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  1. #1
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    Post Jim Munroe: Todos de Silicio, Nicky (X)

    (24) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
    NonCommercial-ShareAlike License.

    ************************************

    Nicky (X)

    Nicky despertó con el ruído de la ducha.

    -"Oh ¡mierda!" balbuceó, aún tan dormida que levantar la cabeza suponía un esfuerzo. Miró hacia Simon, que estaba totalmente dormido con su boca entreabierta.

    ("No sabe lo de la ducha.")

    Se sentó tirando de la sábana con ella.

    -"¿Cuánto me queda en la cuenta de agua?"

    -"Tienes cinco minutos y veinte segundos," replicó el reloj.

    Se levantó y se puso la bata. Miró de vuelta a Simon. Una pierna le sobresalía de la sábana.

    Cuando supuso que habían pasado veinte segundos, llamó a la puerta. Cuando no recibió respuesta, prefirió entrar antes que despertar a Simon.

    Andre estaba tapado con la cortina de ducha pero parwció alarmado de todos modos.

    -"Sólo me quedan cinco minutos de agua para todo el día, ¿OK?" dijo en tono conversacional.

    -"Oh mierda," dijo cerrando el agua de inmediato. "No sabía que había un contador. Lo siento."

    -"No pasa nada," dijo Nicky saliendo del baño y cerrando la puerta.

    Simon eataba despierto, mirándola con ojos somnolientos: "Buenos días."

    Ella se sentó en el borde de la cama con la bata puesta.

    ("Me pregunto dónde estarán mis ropas entre tanto desastre.")

    -"Qué estábais haciendo en..." le indicó la puerta del baño.

    -"El contador de la ducha. Él no lo sabía."

    -"Ah," dijo Simon tocando la espalda de su bata. "Bueno, no necesitabas ponerte eso."

    Él retiró las sábanas y se pudo loa pantalones, saltando sobre ellos para meter el culo desnudo.

    -"Es un fastidio. Lo entiendo durante la crisis de densidad pero...¿ahora?" dijo ella.

    Él se ponía la camiseta cuando ella salió por la puerta.

    Nicky estaba demasiado dormida y sólo pudo murmurar un callado "adios."

    Andre salió de la ducha ya vestido del todo. Ella se cruzó con élby entró en el baño interrumpiendo sus disculpas con un click de la puerta tras ella.

    Entró en la ducha y ajustó la temperatura, respirando entre el vapor.

    (...)

    Lavó el pelo rápidamente y se relajó otros minutos antes de apagar la ducha. Se puso una toalla y salió del baño, dejando la puerta abierta para que el vapor se disipara.

    Sola en el dormitorio, buscó por los cajones algo que ponerse. Escogió unos pantalones púrpura y una blusa. Se examinó ante el espejo brevemente, decidiendo no trenzarse el pelo justo ahora.

    ("Venga ya, ¿a quién le importa?, el tipo ni siquiera lleva ropa interior.")

    Sintiendo bastante ambilancia sobre si los encontraría o si se habrían marchado...

    ("Ambas opciones tienen sus cosas.")

    ...paseó escaleras abajo como si fuera una extraña en su propia casa. Oyó a alguien susurrar en el salón y cuando ella entró vió que era Simon metiendo una barrita de comida dentro de la jaula de las chiripas y diciéndoles mimitos. Andre estaba sentado en el sofá mirando el caleidoscopio que ella tenía en la mesa para el café.

    "Hey," dijo Simon con su sonrisa brillante y calavérica.

    Nicky le sonrió también.

    -"No les des de comer," dijo mientras reriraba las manos del chico de la jaula. Notó que sus manos estaban sucias. "¿Cómo te has ensuaciado tan rápido?"

    -"Al arreglarte la ducha," dijo.

    -"Oh, ¡has hecho eso! ¡Gracias!"

    -"No hay problema...sólo era una palanquita en el exterior de la casa,"
    dijo Simon. "Ya apenas hacen comprobaciones in situ...pero diles que no sabes nada si te preguntan."

    -"¿Acaso sé algo?" dijo Nicky confundida, alzando la ceja.

    -"Como si fueran a venir..." dijo él. "Truco Nicky tiene razón."

    -"¿Alguien más quiere té?" preguntó mirando a Andre.

    -"Yo sí, por favor," dijo Simon.

    -"Uh... claro," dijo Andre mirando por el prisma.

    Parecía que ellos charlaban sobre algo serio cuando ella regresó con las latas.

    -"¿Y son ésas sobre las que JK estuvo hablando?" dijo Simon, señalando a la jaula.

    -"No, esas son mis chiripas...sólo perros cobaya que vendo a los turistas."

    ("Se están haciendo ya muy grandes para la jaula."), pensó Nicky mientras las miraba saltar una sobre otra.

    -"Puedo enseñaros los otros diseños cuando acabemos el té. Intento no llevar comida al laborarorio."

    Lo cual era mentira, pero necesitaba reunir energía antes de permitirles entrar en su santuario interior.

    Sorbió su té tratando de pensar en la última vez que alguien, salvo JK, había visto el laboratorio. Casi se lo llegó a mostrar a aquél tipo que había recogido en la fiesta del Terror, pero él llevaba demasiados modificadores corporales y a ella le preocupó de que él quisiera terminar grátis el asunto una vez que hubiera visto su laboratorio. O, al menos, eso es lo que se había dicho a sí misma.

    ("Él era un friki, de todos modos...")

    -"Ésta es una casa bonita," dijo Andre dejando el prisma.

    Ella se encogió de hombros, sonriendo a la necesidad de conversación del chico.

    -"Es increíble lo que un 30% de plazas vacantes puede hacer con los alquileres."

    -"Mayor que eso, ahora...¿55, 60?" dijo Simon mirando a Andre.

    -"Sesenta," dijo Andre.

    -"¿Cómo lo sabéis?" les retó Nicky. "Vosotros acabáis de llegar y...¿ya sois expertos?"

    Andre se encogió de hombros, incómodo. Simon dijo con ambigüedad,

    -"Es uno de los más elevados del continente. Por eso estamos aquí."

    Andre le hizo un gesto de aprobación a Simon. Nicky miró a uno y al otro, recordó su secretismo en el patio de trenes.

    - "Vosotros tíos," se mofó, "parecéis un par de espías."

    Volvió a la cocina. Su estómago estaba pidiendo entrar en modo saqueo. Sabía que no había nada en la nevera así que, fue a por los armarios y encontró un paquete de Oreos de Reese.

    Lo llevó consigo al salón. André declinó pero Simon metió su mano sucia dentro, lamiéndose los labios. Ella se sentó en el sillón.

    -"Así que, vendes estas cosas, ¿no?" dijo Andre, señalando a las chiripas.
    Ella asintió mojando una galleta con el té.

    -"Galleta lista," dijo Simon dando un mordisco a una. Ignoró la mueca de
    Nicky y continuó. "¿Qué pasa si se mueren?"

    -"Bueno," dijo Nicky, enrrolando la bolsa y aplaudiendo para limpiarse las manos. "Si es a principio del mes, estoy bien. Puedo comprar más material y cocinar algunas más. Si es a finales de mes, entonces, estoy jodida." ,se lamió un diente. "En realidad, probablemente podría ponerlo a crédito pero el sitio donde compro da sustancial descuento en el pago líquido."

    Simon asintió. Por una vez, parecía serio.

    -"¿Y qué hay de vosotros dos? ¿Qué mantiene vuestras pinturas y vinos?"

    Simon sonrió mirando a Andre. Los labios de Andre estaban prácticamente pegados.

    Nicky hizo rodar los ojos.

    -"Bueno..." dijo Simon. "¿Podemos ver tu instalación?"

    -"¡No!. ¡No hasta que respondáis a la pregunta!" dijo Nicky cruzándo los brazos.

    -"Ayudamos a preparar fiestas de cumpleaños para los ricos," dijo Simon.

    -"Claro, alguien os paga para que le echéis una fiesta," dijo Nicky sin creerlo.

    Andre asintió y Simon se encogió de hombros. "No es una fiesta para él sino...más o menos."

    -"Aajá," dijo ella escéptica y lanzando miradas a ambos que demostraban que no se creía una palabra de aquéllo.

    Los condujo escaleras arriba de todos modos. Les hizo entrar primero.

    -"¡No se toca nada!" decía mientras Andre subía la escala haciendo trabajar los tendones de sus muñecas. Simon se tomaba su tiempo así que,
    Nicky tuvo que ayudarle con una palmada en el trasero.

    Cuando ella llegó arriba, fue consciente de lo lleno que quedaba el lugar con tres personas dentro. Simon miraba por ahí con aprobación, tocando los estantes de metal, levantando los vasos

    -"Guay."

    -"Rómpelo y te rompo la cara," dijo Nicky, deslizándose a su lado para abrir sus diseños de chiripas mitológicas.

    -"¿Tienes genomas en esa cosa?" dijo Andre señalando el ordenador. Miraba intencionadamente al equipo.

    -"Sí," dijo ella ejecutando la chiripa de silicio Cíclope. Ladró y corrió ppr ahí con la lengüita colgando. Luego, ella ejecutó las otras dos e irrumpieron y jugaron todas juntas por el pequeño cubo-espacio proyectado que les permitía el ordenador.

    -"Estas ya están listas."

    -"¿Por qué no las has creado, entonces?" dijo Simon. Metió su dedo en el holograma para que las chiripas interactuaran. "¿No te queda más masa vistal?"

    -"¿Masa vital? No, tengo bastante de eso," dijo sintiéndose cansada. "Es que no quiero crecerlas hasta que haya, ya sabes, algún lugar donde puedan ir."

    -"¿Y puedes hacer eso aquí?" dijo Andre. "No necesitarías otro lugar para hacerlas?"

    -"No, tengo bastante suerte." dijo Nicky. "Tengo un laboratorio de servicio completo aquí. Recogí las cosas de mi escuela cuando... "

    -"Ya, JK nos lo dijo," dijo Simon con una sonrisa vaga.

    -"¿Te contó eso?" dijo Nicky. Su confusión, sumada a la proximidad de los hombres, la hacía sentirse un poco desorientada.

    -"¿Se podría añadir el enlace satélite?" preguntó Simon a Andre.

    Andre no dudó. "Sí, ella ya tiene cubo-espacio. Sería sencillo."

    -"¿De qué demonios estás vosotros...?"

    -"Hey, Nicky," dijo Simon. "¿Te gustaría un empleo para salvar el mundo?"

    * * * * *
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  2. #2
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    Post Jim Munroe: Todos de Silicio, Paul (IV)

    (25) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
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    ************************************

    Paul (IV)

    -"Tomaré un Tequila Amanecer." declaró un chico de dibujos animados con cara de carne, mirando a la gente del bar con orgullo de ojos brillantes.

    Saltó sobre un taburere al lado de Paul.

    El chico llevaba la clásica Cara Fresca Fuera Borda, el cuerpo animado favorito de la gente que conseguía un cuerpo, diferente del propio, por primera vez. Mechones de pelo coloreados encima de las pecas y risa gigante.

    - "¡No me lo puedo creer! Todo parece tan real." dijo el chico deslizando las palmas por la barra.

    Paul alzó la vista hacia la TV.

    ("Todavía negra.")

    -"¿Qué estás viendo?" dijo el chico.

    El barman le tendió su vaso alto y el chico trató de pagar con su RistReloj.

    -"Es automático," dijo el barman con sonrisa paternal.

    El chico se golpeó la frwnre y se puso a reir. Un segundo después, estaba bebiendo y juntando los labios apreciativamenre.
    Paul notó que el chico había generado una pajita sin fallar lo más mínimo.

    ("Casi demasiado fácilmente.")

    -"Y...¿éste es el juego, o qué?" preguntó el chico de nuevo, señalando a la TV, mirando por todos lados al mismo tiempo.

    -"No es muy interesante," dijo Paul.

    Podría haberle permitido una mirada de invitación a la pantalla negra, pero el asunto de la pajita le dejó un poco suspicaz.

    El chico se encogó de hombros, indicó con la cabeza a los documentos que había extendidos sobre la barra.

    -"¿Llevas el trabajo contigo?" preguntó.

    Paul se encogió de hombros, una mímica sutil del gesto del chico, curioso por ver lo que haría después.

    El chico le miró, molesto.

    -"No hablas mucho, ¿verdad?"

    Saltó fuera del taburwte y cogió su bebida.

    -"Encantado de charlar contigo." dijo un poco por encima del volumen normal.

    Paul miró de nuevo a la TV. Ya no era negra. Había un indicio de azul predibujado en ella. Él hizo una llamada. Cuando conectó, el chico le miró con rapidez de insecto. Aunque Paul sabía que el chico no podía escuchar, le asustó un poco.

