Cuando pregunto si veremos el fin del universo no me refiero a mí o a vosotros, claro, sino a los lejanos descendientes que deriven del ser humano.
Ni siquiera me estoy refiriendo a seres humanos en realidad, sino a futuribles criaturas postbiológicas y todas las posteriores evoluciones que surjan a partir de ellas.
No sé si me explico bien. Me estoy preguntando, básicamente, si los seres humanos y sus descendientes más lejanos se extinguirán en algún momento, o si perdurarán hasta el confín de los tiempos.
Luego volvemos con esta idea, pero antes me parece oportuno señalar cuál es el futuro que le espera a nuestro universo. Y para ello, se postulan básicamente tres escenarios:
Big Crunch
Esta teoría dice que la expansión del universo disminuirá poco a poco hasta que la gravedad llegue a frenarla por completo para acabar volviendo a un punto inicial de Bing Bang. Se ha postulado que estos movimientos de expansión-retracción podrían dar lugar a un universo cíclico que va repitiendo el proceso. Sin embargo, actualmente este modelo es considerado poco probable dado la demostrada expansión continuada del Universo. No parece que la gravedad vaya a ser en el futuro suficiente como para regresar la materia a un nuevo punto de Big Bang.
Big Rip
En su contraparte, el Big Rip dice que si el universo contiene suficiente energía oscura como parece, la gravedad irá poco a poco perdiendo fuerza y podría acabar en un desgarramiento de toda la materia. Todo se iría separando progresivamente, perdiendo su cohesión gravitatoria y su energía. Llegaría un punto en que las partículas se expandirían más rápido que la velocidad de la luz imposibilitando la estructuración de nada.
Big Freeze o muerte térmica
Finalmente el escenario de Big Freeze podría ocurrir si el universo continúa expandiéndose como hasta ahora, pero de forma cada vez menor. Es un escenario en el que poco a poco, se iría apagando todo en un universo demasiado frío compuesto por una sopa de radiación uniforme con cada vez menos energía, enfriándose.
En este grafico entenderéis mejor las diferencias entre Big Rip y Big Freeze.
Ambos modelos predicen que el Universo tendrá una existencia indefinida y ambas teorías imposibilitan la vida más allá de un umbral determinado. Ahora bien, si observáis la imagen veréis que mientras en el Big Rip la expansión de universo es cada vez mayor, en el Big Freeze se hace cada vez menor. Como sus nombres indican, el Big Rip es una separación tan grande de las cosas, que provoca un desagarro en el que no es posible que se estructure nada (todo estará cada vez más separado), mientras que el Big Freeze es llegar a un punto de enfriamiento tal que podemos considerar un muerte térmica que imposibilita los procesos más básicos.
Bien. Estamos tan acostumbrados a ver que todo lo que empieza acaba, que se hace difícil imaginar que los descendientes de los humanos puedan llegar a evolucionar tanto como para perpetuarse indefinidamente. Literalmente parece que eso no es posible, si la vida en nuestro universo tiene fecha de caducidad por lejana que sea... pero luego hablamos de esto.
Cuando la vida apareció en la Tierra, hace más de cuatro mil millones de años, ¿alguien hubiera dicho que aquellas moléculas minúsculas e insignificantes, evolucionarían tanto que acabarían interfiriendo decisivamente a escala planetaria?
No obstante, aquí estamos discutiendo hoy los efectos de la acción humana en la Tierra. Pues si partiendo de unas simples moléculas, al cabo de más de cuatro mil millones de años la vida se hizo cargo de la Tierra hasta el punto de influir en su evolución, ¿qué impide que, dentro de unos cientos o miles de años se pueda controlar todo nuestro sistema solar? ¿Y que dentro de cuarenta mil millones de años, la inteligencia se haga cargo de toda la galaxia hasta el punto de influir también en su evolución? Y que más adelante, con mayor evolución y conocimiento llegue a asumir el control... del propio universo.
El estudio de la supervivencia y del comportamiento de la vida en el futuro lejano se ha estructurado recientemente como una nueva rama de la física. Las investigaciones en torno a esta cuestión comenzaron en 1979, y luego se sucedieron nuevos estudios más completos en torno a este problema (todos ellos apoyados en las leyes de la física y en la teoría de los ordenadores).
Ya se está llevando a cabo la primera fase, con el desarrollo de la inteligencia artificial. Nuestra civilización aún está dando los primeros pasos en la tecnología de los ordenadores (no hace ni un siglo que los usamos) pero la evolución está siendo tan rápida que seguramente seremos capaces de desarrollar tecnología más inteligente que nosotros.
Es difícil que mantengamos indefinidamente nuestra biología actual y no adecuemos nuestra condición a otros soportes más prometedores. Gracias a esto, los seres que vengan después de nosotros podrían ir acumulando conocimientos y evolucionar cada vez más y mejor.
Es imposible que el cuerpo humano sea el mejor y último vehículo de la inteligencia. En vez de buscar seres humanoides o animales biológicos extraterrestres, quizá sería más probable encontrar extraterrestres explorando el espacio que hayan transferido su conciencia a algún tipo de máquina inteligente (tiempo han tenido de sobra). Pero bueno, eso es otro tema.
La idea es la siguiente: Si, para sobrevivir, los seres del futuro tienen que controlar la materia y las fuerzas y leyes del universo, las controlarán.
La inteligencia podría sobrevivir a lo largo de la historia del universo, por tanto: Difundiéndose por el universo de tal modo, que acabará asumiendo el control de todo su proceso evolutivo.
Es decir: llegará a tener con el tiempo unos medios y conocimiento tal del universo, que podrá influir en su evolución y esquivar esas tres muertes del universo que parecían insalvables al comienzo del artículo.
Sí, bueno, también podría suceder, por supuesto, que nos extingamos mucho antes de todo esto, pero... ¿y si no es así? ¿Hasta dónde se podría llegar?
Todo esto que digo parece imposible, pero en realidad hace un suspiro cósmico que los seres humanos empezamos a pensar. Y fijaos como eran las cosas tan solo 2000 años atrás. Mil años más hacia el futuro, al ritmo de crecimiento tecnológico que tenemos... se hace impensable de imaginar. Y si hablamos de millones de años, o de miles de millones de años... ¿quién sabe el nivel evolutivo que se puede llegar a alcanzar?
¿Se pueden llegar a desentrañar todos los misterios del universo con el tiempo?
¿Y se podría usar ese conocimiento para moldear su evolución a conveniencia, según las necesidades del momento?