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    21-August-2017
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    Post Robert Boyczuk: Nexus, Ascensión

    Se me ha ocurrido que para que se pueda pasar fácil a PDF cuando esté terminado (sin problemas de acentos y caracteres raros), lo estoy traduciendo en formato HTML.

    *** TRADUCIDO EL CAP 37"******
    Nexus, Ascensión .
    *****************************
    0.Robert Boyczuk: "Nexus"
    Bajo licencia Creative Commons Attribution-
    NonCommercial-ShareAlike License.

    Traducción Casera: Sirius
    ************************************

    PRÓLOGO: Los Gemelos.

    La nave se dirigía hacia su infernal perihelio.

    Sobre su estrecho puesto de vuelo giraba el simulacro de un sistema binario: dos enanas blancas atrapadas en un vicioso abrazo gravitatorio de periodo combinado de dos minutos y veinticinco segundos. Una interminable y futil persecución.

    Su luminosidad había sido alterada para hacerla más soportable. Incluso así, la pantalla emitía sombras dobles por la cabina, una confusión de líneas y formas sólidas que cortaban los muros y el panel como cuchillas giratorias.

    "Demasiado tarde.", pensó desde los confines de su extrecha cápsula. "Demasiado tarde para cambiar nada."

    Un indicador verde brillante surgió en el borde de la pantalla: su nave. Luego, antes de que pudiera tomar nuevo aliento, siete indicadores rojos más, como invitados a su velatorio: drones.

    Su nave no tenía armamento.

    Era una nave de azote gravitatorio fuertemente blindada. Estaba protegida contra las altas temperaturas y las fuerzas de marea de las estrellas que rodeaba, no contra misiles. Los drones también tenían armas de partículas pero eran inútiles, el viento de la tobera de su nave terminaría consumiendo cualquier cosa que le dispararan, excepto los misiles...

    Si pudiera fijarse dentro del pozo gravitatorio antes de que uno de ellos detonara, podría sobrecargar su motor de cola de fusión de plasma y desaparecer de la existencia: al menos, por cuanto a sus perseguidores se refería.

    Una maniobra de un milisegundo de energía en el perihelio y podría volar fuera del sistema a doble velocidad de la actual.

    Dos de los indicadores rojos más alejados cambiaron a naranja secuencialmente. Sus misiles eran inútiles fuera de alcance. Incluso si detonaban ahora, sus olas expansivas de radiación serían rechazadas por los furiosos vientos solares que desviaba el poderoso escudo de su nave.

    Otro indicador se volvió naranja. Quedaban cuatro drones. Un extremo de su boca configuró la forma de una torcida sonrisa. Pero la sonrisa colapsó casi de inmediato bajo el peso de un irritante recuerdo: el rostro del tipo que le había traicionado.

    Años de meticulosa planificación habían sido descifrados por un único hombre frágil. Un hombre que había sido escogido tanto por su perspicacia politica como por su arrogante ambición.

    Él había creído que tal hombre sería fuerte, no débil, pero se había equivocado. Ese hombre aún estaba muriendo. Una dolorosa muerte que continuaba durante días, quizá semanas. Aunque era muy poco consuelo.

    Otro indicador cambió.

    La temperatura de la cabina había aumentado rápidamente en los últimos minutos. El sudor le empapaba. Su cuerpo había sido mejorado en toda forma concebible, aún así, había límites a lo que incluso él podía soportar. Pronto tendría que sellar su cápsula, solicitar que agentes de protección envolvieran su cuerpo y desconectaran sus procesos metabólicos, aislándole. Observó la pantalla, reacio a rendirse justo ahora al sueño de estasis. Tan pronto como estuviera fuera de alcance del último drón ..

    "¿Dónde irás?"

    Las palabras acudieron solas a su mente, un borde biselado de vidrio sobre el que se contemplaba a sí mismo. Tomó aliento y luchó para bloquear los pensamientos de aquel intruso.

    "No esperes sobrevivir. Esta vez no, malvado. ¿Qué esperas conseguir?"

    Cerró los ojos con fuerza, concentrado en apagar las palabras del otro.

    "Por favor."

    Un abrupto cambio de tono, un susurro, una triste nimia presencia en la parte de atrás de su mente.

    "No me abandones."

    Sorprendido ante ésto, cedió, un ablandamiento inconsciente. Algo explotó en su craneo como si una carga diminuta hubiese sido detonada en su médula. Gritó agarrándose la cabeza.

    "Ves."

    Las palabras tiraban de las sábanas de su dolor.

    "Aún puedo hacerte daño."

    Mareado y con náuseas, se sujetó a los lados de su cápsula. Sintió una ola creciente de ira tomar fuerza, llegar arrollando hacia él.

    Golpeó.

    Él jadeó bajo su aplastante peso pero no fue tan fuerte como la primera y ahora estaba preparado. Se quebró contra su voluntad como el mar contra un sólido rompeolas y retrocedió rápidamente.

    Se secó el sudor en sus ojos y comprobó la pantalla. Un solitario indicador rojo permanecía encendido y, luego, se volvió naranja.

    "Demasiado tarde.", respondió el intruso, triunfante.

    Un aullido de ultraje llenó su mente.

    La temperatura de la cabina seguía aumentando. La inductancia magnética danzaba por el casco mientras su nave recitaba una letanía de distancias, aumentos de temperatura y descensos en las medidas de integridad estructural.

    Solicitó que la compuerta de su cápsula se sellara. Una prominencia se elevó desde la cromosfera solar y desajustó temporalmente sus instrumentos.

