Los familiares del enfermo se encuentran en la sala de espera. Pronto acabará la operación y alguien saldrá a informarles.
Al rato, aparece un médico joven, con la bata manchada de sangre, se acerca al grupo de familiares y con voz gangosa les dice:
- Lo ciento musho, zu familiar, ha fallecido -se escucha la voz del facultativo.
Un silencio cae sobre los allí congregados. Finalmente, uno de ellos exclama en voz alta y con potente voz-
-!No me joda!
El joven facultativo se lo queda mirando de hito en hito. Sacude la cabeza de forma negativo y aproximándose al hombre le pone una mano en el hombro y le dice.
-lo ciento, ceñor, pedo usted no ha entendido nada, de nada. Ni mejoda, ni empeoda, ha fallecido.