El rover Curiosity de la NASA ha sufrido un nuevo percance: una de sus ruedas presenta un gran agujero. A pesar del daño, este veterano explorador, que aterrizó en el cráter Gale en 2012 con casi una tonelada de peso y tres metros de largo, sigue avanzando en su misión de explorar Marte.
En sus 32 kilómetros recorridos sobre el terreno rocoso del planeta rojo, sus seis ruedas han sufrido un desgaste considerable. Pero el Curiosity sigue imparable. En su cuenta de X, el equipo aseguró que el daño no afecta su capacidad para moverse y que las imágenes permiten monitorear el deterioro. Incluso, si fuera necesario, podría seguir rodando sin partes de sus ruedas. A pesar de los desafíos, el Curiosity ha demostrado ser uno de los dispositivos más resistentes jamás enviados a Marte.