Vale, como siempre hago en estos vídeos sobre contactos extraterrestres, quiero recordar que parto de la base que todavía no hemos contactado con seres de otro planeta.
En una de sus conferencias más famosas, el brillante y fallecido físico británico Stephen Hawking, se planteaba si la vida inteligente era consecuencia inevitable de la evolución (y si además, si era un peligro tratar de contactar con extraterrestres).
Se preguntó en numerosas ocasiones por los asuntos más variados, entre ellos la razón por la que nosotros, los humanos, no hemos conseguido aún encontrar otras formas de vida inteligente.
Una posibilidad, explicaba el científico, es que lo que sabemos, o creemos saber, sobre cómo apareció la vida en la Tierra, esté equivocado. Podría ser que la probabilidad de que aparezca vida en un planeta sea tan baja que nuestro mundo constituya una excepción única en toda la galaxia (incluso, en todo el Universo observable).
Podríamos esperar encontrar muchas otras formas de vida en nuestra galaxia, pero es poco probable que encontremos vida inteligente, decía.
Pero para Hawking existía otra posibilidad bastante más aterradora: incluso suponiendo que sea relativamente fácil que surja la vida (y que ésta evolucione hasta hacerse inteligente), podría ser que en algún punto de su consiguiente desarrollo tecnológico, el sistema se vuelva inestable (y la vida inteligente se destruya a sí misma). Bien, esto ya lo hemos hablado en otros vídeos.
Con todo, el genial físico prefería una tercera posibilidad: que efectivamente haya otras formas de vida inteligente ahí fuera, pero que por alguna razón, no hayan reparado en nuestra existencia.
Hawking, también apuntaba que encontrar una civilización más avanzada que la nuestra, visto lo ocurrido en la Tierra, podría suponer un grave peligro.
Bien, todo esto es un breve repaso a cosas ya vistas en este canal...
El Universo es tan increíblemente grande, que cuesta trabajo pensar que en él no haya un enorme número de planetas habitados. Sin embargo, y a pesar de nuestros esfuerzos, no hemos conseguido encontrar hasta ahora ninguna forma de vida fuera de la Tierra. ¿Dónde están, entonces, los alienígenas?
La conocida paradoja de Fermi, se refiere a la desconcertante anomalía científica de que a pesar de que existen cientos de miles de millones de estrellas solo en nuestra galaxia, la Vía Láctea (y muchísimas más en los billones de galaxias que forman el Universo), nunca hemos encontrado señal alguna de otras civilizaciones inteligentes.
Desde hace varias generaciones intentan hallar una explicación lógica para tanto silencio. Entre ellas, que los supuestos alienígenas podrían estar hibernando, o que alguna fuerza misteriosa está impidiendo que las civilizaciones prosperen. O sencillamente, que están ahí pero no quieren saber nada de nosotros.
Vale, después de este extenso repaso a cosas ya dichas, procedo a la noticia que hoy nos ocupa:
Ahora, el físico teórico Alexander Berezin, de la Universidad Nacional de Tecnología Electrónica de Rusia (MIET), ha propuesto su propia explicación para nuestra aparente soledad en el Universo.
El físico ruso piensa que nosotros mismos podríamos ser los futuros destructores de otras civilizaciones alienígenas.
Berezin propone el siguiente escenario: ¿Qué pasaría si resultara que la primera forma de vida que alcance la capacidad de viaje interestelar erradicara a toda su competencia para alimentar su propia expansión?
Para Berezin, esto no significa necesariamente que una civilización altamente desarrollada se dedique a borrar conscientemente otras formas de vida, sino que podría ser que ni siquiera se den cuenta de ello (del mismo modo que un equipo de construcción, destruye un hormiguero para construir un edificio).
¿Significa esto que nosotros somos las «hormigas», y la razón por la que no hemos encontrado extraterrestres es que nuestra civilización no ha sido todavía involuntariamente destruida por alguna forma de vida superior?
Pues no. La respuesta, según él, es que probablemente nosotros no seamos las hormigas, sino los futuros destructores de todos esos mundos que llevamos tanto tiempo buscando.
Su teoría ha sido bautizada como «el primero en llegar, el último en salir», y esta explica que las civilizaciones van erradicando (involuntariamente para él, aunque podría ser conscientemente para a mí), a su competencia para expandirse.
Así, nunca podríamos entrar en contacto con nadie, porque iríamos destruyendo todas las civilizaciones menos avanzadas que se fueran cruzando en nuestro camino...
En resumidas cuentas, y sí, ya lo hemos tratado por encima en algún vídeo, Berezin razona que podríamos ser la civilización más avanzada de nuestra galaxia (y nuestra actividad, una sentencia de muerte para civilizaciones menos avanzadas que la nuestra).
Fuentes: