Un reciente hallazgo astronómico ha sido anunciado por un equipo internacional de científicos, quienes compartieron sus resultados a través de la prestigiosa revista Nature. Este equipo ha identificado el agujero negro más antiguo conocido hasta ahora en el núcleo de la galaxia GN-z11. Asombrosamente, este colosal agujero negro ha existido durante más de 13.000 millones de años, manifestándose apenas 400 millones de años después del Big Bang.
En un tiempo relativamente breve en la escala cósmica, este agujero negro logró acumular una masa equivalente a varios millones de veces la de nuestro Sol, todo ello mientras el universo estaba en sus primeras etapas de desarrollo. Este descubrimiento fascinante ha sido posible gracias al telescopio espacial James Webb, una herramienta crucial que ha permitido a los astrónomos explorar y desentrañar los misterios más antiguos del cosmos. Este hito no solo amplía nuestra comprensión sobre la formación de agujeros negros, sino que también destaca la importancia de tecnologías avanzadas en la exploración del vasto y enigmático universo que nos rodea.