¿Qué hace que algunas personas sean más propensas a la felicidad conyugal -o a lo contrario- que otras personas? Investigadores de la Universidad de California en Berkeley (UC Berkeley) y de la Universidad de Northwestern (ambas en EEUU) han encontrado una pista importante en nuestro ADN: existe un gen implicado en la regulación de un neurotransmisor llamado serotonina que puede predecir hasta qué punto nuestras emociones afectan a nuestras relaciones.
En concreto, los investigadores descubrieron que existe una relación entre la satisfacción en las relaciones y una variante genética o "alelo" conocida como 5-HTTLPR. Todos los seres humanos heredan de cada uno de sus progenitores una copia de esta variante del gen, cuyo polimorfismo fue identificado en la década de los 90 del pasado siglo. Desde entonces, el 5-HTLPR ha sido muy investigado y relacionado con los trastornos neuropsiquiátricos y afectivos.
Los participantes en la investigación que tenían dos alelos 5-HTTLPR cortos resultaron ser más infelices en su matrimonio cuando en éste surgían emociones negativas, como la ira o el desprecio; y mucho más felices cuando surgían emociones positivas, como el humor y el afecto. Por el contrario, a los individuos con uno o dos de estos alelos alargados les afectaba menos el tono emocional de sus parejas.
En concreto, los investigadores descubrieron que existe una relación entre la satisfacción en las relaciones y una variante genética o "alelo" conocida como 5-HTTLPR. Todos los seres humanos heredan de cada uno de sus progenitores una copia de esta variante del gen, cuyo polimorfismo fue identificado en la década de los 90 del pasado siglo. Desde entonces, el 5-HTLPR ha sido muy investigado y relacionado con los trastornos neuropsiquiátricos y afectivos.
Los participantes en la investigación que tenían dos alelos 5-HTTLPR cortos resultaron ser más infelices en su matrimonio cuando en éste surgían emociones negativas, como la ira o el desprecio; y mucho más felices cuando surgían emociones positivas, como el humor y el afecto. Por el contrario, a los individuos con uno o dos de estos alelos alargados les afectaba menos el tono emocional de sus parejas.

En términos porcentuales, para los cónyuges con dos alelos 5-HTTLPR cortos, que constituyen el 17% de los individuos estudiados, se estableció una fuerte correlación entre el tono emocional de sus conversaciones y sus sentimientos acerca de su matrimonio. Para el 83% de los cónyuges con uno o dos alelos largos, por el contrario, la calidad emocional de sus interacciones tenía poca o ninguna relación con su satisfacción marital.
Los científicos señalan que los resultados obtenidos no suponen que las parejas con diferentes variaciones del alelo 5-HTTLPR sean incompatibles. Pero sí podría ser que dos personas que tengan dos alelos cortos sean más propensas a prosperar en una buena relación, y a sufrir mucho en una mala.
"Los individuos con dos alelos cortos de esta variante del gen pueden ser como las flores de invernadero: florecerían en un matrimonio con un clima emocional bueno y se extinguirían cuando el clima emocional es negativo", señala Claudia M. Haase, una de las autoras de la investigación. Pero "ninguna de estas variantes genéticas es intrínsecamente buena o mala", agregó Haase. "Cada una tiene sus ventajas y desventajas."
El vínculo entre genes, emoción y satisfacción marital fue particularmente pronunciado en los adultos mayores. "Una explicación podría ser que en la vejez - al igual que en la primera infancia – se es más susceptible a las influencias de nuestros genes", concluye el psicólogo de la UC Berkeley, Robert W. Levenson, autor principal del estudio.
La investigación es la primera que relaciona la genética, las emociones y la satisfacción marital.
La serotonina ya había sido relacionada con la felicidad (en general), en un estudio previo, realizado en 2011 por científicos de la University College de Londres, de la Harvard Medical School, de la Universidad de California en San Diego y de la Universidad de Zurich. En él participaron 1.000 pares de gemelos y se estableció que aproximadamente un tercio de la variación en el grado de felicidad de las personas es hereditario y depende del funcionamiento del gen que transporta este neurotransmisor.
Fuentes:
- [tendencias21.net] Una variante genética, ¿responsable de la felicidad conyugal?