Terraformar Marte o la Luna... ¿Es posible?

Terraformar Marte o la Luna... ¿Es posible?

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Como ya sabéis, Terraformar es alterar las condiciones de un cuerpo celeste para que tenga unas características adecuadas para la vida humana.
En el sistema solar hay diversos cuerpos sobre los que se ha teorizado este proceso, pero si os parece, yo únicamente me centraré en dos.

Terraformar Marte para convertirlo en un planeta habitable ha sido un tema recurrente en la ciencia ficción. Incluso se ha sugerido que este proceso podría conseguirse liberando una cantidad suficiente del dióxido de carbono atrapado en la superficie marciana, lo que provocaría un efecto invernadero capaz de calentar el gélido planeta haciéndolo apto para nosotros. A esto le seguiría la introducción de organismos fotosintéticos como las cianobacterias, que convertirían lentamente el CO2 atmosférico en oxígeno gaseoso y carbono elemental.

Según Elon Musk, lanzar bombas nucleares a Marte es un buen plan para hacerlo habitable.
En concreto, las haría estallar en los polos, donde sabemos que hay dióxido de carbono congelado. Al evaporarse, Musk vaticina que se formaría una capa en la atmósfera de Marte que generaría un efecto invernadero que conseguiría la temperatura ideal para los humanos.

¿Esto es un disparate? Pues parece ser que sí. Aquí no estuviste fino, Elon.

Los investigadores analizaron la abundancia de minerales que contienen carbono y la presencia de CO2 en los hielos polares, y los resultados son que no tenemos acceso a suficiente CO2 en Marte como para proporcionar un calentamiento de invernadero significativo.
Solo los depósitos minerales enterrados a gran profundidad bajo la superficie marciana podrían contener suficiente CO2 como para que, al ser liberado, confiriera a la atmósfera la presión requerida.
Pero la extensión y localización de estos depósitos profundos es desconocida, y aunque supiéramos dónde están, conseguir llegar hasta ellos utilizando nuestra tecnología actual es completamente imposible.
Como resultado, la terraformación de Marte no es posible con nuestras capacidades tecnológicas actuales, han dicho.
Cualquier esfuerzo de terraformar Marte, tendrá que ser aplazado a un futuro... muy lejano.

Bien, vamos a ver si tenemos más suerte con el segundo cuerpo: La Luna.
Por su cercanía, la Luna parece un buen candidato para una terraformación... ahora bien, ¿es una buena idea?
Lo primero que nos viene a la mente, es que la Luna no tiene suficiente masa como contener una atmósfera. Bien. Eso no es del todo cierto, más acertado es decir que solo es capaz de retener una atmósfera durante poco tiempo.
Una atmósfera de presión similar a la de nuestro planeta podría crearse en la Luna, pero esta solo lograría retenerla durante unos 10.000 años, tiempo suficiente para que pudiésemos reponer las perdidas atmosféricas. Obviamente la pérdida de atmosfera no sería de golpe pasada esa cifra, sino una fuga atmosférica gradual.

¿Pero cómo propiciar o "fabricar" una atmósfera como la de la Tierra en nuestro satélite?
Bueno, hay diversos componentes lunares que nos pueden servir, pero son insuficientes. De las rocas lunares podríamos extraer por ejemplo oxígeno, pero el problema es sacarlo: se calcula que serian necesarias decenas de miles de bombas nucleares para fundir estas rocas y liberar parte de su oxigeno.
Se necesita una gran cantidad de material para formar una atmósfera respirable como la que conocemos, así que nos veríamos obligados a traer algún asteroide o cometa con los componentes que necesitamos.

Por si la terea de encontrar alguno con las sustancias requeridas no es suficientemente problemática, luego habría que llevarlo hasta la Luna.
Un choque frontal despediría demasiado material al espacio desperdiciándose (y además podría desestabilizar el satélite), así que antes del impacto, los científicos deberían hacerlo estallar cuidadosamente para que solo pequeños fragmentos cayeran con "suavidad" sobre su superficie.
Esto seguramente debería hacerse varias veces antes de conseguir la atmósfera deseada, y luego, alargarlo en el tiempo de forma regular a modo de mantenimiento (porque como os decía antes, la atmósfera se va disipando en la Luna debido a su escasa gravedad y habría que reponerla).
Pero este proceso podría acarrear a la larga diversos problemas: Su rotación se aceleraría, e incluso, su eje podría variar (quien sabe si su órbita también); y el delicado equilibrio entre la Tierra y la Luna podría verse comprometido.

Generar una atmósfera con todos los componentes requeridos para albergar vida no es nada sencillo, como vemos, y luego tendríamos que llevar especies animales, vegetales y todo tipo de microorganismos, confiando en que se adapten al nuevo entorno y no se genere ningún estropicio o epidemia biológica.
Todos los animales que pretendamos colocar allí supongo que tendrían que manipularse genéticamente, porque las características biológicas requeridas para el nuevo entorno no son compatibles con las Terrestres a mediano y largo plazo. Estoy hablando obviamente de ingeniería genética en humanos y en todas las otras especies con las que se quiera convivir en el nuevo mundo.

A todo esto sumémosle que la Luna no tiene magnetosfera y, por tanto, las radiaciones solares son enormes... y quizá tendríamos el caldo de cultivo ideal para que virus, bacterias y otros microorganismos mutasen de forma impredecible y provocasen un caos biológico (aparte de los problemas en animales más grandes, claro).

Amigos y amigas, estamos hablando de reproducir la vida, la biosfera, la atmósfera, la temperatura y la ecología de todo un planeta y sus intricados ecosistemas, de forma pretendidamente controlada por nosotros. ¿Seremos capaces de algo así a corto o mediano plazo?

Bueno. Prácticamente, todo lo que he expuesto para la Luna es aplicable también a Marte pero con algunas salvedades.
Por ejemplo, si hiciéramos algún estropicio en la Luna y acabásemos variando su órbita (o Dios sabe que más), podríamos tener graves problemas. No así con Marte, que si nos lo cargamos... no pasa nada (bien, entiéndase en qué sentido lo digo).

Marte presenta la gran desventaja de su distancia, pero si teorizamos que en el futuro esto no supondrá inconvenientes, tiene a su favor que retiene su atmósfera y posee más magnetosfera y gravedad que la Luna.

Más realista para mí, al menos de momento, es la Paraterraformación: que consiste en la construcción de un recinto habitable con perspectivas de ir creciendo. Es decir, ciudades domóticas enlazadas.

Otra idea que se ha planteado, es la utilización de nanorobots autoreplicantes capaces de sintetizar elementos y terraformar con el tiempo un cuerpo celeste.

En fin. Sea como sea, la terraformación es un proceso lentísimo, por lo que si en un futuro se llega a contemplar, debería iniciarse muchas generaciones antes.

¿Piensas que pronto seremos capaces terraformar algo?
¿Quizá en un futuro lejano?
¿O nunca sabremos articular un proceso tan complejo como este?


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