Quizá os resulte decepcionante o quizá no, pero después de ver incontables recreaciones, animaciones y películas mostrando agujeros negros, la realidad es que nunca habíamos visto ninguno. Hasta ahora.
Lo que estáis viendo es concretamente el horizonte de sucesos de un agujero negro (su parte exterior, vamos a decir); el punto de no retorno a partir del cual nada, ni la luz, puede escapar. Porque claro, el interior de un agujero negro sigue siendo un misterio.
No podemos ver un agujero negro, pero podemos ver su sombra, que se produce antes de que la luz desaparezca tras su horizonte de sucesos.
Este es el agujero negro supermasivo del centro de M87, una galaxia que se encuentra a 55 millones de años luz. Recordad que la Vía Láctea tiene 105.000 años luz de diámetro, así que imaginaos de las distancias que estoy hablando.
Un esfuerzo internacional, y gracias a dos años de cálculos en supercomputadores y a observaciones con 8 radiotelescopios (que han funcionado como un gran instrumento tan grande como la Tierra), han permitido esta fotografía.
El agujero negro de M87 es tan grande como toda nuestra heliosfera y tiene 6.500 millones de veces la masa del Sol. Todo lo visto, dicen los científicos, encaja con la teoría de la relatividad general de Einstein.
El modelo aún tiene imperfecciones y sufrirá nuevas calibraciones y ajustes, pero de momento aquí queda para la historia.
¿Te lo imaginabas así o te ha sorprendido?
Fuentes: