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    Post Jim Munroe: Todos de Silicio, Eileen (I)

    (6) Jim Munroe: "Todos de Silicio"
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    ************************************
    Eileen (I)

    La ancianita estaba de pie junto al fono, ligeramente encorvada con su oído en el receptor. El vestíbulo era sombrío, con motas de polvo visibles en los débiles haces de luz.
    ("Realmente deberían pasar la aspiradora por esa alfombra.") pensó Eileen vagamente.

    Pensó haber oído un "click", pero no, aún era la tonadilla de espera. Suspiró y rodeó la silla acolchada de cretona al lado del fono. Descendió sobre la silla, aún escuchando atentamente.

    La música terminó.

    -"¿Hola?" dijo Eileen.

    Sonó la siguiente canción. Eileen suspiró. Odiaba usar el fono, Jeremy era quien siempre hacía ese tipo de cosas. Siempre le gustaba usar el fono, acceder a los sitios, conectarse a cosas... incluso antes de que supiera hablar jugaba con ese fono de juguete. Ella sonrió al pensar en él sosteniendo el receptor con sus dos manos regordetas, babeando sobre los números. Por supuesto, quizá era eso lo que metió en este problema en primer lugar...

    -"Servicio Técnico de Usted," dijo una voz un poco aburrida. "¿Puede darme su número de pasaporte, por favor?"

    Eileen tuvo que pensar por un momento lo que el hombre quería.

    ("¿Pasaporte de servicio de Usted?")

    -"Bueno, hola. No estoy segura de hablar con la persona correcta..."

    "¿Cuál es su número de pasaporte, madam?"

    -"¿Mi pasaporte canadiense? No pensé que usaban esos... "

    -"El número de pasaporte emitido con su compra de Usted, madam, no el documento oficial sino un número de referencia que usamos para servirla mejor."

    -"No he comprado nada. Tengo una pregunta sobre... "

    -"No hay problema, madam, la pondré con nuestro sistema FAQ."

    -"Yo sólo...¿Hola?" Eileen oyó la música de espera de nuevo, seguida por una grabación animada.

    -"Bienvenida a nuestro sistema de Cuestiones Preguntadas con Frecuencia. Si tiene un navegador instalado, inícielo ahora, de lo contrario, pulse uno ahora."

    Eileen se inclinó adelante y picoteó en el gastado botón.

    -"Si tiene una pregunta sobre nuestras ofertas especiales en paquetes de Usted, pulse uno. Si tiene problemas en la mejora, pulse dos. Si ha mejorado con éxito y tiene dificultades para ajustarse a su nueva realidad, pulse tres."

    Eileen suspiró, tratando de recordar qué número había pulsado antes en su llamada anterior.

    ("¿Era el tres?").

    Probó con el dos.

    -"Si tiene muchos problemas, por favor, venga en persona a nuestra oficina de... Vancouver... en... 783 Calle Robson."

    La dirección la dijo una voz diferente.

    -"Pulse uno para..."

    Eileen colgó el fono.

    ("783 Robson.")

    Eso estaba bastante cerca y le vendría bien un paseo de todos modos.
    Le llevó un rato encontrar el sombrero, incluso aunque lo había embutido bajo la manga como siempre. Mientras rebuscaba con las llaves, recordó cómo Jeremy siempre se quejaba por el retraso, diciendo que ella debería instalarse cerraduras táctiles. Ella siempre le respondía que eran demasiado caras, aún cuando la verdadera razón era una película que había visto en la que el villano le cortaba el dedo a alguien para abrir una puerta.

    ("No gracias, me quedo con mis llavecitas.")

    Sienpre era así entre ellos: Jeremy empujándola hacia el futuro. A ella no le importaba. Era lo que los jóvenes hacían, asumían que lo más nuevo implicaba mejorado, veían el brillo, no el incendio. Pero Eileen era más lista.

    Comenzó a bajar el camino, inhalando de su tubo de oxígeno de vez en cuando. Las casas de esta parte de la ciudad eran majestuosas viejas ruinas, no diferentes de sus ocupantes. Llegó hasta la puerta y saludó en la garita de guardia, las ventanas eran opacas pero sabía que Jack estaba allí dentro.

    ("O Helen, uno de los dos, no importa.")

    Extendió la palma y pasó por las puertas giratorias, ignorando la voz de ordenador:

    -"Adios, Eileen Ellis."

    Había algunos taxis fuera de la puerta, como siempre buscó uno que no estuviera ocioso y entró. Lanzó al resto feas miradas.

    ("¿Qué sentido tenía, exceptuando a los coches de la comunidad, tener una docena de tragones de gasolina allí fuera vomitando humo justo en el exterior de la puerta?")

    Recordó, mientras se aproximaba a los ronroneantes coches, que no quedaba gasolina que tragar y que eran todos recargables.

    ("Aún así, un desperdicio de energía."), se instruyó a sí misma mientras se montaba en el coche, colocando su bolso junto a ella. Había un siseo de estática.

    -"¿A dónde?"

    Eileen pestañeó. ("Dónde")

    -"Calle Robson." ("¿Cuál era el número?") "Uh..."

