Cuando era más chico vi una película que realmente me voló la cabeza por su sencillez y a la vez alta complejidad de ideas.

La cosa era que se descubría un planeta habitado muy cercano a la Tierra, pero que jamás había sido visto antes...

¿Y donde estaba entonces?

En la misma órbita de la Tierra, pero del otro lado del Sol. Por eso no podíamos verlo (imagínense la configuración del átomo de Helio).

Después la película se desvirtuaba mucho, haciendo que ese nuevo mundo sea un espejo del nuestro y una sarta de tonterías. Pero el concepto me quedó grabado en la mente.

El problema radica en que las órbitas con número pares de objetos son muy inestables. teniendo que siempre haber un número impar de objetos para que estos permanezcan por mucho tiempo (Si mal no recuerdo esto se llama sistema troyano).

Se ha comprobado que en la misma órbita de la Tierra existen dos objetos más girando alrededor del Sol pacíficamente y a la misma velocidad que nosotros.

Lo que siempre me quedó rondando en mi mente es: ¿Que pasaría si nuestra órbita contiene diez objetos además de la Tierra? Haciendo un perfecto sistema en forma de decágono. Los dos objetos descubiertos pueden ser quizás los más grandes, pero puede haber otros mas pequeños que no les hemos dado la importancia suficiente.