    -"Qué hay," le dijo a la persona al otro lado de la línea con un ojo en el chico, que estaba mirando por la sala con su torpe sonrisa.

    -"Doug y su familia están en la oficina," dijo la voz.

    -"¿Y cuánto tiempo llevan allí?", preguntó Paul.

    Alzó una mano hacia la TV y recorrió el menu, hizo algunas selecciones y señaló un lugar en el mapa. El cielo matinal gris en la TV se enderezó solo y la vista desde el techo se reemplazó con un borrón de coches y calles.

    ("Vaya chica."), pensó Paul, impresionado por la capacidad de respuesta de Eileen.

    -"Unos dos minutos."

    Paul se preguntó cuánto tiempo tardaría la transacción.

    -"Intenta acercarte más, mira lo que pasa a través de la ventana frontal. Que no te vean, ignora a los vendedores, no pueden verte fuera de la sala."

    Unas cuantas mesas allá, el joven había iniciado una conversación con alguien. También era joven y le mostraba al chico lo que él estaba viendo con gestos de entusiasmo. Paul pasó rápidamente a la vista trasera y la de barra llegaron fujos dr datos, enjambres de información representativa.

    El chico, como Paul sospechaba, no era una persona en absoluto: era un agujero negro que succionaba información por el pequeño agujero que el joven bobo le había abierto con el acceso de invitado.

    Pasó a visión normal. El joven estaba asintiendo y sonriendo a su comoañero de charla.

    -"Están saliendo ahora" dijo la voz.

    Paul estaba aturdido y olvidó al jiven por un nomento.

    -"Pero la furgoneta de recogida no...¡esto no tiene ningún sentido!"

    Miró a la TV y, con toda seguridad, salían Doug, su esposa y su hija alejándose de la oficina de Usted.

    -"Espera."

    En la pantalla, una furgoneta blanca con el logo de Usted se detuvo. Doug y su familia caminaron fuera de la pantalla cuando la furgoneta bkanca daba marcha atrás dentro del callejón.

    -"¿Qué demonios?" dijo Paul.

    -"No lo sé," respondió la voz. "¿Quieres que los siga?"

    -"No, no te molestes," dijo Paul, "Es un milagro que no te hayan visto todavía. Supongo que tiene los pies fríos. Joder. Estupendo momento para eso."

    Desconectó y trató de averiguar qué hacer con Eileen. Había asumido que Doug y su familia serían cargados en la furgoneta blanca y que ella podría seguirla.

    ("Maldita sea. ¡era perfecto! ¿Qué pasa contigo, Patterson?")

    Conectó con Eileen de nuevo, determinado a salvar lo que pudiera. La furgoneta, seguramente, iría al escondite de los cuerpos, o a un depósito fuera del escondite.

    - "Esa furgoneta blanca," le dijo con un tono que resonaba seguridad, "síguela."

    Fue como dejar salir a un conejo de la nadriguera. Observó las visuales sacudirse por unos segundos, luego desconectó.

    El barman se paró frente a él.

    - "Necesita otra bebida," dijo.

    Paul asintió cansadamente.

    El chico estaba quieto, escuchando a una mujer con un sombrero y Paul descubrió lo que estaba pasando. Paul seleccionó una tarjeta de negocios, una que rezaba...

    "Paul Harris
    Seguridad de Datos."

    ...y se bebió de un trago el chupito que el barman le había servido. Asintió al barman agitando la tarjeta en el aire y se teletransportó lejos de allí.

    La tarjeta hizo un arco sobre las cabezas de los clientes y aterrizó en el bolsillo de la camisa del chico. Nadie pareció notarlo.

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    Post Jim Munroe: Todos de Silicio, Doug (VIII)

    (26) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
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    ************************************

    Doug (VIII)

    "¿Vienes a la cama, cariño?" llamó Cheryl desde el cuarto de baño.

    -"No, aún no," dijo Doug, sacando cosas en el cajón de la chatarra. "Cheryl, ¿sabes dónde está la coca que Janice nos dió?"

    Salió del baño con la toalla en la cabeza.

    -"Está en el armario del licor. No vas a hacerlo ahora, ¿verdad? No te va ayudar a dormir."

    -"Solo unas líneas." dijo Doug. "Trato de trabajar un poco. Hacer Brainstorming de unas cuantas ideas."

    -"Muy bien," dijo ella. "Tendré que romper la caja y sacar nuestro juguete alguna otra noche."

    -"Romperme a mí, querrás decir," dijo él pensando en el tamaño del látigo."

    Ella se reía camino al dormitorio.

    - "Buenas noches."

    Doug entró en el salón y se desinfló en el sofá, dejando que los pensamientos volvieran a lo que había tratado de pensar desde que salió de la consulta del Dr. Bodmodz.

    ("El tatuaje no había sido una simple broma...")

    Sintió una irritación molesta por la boba explicación original de haber sido utilizado, por su vida complicándose aún más.

    Encendió la TV. Un hombre de cara ruda estaba apretando los tornillos a un esqueleto.

    - "Mira, no podemos llevárnoslo. Los cadáveres nos están siguiendo. Tendrenos suerte de salir vivos."

    La toma giró alrededor y enfocó a una mujer angustiada. Su peinado rebelde y su mono le parecieron a Doug absurdamente limpios.

    ("Él está hecho un rastrojo. Ella está maquillada para una fiesta.")

    -"No podemos llevarle en la lanzadera," decía ella cogiendo el brazo del hombre. "Que venga conmigo, en la lanzadera."

    El hombre era enfermizo pero pálido y apuesto. Volvió los ojos verdes al hombre hecho un rastrojo.

    - "Por favor," decía tosiendo un poco.

    -"Necesitamos todo el espacio para la mercancía. ¿Sabes cuánta gente morirá si no llevamos ésto a Méjico? Piensa en Frida, en Diego... " se interrumpió para mirar al hombre enfermizo con labios curvados. "Nuestra gente. Gente real."

    La mujer rompió a llorar.

    -"Lo siento, Susanita," decía el hombre poniéndose manos a la obra, atormillando viciosamente. "Esto es una guerra."

    Doug se tambaleó del sofá y abrió el armario del licor. Encontró el globo cerca del fondo del espejo.

    ("Bien")

    Le había preocupado que Olivia pudiera usarlo para sus muñecas. Lo llevó consigo a la mesa del café y se sentó en el sillón más cercano.

    El anuncio era uno de esos tipo atmosférico con un primer plano gradual sobre una lata vacía. Había un susurro de cuerdas. Doug abrió el paquete de coca, que estaba hecho para semejar el globo de un contrabandista, y puso una pequeña cantidad en el espejo.

    Doug separó la hoja con su agujero en forma de botella de Coke y cortó unas líneas oscureciendo parcialmente la frase "Coca va mejor con Coke". El objeto promocional venía también con un tubito pero lo había perdido años atrás así que, Doug lo hizo con su propia nariz.

    El show había empezado otra vez y Doug lo vió durante unos segundos. El hombre enfermo estaba siendo embalado dentro de la lanzadera por la mujer y ambos compartieron una última mirada llena de anhelo antes de que ella cerrara el compartimento.
    Doug miró al espejo. Quedaban tres líneas,

    (...)

    -"¿Se ha ido?" preguntó el hombre tosco. La mujer asuntió con cara triste. "Lo siento, Susanita. No podemos arriesgarnos. No me gusta ésto más que a tí."

    El flujo sanguíneo de Doug empezó a animarse. Giró la perspectiva de la TV para tener una vista de arriba a abajo. A veces, si se echaba lo bastante atrás, se podía ver los alrededores del set de rodaje de la película y ésto siempre le asombraba.

    ("Nada, ahora mismo.")

    (...)

    Doug apagó la TV, harto de ella. Era una vergüenza que tuvieran que hacer una serie de TV de mierda de una buena película. Aunque Doug sabía que el éxito de la película de Palancas Inofensivas la hacía irrestible. La película original había sido capaz de describir la tagedia de los terroristas y la revuelta condenada de un modo que la serie nunca lograba trasmitir.

    ("Debería haber trabajado para la TV, mostrarles a esos idiotas cómo se hace."), pensó Doug.

    Sus pensamientos iban en un cochete de pólvora blanca.

    ("Eso es el trabajo creativo. El trabajo que hace a la gente pensar en vez de hacer a la gente pensar algo.").

    Doug se dió cuenta de que estaba sentado en la oscuridad.

    -"Encender luces," dijo y se sorprendió un poco de encontrar una línea sobre el espejo.

    (...)

    Se levantó y dejó el espejo de vuelta a su sitio. Golpeó las manos una contra la otra.

    -"Bien, caballeros, es hora de trabajar."

    Se sentó en el sofá y encendió la TV.

    Mientras que una parte de su cerebro absorvìa el color y el ruído, otra parte deseaba estar en la industria de la TV y poder así justificar su trabajo.

    - "Ésta es mi clase de trabajo.", dijo,

    Segundos después, antes de que los canales subieran el nivel de alcance de la emisión y le distrajeran realmente, apagó la TV.

    ("OK, trabajo de verdad."), pensó mientras golpeaba el respaldo del sofá con la cabeza.

    Construyó el informe en su mente, imaginando a Harris sentado frente a él.

    ("Mejor. Harris era esa planta.")

    Doug se levantó del sofá y se sentó en el sillón. Su lenguaje corporal se hizo un poco firme cuando se dirigió a la planta, alta e inmóvil.

    -"He investigado la subcultura de Los Infiltrados, como me pidió y he regresado con datos interesantes."

    Hizo una pausa y continuó.

    - "Oh, ni yo tampoco. Nadie está más sorprendido que yo de que tu jodida caza del ganso salvaje me condujese a otro sitio distinto al de andar en círculos. Pero resulta que me proporcionaron, con bastante ingenio, un medio para contactar con uno de ellos."

    Doug hizo otra pausa, asintió, se rascò la nariz y escuchó atentamente al Harris floral.

    - "No, naturalmente, es absurdo pensar que ellos... por supuesto, por eso...¡mire!" dijo Doug agitado. "Este contacto...podría ser muy bien un impostor."

    Asintió.

    - "Probablemente. Sí, usted tiene razòn pero aún así, la sofisticación del modo en que ellos... "

    Una larga pausa.

    -"¡Escúchate madafaka sin orejas, tú no sabes...! "

    Doug observó a la planta por unos segundos y luego suspiró.

    -"Dejaré el escritorio despejado para el final de la jornada."

    Apoyó su barbilla angulada sobre la mano.

    ("No ha ido muy bien.")

    Miró a la planta y decidió que no podía fingir que era Olivia para darle las malas noticias...incluso si pudiera practicar, era demasiado alta.

    Una voz en su interior le dijo:

    ("Nunca tendràs a Los Infiltrados en tu mira. Ningún caza-tendencias los ha tenido nunca.")

    Eran demasiado listos o nunca existieron, en primer lugar.

    ("Alguien se está riendo de tí.")

    Pensó sobre la cara mezclada, el fácil hola, el entorno inocuo y notó que él estaba riendo entre dientes.

    ("¿Quién querría hacerle ésto a él? ¿A quié había el nunca...?")

    -"Lauden."

    ("Por supuesto. Cielo santo, ¡Lauden!")

    Aún estaba enfadado por el asunto Ripper.

    ("Él estuvo allí esa noche, él...joder, ¡incluso me emborrachó!')

    Doug empezaba a entender.

    ("El tatuaje de la "i"...¿no podía haberse inventado algo un poquito menos sutil?")

    Aún así, era el modo más astuto al que tenía que darle crèdito.

    Miró su reloj.

    ("Medianoche pasadas, pero, qué demonios.")

    Navegó por su reloj y restableció la conexión que había desconectado tan apresuradamente en la tienda de tatuajes.

    En los pocos segundos que llevó comunicar, se preguntaba porqué se había asustado tan fácilmente.

    ("Bueno, habían estado lo bastante cerca como para, practicamente, tatuarme el culo...")

    La misma oficina se radió a la superficie de su retina y el mismo hombre estaba allí. Esta vez, sin embargo, estaba mirando por la ventana.

    -"¡Doug!" dijo con voz de bienvenida que no anulaba enteramente la frialdad de su lenta máscara cambiante.

    -"¡Lauden!" exclamó Doug sarcásticamente.

    El hombre no respondió, sólo se quedó allí de pie.

    -"Deshazte de esa estúpida máscara, Lauden," escupió Doug, irritado de que siguiera con ella.

    -"Ah... éso es. Lauden es compañero tuyo," dijo el hombre. Cruzó los brazos y dijo tranquilamente. "Mi nombre no es importante, Doug."

    -"¿Estás seguro que no es Primer Infiltrador?" se burló Doug.

    -"Bastante seguro."

