Creo que el auto de un libro le gusta recibir algún tipo de beneficio por el tiempo y el esfuerzo que le ha llevado consumar un libro.
Ahora, es verdad que son una parva de años de no creer.

Sinceramente creo que la mejor solución sería un punto intermedio: Que el autor tenga los derechos (Creo que en Argentina son incluso hasta 70 años después de la muerte) pero que haya una opción de liberación que se pueda efectuar en cualquier momento.
Por lo tanto si un autor lo desea, después de 10 años (cuando ya quizás los réditos por su obra se han estabilizado en... casi nada) lo deja para que cualquiera disfrute de su obra y porque no, quizás ganar nuevos adeptos.

El tema no es sencillo... además está el amor que tiene cada uno a lo que hizo y el valor que se le da al prójimo.

Pero también es verdad que tener un libro cajoneado porque alguien tiene los derechos que quizás no utiliza... no gana nadie ahí.

Nótece que utilicé mucho el "quizás" porque, como muchas cosas en esta vida, tiene varios puntos de vista.