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  1. #1
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    Post Jim Munroe: Todos de Silicio, Paul (V)

    (29) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
    NonCommercial-ShareAlike License.

    ************************************

    Paul (V)

    Paul miró por la sala. Era una cámara de piedra con una estatua en medio: la figura gigante de una diosa con cabeza de dragón y físico de dudosa escultura.

    Caminó en torno a ella, apartando la mirada de su lasciva mueca y relucientes ojos verdes para mirar en el espejo de cuerpo entero que ella portaba a modo de escudo.

    Observó el cuerpo que le habían asignado: tenía un corte de pelo de marine, una sonrisa de rigor mortis y un ligero tick en su mandíbula cuadrada.

    ("Un Gran Músculo. Bastante clásico."), pensó Paul observando el resto de la cámara. Beats meeting at a restaurant.

    Miró el entorno una vez más antes de salir por las puertas de acero que se abrieron a su paso.

    Estaba en un pasillo alineado con armas poco adornadas salvo por un escudo con gruesos tubos de ensayo tallado en el suelo.

    Sin detenerse en la decoración, Paul recorrió el pasillo, pasó un calibre .45, un radiador de onda, un rifle francotirador, un fusor de hueso, un lanzagranadas, una pistola de plasma, un yakuza especial, un táser masivo, un coctail Molotov...

    ("Aquí está.")

    Se acercó a la botella y ésta saltó hacia su mano.

    Así armado, Paul siguió pasillo abajo hacia un par de puertas dobles. Se abrieron solas, crujiendo, Paul salió andando con una cara que mostraba lo afortunado que se sentía de haber seguido su intuición al darle a aquél chico de la barra su tarjeta de negocios.

    Las puertas tronaron tras él al cerrarse.

    - "¡Un Nuevo Aventurero Entra al Castillo de Frankenstein!" entonó una voz.

    Paul miró alrededor rápidamente tomando el corto pasillo iluminado por globos que se disparaban entre ellos corrientes eléctricas. Bajó corriendo por una pendiente y el muro próximo a él explotó en pedazos de roca de olor agrio. Se apartó hacia atrás a tiempo escuchando una voz trás él: "¡Voy a quemarte el ombligo!"

    Lo intentó por otro camino. Su corazón le latìa como loco, el eco de sus pisadas rebotaba por el pasillo grisáceo. Al volver la esquina, vió un yakuza especial sobre el suelo y detuvo sus pasos. Escuchó unos segundos para comprobar si alguien le seguía pero no oyó nada.

    Se preguntó si debería recoger el arma más poderosa.

    ("Las cuchillas giratorias serían mucho más útiles que los cócteles en combate cerrado. Pero podría no ser capaz de llevar ambas y tengo que llevar el Molotov...")

    Paul acabó por deslizarse el yakuza especial al hombro y continuar. Entró a un gran salón dominado por una enorme mesa de banquetes.

    Se estaba preguntando cómo habían muerto los comensales derribados sobre los esqueletos, cuando el arco de piedra sobre su cabeza desprendió escombros de roca gris.

    ("Mierda."), pensó Paul esquivando alrededor rápidamente.

    Segundos después, el suelo salpicaba tierra y Paul empezó a correr hacia el extremo opuesto de la sala.

    ("Francotirador.")

    Acababa de localizar al francotirador vestido de balaclava cuando una bala le golpeó el hombro.

    ("Maldición.")

    Saltó sobre la mesa y corrió zigzagueando mientras localizaba al francotirador en un balcón a alta altura. Dejó volar el Molotov. Su corazón se encogió al errar el balcón por completo, la botella chocó con el muro y lo llenó de llamas. Una nueva botella apareció en su mano.

    El francotirador reía con burla.

    - "Bonita arma, novato. Estate quieto mientras te fragueo."

    Pero unos cuantos zags después, Paul había alcanzado el muro y estaba a salvo bajo la caja. La tierra en torno a él salpicaba mientras el francotirador trataba futilmente de alcanzar los ángulos.

    -"Voy a usar el jodido lanzamisiles también," se quejó el francotirador. "De acuerdo, novato. No vale la pena fraguearte pero voy a bajar de todos modos."

    Paul, con su pecho golpeando, notó que el esqueleto a su lado tenía una corona. Asintió paternalmente al rey, cuya calavera parecía sonreirle. El cáliz y el cetro eran bobitos detalles, pensó Paul.

    Entonces, un vórtice de energía surgió a los pies del rey que regeneraba todo lo que tocaba, deslizando hacia arriba el esqueleto y recomponiendo su carne y sus ropas.

    -"Wow," dijo el francotirador, que estaba de pronto a su lado. Señaló con su rifle al rey, que estaba recuperando una cara apuesta junto a su ropa púrpura. "¿Cómo has activado éso?"

    -"Yo..." dijo Paul decidiendo que no quería admitir que no él había tenido nada que ver con ello y mostrarse así dispensable.

    El rey se levantó y sacó una uzi de sus ropas en un movimiento fluído. Fragueó al francotirador, que cayó al suelo dando pasos atrás en silencio y se disolvió en um charco verde de huesos. Apuntó a Paul y éste esperó los disparos sintiéndo la estúpida botella en su mano y deseando, con instrucciones o no, haber escogido un arma decente.

    -"¿Eres Paul?" dijo el rey.

    Paul asintió.

    -"Bien. Nos vemos en la sala del espejo."

    El cañón de la uzi centelleó y las balas impactaron contra su cuerpo.

    Tras disolverse en una pasta verde y un breve parpadeo de oscuridad,
    Paul reapareció en la sala de la estatua de la diosa.

    ("Supongo que èsta es la sala del espejo.")

    El rey entró segundos después y Paul vió que el atuendo negro tenía el blasón de los tubos de ensayo cruzados en su pecho. El mismo que había visto un poco antes. También llevaba un Molotov en la mano, en.lugar de la uzi. Retrocedió y, por un segundo, Paul pensó que iba a fraguearlo de nuevo pero el rey lanzó la botella al espejo.

    Se rompió y cubrió el espejo de llamas de gasolina. Una vez que quedó fundido un agujero lo bastante grande, el rey entró por él. Paul le siguió.

    En el otro lado del portal estaba lo que parecía ser el infierno.

    (" Oh, los chicos y sus juegos. Pocas cosas cambian.")

    Paul miró atrás y vió que un cuerpo reptiliano escanmoso guardaba el portal en este lado. Por delante, el rey estaba de pie al borde de un precipicio, con los brazos cruzados mientras miraba la escena de abajo. Cuando Paul se unió a él, vió una cola puntiaguda que le sobresalía bajo las ropas púrpuras.

    Paul decidió sentarse en el borde, balanceando las piernas mientras observaba las escenas de tortura amorosamente diseñadas de más abajo. El rey se sentó también. Paul notó que le salían cuernos retorcidos y tenía una facción más oscura.

    -"¿Y porqué el Molotov?" preguntó Paul.

    -"Es un arma de mierda," dijo el rey demonio. "Nadie la escoge voluntariamente."

    Paul asintió. "Me he dado cuenta."

    El rey demonio resopló.

    -"Sentía curiosidad por ver si llegarías al Gran Salón. PantalónOscuro han estado esperando allí dos días."

    -"¿Dos días de tiempo real?"

    El rey demonio asintió.

    -"Sí. Apesta. Jodido campista. Ni siquiera sé porqué le dejamos entrar." Negó con la cabeza. "En realidad, ni siquiera creo que sea un clón por mucha mierda que diga HoraDelFilo."

    -"Suoongo que no hay forma de probar éso en Frisco," dijo Paul.

    -"Ya, tenemos que seguir las nominaciones," dijo el rey demonio.
    "Pero en realidad tampoco importa. Nunca llegará a élite. Puede correr por Frankenstein todo lo que quiera, no me importa una mierda."

    -"¿Y llegó a élite el chico que ví en el bar?"

    -"Sí," dijo el rey demonio. "El paletobots."

    -"Paletobots. Muy inteligente," dijo Paul. "Las Instituciones y los bancos han tratado de ser in-crackeables, para hacer la protección resistente al aire, pero con los datos personales de gente, el enfoque ha caído sobre hacerlos fáciles de compartir. De modo que habéis explotado ésto haciendo que los paletobots vayan de bar en bar haciendo que la gente les muestre pequeños datos." Paul asintió admirablemente. "Es como pedir a alguien su permiso de conducir para ver la foto y también memorizar la fecha de cumpleaños y la dirección. Excepto que miles de veces al día sin riesgo de ser detectado."

    El rey demonio sonrió mostrando dientes afilados.

    - "Sí, es un hackeo elegante. Aunque no se me ocurrió a mí. ¿Porqué pediste verme?"

    -"El primer tipo con el que hablé mencionó a los miembros de tu grupo," dijo Paul cuidadosamente.

    ("Y conociendo a los de 12 años, me imaginé que Jericida, el miembro élite de los ReplicanteZ, tenía una posibilidad considerable de ser Jeremy Ellis, el inocente chico de Eileen.")

    Paul sonrió mientras decía triunfalmente.

    -"Y oí sobre tí. Con base en
    Vancouver, originalmente, ¿cierto?"

    -"Érase una vez," dijo Jeremy mirando el Infierno.

    Paul ocultó su sonrisa y se dijo a sí mismo ser cuidadoso. Estaba acostumbrado a que su mezclacaras escondiera sus reacciones pero este entorno no lo permitía.

    Miró hacia Jeremy.

    -"Estoy investigando señales de actividad subversiva en Frisco."

    -"Ya, sabía que ese asunto de Seguridad de Datos era mentira," dijo
    Jeremy con una mueca. "Bueno, los ReplicanteZ no venderán los paletobots durante algunos meses. Puedes quedarte con nuestros bots desechados cuando nos aburramos de ellos. Aunque tengo que decirte que los pagarás hasta la nariz."

    -"No," dijo Paul, sorprendido de la vehemencia elocuente dentro de la cabeza del chico de doce años. "No me interesa la tecnología de los paletobots. En lo que estoy interesado es lo que representa. Me refiero a que, obviamente, vosotros no sois una subcultura genuína pero, en unos cuantos años, podrías ser..."

    -"¿Qué demonios quieres decir con éso" dijo Jeremy levantándose.

    -"Bueno, vega ya," Paul se encogió de hombros permaneciendo donde estaba. "Sois un puñado de chicos hackeando por ahí. Apenas es algo del nivel de los Guerreros Del Código." se giró para encararle, aún sentado. "Ellos tenían un manifesto."

    Jeremy expulsó aire por la boca.

    -"Tío, estás lleno de mierda. ¿A quién demonios le importa un manifesto? Esos perdedores estaban estríctamente en internet, tío. Eran un montón de chichos de guión con buena fuerza de proceso, eso es todo. ¿Qué hicieron?. Salir en la MTV. Gran mierda."

    Paul coinció pero fue un poco más lejos. "¿Acaso vosotros sois diferentes?"

    -"¡Joder, sí!" dijo Jeremy, su rabia petulante parecía extraña con sus facciones de realeza. "Somos clones. La gente nos trata como jodidos errores, tío, rechazos de fábrica. Ahí fuera, somos demasiado pocos, pero en Frisco somos una fuerza que hay que computar. Los que nos odian no pueden jodernos aquí."

    Paul notó la calidad bien llevada del enfado pero había pasión inconfundible también.

    ("¿Qué altura tendrá este chico?")

    Paul dijo: "Los prejuicios mueren con dificultad."

    Jeremy sacó una recortada de su capa y la cargó con un golpe de muñeca. Paul esperaba que la reunión se interrumpiría en breve.
    Entones, Jeremy se dió la vuelta y disparó sobre un pterodáctilo de huesos. La persona que lo estaba montando conaiguió devolver una bola de plasma mientras caìa al abismo pero Jeremy la esquivó dando un paso lateral.

    -"Muchas cosas mueren difícilmente." Jeremy lanzó la escopeta al suelo. "Lo gracioso es que podemos hacer un cuerpo con ombligo y hacerlo aparecer aquí. Pero no queremos ser como ellos. Tienen miedo de Frisco, miedo del poder ilimitado que tenemos. Tienen miedo de volverse inhumanos aquí. Pero nosostros estamos acostumbrados a ser monstruos."

    Paul asintió sintiendo la emoción del descubrimiento que solía sentir cuando veía un vena bruta de sangre nueva.

    Jeremy se giró hacia él. Paul sintió los ojos del chico observarle y oyó su voz: "Así que, no me importa lo qe pienses de nosotros. No importa.cómo nos clasifiques. Vamos a ser una fuerza en Frisco."

    -"Te creo," dijo Paul sinceramente. "Pero, ¿cómo vais a mantener en.secreto vuestras identidades? ¿Qué hay de...vuestros padres?", casi dijo Eileen.

    Jeremy hizo una pausa.

    - "Sí, padres es el término correcto." se burló. "A veces, vosotros los liberales sois peores que los que nos odian."

    -"¿Saben vuestros padres lo que estáis haciendo?" dijo Paul con un zumbido liberal bajo su piel.

    -"No. Todos tenemos pieles diferentes para diferentes ocasiones." Mostró su apariencia de rey demonio. "Éste es mi traje de trabajo, por ejemplo. Obviamente, cuando estoy con mi abuela parezco distinto. Ahora no es un problema puesto que ella no se ha mudado aquí todavía...todo lo nuevo la asusta." Se encogió de hombros, aceptando éso.

    Paul, por dentro, sonreía ante la idea de una Eileen asustada y a lo poco que se conocían el uno al otro.

    -"Estoy esperando a reunir suficiente dinero para personarlizar una casa para ella. Pensé que serìa más rápido pero ha habido un montón de trabajo base que cubrir aquí."

