 1984 James Cameron estrenó “Terminator” nadie podía imaginar que una película prácticamente de serie B (con un presupuesto de algo más de 6 millones de dólares), y destinada al consumo rápido, se convertiría, treinta años después, en una de las franquicias de cine más exitosas y admiradas. De Terminator hay 5 películas, una serie, y la friolera cantidad de 17 videojuegos. Pero empecemos por el principio...

Terminator, 1984
Parece ser que la batalla por el futuro de la humanidad comenzó en un hotel de Italia, apenas un par de años antes del estreno de la película. James Cameron, que estaba enfermo y tenía una fiebre considerable, decidió meterse en la cama para descansar. Entonces tuvo un sueño muy extraño, protagonizado por un robot que viajaba a través del tiempo para matarlo. El cineasta se levantó sobresaltado y, empapado de sudor, comenzó a tomar notas. En unos meses, ya había completado el guión de “Terminator“.
Con el guión terminado, Cameron comenzó a enviarlo a diversas productoras con el fin de encontrar financiación para la película. Con la ayuda de Gale Anne Hurd, y después de no pocas negativas, la Hemdale Film Corporation se hizo con el proyecto. Comenzó entonces la ardua tarea de reunir al equipo técnico y artístico idóneo.
James Cameron no conocía a Arnold Schwarzenegger más que de haberle visto en "Conan, el bárbaro". De hecho, le horrorizaba como actor. Sin embargo, Carolco, la productora de "Terminator", que tenía gran confianza en el éxito del actor austríaco y le quería en la película, arregló una entrevista entre ambos en un restaurante de Los Angeles, con el fin de que Arnold convenciese a Cameron de sus cualidades interpretativas. Antes de ir al restaurante, el propio Cameron comentó a su esposa: "Tengo que ir a cenar con Conan el Bárbaro, pero no tardaré mucho...". Sin embargo, "Conan" resultó ser de lo más simpático y encantador (hasta el punto de convencer al reticente director, para dar al ex-culturista el papel de su vida).
En un primer momento se contrató a Arnold Schwarzenegger para interpretar el papel de Kyle Reese (el bueno), aunque el actor, tras leer detenidamente el guión, optó por ponerse bajo la piel del malvado organismo cibernético que le haría mundialmente famoso.
Quedando vacante el personaje de Reese, se fichó a Michael Biehn para suplir a Arnold, y a Linda Hamilton para el papel de Sarah Connor.
Aquí encontramos una incongruencia, pues si el Terminator es una máquina perfecta de infiltración, lo ideal sería que tuviese un aspecto poco destacable, más normal y mundano, en lugar de un austriaco de metro noventa con el cuerpo de un culturista. James Cameron tuvo eso en mente cuando creó al personaje, pero al final se dejó persuadir por Arnold.
La música de esta película corrió a cargo de los sintetizadores de Brad Fiedel, que compuso un tema central mítico, mejorado en la segunda parte.
Hay que decir que en su día, la película no tuvo una gran acogida (pasando más o menos desapercibida en la taquilla). Pero pasaron los años, y el film comenzó a generar un importante movimiento fan, que transformó la cinta en un fenómeno de videoclub y en todo un icono de la ciencia-ficción y la serie b de los ochenta. Esto animó a Cameron a acometer el desarrollo de una secuela...

