Se ha demostrado científicamente que los astronautas que han pasado largo tiempo fuera de la atmósfera terrestre, han envejecido ínfimamente menos que los humanos que se han quedado en tierra. Este hecho da como resultado que al volver a Tierra, han viajado levemente al futuro. La ya famosa paradoja introducida por Einstein acerca de los gemelos (uno que viaja a velocidades cercanas a la de la luz, y otro que está quieto), concluye que al volver a encontrarse los dos gemelos después de cierto tiempo, ya no tendrían la misma edad (el que ha viajado a grandes velocidades sería más joven que el otro).
Los científicos actuales ya aceptan el “viaje en el tiempo hacia delante” (gracias a grandes velocidades y gravedades distintas a las que estamos acostumbrados), como algo del todo factible y real. Hasta aquí, y por inverosímil que pudiera parecer hace apenas un siglo atrás, no hay misterio. Los viajes al pasado ya son más complicados, por las famosas paradojas que conllevan. Stephen Hawking ha sugerido que la ausencia de turistas del futuro constituye un fuerte argumento en contra de la existencia del viaje en el tiempo.
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Otra posible explicación, sería que la raza humana de este planeta se extingue antes de inventar una máquina temporal que permita semejantes viajes.
De las numerosas propuestas para crear máquinas del tiempo, quizá la de Ronald Mallett de la Universidad de Connecticut, es la más ocurrente. Basa su proyecto en la famosa ecuación de Einstein, E=mc2, que establece la equivalencia entre masa y energía. Para curvar el tiempo, su dispositivo utiliza, en lugar de objetos masivos, energía luminosa en la forma de haces de rayos láser.
Según estas concepciones tan lineales sobre lo que es un viaje al pasado, veamos el típico ejemplo de matar a un asesino para así salvar sus victimas;
Si viajas al pasado y te sitúas en un tiempo en el que el asesino tiene 12 años, ¿es seguro que matándolo salvarás sus víctimas? Dejando de lado el tema moral que supondría matar a alguien que todavía no ha hecho nada de lo que se le achaca, si la respuesta es sí, estaríamos implícitamente dando por echo que lo que sucedió una vez (se volvió un asesino según tu futuro), ocurrirá irremisiblemente por segunda vez (y cuantas veces se repita el viaje). Esta sería la interpretación que Wells daba en su famoso libro; por más viajes al pasado que hagas, lo sucedido se repite y no puede cambiarse. También era la concepción que tenía Newton del transcurso del tiempo, en la que todo estaba predestinado desde el inicio, y en la que nuestras acciones estaban completamente determinadas (convirtiéndonos de este modo en simples marionetas de una causalidad implacable). Aceptar esto, supone irremediablemente pasar a una concepción de las cosas en la que todo está irremisible y condenadamente escrito (y que todo tiene fecha de caducidad programada e instrucciones de funcionamiento predeterminadas). |
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Lo que semejantes posturas implican, es que si realmente alguien se vuelve un asesino y le sucede siempre lo propio como para derivar a ser un psicópata, entonces el destino existe, todo está escrito, y la predeterminación de nuestras acciones está sujeta a un flujo del que no podemos escapar (seríamos como robots que ejercen un mecánico y automatizado papel predestinado en el entramado cósmico); Y el “libre albedrío”, no existiría; y la culpa, la imputabilidad del pecado, en un universo donde todo está indefectiblemente escrito, tampoco sería congruente. Porque si un asesino está condenado a ser siempre un asesino por las leyes universales, no puedes culpabilizarlo por sus acciones...
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La famosa teoría de la relatividad de Einstein, se encargó de complicar mucho más la noción que se tenía del tiempo hasta el momento. Según sus ecuaciones, el tiempo era maleable, discurría de distinto modo según las circunstancias, y era posible viajar en el mismo.
Imaginemos el hipotético planteamiento que un viaje al pasado repercutirá en el futuro del que provienes;
Cambias algo y... ZAS, ¿La época futura de la que provienes cambia de golpe? ¿Se difunde completamente en la nada y en un instante se reconfigura otra “actualizada”? ¿Dónde va a parar el “viejo futuro”? ¿Se elimina y se pierden por completo todos esos datos y dejan de estar? ¿El “nuevo futuro” se coloca “materialmente” en el mismo sitio exacto que el otro (en las mismas coordenadas espaciales)? ¿La cantidad de átomos entre el viejo y el nuevo futuro es exactamente la misma? (y ya no digamos la cantidad de estructuras subcuánticas de las que ni siquiera tenemos constancia). Si volvemos al planteamiento inicial (los astronautas actuales ya han viajado al futuro), nos damos cuenta que; o nuestra realidad se ha “desintegrado” y “reconfigurado” multitud de veces sin que nos hayamos dado cuenta (puesto que hay un “desfalco temporal” evidente entre ellos y nosotros), o que efectivamente, lo que ocurre es que se dan múltiples realidades que conviven (y que no existe una única realidad temporal y lineal para todos).
