(13) Jim Munroe: "Todos de Silicio"
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Doug (IV)

("¿Porqué tenemos que tener esas jodidas cosas los Viernes?") pensó Doug sabiendo la respuesta.

Las reuniones semanales solían programarse los Lunes, pero Harris ahora se reunía con el equipo Frisco los Lunes.

("Pero no necesita estar conmutando la hora. Prácticamente, podía estar en ambos lugares al mismo tiempo, ¿no era esa la belleza del asunto?")

Doug empujó atrás la silla de su escritorio y se reclinó hasta donde pudo, esperando que le llamaran para la reunión.

Estiró las piernas pero no se atrevió a poner los pies encima de la mesa. Con los brazos cruzados y la cabeza ladeada, miró a través del trozo que faltaba en la ventana hacia las montañas.

("¿Se podría escalar tan arriba?")

Imaginó el aire crispado, los senderos ventosos y el panorama...¡el panorama! La ciudad parecería algo ridículo, colocado en su lugar por la distancia y la geografía monolítica. Más que en el silencio, más que en el aire limpio, fue pensar en este lugar encogido hasta la nada lo que dejó a Doug más calmado.

-"Patterson," dijo Lauden asomando su cabeza por la puerta. "Harris está aquí. Vamos a ello."

Su sonrisa bien podría haberse caído al suelo y rodado hasta algún lugar inalcanzable porque la cara de Doug fue una mueca para el resto del día.

Recogió sus documentos rápidamente...

("El idiota no me cogerá con los pantalones bajados de nuevo.")

...y lanzó una mirada hacia las montañas antes de cerrar la puerta.

("¿Qué es lo que me ha impedido ir allí?")

Era ridículo que hubiera vivido aquí la vida entera y ni siquiera hubiera ido a pasar una tarde.

("Conduciré hasta allí arriba con Olivia and Cheryl algún día, sólo para ver lo alto que se puede llegar.")

("Asumiendo que haya carreteras y asumiendo que aún tuvieras un coche, imbécil")

Caminó ppr el pasillo, casi tambaleante, torpe y sordo.

("Claro que, nunca pensaste en ir allí cuando tenías coche.")

Se asombró al notar en sí mismo una carencia de aliento...

("¿Es un ataque de pánico?. Ridículo.")

Sintió un golpe en el hombro. Era el chico nuevo, también caminando a la sala de reuniones.

-"Lo siento, Doug," dijo con su casi tímida sonrisa. Su pelo parecía un poco alborotado. Le recordó a Doug a la nuca de su sobrino. "Hey, fuí un idiota el otro..."

-"Sip," le cortó Doug tirando para abrir la puerta y sujetándola para darle paso, observándole, con su torpeza desapareciendo a cada momento.

("El idiota se está haciendo listo. Harris, probablemente, le ha metido en cintura.")

Para cuando tomó asiento, su respiración volvía a ser normal. Miró alrededor a sus compañeros de trabajo y notó niveles de tensión más elevados de lo normal.

("¿Porqué no podíamos hacer estas cosas los Martes, al menos?")

Recordó las viejas reuniones matinales de los Lunes, la gente apartando bizcochos mientras entregaba sus informes con una semana entera por delante para llenar los agujeros.

Stevens fue el último en sentarse. Doug no lo había visto desde que se trasladó. Parecía más delgado pero no tanto para que fuese realmente obvio.

("Ha adelgazado gradualmente.")

Stevens sabía hacer las cosas apropiadas y por mucho que él soliera burlarse por ello, Doug entendía la diferencia entre él estar aquí y Stevens en Frisco.

Recordó una coversación que habían tenido cuando Frisco era sólo una novedad vacacional para los ricos. Stevens estaba quejándose de que su esposa le presionaba para ir.

- "Piensa que estamos hechos de dinero. Ella no entiende que tenemos que ser productivos como pareja. No podemos simplemente repartir mitad y mitad. El mercado está bien ahora pero..." había mirado a Doug con envidia. "No puedo entender cómo lo consigues sin que tu esposa trabaje."

