Una verdadera revolución en neurociencia hace años que ha empezado, y pese a su relevancia superlativa, pasa inexplicablemente desapercibida por los medios de comunicación. Con este artículo-resumen (correspondiente a la parte 1), de lo más destacado, pretendo arrojar un poco de luz a tales acontecimientos.
En el 2000 , según una investigación desarrollada en Toronto y publicada en American Journal of Psychiatry, se decía haber identificado la zona del cerebro donde se alberga la identidad emocional; El mapa del “Yo” está depositado en las regiones cerebrales más profundas. Ello se dedujo gracias a partir de imágenes del cerebro obtenidas por resonancias magnéticas. La investigación comprobó que expresiones relacionadas con uno mismo, producen una activación en la región anterior e interior del cerebro, independientemente de que posean o no carga emotiva. Asimismo, el estudio descubrió que expresiones relacionadas con las preferencias subjetivas, como el trato personal que esperamos de los demás, activan únicamente la región externa del cerebro. Los voluntarios que se prestaron al experimento, escuchaban palabras como “generoso” o “avaro”, entre otras muchas, al mismo tiempo que su reacción cerebral era seguida por la tecnología IRMF, que permite observar la activación zonal del cerebro en el momento de recibir un estímulo. La investigación pudo determinar que existe una reacción diferente en el cerebro si las emociones son positivas o negativas. Una vez identificada la región del cerebro donde se depositan los registros emocionales, esta investigación debe contribuir al mejor conocimiento de los mecanismos psicológicos de |
la depresión y a la formulación de nuevos tratamientos para este tipo de patologías. En Septiembre de 2003, el director del Center for The Mind y profesor de la Universidad de Sydney, Allan Snyder, en una entrevista en The New YorK Times Magazine, afirmaba; “La inteligencia puede aumentarse mediante estimulación cerebral”.
![]() | La estimulación magnética transcraneana (EMT), una técnica que consiste en estimular magnéticamente zonas profundas del cerebro, puede liberar zonas cerebrales responsables de la actividad inteligente de alto nivel, posibilitando así que personas con limitaciones intelectuales sean capaces de comprender arduas teorías científicas o de adquirir conocimientos complejos. La EMT, se emplea solamente para el tratamiento de las depresiones, pero sin embargo, esta tecnología permite al mismo tiempo aumentar la capacidad intelectual de las personas, según ha revelado el director del Center for The Mind. El descubrimiento ha revolucionado las investigaciones sobre la exploración funcional del cerebro a través de técnicas electromagnéticas. Los investigadores comenzaron estudiando el comportamiento de pacientes autistas que destacaban por sus talentos intelectuales. Partiendo del hecho de que grandes sabios como Einstein o Newton eran de alguna forma autistas, los investigadores concibieron la hipótesis de que las excepcionales cualidades intelectuales de estos |
genios se debían no a que poseían un cerebro extraordinario, sino más bien a que padecían un defecto en el funcionamiento cerebral que les impedía mantener relaciones sociales normales. La teoría se basa en que cuando una zona del cerebro no desempeña su función por estar dañada, otra parte del cerebro "destapa" sus habilidades. Por ello, asumiendo que el daño causado a una parte del cerebro, el lóbulo frontal temporal izquierdo, desbloquea la capacidad creativa del resto del órgano, los investigadores australianos experimentaron con voluntarios que se prestaron al bloqueo temporal de las señales cerebrales relacionadas con la atención cotidiana (lo que produjo el efecto de liberar capas más profundas del cerebro capaces de asimilar trabajos intelectuales complejos). El 40 por ciento de ellos adquirió habilidades intelectuales extraordinarias en tan sólo quince minutos. Este procedimiento a lo “Matrix”, suscita nuevos interrogantes acerca de la forma en que entendemos los límites de la inteligencia humana y, en general, el funcionamiento del cerebro. La EMT modifica la liberación de sustancias químicas específicas del cerebro, como la serotonina o la dopamina en los animales, lo que hace concebir la idea de aplicarla a enfermedades asociadas a estas sustancias. Allan Snyder no tardó en pensar que, de la misma forma que la EMT actúa de manera favorable en el cerebro de personas aquejadas de ciertas enfermedades, también sería susceptible de mejorar la capacidad intelectual de las personas.
En Octubre 2004, investigadores de la universidad estadounidense de Northwestern, en Chicago, descubrieron que no solamente olvidamos ciertos hechos, sino que incluso inventamos aquello que jamás ha pasado (y lo archivamos dentro de nuestro cerebro como si fuera cierto). La imaginación puede llegar a adquirir en nuestra memoria tanta verosimilitud como los hechos, hasta tal punto que es posible confundir lo imaginado con lo ocurrido. Para el estudio, utilizaron escáneres de resonancia magnética conectados a cerebros. Se midió la actividad cerebral de los voluntarios mientras éstos, o bien observaban imágenes de objetos, o bien se imaginaban objetos que los investigadores les pedían que visualizaran.
Los investigadores se dieron cuenta de que las partes concretas del cerebro destinadas a generar imágenes visuales se activaban con mucha fuerza cuando los voluntarios tan sólo imaginaban los objetos. Después, cuando los participantes en el estudio recordaban lo que habían imaginado, a menudo pensaban que lo habían visto (en lugar de saber que había sido producto de su imaginación). Los investigadores piensan que las zonas del cerebro que utilizamos para percibir o imaginar objetos, se superponen. De esta manera, un hecho imaginado lo suficientemente vívido, puede dejar en nuestro cerebro la misma marca (o similar), que un hecho realmente ocurrido. Pasado algún tiempo, determinar si ciertas cosas las hemos vivido o nos las hemos imaginado, resulta difícil. Del estudio publicado en la revista Psychological Science, se deriva que las imágenes mentales dejan una marca en el cerebro que, si es lo suficientemente | ![]() |
fuerte puede confundirse posteriormente con la marca dejada por imágenes realmente vistas. Por todo ello, tal como explica un comunicado de la Northwestern University, lo que han conseguido estos investigadores es una nueva evidencia de la existencia de los falsos recuerdos y, lo que es más importante, la observación de los procesos cerebrales que permiten su formación. Las consecuencias del estudio es polémica en el campo de la psicología.