    Doug, usando los controles manuales, amplió la imagen del escritorio. Estaba lleno de archivos pero eran galimatías.

    -"Ésos ni siquiera son reales, son falsos."

    -"Están encriptados," dijo la voz del hombre. "Recibo bastantes visitas aquì. Muchos de estos documentos son sensibles. El tuyo, por ejemplo."

    Una mano, gigantesca por el aumento, levantó uno.

    Doug volvió a vista normal y dejó al hombre en la toma.

    -"Esposa Cheryl. Hija Olivia."

    -"Muy bien, Lauden. Has prestado atención alguna vez en los últimos veinte años que llevamos trabajando juntos," dijo Doug sarcásticamente.

    Pero una voz en su mente le estaba diciendo:" éste no es Lauden.
    Lauden apenas podía manejar el trabajo de campo de un caza-tendencias, ni hablar entonces de este montaje."

    -"Nacido '99. Entró en la fuerza laboral con dieciséis." El hombre alzó la mirada. "Un par de años antes de que las leyes laborales se desfasaran... ¿mentiste sobre tu edad?"

    -"No," dijo Doug. "era a tiempo parcial, oficialmente. Freelance."

    -"¿Así que, no mentiste?"

    Doug estaba impresionado por lo rápido que respondía las preguntas de aquél hombre y tuvo que obligarse a no elaborar.

    -"No."

    El hombre dejó los documentos sobre la mesa, se apoyó en ella y miró directamente Doug. Doug tuvo que recordarse que el hombre no podía verle, que sólo veía un icono pulsante en el aire.

    -"Es una lástima."

    -"¿Qué?" dijo Doug.

    La coca estaba, en verdad, fallándole esa noche. Se sentía nervioso y sin maniobra por la situación.

    -"Estaba listo para pagarte un montón de dinero por mentir."
    La afirmación se quedó colgando allí, como una ventosidad y Doug no pudo resistirse a esnifarla.

    -"¿Como...cuánto? y sobre... ¿mentir sobre qué?"

    -"Bueno," dijo el hombre rodeando el escritorio. Extendió los dedos y los apretó contra la mesa. "Tenenos fondos dicrecionales. Es decir, un fondo para la discreción." se rió un poco.

    -"¿Qué pasa con el tatuaje?"

    El hombre rió de nuevo de manera duferente.

    -"Un poco dramático, supongo. Pero queríamos probarte. Si no lo hubieras descubiero, no habríamos sabido que eras más que una amenaza.
    Ahora que eres más que una amenaza...estanos justo en una inflexión precaria."

    Doug deseaba haber bebido algo, su garganta estaba seca, pero no quería moverse.

    -"¿Cuánto?"

    -"Estamos dispuestos a pagar $500,000 para mantener en silencio lo que viste en la fiesta. Sin informes, sin sumarios."

    ("No es bastante, no es bastante."),

    Invocó un tono de voz indignado.

    -"¿Medio millón? Veo eso ir y venir en una hora. ¿Y tú quieres que retenga información valiosa a mis amigos y colegas?"

    Doug estaba sudando a mares, afortunadamente, el hombre no podía verle. Trató de mantener la compostura.

    -"En la fiesta, ¿Qué fue lo que viste que...?" comenzó el hombre.

    -"Olvida la fiesta," escupió Doug.

    ("Porque, oh dios, yo, de verdad, lo he hecho.")

    Su voz escaló una octava.

    - "¿Quieres que yo, un veterano de esta industria cortagargantas altamente competitiva, regale información sobre la subcultura más elusiva y deseada de la historia por, por..."

    ("Céntrate, céntrate.")

    -"...menos de un millón?"

    -"¿Un millón? Tú no has tenido nada que valga un millón de dólares en tu... "

    -"¡Ridículo! Esta conversación se ha terminado."

    Doug le indicó al reloj su farol.

    -"Espera, espera," dijo el hombre alzando la mano. "Podríamos...podríamos arreglarlo con 750."

    ("¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!")

    -"No. No podría. No podría traicionar a mis colegas."

    El hombre alzó la mirada. Suspiró.

    -"Doug, ésto son sólo negocios. Y no vayas de puritano. Vosotros sois parásitos que ordeñan a las comunidades y culturas cada gota de beneficio que podéis exprimir de ellos."

    Doug no supo que decir a eso.

    - "No puedo arriesgarlo todo por menos de un millón. Tengo que pensar en mi familia."

    -"Es más de lo que pagamos normalmente."

    ...
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    Post Jim Munroe: Todos de Silicio, Doug (VIII) (Continuación)

    (27) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
    NonCommercial-ShareAlike License.

    ************************************

    Doug (VIII) (Cont.)

    Doug le observó.

    -"Tú no crees que éste es el primer arreglo que hemos hecho, ¿verdad?", dijo el hombre.

    Eso también dolió, incluso aunque no se decía de un modo gloating...incluso aunque era, probablemente, cierto.

    Los caza-tendencias podían ser muy fáciles de sobornar. Después de todo, ellos sólo vendían información.
    Doug permaneció en silencio durante algunos segundos.

    -"De acuerdo."

    El hombre se giró e hizo algunos ajustes con los documrntos sobre el escritorio.

    - "Está hecho. El dinero está depositado en tu cuenta, listado como un bonus de actuación de tu empresa. Te pediría que borrases mi conexión de tu reloj. No es que no haya disfrutado de tu compañìa." dijo el hombre.

    Doug no estaba pensando en nada salvo en setecientos cincuenta mil jodidos dólares.

    ("¡Eso es Oro, baby!")

    - "Aajá."

    -"Adios, Doug." el hombre y la oficina desaparecieron..

    Frotándose los ojos nerviosamente.

    - "Aumentar luces."

    Golpeando en su reloj:

    -"Balance $752,982.12."

    ("¡Cielo santo cielo santo!")

    Doug se puso de pie de un salto.

    ("Silencio...Olivia está durmiendo.") le advirtió la parte cuerda de su cerebro en torbellino.

    -"Cielo santo cielo santo!" susurró mientras subía corriendo las escaleras hacia su dormitorio.

    ("¡Oro! ¡He encontrado Oro!")

    Encendió las luces.

    -"¡Nos vamos a Frisco!" dijo.

    El bulto de pelo rubio y sábanas concentradas se movió ligeramente.

    Se agachó al lado de su esposa y le dió un abrazo espasmódico.

    -"¡Nos vamos a Frisco, Cheryl...!"

    Ella abrió un ojo.

    -"¡...y nos vamos con el Oro!"

    Los dos ojos.

    -"Doug, te odio cuando tomas coca antes de dornir," murmuró volviendo la cabeza lejos de él. "Apaga las luces."

    Él comenzó a reir como un maníaco, incluso a sus oídos. La mentira vino fácil a sus labios.

    - "Cariño, tengo la palabra de Harris de que la oficina central me quiere en Frisco mañana. Todos los jefes analistas, en realidad. ¡Y tengo un bonus que significa que podemos ir con estilo!"

    Nada durante unos segundos, luego:

    -¿Mañana?"

    -"Sí. Siento mencionarlo a estas horas, cariño. Yo...quería que fuese una sorpresa."

    Giró sobre su espalda y miro por la habitación, pensando que ésta podía ser la última noche que pasaría allí en un largo tiempo. Cuando miró de nuevo a Cheryl, ella estaba apoyada sobre sus codos mirándole.

    -"Una sorpresa," repitió, "Sabía que pasaba algo raro."

    -"Bueno, yo estaba esperando que se arreglaran algunas cosas,"
    dijo Doug, dando tironcitos del elástico de su sujetador, culpable y alegremente.

    Comprobó su reloj.

    -"La oficina de Usted abre a las seis. Aún tenemos algunas horas."

    Cheryl se incorporó y se puso la bata.

    -"Bueno, no necesitamos hacer la maleta," dijo. "Pero deberíamos vaciar la nevera."

    Doug asintió.

    -"Y llamar al cerrajero para asegurar la casa. Poner la casa en venta. Me pregunto si nos harán buenas ofertas a esta hora de la noche?"

    Cheryl se rió. Le vió operar su reloj y le acarició su coronilla calva.

    -"Una vida entera nueva." dijo ilusionadamente.

    -"¡Uuuuh, ésto es emocionante!"

    Cuando ella salía del dormitorio , Doug alzó la vista con ojos brillantes.

    -"No vayas haciendo ruído por ahí. Olivia debería dormir bien."

    Conectó con un cerrajero.

    -"Sí, Necesito cerrar mi residencia... sí, esperaré."

    -"Oh claro, Olivia suele dormir," Cheryl dijo con una sonrisa, cerrando la puerta con cuidado.

    ("Podría ser la última vez que durmiera.")

    Doug respiró profundamente, sentado sobre el lado de la cama y escuchando la música de espera.

    Resultó que el cerrajero disponible más temprano llegaría a las 5:
    30, de modo que Doug consiguió algunas horas de sueño a pesar de la coca y la emoción. Cuando despertó, fue con el ruído de Cheryl cerrando su caja de juguetes.

    -"Has dormido algo, ¿eh?" dijo ella.

    Su pelo estaba peinado con cintas y rizos.

    -"¿Qué hora es?" dijo Doug mirando el reloj.

    -"Un poco más de las cinco," dijo Cheryl, empujando la caja de juegos contra la pared y sentándose sobre ella.

    Doug se incorporó en la cama y miró la habitación.

    - "¿Has ordenado ésto?"

    Cheryl le miró con sus ojos oscuros y la barbilla apoyada en sus manos.
    Sonrió y se encogió de hombros.

    - "En caso de que volvamos. Ya sabes cómo odio volver a una casa hecha un desastre."

    Doug asintió, puso los pies en el suelo. Sabía lo bastante como para no decir que ya no volverían.

    ("Cada persona se prepara para estas cosas de forma diferente. Aunque cualquier arqueólogo futuro quedaría muy decepciondo.")

    Les gustaban las cosas desordenadas, como en la escena de un crimen, como el Vesubio y Pompeya.

    -"Voy a despertar a Lady Olivia," dijo él.

    Caminó al dormitorio, encontró una caja etiquetada...

    FOTOS-COSAS FAMILIA

    ...sobresaliendo del armario. Levantó la tapa con el pie y vió la vieja foto de su abuelo tocando el saxo.

    La recogió.

    Cheryl apareció tras él y le cogió por la cintura.

    - "He escaneado un montón de viejas foto," dijo.

    -"Bien pensado, amor," dijo Doug.

    Automaticamente, sus ojos se fijaron en el marco sepia de la postal, su olor, las cosas que no serían digitalizadas... la devolvió a la caja, casi con rudeza.

    -"Voy a hacer el desayuno," dijo Cheryl empujando la caja fuera de la vista.

    -"Oki-doki," dijo Doug, sonriendo ausentemente mientras entraba en el cuarto de su hija.

    Olivia era un diminuto paquete sobre la cama.

    -"Encender luces, gradual." dijo Doug allí de pie, observando las sombras desaparecer de la cara de su hija, el revoloteo de mariposa de sus pestañas.

    ("La última vez que veré éso.")

    Miró por su habitación, determinado a no dejar que la melancolía oscureciese su buena suerte, su momento de triunfo arrancado de las fauces de...etc, etc.

    Cuando la luz era próxima a la completa, vió que las paredes estaban cubiertas del logo de Pole Position, radiado por todas partes, incluso solapado, un horrible naranja ostentoso.

    ("Creo que ese album venía con un radiador.")

    -"Paaaaa," gimoteó Olivia, girando y ocultando la cara. "Es teeempranooo."

    -"¿Te gustaría saltarte la escuela hoy?"

    Su cabeza se echó hacia atrás y sus ojos se estrecharon.

    -"SB, ¿verdad?"

    Doug sonrió.

    -"Nada de bromas. Si te levantas y te vistes en cinco minutos, no tendrás que ir a la escuela."

    Luego dió la vuelta y salió del cuarto tratando de no mirar el culo ilustrado naranja del logo de Pole Position.

    Abajo en la cocina, Cheryl estaba rociando N'Aceite sobre una tostada. La añadió a la, ya considerable, pila y le lanzó a Doug una mirada de duda.

    -"¿Tú qué crees? Estaba por empezar algo más ambicioso pero no sabía si querías empezar todo este asunto con el estómago lleno o vacío."

    Doug asintió con el miedo filtrándose en él mientras recordaba los incontables artículos y enteros programas dedicados a preparse para Usted. Los había ignorado deliberadamente. Pero no había nada que hacer llegados a este punto, de modo que cogió una tostada tranquilamente y le dió un mordisco.

    - "Mi tummy dice: estómago lleno," dijo con la boca llena y recibió como premio un ligero descenso de arrugas en la frente de Cheryl.

