Aunque parece demasiado bueno para ser verdad, el bioquímico Jesús Gil se muestra entusiasmado desde su laboratorio en Londres. "No hay motivo para pensar que lo que hemos visto en los ratones no funcionará en humanos", afirma.
Los resultados en los roedores son casi milagrosos. Un equipo de científicos les ha administrado inyecciones mensuales de un simple anticuerpo a ratones de aproximadamente un año y medio de edad, equivalente a 55 años en humanos. Estos ratones han vivido hasta un 25% más que sus compañeros y con mejor salud: menor incidencia de cáncer, menos colesterol, y mayor fortaleza muscular. Es como si la esperanza de vida humana aumentara a 104 años en lugar de los 83 actuales en España.
La estrategia, el pinchazo de un simple anticuerpo, ya se ha empezado a probar en personas para intentar curar enfermedades asociadas a la edad. En humanos, la inyección es intravenosa.