La Voyager pertenece a esos vuelos poéticos que tan bien solía describir Carl Sagan. Lamentablemente, tanta tecnología onanista hoy nos ha distanciado del placer de disfrutar de estas hazañas humanas. Ni siquiera nos emociona haber llegado a un lugar que por entonces pertenecía a nuestros sueños. Me refiero a Titán...