Terminator 2: El Juicio Final, 1991
Así nació un proyecto que cambiaría para siempre la forma de hacer cine: “Terminator 2: El Juicio Final”. Una producción gigantesca que hundió económicamente a Carolco y salió adelante gracias a la tenacidad de James Cameron. Con un presupuesto de 102 millones de dólares, el film fue el más caro de la historia en el momento de su lanzamiento (desbancando a “Desafío Total”).
“Volveré” dijo en 1984 y el 1 de julio de 1991 cumplió su palabra. “Terminator 2” fue un éxito rotundo, recaudando 204 millones de dólares en los Estados Unidos y 520 a escala mundial. La película se convirtió en uno de los mayores éxitos de la historia.
En esta segunda parte, el argumento no varía demasiado, casi se podría hablar de remake por las similitudes que tiene con su antecesora.
Tras el fracaso de la anterior misión, SkyNet manda un nuevo modelo de Terminator a través del tiempo, el T-1000, un prototipo de metal líquido muy avanzado y letal. La resistencia humana vuelve a interceptar los planes del computador y consigue reprogramar a un T-800 para que proteja a John Connor cuando aún es un niño de diez años.
La premisa vuelve a ser la misma: un robot asesino y un protector para el blanco humano enfrentados, sólo que ahora el asesino de la primera película es el encargado de proteger a John; un cambio sustancial que se agradece, aunque nos encante Schwarzenegger en el papel de malo. Todo lo demás es similar: persecuciones y escenas de acción, más espectaculares, con efectos especiales de última generación, al servicio de la misma historia: la guerra por el futuro en el presente.
El rodaje duro tanto, que a Edward Furlong (el pequeño connor), le cambió la voz. Lo que obligo a retocar su voz en post-producción.
Linda Hamilton y James Cameron iniciaron su relación en el rodaje de esta película. Pero rompieron cuando James Cameron rodó Titanic, ya que se enamoró de la nieta de la anciana Rose.
El papel de Sarah Connor, fue previamente pensado para Jennifer Jason Leigh y Rosanna Arquette, entre otras. Dicen que Hamilton no veía claro ese personaje, ya que la alejaba de su idea de ser una actriz seria y de renombre clásico.
Finalmente, la actriz se quedó tan prendada de su personaje, que a pesar de romperse un tobillo justo antes de empezar a rodar, en sus escenas que implicaban esfuerzo físico no se notó en absoluto.
Al principio se pensó que el bueno y el malo, fueran ambos un T-800 interpretados por Arnold. Pero debido a que podría confundir la audiencia, se ideó un prototipo como el T-1000, que además era más fuerte que el Terminator bueno.
Una incongruencia de esta película, la vemos cuando John Connor trata de enseñarle modismos e insultos al T-800 para que suene más humano, ya que su manera de comunicarse y expresarse era demasiado esquemática. Sin embargo, esto contradice lo que vimos en la primera película, en la cual el T-800 utiliza un insulto (Fuck you asshole) para echar al encargado del hotel que llegó hasta su puerta para quejarse del mal olor.

Terminator 3: La Rebelión de las Maquinas, 2003
Ha pasado una década desde que John Connor ayudó a evitar el día del Juicio Final. Ahora, con 22 años, Connor vive “fuera de circulación”; sin teléfono, sin trabajo, sin rastro de su existencia... Pero de entre las sombras del futuro, aparece una nueva amenaza, la T-X: una máquina de matar, la más sofisticada de las creadas por Skynet. Una Terminator tan brutal por dentro como bella por fuera, enviada al pasado para completar el trabajo que dejó inconcluso su predecesor, el T-1000.
A pesar de sus abultados 200 millones de dólares de presupuesto, los resultados económicos de esta tercera entrega, no fueron malos (más de 433 millones de dólares, que no son poca cosa), pero la crítica no fue demasiado favorable. Quizá este rendimiento y repercusión más mediocre en comparación  a las dos anteriores entregas, sea debido a que James Cameron no fue el director. En su lugar, el puesto corrió a cargo de un menos reconocido Jonathan Mostow.
Un pequeño error de concepto ocurrió en la película cuando la T-X  mata a una mujer para robarle la ropa. Pero como todos sabemos, esta máquina puede convertirse en cualquier cosa, por lo que una escena así, no tiene demasiado sentido.
Lo cierto es que no habría sido posible hacer esta película, anteriormente. Se utilizó la tecnología de efectos especiales más avanzada que existía hasta la fecha. Stan Winston y su equipo, crearon la tecnología robótica más avanzada en el mundo, en términos de movimiento y control.
De las diez mil actrices se que presentaron para el papel de T-X,  Kristanna Loken, que parece sacada de la película "Species", fue la elegida. Tuvo que ganar 7 kilos de peso, además de aprender artes marciales y entrenar en el manejo de armas. Su preparación incluyó pesas y una forma de lucha israelí llamada Krav Maga, y estudió con un renombrado mimo para perfeccionar los movimientos mecánicos del robot. Paradójicamente, su habilidad real con los ordenadores en el momento de rodar la película, era nula.
Por su parte, Arnold trabajó mucho para tener el mismo aspecto que tenía cuando hizo las dos primeras películas, dedicando  hasta cinco horas diarias de preparación física, durante los meses previos al rodaje.