    -"Proablemente está muy preocupada," tanteó Paul.

    -"Lo sé." Una mirada incómoda pasó sobre su cara. "Ocurrirá pronto. Hemos tenido muchas oportunidades que teníamos que aprovechar. Cosas para el fururo." indicó con la barbilla a la gente que del abismo. "Ésto, por ejemplo."

    Paul asintió como si supiera todo sobre el asunto, como si fuera real y no sólo hologramas bien construídos.

    -"Vosotros no hacéis todo esto solos, ¿verdad?"

    -"No no, el equipo de diseñadores hace todo lo visual. Nosotros hicimos la parte final. Podemos hacer cosas como el Castillo Frankenstein, cosas básicas así, pero...bueno, no se pueden ver pero mucho de ésto es realmente complicado. De modo que surgen ideas, como el abismo de tortura y demás. Se necesita saber cómo sobreeacribir la habilidad del invitado para teltrasportarse o ajustar su entrada sensorial."

    -"Nunca he oído nada de eso.", dijo Paul nervioso de repente por el hecho de no podía teleportarse.

    Miró tras él lo lejos que estaba el portal.

    ("Bastante lejos.")

    -"Bueno. Si los Friscops supieran que están parcheados ésto sería considerado bastante underground."

    Paul tomó nota mental de la jerga de los Operadores de Sistenas de Frisco.

    Jeremy señaló el abismo. "¿Ves lo ocupado que está ahora? Tiene el doble de capacidad. Se supone que el Infierno está lleno de gente, después de todo. No está cerca de la capacidad pero...aún nos renta bastante dinero."

    -"¿Nunca se os ocurrido que podríais usar vuestras habilidades para hacer cosas con un impacto más amplio?" preguntó Paul.

    -"Claro," disparó Jeremy. "Hacer un mundo recreativo para esos sickos es estrictamente por el dinero. Hemos hecho planes."

    Paul alzó una escéptica ceja.

    Jeremy mordió el anzuelo. "Vamos a lanzar un barco pirata."

    -"¿Un barco pirata? ¿Te refieres, por la bahía?"

    Jeremy asintió con mueca diabólica.

    -"¿Qué vais a hacer con él?"

    -"¿Tú que crees? ¿Qué es lo que mejor hacen los barcos pirata?," dijo Jeremy con los ojos brillando de vida. "Saqueo y pillaje."

    * * * * *
    Última edición por Artifacs; 24-May-2018 a las 11:39
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    Post Jim Munroe: Todos de Silicio, Nicky (XI)(

    (30) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
    NonCommercial-ShareAlike License.

    ************************************

    Nicky (XI)

    Nicky se reclinó en el asiento sintiendo el sol en la cara. Pedaleó tranquilamente por la calle con sólo un coche que evitar, pensando sobre cómo el mundo se ajustaba a ella perfectamente.

    ("Váyase, visite Frisco. Nosotros, pacientes, heredaremos la tierra.")

    Localizó una rama trepando sobre el poste de un semáforo y frenó.

    No desmontó de la bici, sólo la inclinó a un lado del poste.
    Sacando una de las bolsitas de su riñonera, cogió una hoja y la selló dentro de la bolsa. Luego, habló con su reloj.

    -"Muestra E21. Esquina de Cordova y Princess. Sana, Una planta de un metro de altura creciendo desde un trozo de tierra hasta un poste de cemento."

    Tiró un poco de donde la rama estaba colgando, sorprendida de lo segura que estaba.

    Un coche de color verde claro estaba parado cerca. Nicky miró molesta a las ventanas tintadas antes de continuar. Estaba contenta de llevar la máscara que Simon le había insitido que llevara, no por manía suya sino por ser un disfraz bastante inconspicuo.

    -"No es lo mismo que pasear por ahí de noche," le había dicho con ojos grandes y suplicantes. "Absorbes más aire cuando vas en bici y, dursnte el día, la contaminación es siempre peor."

    Habían estado comiendo pues ella había le invitado a él y a Andre a cenar para celebrar su nuevo empleo salvando el mundo.

    -"Pero, ¿qué hay de esas plantas milagrosas?," había replicado ella. "¿No contrarrestarán los niveles superiores?"

    -"Quizá algún día," había dicho él metiéndose un tomate-choco entero en la boca. "Pero ahora no hay forma de que unas cuantas judías vayan a filtrar los gases de un billón de coches mejicanos."

    Andre había susurrado algo sobre cómo éso sonaba como si los mejicanos tuvieran la culpa, cuando, en realidad, conducían tanto como ellos.

    -"Sólo digo...oh, que le den," dijo Simon tirando la máscara sobre la mesa del café. "No la lleves, entonces."

    -"Necesitaré un par de pulmones antes de los sesenta, de todos modos," dijo ella tranquilamente.

    -"Claro, eso tiene mucho sentido. Gasta $100,000 en un par de pulmones porque no quisiste gastar $10 en un filtro."

    Él se resignó y pasaron el resto de la cena hablando sobre el tiempo que Andre había pasado en Méjico. Había estado ayudando a ZapataTV, aunque tras un tiempo se había desilusionado y lo había dejado.

    - "Sólo fue un empleo," había dicho él.

    -"Hey, no hay empleos vergonzosos," había dicho Nicky refrescando el vaso de todos con vino tinto. "¡Recordad que estamos celebrando!"

    -"Yo celebro la incorporación de un talento a la camarilla." dijo
    Simon, alzando su vaso.

    -"Sí," dijo Andre sonriendo. "Por éso."

    Nicky había brindado en voz baja, una parte de ella decía: ("Yo celebro que me paguen. Son raros, estos chicos.")

    Nicky seguía pedaleando en buscabde más muestras. Con Andre y Simon en mente. Parecían confiados de un modo naif. Habìa esperado de ellos algún cambio tras la noche que habían pasado juntos, que dejasen de fingur ser misteriosos agentes en una misión. Quería que tuvieran los pies en el suelo, con cabeza fría y duros: o sea, normales. Pero en vez de éso, la habían involucrado en esta extraña tarea que tenían.

    -"...Así que, sólo hacéis lo que siempre hacéis y él os paga por ello." había dicho Nicky después de cenar, tratando de entender entre la niebla del vino.

    Simon asintió. "Sí, bueno, ¿has oído sobre la abatida del anuncio en Detroit?"

    Nicky no había oído nada.

    -"Bien, Me alegra. Eso significa que no funcionó. Ford había comprado cada centrímetro de espacio publicitario, cada cartel, cada anuncio para promocionar su nuevo coche. Sólo porque podía, porque Detroit era pobre. Así que, yo y algunos amigos fuimos y ajustamos algunos de los anuncios para que atrajese la atención sobre la admiración de Henry Ford por Hitler. Paul vió lo que estaba pasando y contactó conmigo. Dijo que quería patrovinarme." Simon se inclinó hacia adelante para comprobar de nuevo que el vino se había terminado. "Mierda. Al principio pensé que era como, de Nissan o algo. Pero resultó que no. Es sólo un activista político con mucho dinero. De modo que me dió un montón de dinero y pude contratar a algunos de los mejores escritores de grafitti de la ciudad para bombaedear el lugar. Fue increíble."

    -"Así nos conocimos." dijo Andre.

    -"Sí, bueno," dijo Simon con una sonrisa falsa. "Alquilé algunos malos escritores también."

    Todos se rieron.

    -"Que te den, jefemari" dijo Andre.

    Simon se reía con todo el cuerpo, cayó de lado y tumbó la botella de vino vacía. Nicky había estado feliz y orgullosa de estar con ellos esa noche, con tan humor frívolo, e incluso ahora con su sobriedad cínica sabía que eran más interesantes que la mayoría de la gente que había conocido.

    No había visto ni un brote de verde durante algunos bloques, de modo que se forzó a observar mejor. Había una muestra con buen aspecto enrredada en la verja de Acres Placenteros y se subió a la acera con la bici para recogerla.

    Tras embolsarla, vió al guarda de seguridad de pie fuera de la garita. Le hizo el gesto con el dedo, "ven aquí". Nicky subió a la bici pero no se movió.

    ("¿Iba a pelearse con ella por tomar una muestra?")

    Volvió a la carretera y empezó a pedalear hacia èl.

    ("¡Hey! ¿Acaso no es aquél bobo que había electrocutado a la anciana sin techo? No, ése tenía turno de noche...")
    No,

    -"Tengo que amonestarla por subir el vehículo a la acera, señorita" informó él.

    ("¡Demonios! ¡Es él!")

    Decidió que seguiría su camino, pedaleando más rápido. Cuando el guarda percibió que ella no iba a parar, sacó su táser.

    Ella sintió el corazón en la garganta pero siguió pedaleando mientras pulsaba el botón que no era el botón del freno y vigilando cuanquier movimiento del guarda.

    Él era paciente y ella apenas estaba a tres metros cuando el dedo del guarda apretó el gatillo. Ella dejó de apretar el botón y su columna se sacudió un poco con el repentino salto.

    ("¡Estoy volando!")

    La alegría pasó a terror cuando descendía y veía que la bici se aplastarìa contra el suelo, dejando sus muestras a merced del hombre de la sonrisilla sádica.

    ("¿Porqué siempre hago estas estupideces...")

    La bici recorría el aire.

    ("...tan maravillosas, emocionantes e hiláricas?"), concluyó después de que la bici aterrizara sobre la carretera con imposible suavidad sin disminuir una pizca.

    Cuando llegó a casa, maletín y bolsillos llenos de bolsas de muestras, la bici ya no rodaba bien. Sonrió cuando identificó la obstrucción en los radios...

    ("El cable del táser.")

    ... y extrajo el ovillado y sucio souvenir. Lo mantuvo frente a ella y le dijo: "Ya no electrocutarás a nadie nunca más, ¿verdad?"

    Caminó por la gran casa, que parecí mayor y más vacía ahora que Andre y Simon se habían ido. Había sentido lo mismo que cuando se marchó Kathy y saberlo no hizo que la melancolía desapareciera.

    ("Siempre hay espacio para la soledad!") pensó Nicky regalándose una sonrisa.

    Ellos se habían quedado durante algunos días pero se habían marchado para volver a sus tiendas de campaña. O eso suponía ella. No había preguntado porque no quiso parecer entrometida. No sabía el tipo de relación que tenían ahora que tenía este empleo. Era una extraña progresión social: de extraños a amantes, de amantes a compañeros de trabajo.

    No había nada en la nevera pero encontró un sandwich Skippy en el armario. Lo devoró mkrando las botellas de vino que habìa dejado atrás, las enormes bolsas de basura esperaban su atención.

    ("Mierda. Será mejor que vaya al depósito.") gruñía cuando un pensamiento feliz la interrumpió.

    ¡Tenía dinero! Ella, como la gente normal, ¡podía llamar al camión de la basura y pagar una recogida!

    Pero también le tentó la idea de ir allí en bici.

    ("Apuesto a que no tardo más de cinco minutos.") pensó ante la revelación de cómo la maquina sencilla encogía la geografía.

    Deseando tener otra cosa mejor que hacer que escabecharse zumo de la nevera para hacer pasar el sandwich, se limpió de migas las manps y subió al laboratorio.

    Su reloj le anunció una llamada y le preocupó que fuera su nuevo jefe llamando temprano por alguna razón. Pero resultó ser su mamá. Ella aceptó la llamada.

    - "¡Hola Mamá!

    -"¡Qué animada estás!" dijo ella con voz sorprendida.

    -"Sip. ¡Tengo un empleo!"

    -"¡Un empleo! ¿En...Vancouver?"

    -"Sí. Trabajo biológico que puedo hacer en casa." Nicky arastró una silla y se subió a ella para bajar la escalera del laboratorio.

    -"¿Trabajo biológico? ¿Para qué compañía?"

    -"Es para un billonario excéntrico," dijo Nicky, con la respuesta preparada. "Hace proyectos públicos de arte."

    -"¡Cualquiera que haga obras biológicas estos días debe de ser un
    excéntrico!" dijo su madre con su voz aún alegre. "¿Le conoces en persona?"

    -"No, aún no. Hicimos la entrevista por e-mail. Fuí recomendada." Nicky metió el cable del táser dentro de un tubo de ensayo como una extraña flor.

    -"¡E-mail! Qué formal."

    -"Sip," dijo élla. "Se reunirá conmigo esta noche. Han.configurado..." Nicky pensó en algo. "¡Hey Mamá, puedo tenerte en visual! ¡Mi cubo-espacio se ha configurado para Frisco!"

    Casi inmediatamente se arrepintió de haberselo dicho. Sus defensas de privacidad habían caído.

    -"¡Oh!" exclamó su madre. "Bien, sólo un segundo, Estoy en el baño."

    Hubo un sonido de alguien emergiendo del agua.

    Fue la misma duda de su madre la que la tranquilizó un poco. Escaneó la habitación buscando algo condenable, no vió nada, escaneó de nuevo.

    - "Avísame cuando estés decente, Mamá."

    Se quitó la chaqueta y maletín, dejándolos sobre el mostrador.

    -"¡Ya voy!" canturreó su Mamá.

    Nicky snorted at her corniness, poniendo el reloj a hablar con el ordenador. Segundos después, el salón de su mamá apareció en el pequeño cubo. Era una replica de uno de Vancouver en el que Nicky había crecido, de modo que reconocía cada diminuto fragmento y adorno sin tener que ampliar la imagen.

    -"¡Bien!" dijo su Mamá, levantándose del sillón. Miró alrededor.

    - "¡Parece un verdadero laboratorio!! Y oh dios mío, ¡eres enorme!"

