El pasado 3 de Enero de 2019, con la sonda Chang'e-4, China se ha convertido en el primer país en llegar a la parte más remota y desconocida de nuestro satélite: La cara oculta de la luna.
Envuelta en un misterio que ha alimentado todo tipo de mitos y conspiraciones, la cara oculta de la Luna es un lugar inhóspito que ahora el régimen de Pekín pretende explorar.
Pero antes de entrar en materia, empecemos por el principio... ¿Por qué siempre vemos la misma cara de la Luna?
Resulta que la Luna tarda lo mismo en rotar una vez sobre sí misma, que en dar una vuelta alrededor de la Tierra. Pero esta rotación llamada síncrona, no siempre se ha dado.
Al principio, la Luna se encontraba muchísimo más cerca de la Tierra, y aparte de eso, nuestro satélite daba más de una vuelta sobre sí mismo cada vez que completaba una vuelta alrededor de la Tierra.
La velocidad de rotación de nuestro satélite fue disminuyendo hasta que los bultos provocados por las fuerzas de marea se alinearon con la Tierra, momento en el que la velocidad de rotación de la Luna, igualó su periodo orbital a nuestro alrededor. A este fenómeno, se le llama acoplamiento gravitacional o acoplamiento de marea.
Aunque pueda resultar algo muy curioso, la verdad es que hay un montón de satélites en el sistema solar que están acoplados gravitacionalmente a sus planetas. Ejemplos de lo que digo, son las lunas Ío, Ganímedes, Calisto y Europa. Es decir, si pudiéramos vivir en Júpiter, veríamos no sólo una, sino cuatro Lunas enseñándonos siempre la misma cara.
Obviamente, cuanto mayor sea la fuerza gravitatoria que ejerce un planeta sobre su satélite, más rápidamente alcanzarán este estado de acoplamiento.
Muy bien. ¿Y por qué se ha tardado tanto en visitar la cara oculta de la Luna?
Que ninguna misión haya llegado antes a la cara oculta de la Luna, se explica por decisiones políticas y económicas (porque tecnológicamente, no representaba ningún problema).
Después de que la última misión tripulada Apolo abandonase la Luna en 1972, la Luna cayó en el olvido de los planes espaciales.
Cuando tuvo lugar la última misión Apolo, el Apolo 17, se propuso aterrizar en el lado oculto del satélite, pero la NASA rechazó la propuesta seguramente por cuestiones de presupuesto y de falta de interés (pues ya habían habido 5 alunizajes con humanos, en el lado visible de la Luna).
Aunque habrá quien lo niegue, si hacemos caso a la historia oficial, una docena de astronautas en total (en seis misiones Apolo), descendieron al suelo lunar entre julio de 1969 y diciembre de 1972.
Fue el conveniente contexto de guerra fría en el que había que demostrar supremacía a toda costa, el detonante de semejantes gestas. Pero una vez consagrado el hito, el interés se desvaneció.
Pero tampoco es que la exploración lunar se haya abandonado desde 1972. Sondas espaciales automáticas no tripuladas, naves en órbita y módulos de descenso, se han ido enviando a lo largo de los años (y no solo por parte de los Estados unidos, sino por rusos, japoneses, europeos, Indios y chinos).
El hecho que estas misiones hayan tenido tan poca repercusión, indica que ciertamente, el interés de la población al respecto no es alto.
Por otro lado, puede haber recursos que explotar en la Luna, como el helio-3 (que serviría como combustible de futuros reactores de fusión nuclear), pero los reactores de este tipo no se prevén hasta el 2030.
Curiosamente, Johann-Dietrich Wörner (director general de la ESA), dice que pretenden construir una base en la cara oculta de la Luna, a partir de esas fechas (pero sin embargo, esto ya no está tan claro como parecía hasta ahora, y podría demorarse).
Bien. ¿Y para qué sirve una misión como la que hoy nos ocupa?
Bueno, el lado oculto de la Luna tiene unas características únicas, nunca exploradas sobre el terreno hasta el momento.
Mientras la cara visible del satélite terrestre es relativamente llana, la oculta está plagada de cráteres que permitirán a los astrónomos estudiar el origen y la evolución de las estrellas y galaxias.
Entre los misterios a resolver, destaca comprobar si la corteza lunar de la cara oculta, es más gruesa que la de la visible (como creen los científicos).
La Luna y la Tierra comparten una "infancia" similar, pero los restos del pasado más remoto en la Tierra se han borrado por la actividad geológica.
La misión podría aclararnos algunas cosas (y no solo sobre los orígenes del satélite, sino también sobre la historia más temprana de la Tierra).
Además de observar el universo y buscar minerales, la misión china ha llevado hasta la Luna semillas de algodón, aceite de colza y flores, para intentar que crezcan allí. En caso de lograrlo, sería un paso decisivo en el terreno de la colonización espacial. También han llevado capullos de gusano, para experimentos biológicos...
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¿O Acaso, nos quieren colar un fake y es todo otro montaje
Fuentes:
- [abc.es] ¿Qué supone que China haya conquistado la cara oculta de la Luna?
- [bbc.com] La cara oculta de la Luna: por qué tardó tanto su exploración (y por qué es fundamental hacerlo)
- [es.wikipedia.org] Cara visible de la Luna
- [cienciadesofa.com] ¿Por qué siempre vemos la misma cara de la Luna?
- [elpais.com] ¿Por qué no hemos vuelto a la Luna?
- [danielmarin.naukas.com] No, la ESA no va a poner una base en la Luna en 2030