    Olivia entró vestida con su cuello de tortuga blanco y dijo: "Cuatro minutos, veinticuatro segundos."

    Cheryl le tendió un vaso de zumo de naranja que obedientemente se bebió y voluntariamente cogió una rebanada de pan tostado. Su flequillo se curvaba hacia abajo y tapaba su tatuaje del tercer ojo. Doug se preguntó si los chicos de la escuela se habían burlado de ella.

    -"Cerrajeros UPS," dijo el reloj de Doug con voz cansada e impaciente.

    El ritmo cardíaco de Doug se aceleró y él tomó el control.

    -"Zapatos, chaqueta," ordenó a Olivia cogiéndole el vaso a medio terminar y señalando hacia la puerta.
    -"Ahora voy, un minuto," le dijo al reloj.

    Le ofreció el vaso a Cheryl, pero ella declinó. Se lo terminó él en tres rápidos tragos y dejó el vaso en el fregadero. Tomó la mano de ella y la guió hacia la puerta para que no tratara de limpiar los platos.

    Abrió la puerta mientras se ponía la chaqueta y apresuró a todo el mundo a que saliera. Cerró justo cuando el suave "ding" del ascensor anunció la llegada del cerrajero.

    -"¿A dónde vamos?" demandó Olivia, al fín.

    -"De viaje," dijo Doug, tratando de reir misteriosamente.

    El cerrajero se acercó con un saludo civil.

    -"Envio de servicio por Doug Patterson," dijo.

    -"Ése soy yo" dijo Doug, aprobando ojiplático los dispositivos ofrecidos.

    El tipo de UPS miró su equipo y asintió.

    -"Éstos son...¿El Especial de Frisco?"

    -"Correcto." lanzó una mirada a Olivia mientras la sorpresa crecía en su cara, le guiñó un ojo.

    El tipp de UPS le contó el contrato verbal sobre el procedimiento y Doug asintió obediente mientras, en realidad, escuchaba los susurros de emoción de Olivia hacia Cheryl.

    Bajando en el ascensor, Olivia preguntó qué paquete iban a comprar.

    -"Oro, por supuesto," dijo Doug.

    Olivia indicó su aprobación con rápido movimiento cabeza.
    Todo era como debería ser y Doug sintió su corazón saltar un poco ante la idea de que él había subsistido de nuevo, otro grado superado que podía haber sido un fracaso.

    Mientras salía del ascensor, Doug percibió un pequeñeo centelleo tras él y antes de que las puertas se cerrasen, vió el logo del Pole Position en la pared del ascensor.

    - "¡Olivia!" recriminó quitándole la radiocaja de la mano.

    Ella hizo rodar sus ojos.

    -"Consigo cinco Pole-puntos cada vez que marco una pared vacía."

    -"¿Pole-puntos?" dijo Cheryl. "¿De qué estás hablando?"

    Doug deseó no saberlo. Espió por las puertas del vestíbulo, vió un taxi que llegaba para recogerlos.

    Olivia siguió impacientemente. "Bueno- bueno-bueno, si haces cien consigues entrar en el concurso para ganar una cita..."

    Doug empujó la puerta y salió hacia el taxi. El TrenCeleste pasaba por encima, saliendo de la estación. Mientras conducía a su familia dentro del vehículo, vió algo como la estela del tren.

    ("¿Cuerdas?, ¿Ramas?")

    -"¿Y qué harías en una cita con estos tipos?" preguntó Cheryl con una falsa sonrisa mirando la foto de la banda en la radiocaja.

    Doug cerró la puerta con fuerza y le dijo a la rejilla del taxi dónde ir.

    -"Besar..." dijo Olivia, sacando afuera los labios.

    Cheryl se carcajeó alegremente y Doug arregló una sonrisa incómoda.

    "Las chicas de nueve años no besan chicos." dijo tratando de mantener un tono ligero.

    Olivia se mantuvo en silencio, mirando la foto en la radiocaja.
    Recordó cómo Jill había fanfarroneado con que ella iba conseguir un cuerpo huchi-mama una vez que su familia llegara a Frisco.

    - "Entonces voy a encontrar a Patricio P.P.," Jill había dicho con sus manos en la cintura y sacando su pecho huesudo. "Y voy a decir ¡Venga, PPP, Enséñame Tu Bum!'"

    Las cuatro o cinco chicas que estaban escuchando habían explotado en risitas.

    Una de los chicos mayores la había visto e imitó la pectoral declaración a sus amigos. Jill había corrido hacia el baño, entonces, pero no pudo adelantar las llamadas de gato y "hoots" de burla. No había importado, de todos modos, ella se fue a la semana siguiente. Olivia deseó haber sabido cuándo se iba con antelación. Se sintió un poco molesta por no poder fanfarronear o algo parecido.

    Pero no quería quejarse. Papá había estado actuando raro últimamente. Incluso ahora: estaba mirando por la ventana cuando no había nada que ver salvo montañas grises. Pararon en una luz roja y ella vió un gran planta, tan grande que estaba encorvada sobre la acera. Encontraba muchas más plantas desde que había hecho un projecto de clase de último curso sobre cómo las plantas ayudan a respirar a la gente porque ellas comían dócsido de carbón. El profesor decía que si todos cultivábamos plantas exteriores, ¡se comerían la contaminación gris muy rápido!

    Olivia había plantado la única que había regado en clase en el exterior del edificio pero, luego, se había olvidado de ella.

    Se detuvieron en su destino y salieron del taxi. Había luz fuera pero nadie se había levantado aún. Fueron a una tienda de aspecto bastante aburrido y sus padres se cogieron de las manos y se miraban el uno al otro con caras amorosas.
    Su mamá apoyaba una mano sobre su hombro, apretándolo ocasionalmente.

    Un joven apareció y les condujo a un escritorio. Todos se sentaron y a Olivia le molestó que fuera una de esas sillas altas que le dejaban los pies oscilando como una estúpida.

    -"Los primeros clientes del día," dijo el joven.

    Tenía una sonrisa que mostraba las encías y un estupendo pelo rubio que parecía suave.

    -"Antes de empezar, tenemos una película corta de animación hecha especialmente para nuestros clientes más jóvenes," dijo asintiendo a Olivia. "Básicamente, explica el proceso y el viaje en adelante; y es menos aburrido que el mambo jambo legal que tenemos que aclarar con los padres. ¿Qué piensas tú, chiquitina?"

    Olivia, al ser referida directamente, sólo pudo asentir en silencio.

    ("Menos aburrido está bien."), supuso ella.

    Él confirmó como si quedara complacido e impresionado por su respuesta y el reloj de Olivia le avisó de un vídeo entrante: -"¿te gustaría verlo?". Ella seleccionó la opacidad y el volumen al 50% pues también quería mantener un ojo en aquél asunto y abrió la película.

    ¡Cómo Divertirse Con Usted! era el título. Mickey Mouse marchaba dentro del cuadro llevando una camisa de golf y su habitual sonrisa.

    -"¡Hey, niños y niñas!" chilló. "He oído que os váis de viaje...¡un viaje diferente a cualquier viaje en la historia!"

    El fondo cambió a un rebaño de ganado.

    -"Ni los cowboys... " decía Mickey con un sombrero de diez galones, "ni los astronautas..." decía Mickey en un traje espacial frente a un fondo de estrellas, "...¡han experimentado la aventura que estáis a punto de empezar hoy!"

    Papá miraba los documetos.

    -"¿Qué diferencia ha dicho que tiene el Platino?"

    -"Bueno, por un extra mensual de $1,500 por persona, su cuerpo se limpiará a diario, se estimulan los músculos para que no se atrofien..."

    Papá había estado negando con la cabeza desde que el dinero salió mencionado.

    -"¿Hacen pedicuras?" dijo Mamá en tono sarcástico.

    El hombre se rió y coincidió con la risa de Mickey.

    -"Aún no, madam, aún no... quizá en la próxima versión."

    Olivia se concentró de nuevo en su película. Mickey tenía sus manos posadas sobre una palanca al lado de una caja de cristal. Goofy estaba dentro con su nariz contra el vidrio para ver lo que Mickey estaba haciendo.

    -"En realidad, no es tan complicado," dijo Mickey. "Lo que ocurre durante el proceso de mejora es ésto... "

    La nariz de Goofy se sacudió hacia atrás cuando Mickey tiró de la palanca hacia abajo. Un embudo en la parte superior de la caja tembló y succionó el fantasma fuera del cuerpo de Goofy, dejando el cuerpo vacío colapsarse sobre el suelo. El cuerpo comenzó a roncar y unas Zzz salían de su narizota.

    El punto de vista siguió al elongado fantasma mientras se deslizaba por la tubería unida a la caja.

    - "La mente de Goofy; o lo que quede de ella je, je; se transfiere desde su cuerpo de carne a un cuerpo enteramente digital; ¡un cuerpo que nunca se cansa, enferma o necesita ir al baño!"

    A Olivia le gustó cómo sonaba éso. Ella odiaba tener que pedir permiso en mitad de la clase para hacer pis, era tan vergonzoso. Escuchó brevemente a Papá hablar sobre cuánta memoria y almacenamiento tenían, pero perdió el interés.

    Al fantasma de Goofy le llevó unos cuantos giros y dobleces antes de surgir del final de una tuberìa sobre el paseo de un parque impresionante. congelado en el momento del ocaso, la muchedumbre de gente estaba inmóvil en mitad de la zancada.

    -"Y no hay nada que te impida personalizar tu nuevo cuerpo de Usted una vez has llegado...¡tu imaginación es el límite!"

    Goofy, otra vez sólido, transformaba con un toque la nariz y orejas en versiones más pequeñas, hacía su propia piel unos tonos más pálida y sacaba unas gafas de sol del aire. Mickey entró caminando en el cuadro e hizo lo mismo y ambos se pusieron las gafas al mismo tiempo.

    Mickey chasqueó los dedos y el impresionante parque tembló a la ruidosa vida. Minnie se apresuró y le dió un "Muak" a Micky. Pinocho y Campanilla cogieron cada uno un brazo de Goofy y le escoltaron hacia el atardecer. Antes de que se hicieran demasiado pequeños para distinguirlos en la multitud, Goofy se giró y dijo: "¡Disfrute de Usted! ¡Jiuk!"

    La película terminó y Olivia miró alrededor. Su papá aún estaba mirando el contrato, navegando por el texto. pero ambos, el joven y su mamá la estaban mirando a ella.

    Papá alzó la vista, asintió.

    -"OK, empecemos. ¿Estáis listas?"

    Mamá asintió. Olivia asintió confiando en que la succión de su espírito fuese tan sencilla como la succión de sus cavidades.

    -"De acuerdo, Quiero que cada uno de ustedes se concentre en el sello de pasaporte que ven delante suyo," dijo el joven.

    Un rayo retinal salió de algún lugar de la sala, no de su reloj. Olivia vió aparecer delante suyo un librito con su nombre. Tenía un pequeño símbolo redondo que latía ligeramente. Cuando ella lo miró, se sintió mareada y un poco como si se estuviera cayendo.

    -"Bon voyage," dijo el representante y las luces se apagaron.

    * * * * *
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    (28) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
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    ************************************

    Eileen (VII)

    La furgoneta de Usted retractó la plataforma vuelta a ella misma e inició el motor. Lo que fuera que había recogido en el callejón, había quedado acortinado por la plataforma incluso desde la posición aventajada de Eileen desde la azotea.

    Escaneó el vehículo y el traje lo identificó como originario de
    Beijing además de otros veintiocho puntos de información como arañazos, golpes, parches, ángulos de visión trasera...que reducían las opciones de perderlo.

    La furgoneta era toda blanca, incluso en las ventanas. La única cosa que distraía de su forma era el logo borroso de Usted.

    Eileen activó el traje al 500% cuando el vehículo salió a la calle, notando de inmediato un par de notches en el techo que su ángulo había ocultado antes. Segundos después su traje los identificó como ranuras para recogida en helicoptero.

    ("Pégate al techo, entonces.")

    El siguiente edificio estaba lo bastante cerca como para saltar, aunque ella prefirió que el traje tomara el control de sus piernas y confirmar así que la distancia era aceptable.

    ("Es tonto arriesgarse. Especialmente si eres mala adivinando distancias.")

    Recordó un incidente cuando había lanzado granadas en modo manual. Habían impactado contra un muro y rodado hacia atrás. Mary le estuvo recordando el incidente durante largo tiempo.

    - "Eileen lanza como una niña pequeña." se había burlado haciendo reir a todo el mundo.

    El siguiente edificio tenía un techo de cristal que cubría una piscina de tamaño olímpico.

    ("Debe de estar bien nadar ahí"), pensó Eileen mientras corría y observaba al nadador que cortaba el agua bajo ella.