    Se inclinó hacia atrás para contemplar a su hija con las manos en la cintura.

    -"¡Eso debe ser lo que parezco a los aldeanos chinos en el juego Mah-Jongg!"

    Nicky gruño y acercó la cara a la caja.

    Mamá se echó hacia atrás y chilló, cayendo de rodillas y gritando algo en otro idioma.

    -"¿Qué significa éso?" preguntó Nicky riendo.

    -"No lo sé. Es lo que gritan antes de pisarlos." dijo ella levantándose y limpiándose las rodillas por hábito.

    Observó alrededor de nuevo.

    - "¿Y todo ese equipo vino de la escuela? ¡No tenía ni idea de que fuera tanto!"

    Nicky observó su mostrador reluciente , sus antiguos tubos de ensayo, su HornoFácil a través de los ojos de su madre.

    -"Por eso, básicamente, conseguí el empleo, porque puedo hacer todo lo que necesitan desde aquí."

    -"Eso es estupendo, Nicky. Relacionado con el Arte, además, perfecto para tí. Simplemente estupendo," y las dos saborearon aquello durante unos segundos. "Espero que sea un hombre agradable. ¿Viene hoy?"

    -"Sí," dijo Nicky, comprobando su reloj, mirando su bolsa de muestras involuntariamente.

    -"Entonces te dejaré que sigas trabajando. Volveré al baño. Una de pas mejores cosas de Frisco es que puedes hablar en el baño sin preocuparte de mojar el rejol por accidente."

    -"OK Mamá, Te llamaré pronto."

    -"Adios," dijo ella.

    Vació la bolsa de muestras en la pequeña pila del mostrador, pensando sobre su mamá en el baño, llamando a todos sus parientes, unovtras otro.

    ("¿Qué hace con todo ese tiempo? ¿Sin dormir para descansar de los días?")

    Resolvió ser más comprensiva con las constantes llamadas de su madre, deseando que todas las llamadas pudieran ser tan mutuamente satisfactoriad con lo había sido ésta.

    Anotando el número de muestra, puso el trozo de rana en el HornoFácil y lo configuró en regresión. Segundos después, emitió un "ding" y, tras comprobar el horno para asegurse que lo había degenecidado totalmente,
    escaneó los datos y los agrupó con la información verbal que habìa grabado en el lugar.

    Tras hacer unas cuantas, empezó a preguntarse si había un modo de hacerlo de una vez pero decidió hacerlas de una en una: tenía tiempo antes de que su jefe llegase, de modo que no trató de hacer nada demasiado complicado aún.

    Pero era emocionante pensar sobre el aprendizaje del uso de las herramientas de su mercado, no sólo la parte de conatrucción, sino el mercado en su totalidad.

    ("Que me paguen por trabajar en genética...La profesora Cho estaría verde de envidia.")

    Cuando terminó, hizo algunas investigaciones siguiendo las indicaciones de los datos. Ya bastante cerca de la hora, sonó su reloj.

    Ella lo recibió en el cubo-espacio de inmediato.

    - "Hola."

    El hombrecillo de amplios hombros asintió con las manos a la espalda.

    -"¿Tú eres Nicky?"

    Nicky asintió.

    -"Soy Paul," dijo él mirando por el laboatorio . Nicky le devolvió el favor, notando que Paul no tenía entorno y aparecía sobre su mostrador plateado. Debido a ésto, él ocupaba el cubo entero. Si su madre parecía tenía el tamaño de una figurita, él tenía el de una muñeca.

    Llevaba una camisa casual de golf y pantalones de pinzas con un borrón cambianre donde debería estar su cara.

    -"¿Simon y Andre te han contado lo que estarás haciendo?"

    -"Basicamente," dijo ella asintiendo. "Muy básicamente. Dijeron que necesitas hacer obra biológica...análisis, duplicados...y que está relacionado se alguna manera con el protecto se JK. Aunque ueron bastante escuetos. Todo es muy misterioso," dijo ella con ligereza.

    Paul se rió aún con las manos en los bolsillos.

    -"Bueno, bien por ellos. Se lo toman en serio. Es la primera vez en un largo tiempo que trabajo con agentes de forma tan directa como ésta." pareció estar pensando sobre algo, luego, la miró. "Bueno, bien podemos empezar. ¿Qué tal vas con la recogida de muestras?"

    Nicky dió una palmada a la pila sobre el mostrador.

    -"Están pasando muchas cosas ahí fuera. Recogí veinte sin ningún mucho esfuerzo."

    -"Eso es estupendo. ¿Y la gente te dió algún problema...?"

    -"No recogiendo muestras," dijo Nicky. "Algunas personas se quedaron mirando pero eso fue todo."

    El borrón de Paul pulsó emocionadamente.

    -"Es un mundo diferente del de hace, incluso, cinco años atrás. Podían haber cogido mucha estática de seguridad. También podían haberse deshecho de las plantas."

    Nicky miró el cable del táser que sobresalía del vaso.

    - "Hubo ub pequeño problema con un guarda a causa de mi bici, no de la recogida. Pero pude saltarle por encima."

    Paul se rió. "¿Un tipo mayor?"

    Nicky trató de recordar, visualizar su cara.

    -"Podría ser."

    -"Me preeguntó si se acordará de las huelgas de bici de los años 20. Corríamos por las calles en manadas, por aquel entonces. ¿Y saltaste sobre él?" Se carcajeó de nuevo. "Estupendo. Me alegra oir que las bicis están arraigando otra vez."

    Nicky se preguntó si él tenía algo que ver con la bici de JK pero no quiso preguntar y parecer boba.

    ("No es responsable de todo.")

    - "Cogí diez de las muestras y las degeneticé. Los datos parecen muy consistentes."

    Ella movió la página de resultados hacia el cubo y ésta apareció en las manos de Paul. Él la escaneó y asintió. Miró la página durantevunos segundos, sacó otro archivo y comparó ambas páginas.

    -"¿Dirías que los patrones indican que las esporas aéreas tienen menos éxito que las transportadas por seres vivos?"

    -"No hay datos suficientes," dijo Nicky de inmediato, sintiendo la emoción que la agarrotaba durante las preguntas trampa de la escuela. "Se debería apuntar que la metodología de recogida altera los datos...tomé rutas que los cargueros vivos podrían haber tomado."

    Él la miró, asintió y volvió a la página de datos.

    Ella se sintió tonta, comobsi hubiera sobrereaccionado.

    ("Él no estaba, necesariamente, buscando datos de la dureza del diamante.").

    -"Es más como anécdota," comenzó ella y, cuando vió que él no la interrumpía por ser irrelevante, continuó. "La Lilas que encontré en una rotonda tienen más probabilidades de haber sido aéreas. Y la camisa que llevé a la fiesta de JK estaba cubierta de esporas pero las cepillé sobre una pila de tierra cerca de casa y no crecieron. Eran bastante pegajosas."

    -"Hmm," dijo él.

    Pasaron algunos segundos y Nicky sacó su coraje.

    -"Ayudaría si yo supiera los resultados deseados del experimento..."

    Las escuela le había enseñado que el cliente siempre tenía un resultado deseado. Sólo era una cuestión de aplicar esa enseñanza en ese momento.

    Paul siguió mirando los datos unos momentos, luego, los dejó a un lado. Nicky aguardaba el discurso de confidencialida pero no tuvo lugar.

    -"Me gustaría hacer salvaje la ciudad."

    Nicky se mordió el labio.

    - "¿Salvaje?"

    -"Vancouver solía ser un pulmón, un bosque. Me gustaría que el desierto se retirara."

    -"Oh." Nicky quiso decir algo más pero no pudo pensar en nada salvo en: Qué bonito.

    Le alegró haber cobrado por la recogida de muestras por adelantado.

    ("Bonito mientras duró, supongo")

    Paul había regresado a los datos de nuevo.

    - "Esto está funcionando bien. Idealmente, serían árboles pero no hay tiempo suficiente."

    Campanas de alarma sonaron en la cabeza de Nicky. Imaginó una bomba de relojería enterrada en algún sitio, lista para explotar Vancouver a la edad de piedra.

    - "¿Tiempo?"

    Paul la observó y Nicky trató de suavizar su cara.

    ("Es tan injusto. Él puede verme pero yo no puedo verle a él.")

    -"¿Sabes?, en realidad no veo ningún parecido."

    -"¿Parecido?" dijo Nicky.

    -"Max. Tu tío. Ambos fuimos Palancas Inofensivas." cruzó los brazos.

    -"¿Tú fuiste amigo de mi tío?" dijo Nicky.

    -"Bueno, éramos colegas. Camaradas, supongo. ¿Llegaste a conocerle?"

    -"Sí."

    Era una de sus primeras memorias, una reunió de familia, un hombre grande con pelo en los nudillos.

    -"Una vez."

    -"Nunca nos llevamos bien" dijo Paul, "Tras impedir los carteles en la Luna, estábamos peleando constantemente. Peleando sobre cómo pelear. Él quería seguir pounding away. Yo quería llegar la bajo la piel. Ambos tuvimos nuestro apoyo y nos separamos."

    -"Es curioso, la película decíavque os desbandásteis," dijo Nicky. "Pero se que no era cierto porque Max desapareció."

    -"Max fue asesinado de la forma más efectiva...fue desaparecido. ¿Quizá se marchó a luchar en Cuba? ¿Quizá cambió de identidad? No hay respuestas sólidas y tampoco oposición sólida. Pero le mataron...ninguna otra cosa lo hubiera detenido."

    Nicky no dijo nada, un poco desorientada de oir esta fría explicación de asesinato por un hombre en camisa de golf.

    -"Cuando revisé tu historial, quedé bastante impactado al descubrir la conexión. Él siempre mantenía no tener familia. Quedé un poco conmovido, en verdad. A menudo...pienso en tu tío."

    Nicky asintió.

    Paul alzó la mano y negó con la cabeza.

    - "No, eso... lo hace sonar como si le recordase con cariño. La verdad es que, el bastardo está en mi cabeza, engordando ahí dentro, cuestionando cada movimiento que hago. Deben de haber sido las reuniones, las reuniones post-lunares que tuvimos. Discutíamos hasta que se nos secaba la garganta y el cerebro."

    Nicky empezó a degenetizar el resto de muestras, sólo para hacer algo con las manos.

    -"Mi padre también le odiaba.." ella encendió el HornoFácil.

    Paul suspiró.

    -"Yo no lo odiaba. Aunque sentí...rencor culpable cuando desapareció. Sentí que yo había probado tener la razón, que él tomaba riesgos innecesarios. Pero ahora, casi siento que todo ocurrió, simplemente, en el momento equivocado. Si hubiera sido diez años antes, las cosas habrían sido diferentes. Los periódicos aún informaban sobre las actividades corporativas, el gobierno aún tenía algunos vestigios de poder... "

    -"Max también odiaba el gobierno," dijo Nicky.

    -"Sí, oh sí, lo sé," dijo Paul. "Creo que esa maldita película se centró en éso por razones políticas. Pero mi argumento es que el tiempo juega una gran parte de todo."

    -"De acuerdo," dijo Nicky. "Pero si quieres que haga horas extra, yo espero tiempo y medio."

    Paul se rió. "Bastante justo."

    Habiendo terminado con el resto de muestras, cogió la página de datos y la inundó con los nuevos resultados.

    Cuando se la pasó a Paul, dijo él: "Eso es maravilloso, Nicky. Mucho más de lo esperado. Tendremos mucho de lo que hablar esta noche. Tengo reunión con JK, Simon y Andre."

    -"Suerte que no tengas que dormir," dijo Nicky.

    -"Ja," dijo él, minimizándo la página y guardándola en el bolsillo. "Siento haber hablado tanto sobre tu tío. Han pasado...años, en realidad desde que he podido hablarle a alguien sobre él. Haré que Simon y JK te expliquen todo lo concerniente sobre el resto del proyecto."

    -"Está bien. No me molesta,".

    Nicky no entendìa si él decía que era demasiado peligroso hablar sobre su tío o si su relación con él lo había hecho posible. Él tenía una mezcla de incomodidad y franqueza y evasión que casi parecía casual.

    * * * * *
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    (31) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
    NonCommercial-ShareAlike License.

    ************************************

    Nicky (XII)

    Andre y Nicky estaban sentados a la mesa junto a la ventana del Starbucks. Nicky no lo estaba pasando bien porque no quería mirar por la ventana a la caja de los paraguas. Se suponía que serían discretos, como Simon indicó; y ella no quería mirar a Andre. La conversación llegó a su fín tan rápidamente que no habìa sido necesaria mucha molienda.

    Andre se sentaba allí, sorbiendo su chocolate con la banda traslúcida de su tatuaje alrededor de su muñeca, inusualmente visible. Ella sólo le había echado un vistazo antes. Los huesecillos y ligamentos se deslizaban adelante y atrás mientras inclinaba su copa.

    -"Hermano, sabía que se tatuaría el cuerpo entero así," dijo él, viendo hacia dónde miraba Nicky.

    Nicky asintió. Avergonzada de haber sido descubierta, miró de nuevo hacia la caja que rezaba: "¡Desperdicios Tilley: ¡Pruebe un paraguas orgánico!"

    Al fín, se giró y dijo,

    -"Debe de haber tenido una apariencia única."

    Él resopló.

    -"Oh sí. El Gran Hermano también. El guardaespaldas de Jah Pimp era amigo de mi hermana. Una vez, en una barbacoa en nuestro patio trasero, se quitó la camisa. Asustó a todo el mundo."

    Nicky imaginó ver pedazos de perrito caliente masticados cayéndole por el esófago trasparente hasta la panza.