Muchas terapias psicológicas (particularmente indicadas en los casos de traumas infantiles), tienden a revivir recuerdos de esas experiencias para proceder a su curación mediante la integración consciente del trauma en la psicología del sujeto. Pero por lo visto, la recuperación de un recuerdo no significa que realmente haya ocurrido.
En noviembre de 2004, un científico de Florida desarrolló un cerebro capaz de hacer volar un avión de combate virtual. Este ordenador viviente se cultivó a partir de 25.000 neuronas que se extrajeron del córtex del cerebro de un ratón, y se colocaron sobre una cuadrícula de sesenta electrodos en una placa de Petri (material de laboratorio en forma de caja circular con tapa,
Muchas terapias psicológicas (particularmente indicadas en los casos de traumas infantiles), tienden a revivir recuerdos de esas experiencias para proceder a su curación mediante la integración consciente del trauma en la psicología del sujeto. Pero por lo visto, la recuperación de un recuerdo no significa que realmente haya ocurrido.
Tengamos fe o no en un Dios creador, caemos fácilmente en la tentación de creer en una evolución calculadora y rigurosa, que diseña organismos aptos para la vida. El psicólogo Gary Marcus , autor del libro Kluge ("Apaño"), piensa que el cerebro tiene más de 'chapuza' que de perfecto. Que nos engaña, y que su única función es la de intentar sobrevivir (y no ser una herramienta eficaz para conocer el universo). Oliver Sacks, uno de los más prestigioso neurólogos del mundo, nos demuestra en este vídeo como el cerebro nos engaña. |
![]() | que se usa para preparar cultivos). Nada más ser extraídas y colocadas en el cultivo, las neuronas individuales rápidamente comenzaron a extender líneas microscópicas entre sí, reproduciendo las mismas conexiones que ocurren en los procesos neuronales y desarrollando conexiones entre ellas. La red neuronal se comunicaba con el exterior a través de 60 electrodos ubicados en el inferior del recipiente. Cuando este ordenador viviente se conectó al simulador de vuelo de un avión de combate F-22, el cerebro y el aparato establecieron una conexión en doble sentido similar a la que se produce cuando las neuronas reciben e interpretan señales para controlar nuestro cuerpo. Gradualmente, el cerebro aprendió a controlar el avión usando los datos que recibía de las condiciones de vuelo. Para controlar el simulador, previamente se escribieron 25.000 algoritmos a las neuronas. Mediante esos algoritmos, las neuronas analizaron los datos y respondieron creando señales que eran enviadas a los controles del avión. |
Estas señales alteraban el rumbo del avión y originaban nueva información que era enviada a las neuronas (provocando un ciclo permanente de realimentación de la información). El caso es que la red neuronal poco a poco aprendió a dominar el avión, y en la fase final del experimento, era capaz de controlarlo en cualquiera de las condiciones meteorológicas previsibles (ya sea con cielos despejados o con tormentas). Aunque estas cadenas vivientes podrían usarse en el futuro para hacer volar realmente aparatos no tripulados y dejar sin trabajo a los pilotos, el descubrimiento tiene mayor importancia todavía como ayuda para comprender cómo el cerebro humano se desenvuelve y aprende a nivel celular determinadas tareas calculadas.
Según los artífices de esta proeza tecnológica, el ordenador biológico, una vez se desarrolle y consolide, podrá mejorar también la comprensión médica sobre determinados desórdenes neurológicos (como la epilepsia), y permitirá en consecuencia, el diseño de nuevas terapias.
Según los artífices de esta proeza tecnológica, el ordenador biológico, una vez se desarrolle y consolide, podrá mejorar también la comprensión médica sobre determinados desórdenes neurológicos (como la epilepsia), y permitirá en consecuencia, el diseño de nuevas terapias.
NewScientist destaca que la importancia de conocer los mecanismos de estas cadenas neuronales fabricadas en laboratorio radica en que permitirán hacer cálculos hasta ahora imposibles para los ordenadores mecánicos, y aplicarlos a la creación de nuevos sistemas de computación (biocomputadoras). Los resultados de esta experiencia abren la posibilidad a la construcción de vehículos no pilotados, en los que el ordenador de a bordo será asistido por una red neuronal biológica construida con células cerebrales de animales. La Universidad de Florida dispone de un programa de investigación, denominado Flight Control Systems, que estudia cómo las redes biológicas asociadas al cerebro pueden producir nuevas y poderosas habilidades computacionales. | ![]() |
El piloto neuronal es uno de los resultados de este programa.
Fuentes:
Fuentes:
- [tendencias21.net] Identificada la zona del cerebro donde se alberga la identidad emocional
- [tendencias21.net] La inteligencia puede aumentarse mediante estimulación cerebral
- [tendencias21.net] El cerebro es capaz de inventar recuerdos de hechos que nunca ocurrieron
- [tendencias21.net] Construyen un cerebro artificial con neuronas de rata capaz de pilotar un avión
- [smartplanet.es] El cerebro es una chapuza
- [rtve.es] Oliver Sarks o la complejidad de la mente