Para Arlés:
En las postrimerías de septiembre, mi casa huele que es una pasada. Todo el día el jazmín, y al anochecer, la dama de noche mezcla sus efluvios con el.
Sentarse en la terraza y charlar, relajarse de un día de duro trabajo -Y me lo curro dúramente, por cierto-, pues es un lujazo.
Las lluvias de esta semana se han llevado todas las flores por delante. ¡una pena!