    - "Debe de haber sido impactante."

    Ella vió a alguien por la calle sacar un paraguas, mirarlo y dejarlo otra vez en la caja.

    - "¡Maldición!" dijo Nicky.
    "Si son grátis, ¡por el amor de dios!"

    Andre sonrió.

    -"Son de apariencia extraña. Y parece que no va a llover."

    Entones, una persona agarró uno de camino al TrenCeleste y otros dos se sirvieron ellos mismos.

    - "Tan pronto como lo hace una persona..." dijo Andre.

    JK había tenido la idea de hacer paraguas portadores de esporas y Simon había querido ver cuál era el mejor método de reparto. Andre y Nicky los fueron entregando mano por mano, lo que se le daba bien a Nicky. Se había quedado levantada casi toda la noche, esclavizada sobre el HornoFácil haciendo paraguas de muestras.

    Tras unos segundos, Nicky apartó la mirada de la ventana, escaneó el café para ver si ellos atraían la atención.

    No que ella pudiera ver. Ella y Andre no eran de las parejas más inocuas pero un glamuroso y ruidoso trío atraía la mayoría de las miradas. Miró a su tatuaje.

    -"¿Y porqué se lo hizo? ¿En el cuerpo entero?" preguntó ella.

    Se encogió de hombros.

    -"Decía que fue porque la gente blanca iba a quedarse mirándole de todos modos así que, les daría algo que mirar."

    -"Ah," dijo Nicky sintiéndose extraña y blanca.

    -"Pero..." Andre tamborileó sus dedos sobre la mesa. "También fue sólo para mostrar que tenía empleo. Ese modificador corporal..." negó con la cabeza. "Dinero serio."

    La mesa para tres próxima a ellos estaba hablando sobre mods corporales.

    -"Rachel, si lo quieres, ¡pues hazlo! ¿Cuál es el problema?"

    Nicky se preguntó si su conversación había sido espoleada por la suya con Andre.

    -"¿Sientes aquí que la gente se queda mirándote?" preguntó Nicky.

    -"Sí, se quedan mirando..." la cabeza de Andre se inclinó y quedó pensativo. "Pero es diferente. Hay menos miedo aquí. Más curiosidad. En Detroit miraban como si supieran. Saben de lo que se trata...les robarías, les matarías a la mínima oportunidad... que eres, probablemente u africano perezoso. Y mierdas de esas."

    Nicky sintió una punzada con el "africano perezoso." Era una de las frases favoritas de su padre. Era su opinión de que a ellos les hiría mucho mejor si los "africanos perezoso" desfasaran sus gobiernos y entraran en el programa. "Nos harán daño a todos," decía tras terminar el presupuesto familiar. Él nunca culpaba directamente a los africanos por su punzante asignación pero la insinuación estaba allí.

    -"¿Crees que...sería mejor en Frisco?" dijo ella y de inmediato se arrepintió de decirlo.

    Él soltó un bufido.

    -"¿Que crees tú?"

    -"Bueno, me refiero que...puedes escoger la apariencia que quieras en
    Frisco."

    Andre alzó las manos.

    -"¿Cuántos amigos negros pueden permitirse mudarse a Frisco? E incluso siendo un negro rico, no puede, simplemente, cambiar. Todos sus contactos de negocios saben que es negro. Todos sus amigos saben que es negro. Si cambia, todo el mundo pensaría que se avergüenza de quién es."

    Ella asintió y miró a Andre.

    -"Si tuviera dinero para ir a Frisco, Iría a Detroit."

    Andre se rió: "Tú no quieres ir a Detroit. Créeme."

    Nicky se encogió de hombros, feliz de que él estuviera riendo ahora.

    -"No sólo Detroit. Por todos sitios. Halifax. Miami."

    -"Oh," dijo Andre. "¿Sabes lo que cuesta volar a Miami? ¡Unos $10,000!"

    -"¿En serio?"

    -"Sí," dijo Andre. "Mi tía vive allí, me enteré de eso por mi madre. Sólo porque los ricos agotan el combustible de volar por el espacio,

    -¿Cómo voy a pagar esa cantidad de dinero?'"

    Se rieron lo bastante alto como para atraer la atención de los tres charlatanes de al lado. Uno de ellos les dió una mirada de "hablad más bajo".

    -"Hey, Andre," dijo la voz de Simon.

    -"Sí," dijo Andre a su reloj.

    -"Ya hemos terminado aquí." dijo Simon. "¿Cómo váis vosotros?"

    Andre miró a Nicky como diciendo "¿de qué está hablando este tío?

    - "No estamos haciendo nada. Vosotros los entregábais en mano y nosotros vigilabámos."

    -"Ya ya. OK bueno pues contad vuestras unidades y nos encontraremos en casa de Nicky, ¿de acuerdo?"

    -"Sí."

    Nicky dió unos cuantos sorbos más de café y salieron caminando tras coger los abrigos. Andre no tenía abrigo, sólo un jersey de punto.

    - "¿Y si llueve?" preguntó ella señalando a su jersey.

    -"Abriré mi paraguas," dijo él con acento inglés.

    Estaban en mitad de la carretera cuando deacubrieron que no habían nada que contar. Los paraguas se habían acabado.

    Se dirigieron a las escaleras del TrenCeleste. Mientras esperaban en la plataforma, Nicky quiso preguntarle cómo se sentía por la tensión entre los jamaicanos y africanos, pero justo ahora, la cara de André estaba plácida y expectante y ella no quiso remover las aguas.

    -"Sabes," dijo él. "Apuesto que tardaron más entregándolos en mano." sonrió. "Se lo dije a Simon pero no me creyó. El chico piensa que puede encantar el mundo."

    -"¿Ah, sí?" dijo Nicky sonriendo.

    -"Demonios, sí. Es ridículo. La otra noche estábamos trabajando en una obra y un guarda de seguridad nos vió entrar en el callejón, nos gritó y empezó a correr. Metí las latas en la mochila y me alejé caminando rápido y veo que Simon se queda allí de pie, esperando con la sonrisa en la cara."

    Nicky podía imaginarlo.

    -"¿Qué hiciste?"

    -"Le agarré por el pelo y lo saqué a rastras."

    -"¿Se enfadó?"

    -"No cuando vió que el tipo tenía una pistola. Él sabe que no se puede discutir con eso."

    Nicky esperó que fuese un táser pero no preguntó.

    -"¿No hay guardas de seguridad en Detroit?"

    Andre la miró como si estuviera loca.
    -"Pues claro que hay. Por eso tuvo tantos problemas allí, arruinando todos esos anuncios de Ford. Si Paul no hubiera pagado sus fianzas, la furgoneta le hubiera cogido. Seguro. Estarìa trabajando en turnos de 14-horas en alguna tienda en algún lugar mientras hablamos."

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    Post Jim Munroe: Todos de Silicio, Doug (IX)

    (32) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
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    ************************************

    Doug (IX)

    El primer sonido que escuchó Doug fue el crujir de la madera. La media luz de la sala en la que estaba le permitía ver una cuantas figuras oscuras pero se las arregló para salir de la hamaca en la que estaba tumbado. Una vez en el suelo, notó que el balanceo sólo provenía de la hamaca. Localizando una fina línea de luz que surgía de la puerta, se abrió camino hasta ella y buscó el pomo al tacto.

    Se abrió hacia una cubierta de popa bajo un cielo azul listado de nubes.

    -"Cielo santo. Todo parece tan real."

    Doug se hizo sombra sobre los ojos por la repentina luz y notó algo extraño con su mano. Antes de que pudiera registrarlo totalmente, vió dos esqueletos tumbados sobre la cubierta, uno mayor que otro.

    -("Bueno, esto es algo terrible."), pensó cerrando la puerta tras él.

    Al sonido de la puerta, la cabeza del esqueleto pequeño giró y chilló horriblemente.

    -"¡Olivia!" dijo el esqueleto mayor incorporándose sobre los codos y apoyándole una mano en el hombro.

    -"No."

    -"Pero es, es... " dijo el pequeño esqueleto señalando a Doug con su diminuta mano huesuda, temblando de terror exagerado. "¡Un esqueleto!"

    Doug miró su cuerpo bastante seguro de que carecía de carne. Dió golpes con su pie huesudo en la cubierta y hacían un sonido cliqueante.

    -("Jesus.")

    -"Esto es que hemos recibido demasiado sol aquí," dijo el esqueleto de Cheryl.

    Su mandíbula oscilaba arriba y abajo con cada palabra, no como una animación sino de un modo más realista.

    -"Parece que has tomado demasiado el sol" dijo Doud, su voz le sonaba totalmente normal.

    Olivia rompió a reir.

    -"Estás gracioso, Papá."

    Doug mirò sus huesos largos y blanqueados. Hizo la ola, aplaudió y luego, hizo la pose de El Corredor. Olivia gritaba por la risa. En mitad de un movimiento de baile, él se tropezó con una tabla suelta y cayó. No sintió dolor hasta que Cheryl gritó.

    ("Hoy es un día de muchos gritos."), pensó Doug mientras se levantaba empujándose con un brazo y gateaba sobre sus pies. El otro brazo se había salido del codo y yacía sobre la cubierta.

    -"Mamá, esto no es real," dijo Olivia.

    Cheryl estaba mirando a Doug a través de los huesos de sus dedos y todo el cuerpo tenso.

    Doug trató de mover el miembro perdido y el hueso saltó por la cubierts como un pez terrorífico. Doug hizo que le diera un pulgar arriba y las manos de Cheryl cayeron lentamente de su cara.

    Él se levantó y recogió su brazo, incapaz de resistirse a saludar a Cheryl con él, que le esperaba con los brazos cruzados.

    -"El hueso de la mano conecta al heso del codo..." cantó él mientras lo colocaba en su sitio y esperaba lo mejor.

    Un fantasma pequeñito con maletín de doctor apareció y le echó un vistazo al brazo, lo examinó y dijo: "$75."

    Absorto, Doug asintió. El Doctor abrió su maletín y se puso a trabajar. Un segundo después de zumbante actividad, el Doctor osciló el dedo hacia él y desapareció.

    -"¿A qué estás asintiendo, Doug?" preguntó Cheryl ansiosamente.

    -"A nada, nada," dijo Doud mientras movía el brazo. "Como nuevo. Chico, menudo barco tenemos, ¿eh?"

    Caminó hasta el borde de la cubierta y miró por encima, observando la olas ondular y brillar. Estaba impresionado con el nivel de aleatoriedad, que era también evidente en las velas que se sacudían por encima.

    Trató de recordar los términos náuticos que había aprendido de pequeño en las simulaciones navales.

    ("¿Cuál era babor y cuál estribor?"), no pudo acordarse así que, señaló a la copa que encumbraba uno de los masivos mástiles.

    -"Ése es el nido del cuervo. Es donde se quedaba el vigía para anunciar tierra."

    Paseó hacia el frontal del barco con las manos estrechadas a la espalda. Sin mirar, se giró hacia su hija, que estaba cerca de sus talones golpeándose la barbilla con el dedo.

    - "Me pregunto si esa sirena aún está atada al frontal del barco?"

    -"¡Sirena!" dijo Olivia.

    Ella se inclinó sobre el borde, Cheryl corrió para cogerla por la muñeca mirando a Doug con dos agujeros negros.

    -"¡Hey, hay una sirena allí! Aunque es de madera." miró a su padre. "¿cómo lo sabías?"

    -"Oh, tu papá sabe un par de cosas sobre barcos," dijo Doud fingiendo el pavoneo de un capitán. "Me voy a mi puesto," dijo caminando hacia una pequeña cabina que contenía el timón.

    -"¿Podemos nadar luego?" le preguntó Olivia a Cheryl.

    Doug miró atrás...Cheryl ya estaba negando con el cráneo. Él quedó aliviado, había algo con el agua que le aterrorizaba. No había forma de que hubieran programado un entorno tan infinito. Estaba seguro de que cualquier persona que cayera dentro de esa aleatoriedad nunca sería encontrada de nuevo.

    -"Seguramente hay tiburones," dijo Cheryl.

    La cabina tenía escaleras que conducían abajo. Había un olor almizclado bajo la cubierta que Doug apreciaba incluso sin nariz de igual modo que veía una lámpara de aceite sin la ventaja de globos oculares.

    -"Los tiburones no comen esqueletos," se burló Olivia.

    Doug encendió la lámpara y abrió las trampillas del techo para que entrase luz. Se sentó al escritorio poniendo los pies huesudos sobre la mesa.

    Cheryl emitió un sonido de asombro. Había visto un gran libro forrado en cuero y lo abrió.

    -"Ése es el diario del Capitán," dijo Doud, "y yo soy..."

    -"Shh," dijo Cheryl. "28 de Marzo, 2036: La familia Patterson, Doug, Cheryl, y Olivia, están en el final de su largo viaje hacia Frisco. Dentro de cuatro horas llegarán a puerto."

    -"Cuatro horas," se quejó Olivia. "Buu."

    Ella se alejó caminado del escritorio y gravitó por un gran espejo oval adornado con marco de plata.

    -"Oh, hay algo apareciendo," dijo Cheryl.

    Un sonido de arañazos surgía del libro.

    -"Olivia descubrió el espejo mágico."

    -"¡Tengo piel!" dijo ella.

    El pequeño esqueleto estaba inclinando el espejo así y asá.

    Doug y Cheryl fueron hacia el espejo y comprobaron que el reflejo mostraba a los tres como seres humanos andróginos de pelo rubio y vestidos con monos blancos.

    -"¿De qué te ries?" dijo la andrógina Cheryl. "Tú estás igual de raro."

