Interesante todo.
Lo de que las setas que aparecen en el libro podrían ser una alusión a lo que tomaba Carroll también lo pone en el artículo.

Sin imaginación un autista no podria jugar a rol con gente por ejemplo y menos ser master, pero si jugar a videojuegos solitarios.

Vaya me estoy acordando de mis juegos de pequeña, me encantaba cuando leia un libro hacer voces de los personajes, parecía que en vez de leer hacía teatro, lo mismo con los muñecos todos tenian voces y personalidad propia.

Me gustaba jugar sola por eso, en realidad empecé a descubrir el gusto por jugar con los demás bien entrada la adolescencia, que empece a jugar a juegos de mesa y rol, y es mucho más divertido, aunque tengo mal perder.

Otra cosa a Carroll le encantaba jugar con unas niñas, los acertijos y adivinanzas, el teatro y la opera y los juegos de prestidigitación.

Decían que era asexual y por tanto prefería estar con niñas a estar con mujeres, por que a si no se sentia amenazado sexualmente.