    Siseo, pop.

    -"Perdón, ¿qué dice?"

    No podía recordar el número. Se quedó mirando el altavoz, no quería decirselo.

    -"Sí, otra vez, una de las dóciles ancianitas de Sunset Beach ha olvidado adónde iba."

    -"Las oficinas de Usted de la Calle Robson," balbuceó ella de pronto, confiando que él supiera dónde estaba.

    El taxi se puso en marcha. Eileen suspiró aliviada. Decidió que iba a apuntar algunas notas cuando estuviera relajada sobre lo que preguntaría a esa gente de Usted. Abrió su bolso gris algo estropeado; ella sabía que debería comprar uno nuevo pero no podía molestarse y ¿a quién trataba de impresionar de todos modos?; y sacó un bloc de notas.

    Lo encendió y apuntó algunas notas:

    1. ¡¡¡Dónde está mi nieto!!!

    Paró ahí. Ésa era la cuestión, y ni si quiera era una cuestión pues ella, más o menos, sabía la respuesta. De modo que la borró y empezó de nuevo.

    "Porqué Deberían Devolverme A Mi Nieto

    - Es demasiado joven (¡12 años!)
    - es fácilmente impresionable.
    - es mi nieto."

    Eso era todo, pero Eileen pensó que las razones eran bastante convincentes. El taxi paró en el bordillo y ella sacó su tarjeta del bolso. Era un taxi nuevo y acababa de instalarse la placa de pago.

    -"¿Chófer?" dijo ella meneando la tarjeta.

    La ranura se deslizó, se abrió y una joven en sus veintipocos le entregó el lector de tarjetas.

    "¡Oh!" dijo Eileen, pasando la tarjeta de débito. "Pensé que era usted... sonaba como un hombre."

    -"Mmm," dijo la chica. "Modulador de voz. Menos atracos así."

    -"Oh," dijo Eileen, devolviéndole el lector. "Siento el problema. Siempre le digo a mi nieto: lo único que quiero que mi reloj sepa es la hora!"

    La taxista sonrió, puso el lector bajo el asiento y ajustó el elástico de su coleta.

    -"Tenga cuidado, señorita," dijo Eileen mientras se deslizaba fuera del coche. "Podía haberte cortado la garganta tan fácil como corto una empanada."

    La sonrió y dió un portazo.

    ("Oh, tengo mi...oh sí, justo aquí.") pensó dando golpecitos al bolso.

    El taxi se marchó, dejándola delante de un escaparate. La fachada era elegante en blanco y azul, con "Tecnologías Usted" en tipografía reafirmante pequeña. Tomó aire y entró en el edificio.

    El interior era una lujosa habitación alfombrada con grandes escritorios, un joven estaba reclinado en una redonda silla giratoria plateada mientras hablaba con una joven y atractiva pareja. Un hombre de más edad estaba
    concluyendo sus asuntos en otro escritorio y casi choca con Eileen cuando se despedía camino a la puerta.

    -"Oh..." dijo Eileen.

    -"¡Pardon me!" dijo el viejo. Cuando miró a Eileen, le brillaron los ojos. "Justo a tiempo para paisanos como nosotros, ¿eh?"

    -"Bueno," dijo Eileen, pero el hombre ya la había pasado de largo.

    "Te veo por ahí," dijo él con una carcajada que a Eileen no le gustó.

    La mujer que había atendido al viejo caminó hasta Eileen. Su pelo estaba peinado en un estiloso moño y pasador que lo mantenía en su sitio. Su rostro era fresco e inquisitivo.

    -"¿Puedo ayudarla, madam?" dijo.

    ("Qué chica adorable."), pensó Eileen. ("Se parece a Mary cuando era más joven."). "Bueno, sí," comenzó. "Quizá deberíamos sentarnos," dijo Eileen indicando el escritorio.

    La silla para visitantes no era tan lujosa pero parecía terriblemente cómoda. La mujer asintió, se deslizó rodeando la mesa hasta su asiento y ambas se sentaron.

    -"Dígame. ¿En qué puedo ayudarla?", dijo la mujer con ojos serios.

    A Eileen le alegró que fuera una mujer. Los hombres solían despachar con facilidad, especialmente a alguien de su edad.

    -"Mi nieto..." , se detuvo antes de escupirlo todo.

    Recordó las notas que había hecho y empezó a buscarlas en el bolso.

    -"Mi nieto ha desaparecido.¡Ah!", sacó el bloc de notas.

    La joven miró el bloc y luego a
    Eileen.

    -"Bueno, eso es terrible... ¿ha ocurrido hace mucho?"

    -"No, sólo unos días. Pero recibí una nota de tu oficina. He tratado de ponerme en contacto con él en la dirección que me distéis pero no responde nadie. Él mencionó algo sobre ser libre..."

    La joven se reclinó un poco y asintió.

    -"Entiendo. Bueno, tenenos una oferta de prueba de productos no vinculante, pero la persona ha de regresar por su propia voluntad.", se detuvo y dejó que se procesara lo dicho. "¿Entiende? Si no lo hacen, se les carga por el tiempo."