    La pantalla se deformó. Luego se actualizó con un nuevo punto rojo ante él.

    "Otra nave."

    Había estado oculta con los motores apagados. Su nave pasaría al lado a gran velocidad en pocos segundos pero, durante los siguientes latidos de corazón, estaría expuesta a sus armas. Maldijo en alto y el sonido de su voz sonó extraño dentro de la cápsula.

    "No puedo dejarte escapar."

    Esta vez, el otro era casi apologético.

    "Eres demasiado peligroso."

    Su nave tembló, se zarandeó violentamente como si hubiera sido golpeada por una tremenda turbulencia y él chocó contra la compuerta transparente de su cápsula. Cayó aturdido sobre la válvula. La nave saltó de nuevo. A través de una niebla, vió el escudo del bastión de popa vaporizándose en una densa nube. El humo se retorció insanamente y le dejó atrás, corriendo hacia el vacío. Vagamente, se percató de que su nave entonaba advertencias, apagaba un motor dañado y eyectaba al espacio la fuga de masa de reacción deuterio-helio 3.

    Su cabeza le daba vueltas y le pitaban los oídos. Sus mejillas le quemaban como si hubieran sido salpicadas con ácido.

    Con sabor a sangre en la boca, sintió los bordes afilados de pequeños fragmentos de dientes nadando en su saliva. La oscuridad le rodeó succionando su consciencia, tratando de derribarlo. Luchó contra ello. Llevando una mano a la cara, presionó la palma contra su mandíbula hecha pedazos. Gritó de agonía y los brillantes rayos de dolor ahuyentaron la oscuridad.

    Estaba sellado dentro de la cápsula. Una mancha de sangre destacaba en la parte interior de la compuerta. La cabina estaba a oscuras, la pantalla había desaparecido y la mayoría de instrumentos estaba off-line. Escombros vagaban sin concierto en el vacío, rebotando en las paredes y en la cápsula con monótonos roces y golpes huecos. A través de la rotura irregular del casco podía ver las estrellas.

    La nave pareció flaquear. Dos motores estaban apagados, el tercero estaba parcialmente operativo. Su campo magnético fluctuaba intermitentemente. Un continuo flujo de figuras detallaban el inminente colapso del campo. El monitor volvió a la vida. Increíblemente, habían dejado atrás el indicador rojo pero aún a buen alcance de sus armas.

    El último motor se interrumpió de golpe y, con él, la cola protectora de escape. Respiró hondo, esperando el golpe final, el que transformaría a la nave y a él en una nube expansiva de escombros radioactivos.
    Pero no pasó nada.

    -"¿Qué ocurre?", preguntó a la nave con urgencia. "¿Porqué el drón no ha disparado?"

    -"Cuando eyecté la masa de reacción,", respondió la nave, "apunté a la otra nave."

    "Estás vivo." La otra voz mostraba asombro.

    Por un momento, él se sintió abrumado también. Luego, la desesperación suplantó el alivio.

    "Vivo, muerto. No hay diferencia."

    Antes, confiaba en alcanzar esas simpatías a su causa, pero ahora le habían impulsado fuera de curso. La inyección dentro del pozo gravitatorio se había alterado irrevocablemente. Sus motores estaban seriamente dañados, quizá más allá de toda capacidad de auto-reparación posible. Aunque pudiera escapar, sería su propia muerte entre las extrañas y distantes estrellas. La cápsula de estasis sería su féretro.

    "No importa.", dijo el otro, comprendiendo también.

    "No.", replicó él, "No importa."

    Una breve pausa, luego, una palabra:

    "Adios"

    "Adios, hermano."

    El silencio, tan amplio cono los millones de kilómetros que los separaban, se extendió. La otra presencia desapareció. Su nave caía sin objetivo hacia el pozo gravitatorio.

    Brevemente, consideró pedirle a la nave que rompiera el sello de la cápsula para que el vacío entrara y terminase el trabajo. Pero sólo fue un lapsus momentáneo. Aún estaba vivo. De alguna forma, sobreviviría. Ordenó que se iniciara el proceso de bioestasis.

    Una bruma gris inundó la cápsula y le envolvió. Diminutas máquinas moleculares volaron en enjambres hasta sus pulmones y riego sanguíneo, extendiéndose por su cuerpo, difundiéndose dentro de sus células, uniéndose a proteínas y otras moléculas reactivas. La maquinaria de su cuerpo se ralentizó. Un calor sedante recorrió sus extremidades, llenó su pecho, refrenó su corazón. Su rabia remitió. La paz, cálida como los balsámicos mares ecuatoriales en los que él y su hermano gemelo habían jugado de niños, le cubrió. Le hormiguearon las extremidades, el dolor de su mandíbula se desvaneció.

    Tratar de clasificar la información de la nave se hizo cada vez más difícil y, finalmente, imposible.
    Lo ignoró. Un líquido ámbar se elevó y le cubrió. Los crio-preservadores se reunieron en torno a las moléculas de sus células cuando comenzó la vitrificación. Sus pensamientos, ya torpes, se embarraron y desconectaron. No llegó a comprender cuando la nave anunció que habían pasado el perihelio. Una serie de imágenes sin relación y fragmentos de recuerdos reptaron por su mente cuando las neuronas funcionaron una última vez.

    Luego, para él, el tiempo se paró por completo.

    * * * * *
    Última edición por Artifacs; 29-Jul-2018 a las 13:54 Razón: Nuevo Capítulo Traducido
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