    El traje detectó su concentración y susurró: "Difícil de eliminar cuerpo a cuerpo, ochenta y cuatro metros de la posición actual. Sugiero arma de proyectil."

    Eileen suspiró mientras sus pies pisaban musicalmente el suelo de vudrio. El siguiente edificio parecía un salto lejano y su taje aceleró su carrera para prepararlo. A medio camino en el aire, vió que no iba a llegar a la siguiente cornisa. El Terror la pinchó como un torpe asesino, pero su traje alzó sus manos para que golpearan sobre los peldaños de una escala al mismo tiempo que sus pies. El traje le suminstró un relajante y la subió hasta el ruinoso edificio.

    Estaba corriendo de nuevo en automático, como si fuese en un coche paralelo a la furgoneta de Usted. La droga, como siempre, la desorientaba. Su cerebro sabía que aún debería estar jadeando pero su cuerpo lo negaba, acusaba al cerebro de estar exagerando.

    Otro salto, menos dramático, la hizo aterrizar sobre una plataforma de cemento completada con un heliopuerto. El traje vió primero al guardia o, mejor dicho, el movimiento del humo de su cigarro. Sus caladas eran furtivas. Con una mano mantenía abierta la puerta a una pequeña escalera.

    ("Oh, deprisa, ¡termina!") pensó ansiosa Eileen.

    Su pelo revuelto le recordaba al de Jeremy.

    -"Fácil de eliminar cuerpo a cuerpo. Veinte metros de la posición actual," susurró el traje.

    Al estar en automático con misión prioritaria de seguimiento secreto, le inyectó adrenalpro y alzó una mano en perparación para el golpe fatal sobre un obejtivo armado. Su visión se dividió entee la furgoneta de Usted y la silueta del objetivo con puntos verdes sobre las zonas de ataque sugeridas y su arma coloreada en rojo.

    La adrenalpro hizo que el cuerpo y cerebro de Eileen se comunicaran de nuevo. Loalizó la escala y tomó control manual parando a pocos metros del fumador. La parte de su visión que seguía la furgoneta empezó a llenarse de avisos. Ella sabía que, simplemente, debería eliminarlo, pero no podía hacerlo, no con esos mechones.

    -"¡Buu!" dijo ella sintiéndose ridícula pero sin ninguna otra idea mejor.

    Aceleró el traje y, cuando el hombre giró a cámara lenta, ella corrió por el otro lado llegando hasta la escaleras. Empezó a descender justo cuando el cigarro tocaba el cemento soltando ascuas. Él le daba la espalda y ni siquiera había sacado el arma para cuando ella llegó a abajo.

    El traje estaba gritando por la furgoneta, apenas una mota brillante en el horizonte, cuando ella retomó las aceras.

    - "Sí, sí," murmuró ella, "todo irá bien."

    Resultó que la furgoneta estaba ociosa en un semáforo y Eileen estaba a punto de saltar sobre ella.

    ("¿Y no sería una imagen preciosa si el helicóptero descendiera mientras estás tumbada allí como un oso negro en la nieve?"), le castigó su otra mitad.

    Aunque ella no sabía lo que haría si la furgoneta fuese recogida: no podría agarrarse muy bien a sus ruedas. Lo ideal sería entrar dentro del vehículo pero existía el riesgo de que tuviera alguna trampa y, ciertamente, estaría vigilada de algún modo.

    Mientrad acechaba desde las sombras de un callejón cercano, se dió cuenta que de tenía más sentido seguirla en un coche.

    Aün a plena velocidad, se lanzó hacia la fila de coches parados en el semáforo encontrando, al fín, una Pick Up. Cuando estuviera dentro del coche reduciría el traje para ahorrar energía. La Pick Up era una de esas camionetas con adornos de cromo pero se acomodaba perfectamente a lo que Eileen necesitaba. Saltó a la parte de carga y se agachó fuera de vista justo cuando el semáforo pasó a verde.

    Cuando la camioneta empezó a rodar, puso el traje a velocidad normal y tomó una posición donde pudiera ver la furgoneta sin ser descubierta.

    Mientras se acomodaba, vió una caja en la esquina y descubrió que la camioneta era una perrera móvil que transportaba un par de perros de mirada maligna. Antes de que pudiera preocuparse, pasaron por un badén y la puerta de la perrera de plástico se abrió.

    ("Oh no,"), suspiró Eileen.

    Demasiadas emociones esa mañana. Apenas necesitaba ya adrenalpro.

    El perro le mostró los dientes pero Eileen puso un pie en la puerta y le sonrió. Los perros eran, a menudo, más difíciles que los humanos. No se sorprendían tan fácilmente y sus puntos objetivo eran más pequeños y difíciles de alcanzar.

    La furgoneta de Usted estaba a un par de coches. El conductor de la camioneta, invisible para Eileen a través de la ventana negra opaca, tenía bastante prisa, a diferencia de quien quiera que conducía la furgoneta de Usted. Según sus datos, había mantenido velocidad constante y era probable que fuera autopilotada.

    El perro apretó el hocico contra el plástico. Ella miró al perro ignorando los datos de eliminación. Era un bonito-feo perro, con ojos amarillentos. Hacía ese movimiento de sacudir la barbilla que lo calificaba como desembarcado. Era uno de esos ajustes genéticos que había funcionado. La mayoría no funcionaban.

    Eileen recordó haber oído a un vecino parlotear sobre su terrier modificado: "¡No más caca y recogedor!"

    Había una compañía llamada Monsanto que garantizaba el comportamiento estable. Si la mascota se volvía agresiva, pagaban los costes de hospital y dispensaban una nueva de tipo similar. Era cara pero mucha gente se suscribía. Luego se descubrió que usaban los animales rechazados para juegos de caza extrema y muchos dueños se enfadaron.

    Más adelante había un túnel con el cemento pintado como un anillo de fuego con letras que decían:

    BIENVENIDO AL INFIERNO

    Bajo ellas:

    AHORA, ¿NO DESEA HABER ESCUCHADO A PELE?

    Los anuncios dirigídos a los conductores eran, a menudo, confusos para Eileen, ella no conducía desde hacía años y siempre le hacían sentirse vieja.

    Era Jeremy quien tenía que explicarle a ella las campañas que salían y ella escuchaba y sonreía obediente pero eran aburridas como chistes diseccionados, o parecían obvias o convolucionadas.

    Cuando la furgoneta de Usted entró en el túnel, Eileen aceleró al 250% y se agachó preparada. Un túnel era un lugar perfecto para un aterrizaje discreto. Le dijo al traje que buscara irregularidades en la carretera que pudieran sugerir algún hoyo. El yahoo que conducía su camioneta estaba cambiando de carril y acelerando y Eileen estaba ansiosa de que se alineara con la furgoneta de Usted.

    Era posible que pudiese ver al conductor o a la vigilancia de la furgoneta. Puesto que ella no era una ancianita a merced del conductor sino una máquina de matar, resolvió que era hora de empezar a actuar como tal. De lo contrario, nunca recuperaría a Jeremy.

    Dejó a la ancianita en su casa de Sunset Beach y le preguntó al traje sobre el modo más eficiente de secuestar el vehículo. Segundos de procesado después, le mostró cómo.

    -"Quita la maneta hierro de su compartimento," le susurró mostrándole cómo había una barra guardada bajo el piso de la camioneta.

    Luego, colocó un punto de mira en la ventana negra.

    -"Velocidad al 312% y empuja la maneta de hierro en este punto. Quita la ventana y entra en la cabina."

    Le mostró cómo hacer palanca en la ventana y luego golpear el hierro para romperla. Después le dibujo una X para permitir la entrada.

    -"88% de muerte instantánea. ¿Ejecuto el programa?"

    Ella verificó porqué el procentaje era tan bajo. Unos cuantos detalles después mostraron que un 22% de los dueños de camionetas Ford optaban por un cristal de seguridad; 31% optaban por la conducción automática; 28% tenían pasajeros adicionales.

    El traje le preguntó si quería planear para estas contingencias.

    Eileen negó con la cabeza. La furgoneta salió del túnel hacia el sol y su brillo blanco la sorprendió. Hizo que el traje confirmara las.marcas de identificación, repasando su plan mientras lo comprobaba. Odiaba hacer nada por debajo del 90%.
    A su lado, el perro se golpeaba contra la puerta de plástico con sus colmillos raspándola audiblemente, como si supiera lo que estaba planeando. Entonces, se le ocurrió una idea.

    Pasó a velocidad normal mirando hacia adelante. Pasaron dos semáforos en verde antes de llegar a uno amarillo y tuvo un momento de ansiedad cuando vió que la furgoneta de Usted iba a pasar de largo. Pero se detuvo y el momento de las ruedas de la camioneta continuaba. Eileen pasó al 500%. Rápida pero con calma, abrió la puerta de la perrera y agarró el collar del perro con dos.dedos.

    Las piernas del perro se sacudían.ligeramente cuando ella lo sacó suavemente de la jaula. Tenía los ojos fijos y las fauces se abrían.lentamente. Eileen se puso el lomo del perro sobre la espalda y lo levantó hasta dejarlo encima de la cabina y, al fin, lo posicionó donde el traje le había dicho que estaría el pasajero.

    Sus patas se deslizaron por el parabrisas hasta quedar en el capó del vehículo. Eileen suspiró de alivio. El perro ya estaba sobre sus pies, enfadado como nunca, ladrando lentamente como loco.

    Se tumbó en la parte de atrás, observando las puertas. Durante algunos locos segundos, no ocurrió nada. La puerta lateral empezó a abrirse.

    ("A partir de aquí, ya está hecho...sólo es cuestión de hacerlo limpio o sucio."),

    Observó la nuca de una mujer de pelo largo salir del coche.

    Uno, dos pasos de la puerta y Eileen deslizó sus piernas sobre el maletero de la camioneta. Sus pies tocaron el asfalto y cuando la mujer seguía tras la mascota, Eileen estaba dentro de la cabina cerrando la puerta.

    Y, justo a tiempo, también. La lus del frente seguía amarilla.

    ("¿Cuál es el acelerador?") entró en pánico.

    Miró a la mujer y vió que se dirigía hacia su perro.

    ("Bien.")

    Puso las manos en el volante y trató de recordar la última vez que había conducido. Justo entonces, hubo un repentino:

    booom

    Se agachó y giró la cabeza pensando que habían disparado a la ventana, pero solo fue el sonido prolongado de la puerta cerrándose.

    -"Oh!" exclamó volviendo al 100% y pasando el seguro de la puerta.

    Miró al lado para comprobar que la mujer había escapado a una isla de tráfico y observaba la camioneta con ira impotente con el perro en su pecho.

    ("Buen tiempo de reacción."), pensó mientras la luz pasó a verde.

    Aceleró con precaución, tras unos segundos, pudo relajarse. Consultó su visión trasera y vió que la mujer estaba hablando a su reloj. Tuvo un momento de ansiedad mientras trataba de recordar si Ford era la compañía que podía hacer explotar el coche en caso de robo. Le preguntó al traje

    -"Según la FAQ, Ford ofrece una variedad de opciones que van desde la simple desactivación a la inundación de la cabina con gas letal."

    -"¿Qué porcentaje de compradoras 18-34 eligen ése?"

    -" 18% compran esa opción y sólo el 3% usa gas letal".

    Eileen no veía más opciones que las que deducía por la cabina: sin auto-conducción, sin orificios internos de ventilación, ni siquiera tenía sistema de audio. La dueña era una simple chica común. Le alegró no haber tenido que eliminarla.

    * * * * *
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  6. #6
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    Post Jim Munroe: Todos de Silicio, Paul (V)

    (29) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
    NonCommercial-ShareAlike License.

    ************************************

    Paul (V)

    Paul miró por la sala. Era una cámara de piedra con una estatua en medio: la figura gigante de una diosa con cabeza de dragón y físico de dudosa escultura.

    Caminó en torno a ella, apartando la mirada de su lasciva mueca y relucientes ojos verdes para mirar en el espejo de cuerpo entero que ella portaba a modo de escudo.

    Observó el cuerpo que le habían asignado: tenía un corte de pelo de marine, una sonrisa de rigor mortis y un ligero tick en su mandíbula cuadrada.

    ("Un Gran Músculo. Bastante clásico."), pensó Paul observando el resto de la cámara. Beats meeting at a restaurant.

    Miró el entorno una vez más antes de salir por las puertas de acero que se abrieron a su paso.

    Estaba en un pasillo alineado con armas poco adornadas salvo por un escudo con gruesos tubos de ensayo tallado en el suelo.

    Sin detenerse en la decoración, Paul recorrió el pasillo, pasó un calibre .45, un radiador de onda, un rifle francotirador, un fusor de hueso, un lanzagranadas, una pistola de plasma, un yakuza especial, un táser masivo, un coctail Molotov...