    -"Se mira la parte que quieres cambiar," dijo Olivia. "Mirad a vuestros ojos."

    Ellos lo hicieron y mientras Olivia inclinaba el espejo, los iris cambiaban de azul a blanco y negro carbón. Doug se apartó del espejo y los dos esqueletos le miraron.

    Doug bajó la vista hacia sus brazos andróginos.

    -"¿Aún tengo los ojos negros?"

    Los esqueletos le examinaron y asintieron, volviendo rápidamente al espejo. Doug volvió al escritorio y se sentó, disfrutando del sentimiento de la carne de nuevo sobre sus huesos. Hojeó el diario del Capitán pero al no encontrar nada nuevo, subió las escaleras.

    No había gran cosa en la pequeña cabina salvo el timón así que, salió a la cubierta y observó el horizonte. Era un poco ondulante por el calor pero no había indicios de tierra. Tampoco le importó. Se inclinó sobre la barandilla y alzó la vista al cielo, disfrutándolo aún más por lo diferente que sería si hubieran venido con un paquete Bronce o Plata. Los espacios muertos no esenciales como el cielo estarían cubiertos de anuncios comerciales...las nubes, al menos, serían logos. La audible agitación realista del agua sería reemplazada con fragmentos de nuevas canciones pop.

    Respiró el aire salino con satisfacción, relajado como no lo había estado en semanas. Meses. Sintió que algo se derretía dentro de su pecho.

    -"¿De que te ries?" preguntó Cheryl al salir.

    -"De esas mejillas."

    Cheryl las tocó auto-conscientemente.

    - "Siento que voy a probar algo diferente. Normalmente me cambiaría el estilo del pelo pero quiero a mi pelo tal como es."

    -"Igual que yo," dijo Doud y se inclinó para besarla.

    Cheryl se inclinó poniendo distancia.

    - "Eeee."

    -"¿Qué quieres decir con eeee?"

    Cheryl le empujó hacia la escalera.

    - "Es como besar a Undra Massimos. Ves a ponerte algo más Doug."

    -"Creí que querías probar algo nuevo." dijo cogiéndola por la cintura y acercándola.

    Ella le esquivó.

    -"¡No...así de... nuevo!" dijo ella.

    Doug levantó las manos en señal de rendición y bajó por la escalera.

    ("No así de nuevo"), pensó Doug cariñosamente. ("Así es Cheryl hasta la T. Todas las opciones del mundo y ella elige esas mejillas.")

    -"OK, ¡he terminado!" dijo una diminuta mujer india con traje de danza del vientre.

    Iluminó a Doug con una brilliante sonrisa blanca cuando pasaba a su lado. Aturdido, él la observó subir la escalera y vió que Olivia tenía la misma estatura que antes pero con una dotación alarmantemente madura. Sin palabras, apartó la mirada y se dejó caer en la silla del Capitán.

    Oyó el disgusto de Cheryl con alivio, feliz de que uno de ellos fuera capaz de reaccionar. Los gritos vagaron por todo el barco.

    ("Gracias a dios que ella actua tan conservadora como yo.")

    Se levanto y caminó hacia el espejo, haciendo muecas al andrógino de quijada blanda del espejo.

    ("Puedo mirar a cualquier sitio que quiera cambiar. Debo ser un buen ejemplo para Olivia en este asunto.")

    Lo moderno ganó, aunque sólo por defecto; y él empezó por sus dedos, dándose las mismas manos de pianista que nunca había aplicado a ese arte.

    Minutos después, lo puso todo al estilo Doug salvo el pelo. Había miles de longitudes y variaciones de color pero iban desde el corte cepillo hasta totalmente calvo. Nada por en medio. Buscó otros estilos que fueran conspícuos por su ausencia. Los peinados morenos saltaban desde un corto estilo afro hasta una melena masivamente cómica, especialmente diseñada para gente blanca en las fiestas. Doug decidió que lo que no podía llevar era la bien mantenida pero larga melena afro preferida por los africanos.

    Era curioso que los rebeldes locales como los Palancas Inofensivas ya se habían convertido en héroes mientras que sus aliados extranjeros era aún terroristas inmencionables.

    Se sentó frente al espejo como un hombre calvo durante unos minutos. Parecía que le habían rapado la orla de monje en señal de vergüenza. No le pareció bien así que, con un suspiro, escogió el pelo largo.

    Subió la escalera y fue a buscar al resto. El sol empezaba a ponerse. Encontró a Cheryl sentada sobre un gran montón de sacos blancos al lado de proa.

    -"¿Es ese Doug bajo todo ese pelo?" dijo ella palmeando el lugar a su lado.

    Doug miró los sacos sntes de sentarse. Había pintura gastada en ellos que decía: "Harina sin Refinar de Samuelson".

    -"Mmmm, mmm. La cena está servida."

    Cheryl se frotó la cabeza llena de pelo.

    -"Nop, No me gusta. Apariencia muy anti-Doug. ¿Crees que hay tijeras en este barco?"

    -"Lo dudo," dijo él consciente de tono neutro.

    Ella bajó la vista hacia los sacos de harina.

    -"¿Tienes hambre, Olivia?" gritó Cheryl al cielo.

    -"No," la brusca respuesta llegó desde el nido del cuervo.

    -"Tampoco es que haya comida aquí," dijo Cheryl con voz más animada.

    Doug reconoció aquéllo como una de las veces que Cheryl les mantenía a todos a flote y decidió ponérselo a ella más fácil. Apoyó la cabeza en su regazo y se estiró sobre los sacos de harina.

    -"Voy a cerrar los ojos un rato, Cher."

    -"¿Por cuánto rato?" vino la voz del nido del cuervo.

    Doug comprobó su reloj.

    -"Unas horas más, cariño," dijo él.

    -"Tienes mucho tiempo para escoger algo que llevar,". canturreó Cheryl a Olivia.

    No hubo respuesta.

    -"No vamos a dejar este barco contigo llevando esa pinta,"
    dijo Cheryl como una afirmación constatada, rascando el cuello de Doug.

    Doug cerró los ojos confiando en que la marea le ayudaría a solucionar su enmarañada bola de sentimientos, liberar los hilos de gratitud de los de la ansiedad.

    Abrió los ojos. Cheryl había encontrado su propio sitio en los sacos de harina y cuando él se sentó vió el brillo de sus ojos en la oscuridad.

    Ella se sentó también.

    -"En verdad que no se puede dormir," dijo ella claramente sorprendida. "Recuerdo haber oído eso y pensar: Ya, claro. Sólo espera hasta que tenga un día en el que esté corriendo por ahí todo el tiempo, recogiendo a Olivia, cocinando..." Se detuvo. "Es extraño."

    Él la envolvió con el brazo.

    -"Ya nos acostumbraremos," dijo él sintiéndose recargado y fuerte de nuevo.

    Se levantó, tomó la mano de Cheryl y caminaron juntos por el borde del barco. La luna y las estrellas eran cosas espectaculares, ligeramente mayores que en la vida. Cada cráter era distinto. Doug se preguntó si habían puesto el cartel en la Luna, ¿la Luna de Frisco también lo tendría?.

    Cheryl notó hacia donde miraba y dijo.

    -"Un tiempo atrás tuve una pesadilla en la que Frisco era todo dibujos animados. La Luna tenía esa cara realmente fea, esa cara de queso verde." Ella se rió.

    -"¿Estabas preocupada por Frisco?"

    Esto era difícil de absorber. Él siempre había asumido que ella, como todo el mundo, estaba emocionada por la mudanza.

    -"No preocupada" dijo ella. "Sólo un poco...no lo sé. Es un gran ajuste. Una nueva fase en la historia humana y todo eso."

    * * * * *
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    (33) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
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    ************************************

    Doug (IX) (Continuación)

    Doug asintió vagamente, recordando que el alto concepto de la mejora se había sedimentado sobre mensajes graduales de marketing... tratos especiales, niveles financieros bajos, nuevas características, más opciones. Él mismo no había considerado, en realidad, lo que sería desde entonces. Incluso cuando la posibilidad había caído sobre él, aún podía perderla y destruir las expectativas de su familia en el proceso, él no había estado visualizando el cuadro entero. Sobre este barco, los últimos meses parecían manchar de gris una juerga innecesaria de aterrorizada autocompansión. Doug estaba sorprendido y decepcionado de sí mismo.

    -"Quiero decir. . . se acabó el dormir. Se acabó esperar a que salga Flo antes de poder jugar," continuó Cheryl.

    -"Ah, Flo, Ni siquiera me despedí." dijo Doud.

    No echaría de menos el periodo de su esposa pero echaría de menos su indigesto y tímido apodo; y lo hambrienta de sexo que ella estaba después.

    -"¿Que es lo estás deseando aquí?", dijo Cheryl immediatamente. "Trabajar. Salir de casa y entrar en el mundo real. No puedo esperar."

    -"¿En serio?" dijo Doud sorprendido por su vehemencia.

    -"Oh cariño," dijo ella. "Estaba tan aburrida. ¿Te acuerdas de ese día en el centro comercial? ¿cuando estabas contándome ese sin sentido del paquete Plata? Estuve a punto de volverme loca. He estado bastante poco con Olivia, también, el último ratito." le miró culpablemente. "He estado actuando ausente en general."

    Él le peinó el cabello recordando la útima vez que tuvieron sexo...pensó que ella parecía más dura, menos lúdica de lo normal.

    -"Bueno. me alegro de oirte decir eso. Creí que era yo."

    -"Lo siento," dijo ella apretando la cara en el pecho de Doug.

    -"No lo sientas." dijo Doud deseando.poder confesar también.

    Se sentaron allí, meciéndose hacia atrás y adelante.

    -"Ésto es raro," dijo Cheryl. "Estoy llorando pero no estoy abochornada." Se secó los ojos. "¿Hinchada?"

    Doug miró.

    -"Nop."

    -"¿Crees que Olivia se instalará aquí?" dijo su esposa.

    Doug percibió por el tono de su voz que Cheryl consideraba la desobediencia de Olivia su fracaso como madre. Su miedo y culpabilidad le impedían pensar con lucidez, creativamente.

    Pero él era capaz de éso. Doug miró por el lado del barco. Ligeras curvas de luz centelleaban sobre la superficie. Parecía que se movían más rápido, que daba un sentido de urgencia al problema.

    -"¿Porque escogió ese cuerpo, crees tú?"

    -"Es por ese estúpido vídeo," dijo Cheryl. "Por Pole Position. Había una parte donde el cantante entraba en él con una bailarina del vientre. ¿Bailame Todo? Algo así. Estaba haciendo la cena la semana pasada y ella lo vió, al menos, una docena de veces. Sabía que debería haberle dicho algo."

    -"Hmm," dijo Doud empezando a sonreir.

    -"No es gracioso, Doug," dijo Cheryl. "Estamos en un lugar totalmente diferente. Nadie nos conoce. Ella parece tan diferente...¡nadie diría siquiera que somos una familia!"

    -"Yo sé lo que hacer," dijo él.

    Minutos después de ponerse de acuerdo, se dirigieron a la base del nido del cuervo.

    -"Olivia," dijo Doud.

    -"Qué."

    -"Sabes que tu físico no es apropiado para una chica de tu edad y tamaño," dijo él con voz razonable.
    Hubo una pausa.

    -"Y qué."

    -"Que tu madre y yo creemos que no deberías empezar en tu nueva escuela con un cuerpo así. Además de que los chicos se reirán de tí."

    -"Me dan igual los chicos estúpidos."


    -"También está el hecho de que tu madre está preocupada de que la gente no piense que somos una familia porque no te pareces en absoluto."

    No hubo respuesta.

    Doug continuó.

    -"Todo lo que queremos que hagas es que tengas un cuerpo que sea normal para una chica de tu edad. En tu 15° cumpleaños te dejaremos llevar los pechos que quieras."

    -"¡15!" llegó la réplica burlona del nido del cuervo. "¡Faltan seis años! ¿Y si las chicas de mi edad ya tienen pechos grandes?"

    Doug miró a Olivia.

    -"Bueno, si más de la mitad de tu clase tiene...ese tipo de cuerpo, entonces vale. Simplemente no queremos que vayas en tu primer día así."

    Hubo silencio. Luego: -"10."

    -"14."

    -"12."

    -"13. Y ése es el tope, Olivia."

    Hubo silencio y and Doug estaba satisfecho. Él empezarìa extra alto, sabiendo que ella era la hija de su padre. 13 era normal, de todos modos. Segundos después, Olivia bajó sin mirarles y fue bajo la cubierta.

    Cuando regresó, tenía el físico de una niña de nueve años. El disfraz de bailarina del vientre había encogido apropiadamente.

    -"Los sentía raros, de todas formas," dijo ella desafiante.

    -"Aún es... " Cheryl hizo un gesto hacia la cara de Olivia que comunicaba el color de piel.

    Sin responder, Doug llevó a Cheryl abajo al espejo y se hicieron algunos ajustes ellos mismos. Cuando salieron, Olivia estaba de rodillas sobre los sacos de harina, mirando el amanecer por un telescopio. Parecía una niña de nuevo, con una mirada desinteresada que evitaba mirarles deliberadamente.

    Ella hizo una toma doble.

    -"Pensé que era una mulata al principio," dijo ella. "Bueno, ahora sabrán que somos una familia."

    Doug puso su brazo marrón indú al lado del de Olivia.

    -"Coincidencia perfecta."

    -"¿De dónde has sacado el telescopio?" preguntó Cheryl.

    -"Estaba en el nido del cuervo," dijo ella, sopesándolo. Apoyó las piernas sobre los sacos, perfectamente plácida. Doug sintió un brote de orgullo: aún tenía el don para resolver problemas creativos. El arte de comprometerse y mantener feliz al cliente.

