(16) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
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Eileen (V)

Cuando Eileen salió de la oficina un rato después, sintió que no había negociado muy bien. Ni siquiera sabìa realmente si había tenido la oportunidad de regatear. Su amiguito Paul la había tratado como si estuviera contratándola para un empleo.

Salió por dónde había entrado, sujetando en la mano el dispositivo, un adaptador redondo diminuto y escaneó el callejón. Nada salvo algunas ratas.

("¿Sería prudente hacerlo aquí?")

Escaneó el aparado y el traje le dijo que aquello no estaba en su base de datos y que instalarlo antes del enlace satélite era extremadamente peligroso.

("Si tuviera enlace satélite sería capaz de identificarlo...parcialmente, al menos. Probablemente no es un algo estándar. Por lo que sé, incluso podría controlarme. Pero tampoco puedo hacer enlace satélite antes de instalarlo.")

Eileen aceleró y salió calle abajo. Aún había una buena cantidad de tráfico de peatones así que, bajó al 250% y tomó la carretera. Estaba lo bastante oscuro para que su cara enmascarada se interpretase como un producto de la imaginación.

("Un hombre interesante.")

No la había tratado como una anciana inútil. Reconocía que ella era valiosa. La charla sobre las mujeres estériles no había sido placentera pero, hasta dónde ella sabía, podía haber sido cierta.

Para cuando hubo terminado su décima misión, se había sentido menos como un comando veterano y más como alguien que había escapado por accidente de un molinillo de carne. Pero le habían dado dinero e incluso la oportunidad de un trabajo a tiempo parcial. Ella les había dado las gracias pero se había negado, quería concentrarse en su nueva vida como madre. Habría rellenado su zócalo espinal pero era irreversible y, además, no tenía que verlo a diario ni nada parecido. A veces le picaba un poco pero eso era todo.

La calle cambió a una sección aún más adinerada, con concesionarios de coches diminutos y tiendas de ropa,como la del Ejercito de Salvación; y su antiguo lugar de trabajo: Gap Auténtico. Una joven peliroja empujó la puerta del mercado de Tommygirl y se alejó caminado animadamente, miraba a su alrededor con ojos como dardos. Una sonrisa se extendía por su cara segundos antes de que el sujetador que había robado ardiera en llamas. A la velocidad a la que Eileen estaba yendo, vió la sonrisa pasar a un grito con minucioso detalle.

Eileen hizo lo que había sido entrenada a hacer cuando la gente se moría a su alrededor: seguir corriendo. Tras unos agonizantes segundos, la puerta del Tommygirl se abrió y empleado salió corriendo despacio con el extintor. La mujer ardiente desapareció tras una nube blanca pero Eileen sabía que era demasiado tarde. El químico antirobo había hecho su trabajo.

(...)

Eileen estaba un bloque más allá, Vió que el Puente Burrard etaba adelante y vió su cubo-agujero.

("Perfecto.")

Bajo el puente encontró un pasadizo sobresaliendo de una de las masivas jácenas y descendió por él. Fuera de toda vista, escuchó el viento y la reverberación de los cables y trató de averiguar cómo iba hacerlo. El diminuto dispositivo se posaba en su mano como una peligrosa semilla. Paul había dicho que todo lo que tenía que hacer era acercarlo a su zócalo y el aparato haría el resto.

Posicionó el adaptador en una pequeñita grieta de la jácena, moviendo su mano con cuidado. Justo cuando lo dejó, una ráfaga de viento lo hizo rodar hacia el borde. Afortunadamente, ella aún estaba acelerada y lo cogió a tiempo.

("¿Habría sido tan difícil poner bolsillos en estas cosas?"), se preguntó buscando alrededor un lugar mejor.

Acabó colocando el dispositivo bajo el trasero, asumiendo que, si fuese un aparato muy delicado, Paul se lo habría mencionado.

No estaba deseando llegar a la siguiente parte. Recordaba la desconexión bastante vivamente por sus días más jóvenes y estaba en entornos más placenteros entonces: a unos pasos del cuarto de baño o la cama de un hospital si la misión había sido particularmente desafiante.

("Bueno, probablemente, Jeremy tampoco está en entornos placenteros.")

Tras reducir hasta el 100% y modificar todas sus otras configuraciones para ser lo más humana como pudo, se quitó la máscara. Su visión del agua cambió del digital vivo a la mancha miope pero un sonoro olor de metal y mar la golpeó. Respiró algunas veces y arqueó la espalda, sintiendo el zócalo.

("Jeremy podría estar marinado en algún tanque en algún lugar o algo peor. Rápido ahora, inclínate... ")

Yank.

De inmediato, tuvo que dejar de respirar: era como fuego. Pero no podía parar de respirar.

("Fuego fuego o dios mío mis brazos mis articulaciones o dios o dios")

El viento era como un millar de latigazos helados y ahora sus ojos, sus ojos eran dos carbones ardiendo.

("oh mierda ojoder")

Sintió ceder su vejiga, no había sabido que tenía esa necesidad.

Cuando el traje silenció el dolor, lo almacenó lejos de ella.
Su mano, buscando bajo su nalga, levantó el dispositivo como un pedacito de carne.

("empiezo a ver blanco no puedo dejar que el blanco me coma Jeremy no le dejes".)

Levantó el guisante y lo soltó sobre la espalda de su traje, su codo hacía el giro de una marioneta y el dolor le azotaba la cara

("un camión blanco gigante.")

El guisante rodó entre el traje y el zócalo y cayó dentro como la bola número ocho.

-"Conexión eatablecida, trasmitiendo..." dijo una voz baja.

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