No es cierto, ni de coña; que una persona que desde los quince años deba trabajar en un Mac Donalds tenga las mismas oportunidades que una chica de la misma edad que pueda sólo estudiar, colegios privados y lo que haga falta ¡Anda ya! Pero ese es el drama de la
meritocracia que nos hacen creer que ambas tienen las mismas portunidades.
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