Ver estos ejemplos son claros (gracias, por cierto). El problema es mirar hacia arriba en una noche estrellada, traerlos a la memoria y meditar acerca de la vastedad por la que viajamos... Demasiado joven o pequeño es nuestro cerebro, por desgracia, porque más de una vez he estado al borde de un ataque epiléctico al intentar abarcar lo inabarcable jejeje.

¡¡Saludos!!