El equipo demuestra los avances en la interconexión de varios cerebros para resolver una tarea. Imagine un futuro en el que usted y varios miembros de su equipo de trabajo se conectan a una red mediante un lector de señal cerebral y colaboran para resolver una tarea. Este escenario de ciencia ficción está un pasito más cerca gracias al doble trabajo presentado por el neurocientífico de origen brasileño Miguel Nicolelis, en el que demuestra que monitorizando e interconectando la actividad cerebral de monos y ratas su equipo es capaz de que la suma de esfuerzos obtenga mejores resultados que los individuos.
Todo gracias al papel de los brainets. Como argumenta el principal autor y coordinador de los dos estudios publicados esta semana en la revista Scientific Reports, Miguel Nicolelis, “son redes formadas por múltiples cerebros animales que intercambian información en tiempo real mediante interfaces introducidos en sus cerebros”.
Con la implantación de microelectrodos en sus cortezas motoras y somatosensoriales (una parte del cerebro que se encuentra relacionada con el procesamiento de la información del tacto, de la posición del cuerpo, etc) se registraba simultáneamente y en tiempo real la actividad eléctrica extracelular que generaban las neuronas corticales. Esta información se intercambiaba entre las cortezas somatosensoriales del resto de los animales. La comunicación incluye datos táctiles, sobre la predicción del tiempo, el procesamiento de imágenes…
Tal es el potencial, señalan los responsables de la investigación, que “proponemos el uso de los brainets para investigar las bases neurofisiológicas de las interacciones sociales de los animales y el comportamiento del grupo”.
Nicolelis y su equipo ha demostrado que incluso entre tres monos y entre cuatro roedores, esta red de conexión eléctrica permite llevar a cabo tareas motoras en colaboración, como los movimientos en 3D del brazo de un avatar virtual en una pantalla digital localizada frente a ellos. “Esta es la primera demostración del éxito de una interfaz cerebro-máquina compartida entre varios sujetos”, remarca Nicolelis. “Prevemos que pronto podría trasladarse a la práctica clínica”. De hecho, este equipo está trabajando actualmente en el diseño de un brainet humano no invasivo para el entrenamiento neuro-rehabilitador para pacientes paralizados.
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