Es cierto. Nosotros, por ejemplo, tenemos visiones diferentes respecto al cosmos, pero por mi parte siento una enorme admiración. Respetar a los que piensan diferente es sumamente placentero. Uno se nutre de las ideas ajenas, cuando son bienintencionadas. Ellas nos hacen cuestionarnos y también crecer. Un placer charlar con usted, administrador.