Las guerras del siglo XXI:
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Estamos en medio de una guerra electrónica.

Investigaciones recientes sobre lo pasado con Grecia, están poniendo al descubierto las estrategias de inversión de los grandes bancos, en los últimos años han aparecido unos superordenadores capaces de mandar señales por Internet, llamadas de alta frecuencia.
Es muy sencillo, en milésimas de segundo se mandan las órdenes de compra o venta, de acciones o bonos en la bolsa de un país en concreto.

Se pueden mandar las órdenes de venta de miles de millones de acciones o bonos que no existen, y en el último instante detener esas órdenes de venta, cuando las acciones o bonos ya han bajado su valor se compran, y más tarde se vuelven a vender a un precio mucho más alto.

También se bloquean las órdenes de bancos rivales.

Es posible que la crisis que sufre occidente, sea el fruto de una guerra electrónica entre los grandes bancos y las grandes empresas.

No les parece extraño que la crisis solo se produzca en países que están conectados.

Ya no se trata de un juego de niños.

Recomiendo un plan de protección de la bolsa de Madrid España, mediante cortafuegos informáticos, es necesario instalar el sistema informático más avanzado posible, estas supermáquinas tienen que poder cortar las señales de alta frecuencia procedentes del exterior, pero claro, también hay que proteger a estas supermáquinas con el software más avanzado.

Pongo como ejemplo de lo que está pasando a los buscadores de Internet, estas empresas suministran un servicio de búsqueda en Internet, servicio que es totalmente gratuito, pero donde puede estar el negocio.

El negocio es vender a las grandes empresas, la información de los historiales de todos los usuarios.

Por ese motivo cuando nos conectamos a un buscador, somos identificados con una cookie y la IP.

Por cierto la primera vez que nos conectamos, se nos pega una cookie que no se puede borrar.

Es muy fácil, esta información sirve para vender.

Hace mucho tiempo las empresas empezaron a experimentar con las señales subliminales en la radio, en el cine, en los carteles de publicidad y en la televisión.

En los grandes almacenes ponen mezclado con el hilo musical, ordenes subliminales imperceptibles que nos incitan a comprar o a marcharnos si somos ladrones.

Los Estados Unidos de América utilizó unos aviones que transmitían sonidos subliminales contra los iraquíes, para que se rindieran, claro que esto también provocó muchos casos de suicidio en los soldados norteamericanos.
Recientemente en Alaska USA, comenzaron unos experimentos de un nuevo tipo de radar ultra secreto, que transmite una señal que rebota en la ionosfera, este tipo de radar pretende salvar la curvatura de la Tierra, bien, parece que tras los primeros experimentos se encontraron efectos inesperados, tales como las vibraciones de alta frecuencia de la ionosfera, y estas vibraciones pueden usarse para establecer un control mental sobre las personas de toda la Tierra.

También está el control mental subliminal en Internet.

Ahora nos bombardean con señales subliminales en nuestro ordenador, lo más increíble es que ahora no solo pueden hackear nuestro ordenador si no también nuestro cerebro.

En relativamente poco tiempo nos podrán convertir en zombis, quien sabe si no lo han hecho ya.

Esto no es una broma, los ataques informáticos están sucediendo también a nivel local, puede que un pequeño empresario contrate los servicios de un hacker para eliminar a la competencia, hoy día casi todas las empresas están informatizadas, si alguien daña el sistema informático de una empresa podría hacer que cierre.

Ahora las grandes empresas están dominando el mundo, y lo terminarán destruyendo más tarde o temprano.

Por cierto, los móviles de última generación también tienen información subliminal, por eso son tan adictivos.

No les parece extraño que haya tanta gente andando por la calle sin mirar por donde va, para atender su querido móvil, jopé estas personas están como hipnotizadas.
Y por último comentar el aumento de los casos de obesidad, parece que ahora la gente tiene que comer por cuatro.

Seguramente leer estas palabras les produzca dolor de cabeza, es como si ahora no se pudiera leer más de cuatro palabras seguidas.

Creo que todas estas señales son la prueba de que está pasando algo.

Recuerden nada es lo que parece.