    ("Aquí está.")

    Se acercó a la botella y ésta saltó hacia su mano.

    Así armado, Paul siguió pasillo abajo hacia un par de puertas dobles. Se abrieron solas, crujiendo, Paul salió andando con una cara que mostraba lo afortunado que se sentía de haber seguido su intuición al darle a aquél chico de la barra su tarjeta de negocios.

    Las puertas tronaron tras él al cerrarse.

    - "¡Un Nuevo Aventurero Entra al Castillo de Frankenstein!" entonó una voz.

    Paul miró alrededor rápidamente tomando el corto pasillo iluminado por globos que se disparaban entre ellos corrientes eléctricas. Bajó corriendo por una pendiente y el muro próximo a él explotó en pedazos de roca de olor agrio. Se apartó hacia atrás a tiempo escuchando una voz trás él: "¡Voy a quemarte el ombligo!"

    Lo intentó por otro camino. Su corazón le latìa como loco, el eco de sus pisadas rebotaba por el pasillo grisáceo. Al volver la esquina, vió un yakuza especial sobre el suelo y detuvo sus pasos. Escuchó unos segundos para comprobar si alguien le seguía pero no oyó nada.

    Se preguntó si debería recoger el arma más poderosa.

    ("Las cuchillas giratorias serían mucho más útiles que los cócteles en combate cerrado. Pero podría no ser capaz de llevar ambas y tengo que llevar el Molotov...")

    Paul acabó por deslizarse el yakuza especial al hombro y continuar. Entró a un gran salón dominado por una enorme mesa de banquetes.

    Se estaba preguntando cómo habían muerto los comensales derribados sobre los esqueletos, cuando el arco de piedra sobre su cabeza desprendió escombros de roca gris.

    ("Mierda."), pensó Paul esquivando alrededor rápidamente.

    Segundos después, el suelo salpicaba tierra y Paul empezó a correr hacia el extremo opuesto de la sala.

    ("Francotirador.")

    Acababa de localizar al francotirador vestido de balaclava cuando una bala le golpeó el hombro.

    ("Maldición.")

    Saltó sobre la mesa y corrió zigzagueando mientras localizaba al francotirador en un balcón a alta altura. Dejó volar el Molotov. Su corazón se encogió al errar el balcón por completo, la botella chocó con el muro y lo llenó de llamas. Una nueva botella apareció en su mano.

    El francotirador reía con burla.

    - "Bonita arma, novato. Estate quieto mientras te fragueo."

    Pero unos cuantos zags después, Paul había alcanzado el muro y estaba a salvo bajo la caja. La tierra en torno a él salpicaba mientras el francotirador trataba futilmente de alcanzar los ángulos.

    -"Voy a usar el jodido lanzamisiles también," se quejó el francotirador. "De acuerdo, novato. No vale la pena fraguearte pero voy a bajar de todos modos."

    Paul, con su pecho golpeando, notó que el esqueleto a su lado tenía una corona. Asintió paternalmente al rey, cuya calavera parecía sonreirle. El cáliz y el cetro eran bobitos detalles, pensó Paul.

    Entonces, un vórtice de energía surgió a los pies del rey que regeneraba todo lo que tocaba, deslizando hacia arriba el esqueleto y recomponiendo su carne y sus ropas.

    -"Wow," dijo el francotirador, que estaba de pronto a su lado. Señaló con su rifle al rey, que estaba recuperando una cara apuesta junto a su ropa púrpura. "¿Cómo has activado éso?"

    -"Yo..." dijo Paul decidiendo que no quería admitir que no él había tenido nada que ver con ello y mostrarse así dispensable.

    El rey se levantó y sacó una uzi de sus ropas en un movimiento fluído. Fragueó al francotirador, que cayó al suelo dando pasos atrás en silencio y se disolvió en um charco verde de huesos. Apuntó a Paul y éste esperó los disparos sintiéndo la estúpida botella en su mano y deseando, con instrucciones o no, haber escogido un arma decente.

    -"¿Eres Paul?" dijo el rey.

    Paul asintió.

    -"Bien. Nos vemos en la sala del espejo."

    El cañón de la uzi centelleó y las balas impactaron contra su cuerpo.

    Tras disolverse en una pasta verde y un breve parpadeo de oscuridad,
    Paul reapareció en la sala de la estatua de la diosa.

    ("Supongo que èsta es la sala del espejo.")

    El rey entró segundos después y Paul vió que el atuendo negro tenía el blasón de los tubos de ensayo cruzados en su pecho. El mismo que había visto un poco antes. También llevaba un Molotov en la mano, en.lugar de la uzi. Retrocedió y, por un segundo, Paul pensó que iba a fraguearlo de nuevo pero el rey lanzó la botella al espejo.

    Se rompió y cubrió el espejo de llamas de gasolina. Una vez que quedó fundido un agujero lo bastante grande, el rey entró por él. Paul le siguió.

    En el otro lado del portal estaba lo que parecía ser el infierno.

    (" Oh, los chicos y sus juegos. Pocas cosas cambian.")

    Paul miró atrás y vió que un cuerpo reptiliano escanmoso guardaba el portal en este lado. Por delante, el rey estaba de pie al borde de un precipicio, con los brazos cruzados mientras miraba la escena de abajo. Cuando Paul se unió a él, vió una cola puntiaguda que le sobresalía bajo las ropas púrpuras.

    Paul decidió sentarse en el borde, balanceando las piernas mientras observaba las escenas de tortura amorosamente diseñadas de más abajo. El rey se sentó también. Paul notó que le salían cuernos retorcidos y tenía una facción más oscura.

    -"¿Y porqué el Molotov?" preguntó Paul.

    -"Es un arma de mierda," dijo el rey demonio. "Nadie la escoge voluntariamente."

    Paul asintió. "Me he dado cuenta."

    El rey demonio resopló.

    -"Sentía curiosidad por ver si llegarías al Gran Salón. PantalónOscuro han estado esperando allí dos días."

    -"¿Dos días de tiempo real?"

    El rey demonio asintió.

    -"Sí. Apesta. Jodido campista. Ni siquiera sé porqué le dejamos entrar." Negó con la cabeza. "En realidad, ni siquiera creo que sea un clón por mucha mierda que diga HoraDelFilo."

    -"Suoongo que no hay forma de probar éso en Frisco," dijo Paul.

    -"Ya, tenemos que seguir las nominaciones," dijo el rey demonio.
    "Pero en realidad tampoco importa. Nunca llegará a élite. Puede correr por Frankenstein todo lo que quiera, no me importa una mierda."

    -"¿Y llegó a élite el chico que ví en el bar?"

    -"Sí," dijo el rey demonio. "El paletobots."

    -"Paletobots. Muy inteligente," dijo Paul. "Las Instituciones y los bancos han tratado de ser in-crackeables, para hacer la protección resistente al aire, pero con los datos personales de gente, el enfoque ha caído sobre hacerlos fáciles de compartir. De modo que habéis explotado ésto haciendo que los paletobots vayan de bar en bar haciendo que la gente les muestre pequeños datos." Paul asintió admirablemente. "Es como pedir a alguien su permiso de conducir para ver la foto y también memorizar la fecha de cumpleaños y la dirección. Excepto que miles de veces al día sin riesgo de ser detectado."

    El rey demonio sonrió mostrando dientes afilados.

    - "Sí, es un hackeo elegante. Aunque no se me ocurrió a mí. ¿Porqué pediste verme?"

    -"El primer tipo con el que hablé mencionó a los miembros de tu grupo," dijo Paul cuidadosamente.

    ("Y conociendo a los de 12 años, me imaginé que Jericida, el miembro élite de los ReplicanteZ, tenía una posibilidad considerable de ser Jeremy Ellis, el inocente chico de Eileen.")

    Paul sonrió mientras decía triunfalmente.

    -"Y oí sobre tí. Con base en
    Vancouver, originalmente, ¿cierto?"

    -"Érase una vez," dijo Jeremy mirando el Infierno.

    Paul ocultó su sonrisa y se dijo a sí mismo ser cuidadoso. Estaba acostumbrado a que su mezclacaras escondiera sus reacciones pero este entorno no lo permitía.

    Miró hacia Jeremy.

    -"Estoy investigando señales de actividad subversiva en Frisco."

    -"Ya, sabía que ese asunto de Seguridad de Datos era mentira," dijo
    Jeremy con una mueca. "Bueno, los ReplicanteZ no venderán los paletobots durante algunos meses. Puedes quedarte con nuestros bots desechados cuando nos aburramos de ellos. Aunque tengo que decirte que los pagarás hasta la nariz."

    -"No," dijo Paul, sorprendido de la vehemencia elocuente dentro de la cabeza del chico de doce años. "No me interesa la tecnología de los paletobots. En lo que estoy interesado es lo que representa. Me refiero a que, obviamente, vosotros no sois una subcultura genuína pero, en unos cuantos años, podrías ser..."

    -"¿Qué demonios quieres decir con éso" dijo Jeremy levantándose.

    -"Bueno, vega ya," Paul se encogió de hombros permaneciendo donde estaba. "Sois un puñado de chicos hackeando por ahí. Apenas es algo del nivel de los Guerreros Del Código." se giró para encararle, aún sentado. "Ellos tenían un manifesto."

    Jeremy expulsó aire por la boca.

    -"Tío, estás lleno de mierda. ¿A quién demonios le importa un manifesto? Esos perdedores estaban estríctamente en internet, tío. Eran un montón de chichos de guión con buena fuerza de proceso, eso es todo. ¿Qué hicieron?. Salir en la MTV. Gran mierda."

    Paul coinció pero fue un poco más lejos. "¿Acaso vosotros sois diferentes?"

    -"¡Joder, sí!" dijo Jeremy, su rabia petulante parecía extraña con sus facciones de realeza. "Somos clones. La gente nos trata como jodidos errores, tío, rechazos de fábrica. Ahí fuera, somos demasiado pocos, pero en Frisco somos una fuerza que hay que computar. Los que nos odian no pueden jodernos aquí."

    Paul notó la calidad bien llevada del enfado pero había pasión inconfundible también.

    ("¿Qué altura tendrá este chico?")

    Paul dijo: "Los prejuicios mueren con dificultad."

    Jeremy sacó una recortada de su capa y la cargó con un golpe de muñeca. Paul esperaba que la reunión se interrumpiría en breve.
    Entones, Jeremy se dió la vuelta y disparó sobre un pterodáctilo de huesos. La persona que lo estaba montando conaiguió devolver una bola de plasma mientras caìa al abismo pero Jeremy la esquivó dando un paso lateral.

    -"Muchas cosas mueren difícilmente." Jeremy lanzó la escopeta al suelo. "Lo gracioso es que podemos hacer un cuerpo con ombligo y hacerlo aparecer aquí. Pero no queremos ser como ellos. Tienen miedo de Frisco, miedo del poder ilimitado que tenemos. Tienen miedo de volverse inhumanos aquí. Pero nosostros estamos acostumbrados a ser monstruos."

    Paul asintió sintiendo la emoción del descubrimiento que solía sentir cuando veía un vena bruta de sangre nueva.

    Jeremy se giró hacia él. Paul sintió los ojos del chico observarle y oyó su voz: "Así que, no me importa lo qe pienses de nosotros. No importa.cómo nos clasifiques. Vamos a ser una fuerza en Frisco."

    -"Te creo," dijo Paul sinceramente. "Pero, ¿cómo vais a mantener en.secreto vuestras identidades? ¿Qué hay de...vuestros padres?", casi dijo Eileen.

    Jeremy hizo una pausa.

    - "Sí, padres es el término correcto." se burló. "A veces, vosotros los liberales sois peores que los que nos odian."

    -"¿Saben vuestros padres lo que estáis haciendo?" dijo Paul con un zumbido liberal bajo su piel.

    -"No. Todos tenemos pieles diferentes para diferentes ocasiones." Mostró su apariencia de rey demonio. "Éste es mi traje de trabajo, por ejemplo. Obviamente, cuando estoy con mi abuela parezco distinto. Ahora no es un problema puesto que ella no se ha mudado aquí todavía...todo lo nuevo la asusta." Se encogió de hombros, aceptando éso.

    Paul, por dentro, sonreía ante la idea de una Eileen asustada y a lo poco que se conocían el uno al otro.

    -"Estoy esperando a reunir suficiente dinero para personarlizar una casa para ella. Pensé que serìa más rápido pero ha habido un montón de trabajo base que cubrir aquí."

    -"Proablemente está muy preocupada," tanteó Paul.

    -"Lo sé." Una mirada incómoda pasó sobre su cara. "Ocurrirá pronto. Hemos tenido muchas oportunidades que teníamos que aprovechar. Cosas para el fururo." indicó con la barbilla a la gente que del abismo. "Ésto, por ejemplo."