    -"Apesta un poco," dijo Olivia entregándoselo a su madre. "Ni siquiera amplìa la imagen."

    Cheryl lo miró desde un sentido y luego, desde el otro. Giró el extremo.

    Doug observó a su esposa en el sol, su pelo negro y su piel marrón brillaban.

    -"Creo que veo algo," dijo Cheryl. "Tierra."

    * * * * *

    El tranvía campanilleó y se lanzó hacia adelante sacándolos de los muelles. Doug echó una mirada atrás hacia su barco y apreció la majestuosidad entre todas las chalupas y lanchas ammarradas allì. El hombre de cuello de buey que lo había amarrado le había felicitado pese a que llegaban inmigrantes Oro durante todo el día.

    Mientras empezaban una estrecha colina alineada con casas y tiendas, un guía turístico permanecìa de pie en el pasillo.

    -"Bueno," dijo, "parece que tenemos hoy muchos amigos Plata... ¿Todos venís mediante paquetes grátis?" Un par asintieron. "Bien por vosotros, una compra increíble."

    El guía turístico era un imponente gordo de mejillas rojas. La colección de pasajeros estrellas de cine parecían incómodos...demasiado emocionados por su nueva belleza, demasiado atentos al personaje del guía. Doug miró a su familia y pensó que destscaban de los tipos Plata por su recato en la elección de apariencia.

    -"¡Bienvenidos. ..a. ..Frisco!" dijo el guía turístico grandilocuentemente y hubo una explosión de aplausos. "La mayoría de vosotros sabe que fue creado como medida de emergencia tras los terremiotos pero desde esa época ha habido incontables trillones de dólares invertidos en él para asegurar que tiene la mejor realidad que el dinero puede comprar."

    Un tipo sentado delante de Doug soltó una carcajada al ver algo fuera de la ventana. El guía turístico lo notó y sonrió.

    -"Aquellos de vosotros con paquetes Oro o Platino tenéis relojes con un botón lateral. Si os gustan los anuncios, como a este hombre, podéis girarlo hacia la izquierda y ver lo que ve la gente de Plata y Bronce."

    Doug lo hizo y las ventanas de las pintorescas casas mostraban un anuncio de Budweiser diminuto de tres segundos de una rubia dando un exprimiendo el trasero de un gordo. Doug miró al guía turístico y vió que su uniforme oscuro formal era un montaje multicolor de docenas de logos.

    El tranvía estaba en la cresta de la colina.

    -"Un experimento sin igual en la sinergia corporativa, Frisco es una colección de nodos diferentes sólo limitados por la imaginación."

    Desde aquél punto aventajado, Frisco yacía ante ellos como un colorido paraiso de colinas, un El Dorado con el puente Golden Gate, al fín, dorado.

    Doug trató de recordar las últimas imágenes que había visto de San
    Francisco, algunos noticias sobre cómo los nuevos servidores de Usted que se construían en la ciudad en ruinas eran capaces de resistir movimientos tectónicos y cualquier otro truco desagradable de la Madre Naturaleza.

    -"Estas unidades podían caer al mar y seguir on-line," había dicho el técnico y Doug recordó su mandíbula golpeada y el abollado casco como el de un bombero; por alguna razón, con el mismo siniestro heroismo...pero no recordaba las imágenes de la ciudad tras él. Las imágenes de Frisco habían suplantado a las de San Francisco en la consciencia pública. Como cuandp la hija de una estrella de cine se hace más popular que su madre...fama, libre de pudge o envejecimiento.

    Había dos o tres dead ringers por estrellas de cine en torno a Doug.

    - "¿No es ésa Kathleen Depp?" le murmuró a su esposa y ella le dió un codazo.

    Ella siempre encontraba de mal gusto señalar el mal gusto. Ambas, ella y Olivia, miraban obedientemente por la ventana.

    -"Allí está la iglesia que vimos," dijo ella a Olivia, señalando la misteriosa estructura blanca. No tenía cruz pero no había error de su significancia.

    Cuando los jadeos y frotados de nuca de los pasajeros del tranvía disminuyeron, el guía turístico golpeó una palanca y el tranvía continuó su camino.

    Volviendo la vista a la ventana frontal, continuó su discurso: "Esta es la Calle Nuevo Castro," dijo y el tranvía ganó velocidad como en una montaña rusa.

    Esta parte de la ciudad estaba llena de vida, a diferencia de las fachadas de las tiendas camimo arriba. Había gente paseando por las aceras, mirando menus delante de restaurantes, curioseando los escaparates de las tiendas repletas de ropa. Doug notó que los maniquís eran iguales que en la vida real, a pesar de que allí se podía crear tan fácilmente uno viviente como uno de cara vacía.

    Suspiros de horror y dedos señalando atrajeron su atención hacia un anciano que luchaba por cruzar la calle directamente delante del tranvía. Al fín, comprendió, el guía turístico miró alrededor y saltó a la acción. Si cuerpo se estiraba mientras goleaba la palanca de parada y hubo un terrible rechinar mientras el tranvía frenaba.

    Doug lo observó con un interés profesional...las gafas del anciano estampándose contra la ventana del tranvia, la mirada agonizante del guía turístico, los nudillos blancos de la estrella de cine falsa delante suya.

    Olivia le miró mareada y aburrida. Cheryl, mientras tanto, apartó la mirada del anciano y se lamió el labio mirando a Doug. Doug
    comprobó sus relojes. Olivia, como él, tenían los relojes configurados en Bronce mientras que Cheryl estaba en Oro. Doug giró su botón.

    "...creme brulee." estaba diciendo el guía turístico, todo rastro de agonía había desaparecido de su cara. "Los mejores chefs del mundo. Sólo porque no necesita comer no significa que no pueda regalarse un banquete." El anciano no se encontraba ya a la vista.

    Doug miró a lo que el guía turístico estaba asintiendo. Era un restaurante de bastante buena apariencia con un pequeño letrero: el Festín de Midas. Los pasajeros delante de Doug se estaban riendo de nuevo y él puso el reloj a Bronce. Un club fue reemplazado por una tienda de lotería...

    ("¡Sáquele una Loto más a la Vida!")

    ...y el anciano reapareció más adelante atendido por bonitas enfermeras que le habían puesto un catéter de Coca-Cola en el brazo. Había un pequeño helicóptero blanco en la carretera con las aspas girando lentamente

    Le llevaron caminando hasta un lado de la carretera y antes de regresar a su cóptero uno de ellas le puso un par de gafas de Piedra De Riñón en la cara para reemplazar las antiguas.El guía turístico sakudó a las enfermeras cuando despegaron y puso el tranvía en marcha de nuevo. Cuando pasaron rodando por el anciano, le saludó.

    -"¿Porqué le están saludando?," decía Olivia indignada. "¡Si no es real!

    -"¿Quién no es real, cariño?" preguntó Cheryl mirando alrededor.

    -"La gente Bronce recibe un anuncio para mirones," resumió Doug.

    -"Ah," dijo Cheryl sin interés. "Deberíamos acordarnos de dónde está este restaurante, cariño."

    Doug asintió, sorprendido de que su esposa aún pensara geográficamente. Se giró hacia Olivia.

    -"¿Cuándo supiste que era un anuncio?"

    -"Justo cuando lo ví," dijo Olivia abriendo y cerrando su telescopio. "¿Porqué iba alguien a andar así?
    Aquí no hay gente vieja."

    Doug asintió, orgulloso. El desprecio por los anuncios de pacotilla y la gente que se los tragaba enteros eran la semilla de una carrera en marketing.

    ("Mucho más estable que la caza de tendencias.") pensó mientras la ansiedad de volver al trabajo le sorbía el cerebro.

    Al menos, Chan ya no podía burlarse de edad. Pero incluso sin estómago, aún sentía que las mariposas empezaban a revolotear.

    -"Teletraspórtese a un restaurante como Lucky y podrá cenar con Mafioso justo antes de que empiece la guerra de tartas...y apueste qué banda ganará." estaba diciendo el guía turístico cuando el tranvía rodó pasando un cartel luminoso.

    Dos hombres con sobrero salieron de un Viejomóbil negro y entraron. El último llevaba un estuche de violín y les disparó una oscura mirada justo antes de entrar en el restaurante.

    -"Ésto me recuerda a algo..." dijo Cheryl. "...Disneylandia."

    -"Bueno, yo no podría saberlo," se quejó Olivia.

    La culpabilidad se filtró por la cara de Cheryl. El pasado año, cuando Paula, la amiga de Olivia, se fue allí, ellos no podían permitírse enviarla.

    Doug sonrió. "¿Prefieres ir de visita allí o vivir aquí?"

    -"Ambos," dijo Olivia.

    Doug sonrió y alborotó el pelo de Olivia.

    -"Pide lo imposible, negocia a partir de ahí." le dijo él.

    Segundos después, Olivia giró la cabeza y escuchó algo que Doug no podía ver. Él pasó a Bronce y una pequeña niña con coletas y pantalones cortos apareció en el pasillo.

    -"...Además, la Disneylandia de Frisco tiene bueno-bueno-bueno tántas bonitas actuaciones como las de Pole Position y Underwhere," estaba diciendo con ojis brillantea de emoción, su piel era tan oscura.como la de Olivia. Ella no miró a Doug.

    ("Ah mierda"), pensó él sorprendido de lo rápido que eran los capta-drones en localizar palabras clave como Disneylandia.

    ("Tengo que hacer algo rápido o nunca oiré el final de ésto.")

    -"¿No es bonito, Cheryl? Olivia tiene una amiga imaginaria."

    Olivia lo oyó pero no reconoció tal hecho.

    -"Pensé que hablar con gente falsa era bobo," dijo él con ligereza con una mueca.

    Ella giró el botón a Oro dándole una mirada de molestia.

    El guía turístico acababa de señalar el zoo de mascotas y el Mundo de la Ciencia.

    -"Y ésto es sólo un aperitivo de las atracciones en Frisco," dijo él echando el freno. "Podéis salir aquí o continuar hasta los distritos residenciales y de negocios. Recordad, aquellos de vosotros con paquetes que permiten el portado podéis simplemente decirle a vuestro reloj el destino."

    Algunos salieron y Olivia se estiró en el asiento. Una pareja se consultaron el uno al otro y luego desaparcieron. Era menos desconcertante de lo que Doug había inaginado. Más gente subió y Olivia tuvo que dejar espacio.

    -"¿Porqué no se teletrasportan allí, simplemente?" preguntó a Cheryl en un susurro.

    -"Soko tienen algunos portes al día," respondió murmurando Cheryl.

    -"Todos a bordo" dijo el regordete guía turístico acomodándose en el asiento del conductor y agarrando la palanca.

    Con un "clang" y "yank", el tranvía aceleró y el entorno se volvió un borrón de rayas de luz y color. Doug apreciaba el hecho de que ésto transmitía un sentido de la cantidad de lugares y cosas emocionantes que hacer sin tener, realmente, que crearlas.

    Los colores se diluían lentamente mientras el tranvía. se detenía en el distrito de negocios. A diferencia de la calle Nuevo Castro, este lugar sólo tenía unas cuantas personas caminando entre edificios que se estiraban hacia el cielo más alto de lo que el ojo podía ver. Doug supuso que la mayoría de la gente que venía aquí se portaba de lugar a lugar.

    -"Éste es el distrito de negocios," dijo el guía turístico.

    -"Os veo a las dos esta noche," dijo Doud rozando mejillas extrañas con sus labios camino a la salida.

    Otro hombre, vestido mucho más apropiadamente que Doug, salió delante de él. Doug, deseando no haber llevado un atuendo casual, caminó por la acera y miró atrás cómo su familia le observaba.
    Sonriendo, alzó una mano de despedida y caminó con propósito en la misma dirección del otro hombre hasta que el tranvía se había desvanecido de la vista.

    Su sonrisa cayó y le preguntó una dirección al hombre a su lado.

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    Post Jim Munroe: Todos de Silicio, Eileen (VIII)

    (34) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
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    ************************************

    Eileen (VIII)

    El conector espinal de Eileen le picaba pero ella resistió la urgencia de rascárselo y mantuvo las manos en el volante. El traje no estaba hecho para sentarse... correr, sí; saltar, seguro, pero algo en el ángulo al sentarse estiraba el material de forma incómoda. Ella no quiso tocsrlo y arriesgarse a desconectarlo. Sospechaba que la desconexión súbita del flujo de drogas y electricidad prodría matarla.

    ("¿Qué pasará cuando encuentre a Jeremy?")

    Se movió en el asiento y trató de pensar en otras cosas.

    Aunque al principio estaba un poco nerviosa de conducir, había estado bien desde que había seguido la furgoneta de Usted por la autopista. Estaba bastante relajada. Había pasado una década, al menos, desde que se encontró frente al volante por última vez.

    ("¿Como era esa canción? ¡Nunca-se-olvida, cómo-conducir!" Algo así.")

    Conduciendo por la autopista, casi deseó que la furgoneta de Usted acelerara un poco. ni siquiera cambiaba de carril. Basado en su regularidad, su traje eataba ahora 90% seguro de que era autopilotada, lo que tenía sentido. Pasó bajo otro peaje preguntándose si la cámara que le cobraría a la dueña del vehículo también mantendría el registro de la localización de Eileen.

    ("Nada como conducir con música."),

    Pensó por un segundo hacer que el traje le pinchara alguna canción pero no pudo recordar ninguna específica. La camioneta tenía radio así que, la encendió y la puso a buscar emisoras. Se paró en una de canciones antiguas que tocaba una que le sonaba familiar y la bloqueó. No sabía el nombre de la banda pero le gustaban las guitarras.

