Es importante darse cuenta del gran esfuerzo que hacen en I+D+I nuestros vecinos Europeos más aventajados. El sistema español de I+D+I está obligado a converger con el europeo, ahora más que nunca, porque allí parece que están los recursos que aquí escasean.
La nanotecnología es una de las seis líneas clave que la Unión Europea pone sobre la mesa para mantener su competitividad industrial.
¿Cuál es el plan en España? ¿Cómo nos puede ayudar la nanotecnología a ser competitivos? ¿Qué nos hace falta?
Por un lado tener objetivos claros, una planificación adecuada, imponer una cultura de la eficiencia y mantener un ritmo de inversiones que impidan que se desmantele todo lo hecho. Pensar en lugar de podar. Por el momento en documentos como la Estrategia Estatal de Ciencia, Tecnología e Innovación la palabra nanotecnología aparece una vez, y no parece que haya mucho despliegue específico para potenciar esta rama del conocimiento, al igual que ocurre con otras muchas áreas científicas en las que España tiene razonables infraestructuras y personal muy cualificado.
Menos del 5% de los españoles tiene una idea clara de lo que la nanotecnología representa, según señala un interesante estudio de Javier Gómez Ferri sobre la comprensión pública de la nanotecnología en España publicado el año pasado en la Revista Iberoamericana de Ciencia, Tecnología y Sociedad.
La nanotecnología es una de las seis líneas clave que la Unión Europea pone sobre la mesa para mantener su competitividad industrial.
¿Cuál es el plan en España? ¿Cómo nos puede ayudar la nanotecnología a ser competitivos? ¿Qué nos hace falta?
Por un lado tener objetivos claros, una planificación adecuada, imponer una cultura de la eficiencia y mantener un ritmo de inversiones que impidan que se desmantele todo lo hecho. Pensar en lugar de podar. Por el momento en documentos como la Estrategia Estatal de Ciencia, Tecnología e Innovación la palabra nanotecnología aparece una vez, y no parece que haya mucho despliegue específico para potenciar esta rama del conocimiento, al igual que ocurre con otras muchas áreas científicas en las que España tiene razonables infraestructuras y personal muy cualificado.
Menos del 5% de los españoles tiene una idea clara de lo que la nanotecnología representa, según señala un interesante estudio de Javier Gómez Ferri sobre la comprensión pública de la nanotecnología en España publicado el año pasado en la Revista Iberoamericana de Ciencia, Tecnología y Sociedad.

Tampoco es de extrañar en vista de los escasos contenidos de nanotecnología que se incluyen en las enseñanzas primaria y secundaria, tal como revela un informe de la Red NANODYF. La situación puede empeorar ahora que la 'peligrosa' asignatura 'Ciencias para el Mundo Contemporáneo' puede desaparecer de los programas de estudios, en la que al menos se mencionaba la nanotecnología en un capítulo. Esta situación nada tiene que ver con la que se da en otros países donde existen programas específicos para insertar "nanocontenidos" en las aulas. Por otro lado, la Unión Europea ha financiado programas como NANOYOU o NANO Channels para acercar a la población unos mínimos conocimientos de esta materia y de sus implicaciones. Esto es de capital importancia, dado que si lo 'nano' es la base de la industria del futuro, todos seremos consumidores de los nanoproductos que inundarán nuestros escaparates, y algo tendríamos que saber de los mismos.
Parece que, tras el tsunami del ladrillo, los sectores productivos que parecen mover el país son muy similares a los que impulsaban nuestra economía de hace 40 ó 50 años, observándose una preocupante caída de la actividad industrial y de las empresas que realizan innovación (según señala el informe COTEC).
¿Qué país queremos en un entorno totalmente globalizado en el que nuevos núcleos de poder emergen dejando de lado a la vieja Europa? ¿Cómo será nuestro modelo económico? ¿Y nuestra sociedad? ¿Tendremos una sociedad basada en el conocimiento que nos permita competir a partir de lo que nuestras neuronas producen, o nos contentaremos con otra en la que competiremos gracias a los bajos costes propios de una mano de obra poco cualificada?
La locura de podar indiscriminadamente, sin mesura y con urgencia, para poder devolver a los acreedores nuestra deuda, puede provocar cierta ceguera a la hora de mirar hacia el futuro. El manejo de la tijera tendría que ser más cauteloso cuando se llega a temas como la formación y la investigación.
El cambio a un modelo productivo basado en el uso de la materia gris de los españoles, requiere armonizar muchas políticas en educación, investigación, transferencia, innovación, y, por supuesto, divulgación. Es complicado pero debe hacerse, aprovechando el potencial que el país aún nos brinda.
El cambio a un modelo productivo basado en el uso de la materia gris de los españoles, requiere armonizar muchas políticas en educación, investigación, transferencia, innovación, y, por supuesto, divulgación. Es complicado pero debe hacerse, aprovechando el potencial que el país aún nos brinda.
Fuentes:
- [elmundo.es] Nanotecnología: una apuesta con visión de futuro