Pero semejante teoría conlleva un problema; ¿Cómo definir y catalogar ese único y teóricamente existente llamado “presente común para todos”?
Según la paradoja de Einstein de los gemelos, se concluye que el tiempo no es universal ni transcurre del mismo modo en todos los casos. Observando los habitantes del planeta Tierra estando cerca de una estrella de neutrones (donde el transcurso del tiempo es más lento que el nuestro), parecería que nos movemos “a cámara rápida”. Y en el límite de sucesos de un agujero negro (línea en la que el retorno es imposible ya que ni la luz puede escaparse debido a la gravedad ejercida), desde un observador externo el tiempo parece detenerse por completo.
De hecho, hasta sabemos que los pilotos de avión (o incluso las personas que viven en un ático), no envejecen del mismo modo que los que pisan permanentemente el suelo terrestre.
Entonces, en verdad podría decirse que cada organismo, objeto, o partícula, anida en su única, exclusiva, y peculiar línea temporal (en su propio presente).
Y sabiendo esto, lo que contradice los presentistas es como cantidades ingentes de distintas líneas temporales pueden cohabitar a la vez y formar parte de un “supuestamente mismo presente común”; Y me pregunto en qué medida soy pasado o futuro dependiendo del observador y la referencia que se tome.
Según los presentistas solo existe el presente, pero… ¿Qué ocurre cuando constatamos que no existe un único presente? (O que el presente es relativo según la referencia que se esté tomando)
La reciente mecánica cuántica nos ha mostrado algo que va contra el sentido común; Una sola partícula subatómica puede ocupar numerosos espacios al mismo tiempo. Al ser imposible fijar a la vez la posición y el momento de una partícula, se renuncia al concepto de trayectoria, vital en mecánica clásica. En vez de eso, el movimiento de una partícula queda regido por una función matemática que asigna, a cada punto del espacio y a cada instante, la probabilidad de que la partícula descrita se halle en tal posición en ese instante. A partir de esa función, se extraen teóricamente todas las magnitudes del movimiento necesarias. Pero es imposible saber el estado presente de una partícula (que está en un estado probabilístico), hasta que se realiza una medición. Por tanto, al llevar a cabo una observación mediante las herramientas que utilizamos, se ejerce una inferencia que desvirtúa la verdadera naturaleza cuántica probabilística (y se nos presenta un resultado concreto; solamente uno de los muchos que en teoría debe haber). El entrelazamiento cuántico (quantum entanglement, en inglés), lleva a correlaciones entre las propiedades físicas observables que hacen que las medidas realizadas sobre un sistema parezcan estar influenciando instantáneamente otros sistemas que están enlazados con él, y sugieren que alguna influencia se tendría que estar propagando instantáneamente entre los sistemas, a pesar de la separación entre ellos.
Semejante sustrato cuántico y su comportamiento, podría indicar que la vertebración de multitud de universos sería lo que en teoría verdaderamente hay (y que nosotros solo seríamos un ejemplo de lo existente). Por todo ello, la explicación más efectiva que se ha planteado en los últimos años, es que al viajar al pasado estaríamos “formando parte” un universo paralelo y no viajaríamos al mismo pasado referencial (sino a una copia de éste pero con una diferencia; un turista espacial). Tendríamos así dos espacios temporales simultáneos: uno donde aparece un turista del tiempo y otro donde no aparece. Los universos paralelos son una posibilidad teórica que evitaría las paradojas relacionadas con los viajes a través del tiempo. La interpretación de mundos múltiples de Everett sugiere que todos los eventos cuánticos posibles pueden ocurrir simultáneamente en historias exclusivas.