    ("Se oyen con tan poca frecuencia estos días. ¿Cuál era esa banda que Jeremy solía escuchar? ¿Clon Dron? Sonaba como cuernos vikingos, tan negativa...")

    Resolvió que una vez lo trajese de vuelta le mostraría tipos diferentes de müsica. Jungla de Balasperdidas, por ejempko, la banda sonora de su juventud. Aunque cuando su padre había sacado sus viejos CDs y le había mostrado las fotos arrugadas y amarillentas de conciertos punk, era todo en vano. A ella no le podía importar menos.

    La furgoneta de Usted hacía camino hacia la rampa de salida y
    Eileen se sorprendió de descubrir que ya estaban en New West. Había buscado casas aquí hace años pero le había parecido demasiado lejos por aquel tiempo, demasiado suburbano. Aunque, ciertamente, había crecido de forma agradable con muchas tiendas por las calles y comunidades de buen aspecto y con poco tráfico. Se preguntó si había cometido un error al comprar esa propiedad en la ciudad, quizá Jeremy hubiera conocido a chicos diferentes en vez de esos jugadores online...

    Escuchó un golpeteo metálico desde atrás. Mientras se aplicaba una dosis de adrenalpro y aceleraba al 500%, su traje le informó que se vehículo había sido disparado 18 veces desde un helicóptero en rápida aproximación. Había miy poco tráfico en la carretera, cosa que Eileen agradecía. Abrió la puerta y se colgó de ella viendo cómo aparecían en la ventana de la cabina flores de impacto de bala que caían a sus pies en el suelo de la camioneta. Se estaba moviendo muy rápido, de modo que el traje tomó el control de los impulsos nerviosos de los músculos de la pierna apropiada

    Había empezado un pequeño incendio en la cabina y para cuando soltó la puerta, una nube negra rizaba el asiento de plástico. Tenía sus piernas aceleradas un poco. Eran borrosas como si estuviera montada en una alfombra mágica. Corrió frente a la camioneta hacia el carril por donde había entrado la furgoneta de Usted.

    El traje le suminstraba las imáenes del cóptero por detrás que aún disparaba a la camioneta con ráfagas de ametralladora. El logo de Ford tenía un emblema al ladi del anuncio de un jokey sobre el nuevo paquete de seguridad: ¿Le han robado el coche Ford últimamente?

    Supuso que tendría suerte si no era uno de esos nuevos freelancers: no habrían enviaro un pájaro remoto, no habrían malgastado balas en el suelo de la camioneta.

    Manteniendo la posición de la furgoneta, fue capaz de reducir lo bastante para tomar control manual de sus piernas. Oyó el crujido y, luego, la explosión de la camioneta. Confió en que no hubiera nadie cerca aunque eso era preocupación, realmente, del hekicópotero.

    Se concentró en la furgoneta que hacía un giro en una calle bastante transitada. Le pidió al trajec la proximidad de cualquier oficina de Usted y le indicó que había una algunos bloques más allá. No valía la pena ir por los techos de los edificios así quez, zigzagueó por las calles. No podía evitar ser vista, no a plena luz del día y en una calle llena de compradores como ésta, pero moviéndose erráticamente podía evitar ser vista dos veces. Era un procedimiento de emergencia del entrenamiento que había recibido: la gente querrá creer que están viendo ilusiones.

    Lo estaba haciendo bien hasta que vió el indicador de energía baja parpadear. Entonces se detuvo y observó el pequeño icono de una batería hueca centelleando en la esquina de su visual.

    Un chico joven con gafas de francotirador la señaló a sus amigos y ella empezó a correr con piernas torpes al no estar en automático.

    La fuente de energía era baja. Peligrosamente baja y el traje no funcionaba con pilas. Ella era la fuente de energía. Casi había usado su marchito cuerpo del todo.

    ("¿Cuánto tiempo hasta que...?")

    No pudo preguntar al traje. Su manual de operaciones no tenía descrito ningún icono de energía. Era algo que los agentes jóvenes no necesitaban saber. Se obligó a concentrarse, a seguir en movimiento, ampliando la imagen del callejón en el que la furgoneta estaba entrando ahora marcha atrás con el continuo biip, biip, biip.

    Este callejón tenía un pequeño rellano casi imperceptible salvo por una pirámide de cajas. Las cajas de Usted, le dijo el traje, eran del mismo tamaño y color que las que ella había visto anteriormente. La oficina de The New West era muy similar a la oficina de Vancouver, con diferentes ladrillos adosados a sus vecinos. Ella pensó que los representantes, que estaban asintiendo animadamente a los clientes, tenían diferente estilo de peinado pero no quiso preguntar al traje una comparación.

    Por la calle había una alcoba con una puerta negra y un pequeño letrero la identificaba como un portal de juegos conectado a Frisco. Se detuvo en ella para atraer menos la atención. Las rampas de la furgoneta salieron bloqueando la vista del callejón. Eileen revisó sus opciones: aquello era, obviamente, otra recogida y ella necesitaba conservar su energía. No podía seguirla a pie. No podía robar otro coche sin un gasto considerable de recursos.

    ("¡Céntrate! Eileen, so boba vieja, ¡céntrate!")

    Las rampas volvían adentro y la furgoneta puso el motor en marcha.

    ("No puedo perder el objetivo.")

    Eileen esperó hasta que las ruedas empezaran a acelerar. Una vez que se había despejado el callejón, saltó sobre su parachoques y escaneó las puertas traseras en busca de una grieta.

    ("Nada.")

    Escaneó de nuevo aumentado la imagen.


    ("Nada. Literalmente nada")

    No había puertas. Las grietas aparentes en el metal blanco sólo tenían un centímetro de profundidad.

    Eileen se subió al techo, se tumbó mirando hacia el cielo y pensó que estaba a punto de morir.

    La pequeña batería parpadeaba incluso con los ojos cerrados.

    * * * * *

    La señal de aviso no le llegó a Paul en forma de un icono de batería. Supuso que era algún flotador digital en su extremo. Él estaba, después de todo, observando el progreso de Eileen en la superficie de una piscina de agua. Al otro extremo, la gente paseaba por el jardín de la iglesia meditabunda y serena.

    La señal de aviso de Paul llegó cuando la furgoneta de Usted entró en la rampa de autopista hacia Vancouver, Paul sintió un nudo en el estómago.

    ("Simplemente, está transportando entre las dos oficinas.")

    Abrió una conexión.

    -"Aquí Paul. Mira, es como sospechábamos...la furgoneta es un señuelo."

    -"Hooolaaa Paaaaul," dijo Eileen.

    Si no supiera que ella estaba tumbada sobre el techo de la furgoneta, habría pensado que estaba borracha.

    -"Lo siento," continuó ella más normal. "Es que había reducido velocidad para conservar energía. Tu información no resutó ser muy buena."

    -"Lo sé, lo sé pero teníamos que seguir hasta saberlo con seguridad. Voy a compensarte ésto, Eileen. He recibido una buena pista sobre el escondite," mintió, "Pero necesito algo de tiempo para comprobarlo. ¿Hay algún lugar donde puedas ir mientras tanto?"

    Hubo un sonido extraño.

    - "Oh, claro..." dijo ella haciendo el sonido extraño de nuevo.

    Paul percibió que la risa de ella sonaba extraña por el filtro digital del traje.

    -"Vale, estupendo Eileen," dijo él. "Aguanta firme." esperó un segundo pero ella no dijo nada más. "Hablaremos pronto."

    Él desconectó. Ella sonaba enferma.

    - "Mierda," siseó él y un transeunte vestido de monje alzó una ceja.

    * * * * *
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    Post Jim Munroe: Todos de Silicio, Paul (VI)

    (35) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
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    ************************************

    Paul (VI)

    -"Lo siento," dijo Paul incluso aunque estaba bastante seguro de que el monje era parte del decorado. Mientras veía la figura alejarse con las manos a la espalda, su pelo le hizo pensar en Doug.

    ("¿Porqué había ido a la oficina de Usted y se había marchado después? ¿Vió algo allí dentro que lo asustó?)

    Nunca hubiera imaginado que Doug dejara pasar una oportunidad para ir a Frisco. Le necesitaba aquí para seguir docenas de piatas que él no podía atender personalmente. Estaba a punto de perder su ventaja.

    Entre eso y derrochar tiempo con el señuelo de Usted, lo único que había ido bien era la Operación Paraguas, como Simon la llamaba.

    ("Esa es lo bueno de las tácticas variadas."), pensó Paul desconectando la piscina.

    Las señales de la autopista que Eileen había visto, alguien tendría que trabajar eventualmente wn ellas. Como con los monos y las máquinas de escribir. Simon había informado de la entrega de cerca de mil paraguas y Nicky confirmaba la correspondiente explosión de flora. Evidentemente, Tilley se llevaba el crédito de ello, afirmando que un compromiso con el entorno siempre había sido parte de su propuesta de misión. Eso estaba bien. Si los resultados preliminares de las semillas eran la mitad de precisos, Vancouver sería una selva urbana a tiempo para el simposium.

    ("Hay tantas cosas que hacer. Aún así, valdrá la pena...el 150 cumpleaños debería ser especial.")

    Paul caminó por el frontal de la iglesia pensando.

    ("Conseguir otro proveedor de bicicletas, Ver cómo despejar las vías del TrenCeleste. Informar al equipo de Budapest...oh mierda, y a los bolivianos.")

    -"Nota mental," dijo Paul y su pequeño angel apareció sobre su hombro con su pose emplumada.

    - "Budapest y Bolivia," dijo caminando por las grandes dobles puertas.

    Su voz hacía un pequeño eco en el pasillo. Otro monje que rellenaba el agua bendita, le dió la misma mirada. Esta vez no se molestó en disculparse, sólo encontró un banco próximo y se sentó.

    Se podría pensar que dado que se habían molestado en hacer un templo para ellos mismos, también harían un par de monjes diferentes en lugar de "cortar y pegar".

    Paul miró a la gente que poblaba la iglesia preguntándose si les importaba. Eran Friscanos medios, 20-30 en apariencia, vestidos con los atuendos que habían generado para el día. Había más mujeres que hombres pero lo que había de inusual en ellos era que ninguno tenía la mano en la oreja atendiendo llamadas. En la iglesia no había servicio de comunicación.

    Otro monje cortar-y-pegar pasó caminando con una copa en la mano y la ira de Paul aumentó de nuevo. Había una infinidar de entornos infinitamente variados en la Tierra y los creadores de Frisco pintaban sobre ellos figuritas de palo.

    -"Wow, parece que estás de buen humor," dijo una voz a su lado.

    Un joven con gafas de sol y amplia sonrisa se sentó en el banco. "¿Quién se ha muerto?"

    -"Nosotros," dijo Paul.

    -"Oh no," dijo con voz de luto, su cara decayó como una fruta madura ante la cara de Paul.

    ("El chico era listo pero, ¿hasta dónde llegaba?")

    -"¿Qué piensas cuando ves éso?" dijo Paul señalando a los dos monjes, uno en el altar y el otro limpiando una ventana.

    -"Que el que hizo las texturas era un maldito vago." dijo Jeremy empujando las gafas de sol de nuevo hacia su nariz. "Pero así es aquí, tío. No sólo con las texturas. Es la arquitectura y la seguridad. Por eso hay tantos agujeros para las ratas como nosotros."

    Paul le miró, esperando que hubiera cambiado su cara de zombie por la de una rata, pero su cara volvió a ser normal.

    -"Sólo pereza, ¿eh?"

    -"Bueno," suspiró Jeremy. "Vale, Es así. Tengo un amigo que hace texturas para personajes ambientales. Hace maravillas y siempre recurren a él. Quieren, digamos, 75 por día, de modo que no tiene tiempo en los detalles. Los hace con molde. Ha echo algunos hombres sepia salvajes para un ambiente en Atlantis."

    -"Así que no es sólo pereza," confirmó Paul.

    -"No, también es la corporación maligna que le oprime." dijo Jeremy en tono de mofa.

    -"¿Crees en el mal?" dijo Paul sin sorpresa.

    Jeremy cruzó los brazos.

    - "No. Pero tú sí."

    Paul rió un poco. Quedó en silencio durante un rato, luego, miró a su alrededor.

    -"¿No sientes que es como en una película de gansters: ¿Crees en el Mal?" dijo él, alargando la A.

    Jeremy resopló. "Sí, por eso teníamos que encontrarnos aquí. Es dramático."

    Hubo algo en la forma que dijo dramático que llamó la atención de Paul; había un entusiasmo allí que perforaba su velo fatigado.

    -"No es que las corporaciones sean malvadas. Son sólo aburridas."

    Jeremy sonrió. "Muy cierto."

    Paul sentía que estaba avanzando, rozando los muros del pasillo que podía conducirle a la confianza de Jeremy.

    -"Pero aburridas en sentido serio. Me gusta la variedad. Más allá de eso...tengo la teoría de que la diversidad es algo realmente importante. Quizá más importante que el bien o el mal. Cuanto menos diversidad, menos elecciones tenemos, menos métodos para encontrar la felicidad."

    Jeremy se encogió de hombros.

    -"Supongo..."

    Paul se detuvo ahí. Recordó el discurso que Jeremy le había dado en el Infierno de Frankestein y trató de olvidar que era un niño de 12 años.

    -"Las corporaciones tienen un velado interés en reducir la diversidad dado que funcionan con más beneficios cuando pueden masificar sus productos, culturales o de otro tipo. Dicen que deberíamos suprimir nuestras texturas, que el código biológico es demasiado erróneo. Que es hora de rascarlo y empezar de cero. Pero quizá no son errores sino ¿características?"

