Me habéis animado...

Bienes mostrencos que regañan,
ensimismados,
la cándida omisión dádiva.
Postergando su presencia
a la aquiescencia de quien sin recelo,
afable y decoroso,
hienda la cancela de su aprecio sin reservas;
Probo, frugal, perspicaz…
Mostrando en su ademán,
el rechazo fatuo y engolado
en su hábito.

Venga, ¿alguien sabe de qué cojones estoy hablando?
(porque de algo hablo, eh? )