Doug, entonces, había sonreído misteriosamente, ignorado la adulación nerviosa que siempre aparecía en su estómago cuando pensaba en sus finanzas. Funcionaba, siempre lo hacía. Pero ahora Stevens le miraba como si le hubiera mentido.

"¿Porqué no estás tú en Frisco?", parecía estar diciendo. ¿Qué tienes fucionando aquí?"

Stevens no era muy listo.

Pero Harris lo era, en un sentido brusco. Stevens lo averiguaría bastante pronto. Realmente, él no sabía porqué no arreglaba las cosas
con su jefe. No llevaría mucho tiempo.

-"Mi esposa dejó el empleo para criar a nuestra hija y cuando quiso volver, los empleos se habían ido a Frisco. De modo que decidió esperar hasta que nos mudáramos allí. Pero no tengo suficientes ahorros para el pago de un paquete Oro y no hay forma de conseguir empleos decentes sin él. Como mucho conseguiría un empleo decente en un traje barato y mala colonia..."

Stevens ya estaba en mitad de su informe y Doug no había notado ni que había empezado. Eran números, en su mayoría y los números le aburrían.
("Parte del problema, ¿verdad Patterson?")

Cuentas del billón de dólares habían sido impresionantes cuando era un joven de 17 años como Chan y como, ciertamente, el idiota, que tenía una mirada de interés en la cara. Aunque parecía cansado mientras navegaba ocioso por sus notas.

-"Aún no me has dicho si estamos aumentando nuestros números en términos de clientes-carne contra los clientes-Frisco," dijo Harris. Se peinó el lateral de la cabeza y Doug percibió que no tenía orejas.

-"Bueno, sólo un poco. Nuestra división de ingreso es 80/20, pero nuestra división de trabajo aún es 75/25," dijo Stevens alzando una mano de precaución.

Doug no pudo resistir mirar de nuevo a Harris. Había oído que era una apariencia popular entre los ejecutivos de Frisco y le daba una apariencia pulcra, contundente.

("¿Se había cambiado los ojos también? ¿Habían sido grises los ojos de Harris?")

Doug presintió que saberlo, comentarlo, podía significar la diferencia entre mantener y perder su empleo.

Lauden dió el siguiente informe.

-"De las cuatro subculturas en el área de Vancouver sobre las que hemos amasado datos, estamos viendo un retorno del 10%..."

Harris no parecía impresionado al tonar sus notas ocasionales.

Stevens recibió una llamada. Su boca se movía en silencio mientras Lauden continuó durante un rato y concluyó con su mantra: "produce investigaciones posteriores."

-"¿Puedes venir mañana para terminar la investigación?" dijo Harris sin mirar a Lauden. "Buscamos perfiles no estudios prometedores."

Otra razón por la que las reuniones en Viernes apestan: el Sábado se quedaba sentado allí como una virgen vestal temblorosa, esperando ser sacrificada a los dioses de la terminación.

Los labios de Lauden se abrieron ligeramente como si no pudiera creer que le arrebataban otra vez su fin de semana. Inerte, asintió. "Claro." Doug admiró la nota de desánimo.

Harris llevó los ojos directamente hacia Doug.

-"Bien. No vamos a aceptar nuevas cuentas que no sean de Frisco para el siguiente mes. Para manejar las que tenemos, mantendremos una plantilla esquelética...Lauden liderará el equipo aquí y será, estrictamente, investiación, nada de análisis."

Lauden se lamió los labios.

-"Bueno," dijo en un tono de 'seamos francos'. "Si no hay clientes no queda mucho que investigar."

Harris asintió. "Cierto. Sin embargo, hay algunos grupos antiguos sobre los que nuestros clientes en Frisco pueden informarse."

