España se ha quedado fuera de los dos mayores programas internacionales para estudiar riesgos geológicos como terremotos o volcanes por no pagar desde 2011 la cuota a la que se había comprometido. Después de varios años de conversaciones con la Secretaría de Estado que no han solucionado nada, los científicos han optado por abrir una petición de firmas en Change.org para tratar de revertir la situación.
El Programa Internacional para el Descubrimiento del Océano (IODP, por sus siglas en inglés) expulsó a nuestro país oficialmente en diciembre de 2013 y el Programa Internacional de Perforación Científica Continental (ICDP, en inglés) lo hizo en abril de 2014. Es decir, los dos grandes proyectos mundiales de estudio geológico en mar y en tierra ya no contarán con investigadores españoles. A nivel mundial, cada vez son más los países que se van incorporando a estos proyectos liderados inicialmente por EEUU, Alemania y Japón. Son miembros de IODP el consorcio europeo ECORD, Canadá, China, Australia, India, Corea del Sur, Brasil...y en ICDP además Finlandia, Islandia, Noruega, Suiza, Austria, Israel, Nueva Zelanda...
Pero también había sobre la mesa proyectos para perforar y estudiar la falla de Lorca -que causó el seísmo que mató a nueve personas en Murcia en 2011- o la caldera del Teide para estudiar su vulcanismo. Con la expulsión de España de los programas, proyectos como estos, que podrían ayudar a comprender y a minimizar los riesgos de estos fenómenos naturales, quedan, como mínimo, paralizados.
El Programa Internacional para el Descubrimiento del Océano (IODP, por sus siglas en inglés) expulsó a nuestro país oficialmente en diciembre de 2013 y el Programa Internacional de Perforación Científica Continental (ICDP, en inglés) lo hizo en abril de 2014. Es decir, los dos grandes proyectos mundiales de estudio geológico en mar y en tierra ya no contarán con investigadores españoles. A nivel mundial, cada vez son más los países que se van incorporando a estos proyectos liderados inicialmente por EEUU, Alemania y Japón. Son miembros de IODP el consorcio europeo ECORD, Canadá, China, Australia, India, Corea del Sur, Brasil...y en ICDP además Finlandia, Islandia, Noruega, Suiza, Austria, Israel, Nueva Zelanda...
Pero también había sobre la mesa proyectos para perforar y estudiar la falla de Lorca -que causó el seísmo que mató a nueve personas en Murcia en 2011- o la caldera del Teide para estudiar su vulcanismo. Con la expulsión de España de los programas, proyectos como estos, que podrían ayudar a comprender y a minimizar los riesgos de estos fenómenos naturales, quedan, como mínimo, paralizados.

«El problema es que no ha habido la más mínima intención de negociar por parte del Gobierno», asegura Blas Valero, director del Instituto Pirenaico de Ecología del CSIC y miembro del Comité Científico de Evaluación de los proyectos ICDP durante el periodo 2008-2012. «El daño es muy importante y podría haberse evitado», asegura.
Las consecuencias de la expulsión son más graves para los investigadores más jóvenes. Los investigadores más senior ya no podrán proponer ni liderar proyectos. Pero aquellos que están realizando la tesis con sondeos obtenidos en estos programas ya no tendrán acceso a las muestras con las que están trabajando. «Tenemos un riesgo muy grave de perder una comunidad científica», explica Carlota Escutia, investigadora del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (CSIC-Universidad de Granada) y ex-delegada de España en el Comité Científico del consorcio europeo ECORD, miembro del IODP.
La cuota de los dos proyectos es de 550.000 euros anuales, pero se ha rebajado hasta 130.000
«La comunidad internacional reconoce a la ciencia española en este campo y la valora mucho y nuestro Ministerio no lo hace», dice Escutia. Sin embargo, los investigadores insisten en que aún es posible pagar la cuota y recuperar el prestigio perdido. «Después de negociar, tenemos una oportunidad de participar a bajo coste. Si queremos volver, no creo que nos cobren la deuda anterior. Con empezar a pagar a partir de este año sería suficiente», dice Escutia. Entre tanto, la versión de la Secretaría de Estado de I+D+i, es el silencio.
Investigadores y gestores de organismos de I+D dudan de que, como preveía el gobierno en 2013, se pueda incrementar el número de estudios publicados en revistas científicas influyentes si el presupuesto para financiar investigaciones baja. Y ya pronosticaban que, como está sucediendo, en 2015 y 2016 se vería realmente el impacto de los recortes en cuanto al volumen y calidad de las publicaciones científicas españolas, cortando el acelerón que planeaba el Gobierno.
España sigue cediendo, inexorablemente, puestos en la tabla europea de inversión en I+D.
Las consecuencias de la expulsión son más graves para los investigadores más jóvenes. Los investigadores más senior ya no podrán proponer ni liderar proyectos. Pero aquellos que están realizando la tesis con sondeos obtenidos en estos programas ya no tendrán acceso a las muestras con las que están trabajando. «Tenemos un riesgo muy grave de perder una comunidad científica», explica Carlota Escutia, investigadora del Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (CSIC-Universidad de Granada) y ex-delegada de España en el Comité Científico del consorcio europeo ECORD, miembro del IODP.
La cuota de los dos proyectos es de 550.000 euros anuales, pero se ha rebajado hasta 130.000
«La comunidad internacional reconoce a la ciencia española en este campo y la valora mucho y nuestro Ministerio no lo hace», dice Escutia. Sin embargo, los investigadores insisten en que aún es posible pagar la cuota y recuperar el prestigio perdido. «Después de negociar, tenemos una oportunidad de participar a bajo coste. Si queremos volver, no creo que nos cobren la deuda anterior. Con empezar a pagar a partir de este año sería suficiente», dice Escutia. Entre tanto, la versión de la Secretaría de Estado de I+D+i, es el silencio.
Investigadores y gestores de organismos de I+D dudan de que, como preveía el gobierno en 2013, se pueda incrementar el número de estudios publicados en revistas científicas influyentes si el presupuesto para financiar investigaciones baja. Y ya pronosticaban que, como está sucediendo, en 2015 y 2016 se vería realmente el impacto de los recortes en cuanto al volumen y calidad de las publicaciones científicas españolas, cortando el acelerón que planeaba el Gobierno.
España sigue cediendo, inexorablemente, puestos en la tabla europea de inversión en I+D.
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