2001: Una odisea del espacio se iba a titular Viaje más allá de las estrellas, según el comunicado de prensa que emitió el 21 de febrero de 1965 Metro Goldwyn Mayer cuando informó por primera vez del proyecto.
HAL tampoco se iba a llamar HAL. En el primer borrador de la novela se incluía un ordenador femenino al cual se bautizaba como Athena, en referencia a la diosa griega de la sabiduría. También el aspecto del icónico monolito sufrió grandes cambios. Mientras Kubrick iba consiguiendo financiación, se iba rehaciendo una y otra vez el guión, así que inicialmente se trataba de una pirámide. Luego fue sustituida por un tetraedro negro, después por un cubo transparente, para finalmente ser el monolito que hoy todos conocemos.
El primer film de ciencia ficción en la historia nominado en la categoría de Mejor Película para el Oscar fue Star Wars del 1977.
La realización de la película no fue un camino de rosas. Después de negociar con Universal Studios y tras varias negativas de la distribuidora, George Lucas llegó a pensar que se arruinaría por completo a la hora de estrenar la cinta. Sin embargo, su proyecto más arriesgado acabó siendo el más satisfactorio y rentable.
Una de las curiosidades más sorprendentes es que Harrison Ford estaba tan molesto con el aspecto que iba a tener su nave espacial que tomó una sierra y comenzó a destruir el Halcón Milenario.
Es verdaderamente surrealista pensar en Han Solo atacando a su querida nave, pero la cosa fue realmente grave y hasta tuvieron que llamar a Mark Hamill para que lo calmara.
Para Alien, el octavo pasajero, la improvisación fue una máxima que se mantuvo durante todo el rodaje.
Para aumentar la tensión, Ridley Scott decidió que varias de las escenas se filmaran sin que los actores supieran muy bien qué iba a pasar. La toma en la que el Alien sale del pecho de Kane no fue detallada a los actores, de ahí su reacción terrorífica y de sorpresa. Ni siquiera Veronica Cartwright, sabía que le iban a tirar sangre en ese momento. Esta anécdota es difícil de creer pero parece ser que así fue.
Sea como sea, la cinta supuso el despegue a la fama para Sigourney Weaver, aunque la elección de una mujer como protagonista no era ni mucho menos la idea inicial. Además, en el guion original ninguno de los tripulantes de la nave acababa sobreviviendo. La teniente Ripley acababa muriendo también, y el Alien era el último superviviente. Sin embargo, se descartó ese final por ser demasiado descorazonador y deprimente.
El argumento de E.T. El Extraterrestre era muy diferente en su concepción inicial. Tras Encuentros en la Tercera Fase, Universal quería una continuación con alienígenas que matasen humanos con solo tocarles con sus largos dedos.
Sin embargo, todo cambió cuando Steven Spielberg llegó en pre-producción. Entre él y la guionista Melissa Mathison cambiaron el concepto y crearon al entrañable alienígena.
Harrison Ford aparecía en una escena de la película como el director del colegio de los niños que echa una bronca a Elliott sobre los peligros del alcohol en los menores; luego se quedaba a cuadros cuando la silla del niño se elevaba en el aire. Fue eliminada en posproducción y nunca ha sido rescatada.
En 1976 el productor italiano Dino De Laurentiis se hizo con los derechos de Dune, y en 1979, contrató a Ridley Scott como director, quien quería dividir el proyecto en dos películas. Sin embargo, abandonó la producción por considerar que iba a requerir de un trabajo que entonces no podía asumir.
A comienzos de la década de 1980 se renegociaron los derechos y se convenció a Universal Studios para llevar adelante la adaptación. Raffaella De Laurentiis, escogió como nuevo director y guionista a David Lynch.
La película, con un metraje inicial de ocho horas fue reducido por el propio Lynch a cinco para su exhibición cinematográfica. Sin embargo, Dino de Laurentiis y su hija le obligaron a hacer una reducción importante de montaje, dejándola en 137 minutos.
Este inconveniente con Dino de Laurentiis provocó que Lynch acabara aborreciendo la película.
'Dune' fue un proyecto titánico que nunca parecía terminar. Se necesitó un plantel de trabajadores enorme, y se necesitó construir ochenta decorados en dieciséis platós. La película en sí tardó en terminarse más de seis años.
Tras los malos resultados de taquilla y la fría recepción por parte de la crítica, al estudio no le quedó otra que abortar todos los planes que se tenían para más secuelas.
Sin embargo, es considerada hoy como una obra de culto.
Un año después llegaría la exitosa Regreso al futuro. Aunque Christopher Lloyd acabó siendo uno de los principales y más queridos protagonistas de la película, al principio no estaba nada convencido de ella, hasta el punto de llegar a tirar el guión de la película a la basura tras haberlo leído. Afortunadamente, su mujer lo hizo reflexionar.
El guionista Bob Gale se inspiró en el anuario del colegio de su padre para crear Regreso al futuro, ya que al ver las viejas fotos de su padre comenzó a preguntarse si habrían sido amigos en caso de nacer en la misma época.
Los directores intentaron vender la película al menos 40 veces. Todos la rechazaron hasta que finalmente Universal se hizo cargo de la película.
Al presidente Ronald Reagan le gustó tanto la escena de Regreso al futuro donde hablan de él, que la primera vez que la vio, pidió que detuvieran la película y se la volvieran a poner.
De hecho usó la famosa frase «A donde vamos no necesitamos carreteras» en uno de sus discursos.
Por cierto, Einstein, el perro de Doc, iba a ser en un principio un chimpancé.
En Hollywood, no es extraño que un guión termine en el fondo de un cajón por mucho tiempo. Esos guiones están, como suele decirse, en el limbo de la industria cinematográfica y el de Matrix fue uno de ellos.
Pese a unas ideas vanguardistas que parecen haber sido sacadas al momento, lo cierto es que durante muchos años el guión de Matrix estuvo cogiendo polvo mientras el estudio decidía si sus contenidos y conceptos eran aptos para producir una película rentable.
Warner inicialmente no quería a las Wachowski en las labores de dirección, y querían comprar el guión para dárselo a sus propios equipos. Las directoras lucharon con uñas y dientes para que les dejasen dirigir su proyecto, algo que por lo visto fue un acierto.
A diferencia de otras películas de Hollywood, en Matrix los actores tuvieron que ponerse en forma y realizar sus propias peleas sin ayuda de dobles.
Keanu Reeves estaba saliendo de una operación de cadera y por eso no lo vemos realizar patadas con frecuencia.
A día de hoy, sabemos que Keanu Reeves es grande delante de las cámaras y detrás de ellas, pero esta tendencia no es algo reciente para el actor. Cuando Matrix se convirtió en un gran éxito, Keanu Reeves tomó la opción de compartir sus ganancias.
Reeves no solamente compartió sus ganancias con los miembros del equipo de maquillaje, sonido, iluminación, etc, sino también sus derechos a perpetuidad, por lo que todos podrían beneficiarse de la película para siempre.
Bueno, pues estas han sido algunas curiosidades de películas icónicas de ciencia ficción.
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