Yo lo he entendido perfectamente, Josep. Es más, diría que cuanto más corto es un relato, más vale por lo que calla que por lo que cuenta. Y también creo que es bueno dejar al lector algún tipo de esfuerzo intelectual, que pueda elaborar su propia interpretación, y no dárselo todo masticado. Pero claro, ya sabes que lo que a mí me gusta son los finales abiertos