    Jeremy asintió pensativo.

    - "Los errores pueden convertirse en características...así pasa con los clones, también. Tengo...una sensibilidad al estímulo. Puedo, por así decirlo, apagarme si recibo demasiado. Pero también me permite concentrarme y por eso soy tan bueno haciendo código. Pensaban que era algo biológico, algo en la región cerebral de Lee así que, no me preocupaba ser sobre-estimulado cuando me mejoré."

    Paul parecía interesado.

    -"¿Y?"

    Miró alrededor para dar a algo de espacio a Jeremy. Algunas personas habían entrado y había tres monjes idénticos en la sala.

    -"Vine de Bronce porque es grátis. Tenía un generador de clave para mejorar a Oro pero, ya sabes, hay muchos anuncios."

    Paul asintió.

    -"Ahora me gustan, no soy del tipo rebelde de 20." dijo mirándole con una sonrisilla., "Pero hay muchos anuncios. Pasé mi primer día en el mirador. Lo pasaba bien...es como, ya sabes, cuando comes muy buena comida y quieres seguir comiendo. Era así. Miraba el agua y había una ola de Coca-Cola en ella. Oh sí. Entraba en un bar y la canción de la cerveza era impresionante. Tomaba algunos cacahueteZ y el sabor me recordaba a una Budweiser."

    -"Los cacahueteZ tienen ese efecto, a veces," dijo Paul sonriendo.

    -"Bueno, ya, vale," dijo quitándose las gafas y rascándose la nariz. "Pero éra como...bueno, quizá sólo tenía sed."

    -"Tienes un bulto en la nariz," dijo Paul impresionado.

    -"Obra de Fobos," dijo Jeremy extendiendo los brazos como si todo su cuerpo fuese un traje hecho a medida. "Él es increíble. Te hablaré de Fobos después," dijo encarando a Paul.

    La gente estaba de pie en torno a ellos y se levantaron también. La música empezó y Paul vió a un grupo de monjes reuniéndose atrás.

    Cuando miró a Jeremy, se había puesto las gafas.

    (...)


    "...la tierra prometida a la que la gente siente aún la necesidad de buscar significado..., pues ofrece algo más allá de los cinco sentidos," decía uno de los monjes con cara radiante.

    Paul vió que el orador tenía una toga blanca mientras que la del resto era gris.

    -"¿Qué es ésto?" preguntó Paul.

    -"La IA que opera Frisco generó esta espiritualidad," dijo Jeremy. "Usan algún algoritmo de necesidad humana.
    Falso, si me preguntas."

    Una caja blanca con el logo de Usted fué llevada hasta el altar. El monje de blanco la alzó delante suya.

    -"Un precioso objeto sin entrada ni salida..."

    Jeremy exhaló ruidosamente.

    - "Hacen lo mismo siempre. Parlotean sobre la estúpida caja un rato y luego te muestran que no hay nada en ella. Normalmente cambio a Bronce cuando las cosas son tan aburridas," dijo Jeremy. "Pero éste es el único lugar donde no hay diferencia."

    -"Ah," dijo Paul notando que los constructores de este sitio, de Frisco, eran conscientes de la importancia del silencio.

    A cierto nivel, sabían que la constante barrage de anuncios era algo de lo que escapar y él notó la inconsistencia. Y había algo sobre la caja que le recordaba a...

    ("¡la furgoneta!")

    La furgoneta blanca que Eileen estaba siguiendo.

    ("Wow. Eso daba miedo. ¿Podía la IA tener un simbolismo o estética, un gusto por su cuenta?")

    Miró a los monjes y al resto de la gente.

    -"¿Están aquí todas estas personas por el servicio?"

    -"Probablemente, no," dijo Jeremy. "Al final hay unos minutos en los que se puede pedir a los monjes que se hagan cambios en Frisco. A mí no me gusta rogar... " dejó de hablar al notar la mirada de ira de su compañero de banco. "Da igual," murmuró mirando a Paul. "¿Quieres...quieres venir conmigo? ¿A mi casa?"

    Paul asintió, encandilado por su torpeza.

    -"Pórtanos a 3ffe:b00:cl8:l:290:27ff:fel7:fc0f," dijo Jeremy. "¿De acuerdo?"

    Arriba en el altar, el monje estaba partiendo la caja en dos como si estuviera partiendo pan.

    -"¿Estás de acuerdo?"

    -"Sí."

    * * * * *

    Estaban en un pequeño vestíbulo. Jeremy, treinta centímetros más bajo e, inconfundiblemente, siendo él mismo; dejó caer su regordete trasero sobre una silla y cogió el receptor del fono. Era una modelo de botón pero por la velocidad que pulsaba los números, estaba acostumbrado a usarlo. Ignoró a Paul completamente unos segundos.

    -"Oh, hola," dijo una mujer tras Paul. "¡Debes de ser uno de los amigos de Jeremy!"

    Una mujer bajita y briosa estaba de pie en el umbral sujetando un plato de galletas.

    Paul, tratando de reconciliar esta Eileen de pelo canoso con la asesina de traje negro, cogió una.

    -"Soy Falsabuela. ¿Venis a jugar a algunos juegos?"

    -"Uh..."

    Jeremy colgó el fono con un golpe.

    -"¡Jeremy!" le riñó Eileen.

    Él suspiró.

    -"Perdón, Falsabuela." Cogió un puñado de galletas y sonrió. "Nos vamos arriba a jugar juegos."

    -"Eso pensaba," dijo ella mirando a Paul con un brillo en el ojo.

    Nervioso aún por Eileen, siguió a Jeremy escaleras arriba. Dió un mordisco a la galleta que resultó insípida y dura.

    La puerta del dormitorio de Jeremy tenía un letrero brillante, que decía: "¡Sólo JugadoreZ!"; y una tarjeta de hotel para las puertas colgada del pomo. Jeremy la giró en la posición de "No Molestar" y mantuvo la puerta abierta.

    Paul asintió y entró.

    Jeremy cerró la puerta tras él.

    - "¡Quédate un rato... quédate
    para siempre!" dijo Jeremy con una bien ensayada voz maligna mientras pasaba delante de Paul. Dejó las galletas en una cesta papelera y se sentó delante de su cubo-espacio encendiendo la fuente de alimentación de una patada.

    ("Claramente, el señor de su dominio.")

    Alguien llamó a la puerta.

    "Uh ¡entra Falsabuela! "

    La puerta de abrió y Falsabuela entró con un plato de galletas.

    - "Pensé que vosotros, chicos, podríais querer unas cuantas más"

    Paul sonrió.

    -"No gracias, Falsabuela," dijo Jeremy.

    Ella salió herida pero con una sonrisa.

    Jeremy suspiró y cerró la puerta.

    - "Sólo estoy demasiado bien."

    Se tiró en el sillón con todo el peso del mundo bajo él. Extrajo un archivo de código y jugueteó con èl.

    -"Todos los detalles son perfectos. Pero podría haber hecho las galletas un poco mejores, al menos."

    Paul sonrió levemente.

    ("Déjale hablar.")

    -"Originalmente, hice mi habitación un poco mayor de lo que era en realidad pero luego, la cambié. Ella lo notó. En verdad, me dejé una cosa."

    Se levantó y abrió la puerta del armario. Llamas, gritos y una horrible olor explotaron del Infieno.

    - "Para cuando trabajo mucho en ello. Debería cerrarlo, en realidad. Lo vendimos el otro día por una cantidad boba de dinero."

    -"Siempre es agradable tener una puerta trasera." dijo Paul ignorando el bragging.

    -"Lo cerraré cuando ella llegue. Quiero que todo sea exacto, perfecto. Por cierto," dijo Jeremy tímido,
    "No he invertido demasiado tiempo en Falsabuela. Ella no es así para nada..."

    ("No sabes ni la mitad del asunto"), pensó Paul suprimiendo una sonrisa.

    -"Ella es..." la voz de Jeremy encontró un obstáculo, sus nasales se hincharon y giró el pedazo de código.

    En cuestión de segundos, las manos de
    Jeremy habían pasado de estrujarlo a modelarlo suavemente en un polígono. Cuando volvió la mirada, su cara mostraba una sonrisa serena que tranquilizó a Paul.

    -"Ella es muy diferente. Una mujer asombrosa."

    Paul, simplemente ajustó su humor manualmente. Paul lo había intentado la primera vez que llegó pero no le gustaba la sensación.

    ("Tenlo en cuenta, Oculto mis sentimientos."), reflexionó Paul.

    -¿Es a quién estabas llamando cuando llegamos aquí?"

    Jeremy giró el código y lo dividió en dos antes de responder.

    -"Sí."

    -"Pero ella no responde."

    -"Creo que... ella prodría haberse... ido de vacaciones." Jeremy jugueteaba el código en las manos.

    -"Oh," dijo Paul, esperando.

    Guardó el código en el almacenamiento y miró resentido a Paul.

    -"Mira," dijo Jeremy. "Si desease dejarte que vinieras al barco pirata, ¿la escontrarías por mí?"

    -"¿Encontrarla?"

    -"Bueno... tampoco es que esté escondida en algún sitio. Lo peor que podría haber ocurrido es que se cayera o..." el obstáculo de nuevo. "Yo podría volver pero les lleva al menos dos semanas para procesar la maldita solicitud..."

    Paul asintió.

    -"¿Y si se encuentra algo en el viaje...?"

    -"El botín será repartido equitativamente," dijo Jeremy.

    -"Entonces, trato hecho," dijo Paul suavemente. "Tengo varios agentes en Vancouver que pueden investigarlo."

    -"Probablemente no sea..."

    -"Nada, pero es mejor investigarlo."

    Jeremy había sacado de nuevo el código y lo masajeaba.

    -"Gracias."

    * * * * *

    -"Estupendo, has vuelto," dijo Chan segundos de teleportarse. "Esa misión del culto durmiente ha resultado cosas increibles."

    -"Súper, pero dáselo a Ryan. Lo veré antes de la reunión del Lunes," dijo Paul sentado a su mesa.

    ("Ahora, vete.")

    -"Aparentemente, se inducen una especie de éstasis, ven visones. Un sueño común de que trabajan en una línea de montaje de una fábrica y hay un tipo loco por ahí hablando de lo simbólico, de cómo nos hemos esclavizado a las máquinas..."

    Paul estaba asintiendo tratando de mantener la calma.

    - "Claro, vale, interesante. Sólo dáselo a Ryan."

    Chan le miró tan vacío de emoción que Paul pensó que dejaría activado su mezclacaras.

    - "Tenemos que movernos sobre èsto," dijo Chan. "El 7% ha oído sobre ello y el 0.1% lo practica. Tenemos que hacer más estudios ahora o no podremos superar a la competencia."

    Paul miró a Chan hasta que el joven apartó la mirada.

    -"Correré ese riesgo, David."

    Chan desapareció.

    ("Pique port. Pobre peep.")

    Ryan apareció con sonrisa de disculpa.

    -"Alguien quiere verte."

    -"¿Quién?"

    Ryan se encogió de hombros.

    -"Entró desde la calle."

    Paul le dió a su asistente una oscura mirada.

    -"Bueno pues no puedo..."

    Se abrió la puerta y un delgado indú entró.

    -"Hola, Sr Harris."

    -"¿Doug?" dijo Paul al reconocer la voz.

    Doug asintió.

    Ryan sonrió y desapareció con su moviento de gato de Cheshire.

    -"¡Estaba justo pensando en tí! ¡Bienvenido a Frisco, Patterson!" Paul se levantó rodeó el escritorio para darle un abrazo a su empleado más veterano.

    ("¿Cómo demonios has llegado hasta aquí?"), pensó Paul mientras palmeaba la espalda de Doug.

    -"Gracis," dijo Doug, un poco incómodo por la cálida acogida sin precedentes.

    Paul le examinó.

    -"¿Cuándo llegaste?"

    -"Nuestro barco amarró hace una hora."

    -"Ah."

    ("¿Quizá volvió a la oficina de Usted? Pero me habrían avisado...")

    -"Bueno, aquí estás."

    Paul se volvió a sentar a su mesa y sacó un documento.

    - "Y justo a tiempo, también."

    Doug simplemente asintió.

    -"¿Viniste en vagón?"

    -"Aajá."

    -"Bien. Te da mejor sentido del lugar, en vez de portarse todo el rato. A Olivia debe de haberle encantado, ¿no?" afirmó Paul conscientemente.

    -"Bueno..." dijo Doug inclinando la cabeza. "Ella es... más difícil de sorprender hoy en día. Ya conoces a los pre-adolescentes."

    Paul rió como lo hacía la persona de Harris.

    -"¡Más me vale! ¡Nos vamos a pique si no lo hiciera."

    Doug estaba sonriendo pero su mirada era distante.

    ("Jesús. Ni Jeremy ni Eileen saben la mitad de lo que está pasando en la vida del otro y ahora Doug parece saber demasiado. Hacer de padre, suerte que yo..."), Paul dejó desvanecer el pensamiento.


    -"Sólo quiero agradecerle," dijo Doug. "Por darme el espacio para...atar los cabos sueltos en casa. La mayoría de la gente me habría despedido."

    Paul asintió solemne y notó que Doug tenía pelo largo. Decidió no comentar nada sobre ello y miró el documento que había sacado, fingiendo estudiarlo.

    -"¿Qué sabes sobre los piratas, Doug?"

    -"Los de los ordenadores o los del yo-jo-jó?"

    Paul alzó la vista, sonrió: "Ambos."


    * * * * *
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