Terminator Salvación, 2009
El 5 de mayo de 2008 comienza el rodaje en Albuquerque, Nuevo México, de Terminator Salvation, con unos nada despreciables 200 millones de presupuesto. Con una recaudación de 371 millones, la crítica fue correcta y la cinta superó en valoración a su predecesora.
La película se estrenó en Estados Unidos el 21 de mayo de 2009, siendo clasificada como PG-13 por (a diferencia de las anteriores películas de Terminator, que fueron clasificadas como R). Los productores tenían el deseo de ampliar la serie a un público nuevo y moderno, mostrando menos violencia.
Las continuas alteraciones en la línea temporal han provocado que John Connor no sea el líder de la resistencia, sino sólo uno de sus integrantes. En el cuartel general del comando de la resistencia, ubicado en un submarino nuclear en tránsito por el Océano Pacífico, Connor se entera de un hallazgo increíble; una señal de radio oculta en el canal de comunicación de las máquinas, que supondría la posibilidad de anular el control de SkyNet sobre sus ejércitos.
En esta película hace acto de presencia Marcus: el primer híbrido hombre-máquina encarnado por Sam Worthington. Un ser que cree ser humano, y desconoce que en realidad es un cyborg fabricado por Skynet.
McG, el director, quiso que Christian Bale encarnara a Marcus, pero el actor se decantó desde el principio por el papel de Connor.
Finalmente fue Sam Worthington, recomendado por Cameron, quien terminó dando vida al cyborg.
En el reparto no consta el bueno de Arnold, porque su aparición es meramente digital. En la  aparición del T-800 con la cara de Schwarzenegger y el cuerpo de Roland Kickinger, el rostro de Arnold en realidad proviene de escanear un molde que se empleo en el primer Terminator.
El entonces gobernador de California, rechazó hacer un cameo en esta película, por estar ocupado por sus deberes políticos. Consideró que hacer una breve aparición, sería "tomar el pelo sus votantes".

Terminator Génesis, 2015
En unas paradojas temporales del cupón, el pasado original ha cambiado de manera radical. Sarah conoce la exigencia de SkyNet y el día del Juicio Final, además del papel de Reese como su protector y padre de John Connor.
Aprobado justito para la enésima entrega de una saga ya demasiado sobreexplotada. Presupuesto: 155 millones. Recaudación: 440 millones. Sí, habrá continuación...
En septiembre de 2014 Paramount Pictures anunció una nueva trilogía con dos secuelas fijadas para mayo de 2017 y junio de 2018. Y en efecto, Arnold ya confirmó que está apuntado para salir en ellas.
Lo mejor de la película: Un Arnold Schwarzenegger nuevamente en el papel del T-800, esta vez envejecido (pero al menos, siendo  justificado su aspecto por el guión; con más o menos acierto).
Una vez liberado de su cargo político, el actor austríaco volvía a la gran pantalla (tarea que le ocupa todavía hoy día).
En esta saga podemos observar bastantes incongruencias. Algunas ya las he apuntado (y me he quedado corto), pero sin duda, quizás la más abultada es el hecho que en los viajes temporales, solo puede  transportarse tejido orgánico. Es por ese motivo que los humanos van desnudos y no pueden portar armas. Pero sin embargo, el amplio elenco de Terminators que desfilan en esta saga, -algunos de ellos sin nada orgánico-,  pueden hacer saltos temporales, igualmente.
“Terminator: Salvación” tuvo un mal paso en la taquilla, y no la pudo salvar ni la participación de Christian Bale ni Sam Worthington. Los Estudios Universal decidieron pasar de los sucesos acaecidos en esa película, y se centró en "Terminator. Génesis" (una película totalmente nueva, mucho más relacionada con las dos primeras partes). En otras palabras, es como si la cuarta parte “nunca hubiera pasado”.
En una escena tras de los créditos de Terminator Génesis, podemos ver cómo el núcleo del sistema Genisys, escondido en una cámara subterránea, ha sobrevivido a la explosión definitiva.
Desconozco cuál será el siguiente paso de esta saga, pero en lo personal, empiezo a estar saturado de tanta paradoja y viaje temporal...

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