Proponen nuevo método para encontrar civilizaciones alienígenas

Proponen nuevo método para encontrar civilizaciones alienígenas

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Bueno, ya sabéis que yo soy un tanto escéptico con el tema de la búsqueda de vida extraterrestre, porque me parece que andamos todavía en pañales.
Lo que hoy haré, es abordar la noticia que nos ocupa desde un punto de vista muy prudente (realista en mi opinión), y sin dejarme llevar por la ilusión que despiertan estos temas.
Bien. Un astrónomo español (Héctor Socas, del que ya hemos hablado en este canal), ha propuesto un nuevo método para hallar civilizaciones alienígenas. Por lo que hemos hablado de él, parece una persona seria y cabal (pues siempre ha aclarado por ejemplo, que encontrar un planeta en la zona de habitabilidad no significa que deba tener agua), pero en este caso, su aportación me ha parecido un tanto optimista (y os explicaré porqué). Ojo, es solo una opinión.

Actualmente, la detección de vida en exoplanetas se basa mayormente en los biomarcadores. Estos métodos de detección se han sofisticado con el tiempo, y todavía van apareciendo regularmente nuevos sistemas para abordar el problema. Lo que todos ellos tienen en común, es que se basan en descubrir ciertos componentes que atribuimos a la aparición de la vida.
Si hasta ahora nos habíamos centrado en los biomarcadores (es decir, la búsqueda directa de vida biológica en planetas), ahora Socas propone centrarse en lo que denominaríamos tecnomarcadores (es decir, la búsqueda de artefactos tecnológicos; o lo que es lo mismo, encontrar vestigios y huellas artificiales que dejaría una civilización similar a la nuestra).
El concepto de tecnomarcador no es nuevo, y ya lo estamos usando cuando buscamos, por ejemplo, señales de radio. Pero en lo que Socas incide, es en que podríamos buscar huellas de exocinturones de Clarke. Esto quizá os parece raro, pero es muy sencillo:

Arthur C. Clarke publicó en 1945 un artículo sobre el uso de órbitas geoestacionarias para telecomunicaciones. La región del espacio donde orbitan todos esos satélites, fue llamada el "cinturón de Clarke", en homenaje suyo. Y según él, su presencia podría ser captada en otros planetas, si los satélites oscurecieran la luz de estrellas lejanas.
Es decir, lo que se está proponiendo es buscar algo que ya se encuentra en la Tierra: los satélites geoestacionarios (en el caso que nos ocupa, serían satélites extraterrestres orbitando un exoplaneta).

Así pues, una forma de buscar posibles civilizaciones extraterrestres, es detectar si hay satélites artificiales y basura tecnológica que orbita en torno a otros mundos.
"Es una búsqueda que nos sale gratis", afirma Héctor Socas, quien indica que "simplemente tenemos que mantener los ojos abiertos, por si acaso detectamos estas huellas en los datos".

Bueno. Yo, y no es por contrariar, tengo la sensación que damos palos de ciego (al menos, de momento). Porque si ya nos resulta complicado detectar exoplanetas prometedores observando la sombra que dejan en su estrella, ¿Cómo vamos a detectar el minúsculo oscurecimiento en la luz de un planeta que dejan los satélites?
Un problema con este método es que la basura espacial podría ser difícil de distinguir de objetos naturales (ya que los anillos y las lunas alrededor de otros planetas, probablemente también darían señales similares).

Y os daré un dato estremecedor: hasta la fecha, nadie ha encontrado una luna o algo similar en la órbita de un exoplaneta. No sé si sois conscientes de lo que digo: No hemos detectado todavía ninguna luna fuera del sistema solar... ¿y pretendemos detectar minúsculos satélites...?

La especulación llevó a pensar en los sesenta que las civilizaciones avanzadas podrían construir enormes corazas rodeando a las estrellas para extraer energía (las esferas de Dyson), pero ahora se sabe que se podría extraer más energía (y de forma más barata) solo con la fusión nuclear (que es la reacción que alimenta a las estrellas, y que estamos desarrollando).

El mismo Socas explica, que civilizaciones muy avanzadas podrían vivir perfectamente en el medio interestelar y no en planetas; o podría ser que hubieran abandonado su cuerpo, y hubieran subido su conciencia a una especie de ordenador global.

Además, véase el drama:
El cinturón de Clarke de la humanidad (todos nuestros satélites geoestacionarios y geosíncronos), está demasiado despoblado como para ser detectable a distancias interestelares (al menos, con la capacidad de observación actual). De continuar con nuestro ritmo de crecimiento, solo hasta el año 2200 nuestro cinturón de Clarke sería detectable desde otras estrellas.

Bueno, en cualquier caso, existe un debate abierto sobre si la humanidad debería enviar activamente mensajes al espacio o si, por el contrario, debería escuchar discretamente sin revelar su presencia. Según Socas: "En este contexto, el aumento exponencial de nuestra población de satélites, puede acabar convirtiéndose en una señal que nos delate queramos o no".

Ante la pregunta de si se descubrirá algún día un exocinturón de Clarke y, por tanto, una civilización extraterrestre, el investigador indica: “Parece poco probable, pero no cuesta nada mirar. Es como si alguien te hubiera regalado un billete de lotería. Sabes que lo más probable es que no te haya tocado pero, ya que lo tienes, lo compruebas por si acaso". Bueno, pues encomendémonos a la lotería...

¿Qué te parecen nuestros métodos de detección actuales?
¿Son más fiables los biomarcadores o los tecnomarcadores? ¿Ninguno?

Fuentes:

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