La nave ExoMars viaja rumbo a Marte

La nave ExoMars viaja ya rumbo a Marte con el objetivo de investigar si este planeta albergó vida en el pasado o la hay en la actualidad. Una vez en el cielo,  uno no diría que el cohete Protón-M que impulsó la nave, mide 58 metros de altura y siete metros de ancho.
Tras el despegue, los ingenieros y los responsables de esta misión conjunta de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la agencia rusa, Roscosmos, celebraban aliviados en el cosmódromo kazajo el exitoso lanzamiento de esta nave de 4.300 kilogramos que viaja ya rumbo a Marte.
Los italianos (la empresa contratista principal es Thales Alenia Space Italia) fueron los más efusivos tras el lanzamiento, aunque la celebración y las felicitaciones se hacían con cautela. Y es que, como recordaba emocionado Álvaro Giménez Cañete, director de ciencia y exploración robótica de la ESA, hubo que esperar hasta pasadas las 22 horas (hora peninsular española) para saber si la nave estaba en buen estado.
"La exploración es cooperación internacional", señaló el director general de la ESA, Jan Wörner, durante su comparecencia junto al director de Roscosmos, Igor Komarov, en la plataforma desde la que vieron el despegue. "Estoy muy agradecido a nuestros colegas rusos por participar en esta misión. Ahora vamos ya camino de Marte", señaló el alemán.

Los rusos han aportado los cohetes Protón y algunos instrumentos, y su participación ha sido imprescindible para hacer realidad la misión.
La nave ExoMars2016 lleva dos componentes, un satélite (TGO) que se quedará orbitando el Planeta Rojo para estudiar los gases presentes en su atmósfera, y un módulo (Schiaparelli), que dentro de siete meses aterrizará en su superficie para ensayar las tecnologías que permitirán dentro de dos años mandar otra nave, ExoMars2018, con un vehículo robótico (rover) que explorará el planeta, taladrará el suelo hasta los dos metros de profundidad y analizará muestras.
El coste de las dos fases de la misión ExoMars, asciende a unos 1.300 millones de euros, según la ESA
Semejantes objetivos son lo que tiene Curiosity, luego ¿por qué volveremos a explorar Marte ? ¿El curiosoty ha fracasado en su misión?
Según Jan Wörner: “Exploramos, primero, porque es parte de la herencia humana; por la ciencia; por el desarrollo tecnológico; por los aspectos geopolíticos y porque a través de la exploración podemos fascinar a la gente, inspirarles y motivarles, sobre todo a los jóvenes". Para Wörner, "ExoMars es más que una misión", pues ha supuesto una estrecha colaboración con sus colegas rusos de Roscosmos, que proporcionan los cohetes Protón y algunos instrumentos científicos.
Pero Marte no es el único objetivo, y los intereses de las agencias espaciales se dividen entre el Planeta Rojo y la Luna. El director de la ESA, Jan Wörner, ha expresado su interés en que Europa construya en el futuro una base en nuestro satélite.
"Lo que proponemos es que pensemos en el futuro, en qué hace falta para llevarlo a cabo. Quizás el futuro no es hacer otra ISS, sino hacer algo en la Luna, y que nos juntemos todos los países. Europa sola no lo puede hacer. Es algo nuevo y puede ser un proyecto interesante, pero todavía no lo tenemos claro ni hablamos de un proyecto concreto", añade Giménez Cañete.