    Paul asintió como si supiera todo sobre el asunto, como si fuera real y no sólo hologramas bien construídos.

    -"Vosotros no hacéis todo esto solos, ¿verdad?"

    -"No no, el equipo de diseñadores hace todo lo visual. Nosotros hicimos la parte final. Podemos hacer cosas como el Castillo Frankenstein, cosas básicas así, pero...bueno, no se pueden ver pero mucho de ésto es realmente complicado. De modo que surgen ideas, como el abismo de tortura y demás. Se necesita saber cómo sobreeacribir la habilidad del invitado para teltrasportarse o ajustar su entrada sensorial."

    -"Nunca he oído nada de eso.", dijo Paul nervioso de repente por el hecho de no podía teleportarse.

    Miró tras él lo lejos que estaba el portal.

    ("Bastante lejos.")

    -"Bueno. Si los Friscops supieran que están parcheados ésto sería considerado bastante underground."

    Paul tomó nota mental de la jerga de los Operadores de Sistenas de Frisco.

    Jeremy señaló el abismo. "¿Ves lo ocupado que está ahora? Tiene el doble de capacidad. Se supone que el Infierno está lleno de gente, después de todo. No está cerca de la capacidad pero...aún nos renta bastante dinero."

    -"¿Nunca se os ocurrido que podríais usar vuestras habilidades para hacer cosas con un impacto más amplio?" preguntó Paul.

    -"Claro," disparó Jeremy. "Hacer un mundo recreativo para esos sickos es estrictamente por el dinero. Hemos hecho planes."

    Paul alzó una escéptica ceja.

    Jeremy mordió el anzuelo. "Vamos a lanzar un barco pirata."

    -"¿Un barco pirata? ¿Te refieres, por la bahía?"

    Jeremy asintió con mueca diabólica.

    -"¿Qué vais a hacer con él?"

    -"¿Tú que crees? ¿Qué es lo que mejor hacen los barcos pirata?," dijo Jeremy con los ojos brillando de vida. "Saqueo y pillaje."

    * * * * *
    Última edición por Artifacs; 24-May-2018 a las 11:39
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    Post Jim Munroe: Todos de Silicio, Nicky (XI)(

    (30) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
    NonCommercial-ShareAlike License.

    ************************************

    Nicky (XI)

    Nicky se reclinó en el asiento sintiendo el sol en la cara. Pedaleó tranquilamente por la calle con sólo un coche que evitar, pensando sobre cómo el mundo se ajustaba a ella perfectamente.

    ("Váyase, visite Frisco. Nosotros, pacientes, heredaremos la tierra.")

    Localizó una rama trepando sobre el poste de un semáforo y frenó.

    No desmontó de la bici, sólo la inclinó a un lado del poste.
    Sacando una de las bolsitas de su riñonera, cogió una hoja y la selló dentro de la bolsa. Luego, habló con su reloj.

    -"Muestra E21. Esquina de Cordova y Princess. Sana, Una planta de un metro de altura creciendo desde un trozo de tierra hasta un poste de cemento."

    Tiró un poco de donde la rama estaba colgando, sorprendida de lo segura que estaba.

    Un coche de color verde claro estaba parado cerca. Nicky miró molesta a las ventanas tintadas antes de continuar. Estaba contenta de llevar la máscara que Simon le había insitido que llevara, no por manía suya sino por ser un disfraz bastante inconspicuo.

    -"No es lo mismo que pasear por ahí de noche," le había dicho con ojos grandes y suplicantes. "Absorbes más aire cuando vas en bici y, dursnte el día, la contaminación es siempre peor."

    Habían estado comiendo pues ella había le invitado a él y a Andre a cenar para celebrar su nuevo empleo salvando el mundo.

    -"Pero, ¿qué hay de esas plantas milagrosas?," había replicado ella. "¿No contrarrestarán los niveles superiores?"

    -"Quizá algún día," había dicho él metiéndose un tomate-choco entero en la boca. "Pero ahora no hay forma de que unas cuantas judías vayan a filtrar los gases de un billón de coches mejicanos."

    Andre había susurrado algo sobre cómo éso sonaba como si los mejicanos tuvieran la culpa, cuando, en realidad, conducían tanto como ellos.

    -"Sólo digo...oh, que le den," dijo Simon tirando la máscara sobre la mesa del café. "No la lleves, entonces."

    -"Necesitaré un par de pulmones antes de los sesenta, de todos modos," dijo ella tranquilamente.

    -"Claro, eso tiene mucho sentido. Gasta $100,000 en un par de pulmones porque no quisiste gastar $10 en un filtro."

    Él se resignó y pasaron el resto de la cena hablando sobre el tiempo que Andre había pasado en Méjico. Había estado ayudando a ZapataTV, aunque tras un tiempo se había desilusionado y lo había dejado.

    - "Sólo fue un empleo," había dicho él.

    -"Hey, no hay empleos vergonzosos," había dicho Nicky refrescando el vaso de todos con vino tinto. "¡Recordad que estamos celebrando!"

    -"Yo celebro la incorporación de un talento a la camarilla." dijo
    Simon, alzando su vaso.

    -"Sí," dijo Andre sonriendo. "Por éso."

    Nicky había brindado en voz baja, una parte de ella decía: ("Yo celebro que me paguen. Son raros, estos chicos.")

    Nicky seguía pedaleando en buscabde más muestras. Con Andre y Simon en mente. Parecían confiados de un modo naif. Habìa esperado de ellos algún cambio tras la noche que habían pasado juntos, que dejasen de fingur ser misteriosos agentes en una misión. Quería que tuvieran los pies en el suelo, con cabeza fría y duros: o sea, normales. Pero en vez de éso, la habían involucrado en esta extraña tarea que tenían.

    -"...Así que, sólo hacéis lo que siempre hacéis y él os paga por ello." había dicho Nicky después de cenar, tratando de entender entre la niebla del vino.

    Simon asintió. "Sí, bueno, ¿has oído sobre la abatida del anuncio en Detroit?"

    Nicky no había oído nada.

    -"Bien, Me alegra. Eso significa que no funcionó. Ford había comprado cada centrímetro de espacio publicitario, cada cartel, cada anuncio para promocionar su nuevo coche. Sólo porque podía, porque Detroit era pobre. Así que, yo y algunos amigos fuimos y ajustamos algunos de los anuncios para que atrajese la atención sobre la admiración de Henry Ford por Hitler. Paul vió lo que estaba pasando y contactó conmigo. Dijo que quería patrovinarme." Simon se inclinó hacia adelante para comprobar de nuevo que el vino se había terminado. "Mierda. Al principio pensé que era como, de Nissan o algo. Pero resultó que no. Es sólo un activista político con mucho dinero. De modo que me dió un montón de dinero y pude contratar a algunos de los mejores escritores de grafitti de la ciudad para bombaedear el lugar. Fue increíble."

    -"Así nos conocimos." dijo Andre.

    -"Sí, bueno," dijo Simon con una sonrisa falsa. "Alquilé algunos malos escritores también."

    Todos se rieron.

    -"Que te den, jefemari" dijo Andre.

    Simon se reía con todo el cuerpo, cayó de lado y tumbó la botella de vino vacía. Nicky había estado feliz y orgullosa de estar con ellos esa noche, con tan humor frívolo, e incluso ahora con su sobriedad cínica sabía que eran más interesantes que la mayoría de la gente que había conocido.

    No había visto ni un brote de verde durante algunos bloques, de modo que se forzó a observar mejor. Había una muestra con buen aspecto enrredada en la verja de Acres Placenteros y se subió a la acera con la bici para recogerla.

    Tras embolsarla, vió al guarda de seguridad de pie fuera de la garita. Le hizo el gesto con el dedo, "ven aquí". Nicky subió a la bici pero no se movió.

    ("¿Iba a pelearse con ella por tomar una muestra?")

    Volvió a la carretera y empezó a pedalear hacia èl.

    ("¡Hey! ¿Acaso no es aquél bobo que había electrocutado a la anciana sin techo? No, ése tenía turno de noche...")
    No,

    -"Tengo que amonestarla por subir el vehículo a la acera, señorita" informó él.

    ("¡Demonios! ¡Es él!")

    Decidió que seguiría su camino, pedaleando más rápido. Cuando el guarda percibió que ella no iba a parar, sacó su táser.

    Ella sintió el corazón en la garganta pero siguió pedaleando mientras pulsaba el botón que no era el botón del freno y vigilando cuanquier movimiento del guarda.

    Él era paciente y ella apenas estaba a tres metros cuando el dedo del guarda apretó el gatillo. Ella dejó de apretar el botón y su columna se sacudió un poco con el repentino salto.

    ("¡Estoy volando!")

    La alegría pasó a terror cuando descendía y veía que la bici se aplastarìa contra el suelo, dejando sus muestras a merced del hombre de la sonrisilla sádica.

    ("¿Porqué siempre hago estas estupideces...")

    La bici recorría el aire.

    ("...tan maravillosas, emocionantes e hiláricas?"), concluyó después de que la bici aterrizara sobre la carretera con imposible suavidad sin disminuir una pizca.

    Cuando llegó a casa, maletín y bolsillos llenos de bolsas de muestras, la bici ya no rodaba bien. Sonrió cuando identificó la obstrucción en los radios...

    ("El cable del táser.")

    ... y extrajo el ovillado y sucio souvenir. Lo mantuvo frente a ella y le dijo: "Ya no electrocutarás a nadie nunca más, ¿verdad?"

    Caminó por la gran casa, que parecí mayor y más vacía ahora que Andre y Simon se habían ido. Había sentido lo mismo que cuando se marchó Kathy y saberlo no hizo que la melancolía desapareciera.

    ("Siempre hay espacio para la soledad!") pensó Nicky regalándose una sonrisa.

    Ellos se habían quedado durante algunos días pero se habían marchado para volver a sus tiendas de campaña. O eso suponía ella. No había preguntado porque no quiso parecer entrometida. No sabía el tipo de relación que tenían ahora que tenía este empleo. Era una extraña progresión social: de extraños a amantes, de amantes a compañeros de trabajo.

    No había nada en la nevera pero encontró un sandwich Skippy en el armario. Lo devoró mkrando las botellas de vino que habìa dejado atrás, las enormes bolsas de basura esperaban su atención.

    ("Mierda. Será mejor que vaya al depósito.") gruñía cuando un pensamiento feliz la interrumpió.

    ¡Tenía dinero! Ella, como la gente normal, ¡podía llamar al camión de la basura y pagar una recogida!

    Pero también le tentó la idea de ir allí en bici.

    ("Apuesto a que no tardo más de cinco minutos.") pensó ante la revelación de cómo la maquina sencilla encogía la geografía.

    Deseando tener otra cosa mejor que hacer que escabecharse zumo de la nevera para hacer pasar el sandwich, se limpió de migas las manps y subió al laboratorio.

    Su reloj le anunció una llamada y le preocupó que fuera su nuevo jefe llamando temprano por alguna razón. Pero resultó ser su mamá. Ella aceptó la llamada.

    - "¡Hola Mamá!

    -"¡Qué animada estás!" dijo ella con voz sorprendida.

    -"Sip. ¡Tengo un empleo!"

    -"¡Un empleo! ¿En...Vancouver?"

    -"Sí. Trabajo biológico que puedo hacer en casa." Nicky arastró una silla y se subió a ella para bajar la escalera del laboratorio.

    -"¿Trabajo biológico? ¿Para qué compañía?"

    -"Es para un billonario excéntrico," dijo Nicky, con la respuesta preparada. "Hace proyectos públicos de arte."

    -"¡Cualquiera que haga obras biológicas estos días debe de ser un
    excéntrico!" dijo su madre con su voz aún alegre. "¿Le conoces en persona?"

    -"No, aún no. Hicimos la entrevista por e-mail. Fuí recomendada." Nicky metió el cable del táser dentro de un tubo de ensayo como una extraña flor.

    -"¡E-mail! Qué formal."

    -"Sip," dijo élla. "Se reunirá conmigo esta noche. Han.configurado..." Nicky pensó en algo. "¡Hey Mamá, puedo tenerte en visual! ¡Mi cubo-espacio se ha configurado para Frisco!"

    Casi inmediatamente se arrepintió de haberselo dicho. Sus defensas de privacidad habían caído.

    -"¡Oh!" exclamó su madre. "Bien, sólo un segundo, Estoy en el baño."

    Hubo un sonido de alguien emergiendo del agua.

    Fue la misma duda de su madre la que la tranquilizó un poco. Escaneó la habitación buscando algo condenable, no vió nada, escaneó de nuevo.

    - "Avísame cuando estés decente, Mamá."