El silencio fue incómodo. Las cejas de Chan se habían arqueado de incredulidad pero no dijo nada. Doug sólo sonrió amargamente.

("Los Infiltrados. Perfecto.")

La mirada de Harris barrió la sala como una ametralladora. Sus maneras joviales habituales habían desaparecido. Doug sólo lo había visto de este modo durante los fusilamientos masivos.

("Lo cual podría significar...")

-"Las cosas se están calentando en Frisco," dijo mirando directamente a Doug. "Las cosas son muy interesantes y muy competitivas. Las subculturas se están manifestando por sí solas en nuevas formas inclasificadas y tiene a la industria en un alboroto. Alex dice que necesitanos a todos nuestros analistas en Frisco..." hizo una pausa. "...para la semana que viene."

("Oh, joder.")

-"¿Doug?" dijo Harris.

Doug negó con la cabeza. "Aún hay algunos cabos sueltos..."

-"Siempre los hay," dijo Harris secamente, "¿David?" miró a Chan.

Chan sonrió ampliamente. "Allí estoy. Mañana si me necesita."

("Pues claro."), pensó Doug observando la textura de pino de la mesa. ("Pues claro que el jodidillo está preparado. Sin obligaciones, sin esposa, sólo esa ojiplática tarta que arrastra por todos lados.")

-"El Lunes estará bien, David,", dijo Harris. Suspiró y Doug quedó sosprendido del nivel de cansancio en él. Su cara estaba fresca, sus ojos eran ágiles...pero los hologramas nunca tenían que parecer cansados.

("¿Cómo cambiaba eso las negociaciones, ahora que el lenguaje corporal no era un factor?")

-"Necesitaremos, al menos, un hombre experimentado si vamos a hacer cualquier tipo de investigación decente aquí," dijo Lauden, asintiendo y mirando a Doug.

("Mi buen viejo Lauden. Somos dos viejos lobos enfermos vigilándonos el culo el uno al otro.")

-"Muy bien, entonces. Tengo que prepararme para otra reunión. En realidad, las reuniones se han apilado durante las próximas 12 horas." dijo Harris con su risa indescifrable. "Ya no haré comprobaciones semanales con vosotros pero nos reuniremos el próximo Viernes para terminar los detalles de nuestros nuevos objetivos de investigación."

("Nuestros disminuídos nuevos objetivos, querrás decir."), pensó Doug y casi inmediatamente se recriminó ppr ello. ("No seas tan capullo orgulloso. Tienes suerte de conservar el empleo.")

-"Muy bien, tened un buen fin de semana," dijo Harris y desapareció.

No fue hasta que lo hizo que Doug notó lo cuidadoso que había sido en otras reuniones de esperar hasta que todos se hubieran marchado para desconectar.

("Me pregunto... ¿se está acostumbrando o es que ya no le importa el shock que puede provocarnos?")

-"Buen fin de semana," dijo Lauden. "No es muy probable."

-"Petardos para tí, tío," dijo Chan. "Aún así, probablemente tenga algo que ver con el hecho de que todo el mundo trabaja 14 horas al día allí."

-"¿En serio?" dijo Doug.

Chan se levantó. "Sí. bueno-bueno-bueno, tenemos que ser competitivos,
todos los demás trabajan 14 horas, no necesitas dormir tanto" dijo de camino a la puerta.

Acabada estaba la timidez mostrada una hora antes, tan acabada como el mismo Chan estaría el Lunes.

-"No te envidio, Chan," dijo Lauden tras él. "Será duro."

Chan soltó una carcajada. "El futuro, tío. Lo mueves o lo pierdes." desapareció por el pasillo dejando a Lauden y a Doug a solas.

Lauden sólo negó con la cabeza e hizo rodar los ojos. Doug se rió. Para Lauden, esto era el equivalente del asesinato del protagonista.

-"Muy bien, lobo de operaciones, nos quedan un par de horas," dijo Doug guiando el camino de vuelta a sus oficinas.


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