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El planteamiento que en un viaje al pasado se reaparecería en un universo paralelo, no es una suposición caprichosa. Se basa en que no es posible colocarse en el mismo sitio y la misma línea temporal “x” pero 1000 años atrás, porque con nuestra mera presencia, las variables han cambiado, y las coordenadas de ubicación espaciales también; ya que nuestro universo se mueve, y todo lo que contiene, también lo hace. Así, de viajar 1 año al pasado… ¿Cómo poder calcular las coordenadas de ubicación materiales exactas para reaparecer en el mismo sitio pero un año antes, en un universo en expansión y movimiento constante? Más allá de nuestro universo, no tenemos referencia alguna. Por ello, nuestro universo en sí mismo, no sabemos a que velocidad podría estar moviéndose en relación a un posible meta-universo que lo contiene. Además, no parece posible “reproducir” algo por segunda vez y de modo idéntico.
Recientemente, la teoría del transmultiverso (todo cambia y es irrepetible), apunta en este sentido. De ella, hasta se deduce que la velocidad de la luz en el vacío (considerada una constante fundamental de la naturaleza), tampoco es invariable (no sería la misma en los primeros estados de formación de nuestro universo, que actualmente).
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La realidad transmultiversal significa que existirán tantos registros de tiempo como relojes sean utilizados (lo que dinamita completamente la postura presentista). Y la prueba de ello, es que contrariamente a lo que generalmente se piensa, efectivamente no existen 2 relojes que marquen la misma hora exacta; Y actualmente estamos utilizando como referencia temporal terrestre, el promedio dado por un conjunto de relojes atómicos.
Dicho esto, queda claro que no existe “un/el presente”. Lo que hay, es una multiplicidad de líneas temporales en interacción. Y en qué medida son posibles las interacciones temporales, es lo que trae actualmente de cabeza a la física actual. El viaje hacia el pasado plantea dificultades teóricas difíciles de afrontar, pero la física no impide expresamente este tipo de viaje: la teoría de la relatividad lo permite en ciertas configuraciones particulares del espacio-tiempo. |
Y de esas “micro-máquinas del tiempo diminutas”, pasamos al otro extremo; a las “macro-máquinas gigantescas” que son los “agujeros negros” (concretamente, los giratorios o de Kerr). En ambos casos, se piensa que podrían doblar el espacio-tiempo, y con ello, permitir viajes espaciotemporales. La fundamental característica que comparten es que serían “maquinarias” intrínsecas de nuestro universo y ya en funcionamiento. En este sentido y como de costumbre, el ser humano pretende inventar algo cuando en realidad eso ya existe.
Comprobada la existencia de agujeros negros, y teorizada la factibilidad de acelerar (e incluso invertir) la dirección del tiempo, o suponemos que la información que estos agujeros absorben desaparece por completo en la nada sin dejar rastro alguno, o aceptamos como probable que “todos esos datos engullidos” van a parar (y desembocan) a otro tiempo y lugar. Seguramente, y dependiendo del tamaño y colapso acumulado, generen por sí mismos dimensiones espaciotemporales (lo que nosotros hemos acordado llamar; “universo”). Después de todo, si hay un modo sencillo de explicar qué ocurre y donde va a parar todo lo procesado por un agujero negro, solo tenemos que imaginarnos nuestro “big-bang”.
Agujero negro sería por tanto un “mecanismo” de entrada y absorción de datos (en cuyo horizonte de eventos el tiempo se detiene, y en su interior se gesta una singularidad espaciotemporal paradójica), y “big-ban” (o inicio aparente según quien/ como se mire), el resultado de salida de ese proceso (aparente comienzo temporal u origen de un Universo según una referencia espacio-temporal determinada). Es por esta razón (y porque no existe un único presente; todo viaja a su ‘ritmo temporal’), que resulta improbable que los viajes temporales no se realicen de forma sistemática y a múltiples niveles desde mucho antes de la aparición de nuestro universo. Lo cierto es que yo hasta diría que; Si existes, es precisamente porque viajas en el tiempo.
Fuentes:
- [neoteo.com] Sergei Avdeyev: Viaja 0.02 segundos al futuro
- [es.wikipedia.org] Dilatación del tiempo
- [es.wikipedia.org] Viaje temporal
- [es.wikipedia.org] Big-bang
- [es.wikipedia.org] Mecánica cuántica
- [es.wikipedia.org] Entrelazamiento cuántico
- [es.wikipedia.org] Presentismo
- [es.wikipedia.org] Universos paralelos
- [es.wikipedia.org] Agujero negro de Kerr
- [es.wikipedia.org] Ronald Mallett
- [tendencias21.net] El primer viaje en el tiempo dará lugar este siglo
- [tendencias21.net] La realidad está compuesta de múltiples universos
- [tendencias21.net] La constancia de la velocidad de la luz no está exenta de incertidumbre
- [tendencias21.net] Hawking define las formas posibles de viajar en el tiempo