    Se quitó la chaqueta y maletín, dejándolos sobre el mostrador.

    -"¡Ya voy!" canturreó su Mamá.

    Nicky snorted at her corniness, poniendo el reloj a hablar con el ordenador. Segundos después, el salón de su mamá apareció en el pequeño cubo. Era una replica de uno de Vancouver en el que Nicky había crecido, de modo que reconocía cada diminuto fragmento y adorno sin tener que ampliar la imagen.

    -"¡Bien!" dijo su Mamá, levantándose del sillón. Miró alrededor.

    - "¡Parece un verdadero laboratorio!! Y oh dios mío, ¡eres enorme!"

    Se inclinó hacia atrás para contemplar a su hija con las manos en la cintura.

    -"¡Eso debe ser lo que parezco a los aldeanos chinos en el juego Mah-Jongg!"

    Nicky gruño y acercó la cara a la caja.

    Mamá se echó hacia atrás y chilló, cayendo de rodillas y gritando algo en otro idioma.

    -"¿Qué significa éso?" preguntó Nicky riendo.

    -"No lo sé. Es lo que gritan antes de pisarlos." dijo ella levantándose y limpiándose las rodillas por hábito.

    Observó alrededor de nuevo.

    - "¿Y todo ese equipo vino de la escuela? ¡No tenía ni idea de que fuera tanto!"

    Nicky observó su mostrador reluciente , sus antiguos tubos de ensayo, su HornoFácil a través de los ojos de su madre.

    -"Por eso, básicamente, conseguí el empleo, porque puedo hacer todo lo que necesitan desde aquí."

    -"Eso es estupendo, Nicky. Relacionado con el Arte, además, perfecto para tí. Simplemente estupendo," y las dos saborearon aquello durante unos segundos. "Espero que sea un hombre agradable. ¿Viene hoy?"

    -"Sí," dijo Nicky, comprobando su reloj, mirando su bolsa de muestras involuntariamente.

    -"Entonces te dejaré que sigas trabajando. Volveré al baño. Una de pas mejores cosas de Frisco es que puedes hablar en el baño sin preocuparte de mojar el rejol por accidente."

    -"OK Mamá, Te llamaré pronto."

    -"Adios," dijo ella.

    Vació la bolsa de muestras en la pequeña pila del mostrador, pensando sobre su mamá en el baño, llamando a todos sus parientes, unovtras otro.

    ("¿Qué hace con todo ese tiempo? ¿Sin dormir para descansar de los días?")

    Resolvió ser más comprensiva con las constantes llamadas de su madre, deseando que todas las llamadas pudieran ser tan mutuamente satisfactoriad con lo había sido ésta.

    Anotando el número de muestra, puso el trozo de rana en el HornoFácil y lo configuró en regresión. Segundos después, emitió un "ding" y, tras comprobar el horno para asegurse que lo había degenecidado totalmente,
    escaneó los datos y los agrupó con la información verbal que habìa grabado en el lugar.

    Tras hacer unas cuantas, empezó a preguntarse si había un modo de hacerlo de una vez pero decidió hacerlas de una en una: tenía tiempo antes de que su jefe llegase, de modo que no trató de hacer nada demasiado complicado aún.

    Pero era emocionante pensar sobre el aprendizaje del uso de las herramientas de su mercado, no sólo la parte de conatrucción, sino el mercado en su totalidad.

    ("Que me paguen por trabajar en genética...La profesora Cho estaría verde de envidia.")

    Cuando terminó, hizo algunas investigaciones siguiendo las indicaciones de los datos. Ya bastante cerca de la hora, sonó su reloj.

    Ella lo recibió en el cubo-espacio de inmediato.

    - "Hola."

    El hombrecillo de amplios hombros asintió con las manos a la espalda.

    -"¿Tú eres Nicky?"

    Nicky asintió.

    -"Soy Paul," dijo él mirando por el laboatorio . Nicky le devolvió el favor, notando que Paul no tenía entorno y aparecía sobre su mostrador plateado. Debido a ésto, él ocupaba el cubo entero. Si su madre parecía tenía el tamaño de una figurita, él tenía el de una muñeca.

    Llevaba una camisa casual de golf y pantalones de pinzas con un borrón cambianre donde debería estar su cara.

    -"¿Simon y Andre te han contado lo que estarás haciendo?"

    -"Basicamente," dijo ella asintiendo. "Muy básicamente. Dijeron que necesitas hacer obra biológica...análisis, duplicados...y que está relacionado se alguna manera con el protecto se JK. Aunque ueron bastante escuetos. Todo es muy misterioso," dijo ella con ligereza.

    Paul se rió aún con las manos en los bolsillos.

    -"Bueno, bien por ellos. Se lo toman en serio. Es la primera vez en un largo tiempo que trabajo con agentes de forma tan directa como ésta." pareció estar pensando sobre algo, luego, la miró. "Bueno, bien podemos empezar. ¿Qué tal vas con la recogida de muestras?"

    Nicky dió una palmada a la pila sobre el mostrador.

    -"Están pasando muchas cosas ahí fuera. Recogí veinte sin ningún mucho esfuerzo."

    -"Eso es estupendo. ¿Y la gente te dió algún problema...?"

    -"No recogiendo muestras," dijo Nicky. "Algunas personas se quedaron mirando pero eso fue todo."

    El borrón de Paul pulsó emocionadamente.

    -"Es un mundo diferente del de hace, incluso, cinco años atrás. Podían haber cogido mucha estática de seguridad. También podían haberse deshecho de las plantas."

    Nicky miró el cable del táser que sobresalía del vaso.

    - "Hubo ub pequeño problema con un guarda a causa de mi bici, no de la recogida. Pero pude saltarle por encima."

    Paul se rió. "¿Un tipo mayor?"

    Nicky trató de recordar, visualizar su cara.

    -"Podría ser."

    -"Me preeguntó si se acordará de las huelgas de bici de los años 20. Corríamos por las calles en manadas, por aquel entonces. ¿Y saltaste sobre él?" Se carcajeó de nuevo. "Estupendo. Me alegra oir que las bicis están arraigando otra vez."

    Nicky se preguntó si él tenía algo que ver con la bici de JK pero no quiso preguntar y parecer boba.

    ("No es responsable de todo.")

    - "Cogí diez de las muestras y las degeneticé. Los datos parecen muy consistentes."

    Ella movió la página de resultados hacia el cubo y ésta apareció en las manos de Paul. Él la escaneó y asintió. Miró la página durantevunos segundos, sacó otro archivo y comparó ambas páginas.

    -"¿Dirías que los patrones indican que las esporas aéreas tienen menos éxito que las transportadas por seres vivos?"

    -"No hay datos suficientes," dijo Nicky de inmediato, sintiendo la emoción que la agarrotaba durante las preguntas trampa de la escuela. "Se debería apuntar que la metodología de recogida altera los datos...tomé rutas que los cargueros vivos podrían haber tomado."

    Él la miró, asintió y volvió a la página de datos.

    Ella se sintió tonta, comobsi hubiera sobrereaccionado.

    ("Él no estaba, necesariamente, buscando datos de la dureza del diamante.").

    -"Es más como anécdota," comenzó ella y, cuando vió que él no la interrumpía por ser irrelevante, continuó. "La Lilas que encontré en una rotonda tienen más probabilidades de haber sido aéreas. Y la camisa que llevé a la fiesta de JK estaba cubierta de esporas pero las cepillé sobre una pila de tierra cerca de casa y no crecieron. Eran bastante pegajosas."

    -"Hmm," dijo él.

    Pasaron algunos segundos y Nicky sacó su coraje.

    -"Ayudaría si yo supiera los resultados deseados del experimento..."

    Las escuela le había enseñado que el cliente siempre tenía un resultado deseado. Sólo era una cuestión de aplicar esa enseñanza en ese momento.

    Paul siguió mirando los datos unos momentos, luego, los dejó a un lado. Nicky aguardaba el discurso de confidencialida pero no tuvo lugar.

    -"Me gustaría hacer salvaje la ciudad."

    Nicky se mordió el labio.

    - "¿Salvaje?"

    -"Vancouver solía ser un pulmón, un bosque. Me gustaría que el desierto se retirara."

    -"Oh." Nicky quiso decir algo más pero no pudo pensar en nada salvo en: Qué bonito.

    Le alegró haber cobrado por la recogida de muestras por adelantado.

    ("Bonito mientras duró, supongo")

    Paul había regresado a los datos de nuevo.

    - "Esto está funcionando bien. Idealmente, serían árboles pero no hay tiempo suficiente."

    Campanas de alarma sonaron en la cabeza de Nicky. Imaginó una bomba de relojería enterrada en algún sitio, lista para explotar Vancouver a la edad de piedra.

    - "¿Tiempo?"

    Paul la observó y Nicky trató de suavizar su cara.

    ("Es tan injusto. Él puede verme pero yo no puedo verle a él.")

    -"¿Sabes?, en realidad no veo ningún parecido."

    -"¿Parecido?" dijo Nicky.

    -"Max. Tu tío. Ambos fuimos Palancas Inofensivas." cruzó los brazos.

    -"¿Tú fuiste amigo de mi tío?" dijo Nicky.

    -"Bueno, éramos colegas. Camaradas, supongo. ¿Llegaste a conocerle?"

    -"Sí."

    Era una de sus primeras memorias, una reunió de familia, un hombre grande con pelo en los nudillos.

    -"Una vez."

    -"Nunca nos llevamos bien" dijo Paul, "Tras impedir los carteles en la Luna, estábamos peleando constantemente. Peleando sobre cómo pelear. Él quería seguir pounding away. Yo quería llegar la bajo la piel. Ambos tuvimos nuestro apoyo y nos separamos."

    -"Es curioso, la película decíavque os desbandásteis," dijo Nicky. "Pero se que no era cierto porque Max desapareció."

    -"Max fue asesinado de la forma más efectiva...fue desaparecido. ¿Quizá se marchó a luchar en Cuba? ¿Quizá cambió de identidad? No hay respuestas sólidas y tampoco oposición sólida. Pero le mataron...ninguna otra cosa lo hubiera detenido."

    Nicky no dijo nada, un poco desorientada de oir esta fría explicación de asesinato por un hombre en camisa de golf.

    -"Cuando revisé tu historial, quedé bastante impactado al descubrir la conexión. Él siempre mantenía no tener familia. Quedé un poco conmovido, en verdad. A menudo...pienso en tu tío."

    Nicky asintió.

    Paul alzó la mano y negó con la cabeza.

    - "No, eso... lo hace sonar como si le recordase con cariño. La verdad es que, el bastardo está en mi cabeza, engordando ahí dentro, cuestionando cada movimiento que hago. Deben de haber sido las reuniones, las reuniones post-lunares que tuvimos. Discutíamos hasta que se nos secaba la garganta y el cerebro."

    Nicky empezó a degenetizar el resto de muestras, sólo para hacer algo con las manos.

    -"Mi padre también le odiaba.." ella encendió el HornoFácil.

    Paul suspiró.

    -"Yo no lo odiaba. Aunque sentí...rencor culpable cuando desapareció. Sentí que yo había probado tener la razón, que él tomaba riesgos innecesarios. Pero ahora, casi siento que todo ocurrió, simplemente, en el momento equivocado. Si hubiera sido diez años antes, las cosas habrían sido diferentes. Los periódicos aún informaban sobre las actividades corporativas, el gobierno aún tenía algunos vestigios de poder... "

    -"Max también odiaba el gobierno," dijo Nicky.

    -"Sí, oh sí, lo sé," dijo Paul. "Creo que esa maldita película se centró en éso por razones políticas. Pero mi argumento es que el tiempo juega una gran parte de todo."

    -"De acuerdo," dijo Nicky. "Pero si quieres que haga horas extra, yo espero tiempo y medio."

    Paul se rió. "Bastante justo."

    Habiendo terminado con el resto de muestras, cogió la página de datos y la inundó con los nuevos resultados.

    Cuando se la pasó a Paul, dijo él: "Eso es maravilloso, Nicky. Mucho más de lo esperado. Tendremos mucho de lo que hablar esta noche. Tengo reunión con JK, Simon y Andre."

    -"Suerte que no tengas que dormir," dijo Nicky.

    -"Ja," dijo él, minimizándo la página y guardándola en el bolsillo. "Siento haber hablado tanto sobre tu tío. Han pasado...años, en realidad desde que he podido hablarle a alguien sobre él. Haré que Simon y JK te expliquen todo lo concerniente sobre el resto del proyecto."

    -"Está bien. No me molesta,".

    Nicky no entendìa si él decía que era demasiado peligroso hablar sobre su tío o si su relación con él lo había hecho posible. Él tenía una mezcla de incomodidad y franqueza y evasión que casi parecía casual.

    * * * * *
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