    Eileen negó con la cabeza:

    -"Eso no es propio de Jeremy."

    -"Seguro que no... ¿puede pasar la mano sobre la mesa, madam? Necesitamos una muestra para la comparación de ADN." Eileen obedeció.
    La joven hizo una pausa de un segundo, sus ojos se movían arriba y abajo.

    - "Madam, no encuentro ningún descendiente suyo en el sistema."

    Eileen sonrió incómoda.

    -"No es mi nieto en realidad, supongo."

    -"Madam, seguro que sabe que no podemos..."

    -"¿Puede buscar por clones?"

    La joven abrió los ojos del todo.

    Eileen inclinó la barbilla.

    -"Yo lo llamo mi nieto porque es más fácil de explicar."

    ("Y de tratar con reacciones como la tuya. Me pregunto qué harías tú con millones de dólares y sin útero.")

    La joven parpadeó de pronto.

    -"Aquí lo tenemos. Jeremy Ellis."

    Eileen asintió aliviada.

    -"¿Me distéis la dirección de contacto equivocada en la nota, quizá?"

    Lenta negación con la cabeza.

    -"No... eso es correcto. Dice que él llegó hace seis días... transferido inmediatamente a el Cielo de JugadorZ... y luego nada. Sin transferencias, sin solicitud de datos, sin pistas de ninguna clase."

    -"¡Oh sí! He oído sobre el Cielo de los Jugadores de Juegos, él quería tanto..." Eileen se detuvo cuando vió lo confundida que parecía la joven.

    -"Nunca he visto... madam, ¿podría esperar un momento? Debería preguntar a mi jefe sobre ésto."

    Se tocó la oreja nerviosamente y desapareció.

    Eileen se dió cuenta de que había estado hablando con un holograma. Se sintió estúpida por no haberlo notado.

    ("Desde luego, un lugar como éste no usaría ayuda en carne. Será mejor que este jefe sepa...")

    La joven regresó con su cara recompuesta. Un pequeño hombre aún más joven que ella permanecía de pie a su lado.

    -"Aquí lo tiene, madam, él la ayudará." Luego se esfumó en un pestañeo.

    El pequeño se deslizó con cuidado en la silla y Eileen notó lo natural que parecía.

    ("Seguro que practican eso."), pensó.

    -"Soy Gerald, y usted es...?"

    -"Eileen. Eileen Ellis. Mi... chico..."

    -"Estoy al corriente de su situación, Sra. Ellis." se frotó la barbilla. "Deseo que pudiera decir que es única."

    -"¿La desaparición de un chico pequeño no es única?" dijo Eileen inclinándose hacia adelante.

    -"Bueno, primero de todo, Sra. Ellis," dijo el pequeño, juntando los labios. "Jeremy no es un chico pequeño. Está autorizado a todos los productos de consumo dirigidos a la demográfica de 12—17." La fijó con sus ojos azules. "Y él estuvo de acuerdo con el contrato."

    -"Nadie lee esas cosas," disparó Eileen. "Ellos sólo pulsan el botón de Aceptar."

    -"Aún así, Jeremy aceptó a una hora de prueba del paquete Bronce y cuando no se desconectó tras ese tiempo, fué registrado automáticamente como usuario activo y se le cargará como tal."

    -"Bueno. Yo quiero que vuelva." Eileen sintió tensarse la piel de sus mejillas.

    El pequeño suspiró.

    -"Sra. Ellis... aquí tenemos un montón de quejas por personas desaparecidas o personas supuestamente desaparecidas. Normalmente, maridos y esposas. Y nosotros decimos que, si no se carga a una cuenta compartida, no hay nada que realmente podamos hacer. En su caso, si quiere podemos parar los pagos pero, son en verdad extraordinariamente razonables. ¡Es prácticamente grátis!."

    Eso era extraño.

    - "¿Porqué es... tan barato?"

    El pequeño sonrió y empezó un discurso ensayado.

    "El paquete Bronce está subsidiado por un número de patronizadores corporativos por ser un sistema de intercambio de envío de estímulos, promoción de rico."

    Eileen se abrió camino a través de todo eso, descifrándolo.

    -"Quiere decir... que tiene anuncios."

    -"Bueno, sí. Es mucho más dinámico que lo tradicional..."

    Eileen sintió un sudor manar bajo sus brazos.

    -"¡No puede tenerlos...no puede tener anuncios!."

    La pareja de la mesa de al lado se levantó, parecía feliz. El hombre moreno examinó a Eileen, su sonrisa decayó un poco cuando notó su agitación. Siguió a su novio rubio afuera.

    El pequeño la observaba, debatiendo hazarosamente si el tiempo del decoro había expirado.

    Eileen tomó un gran aliento y trató de calmarse.

    "Debido a un problema de cuando...nació... Jeremy tiene una extrema sensibilidad al estímulo. Incluso tiene que llevar gafas especiales cuando juega a los juegos."

    El pequeño asintió.

    -"El contrato que aceptó claramente expone que cualquiera con un trastorno médico..."

    -"Ha caído en coma antes," dijo Eileen. "¿Y si está en coma...allí dentro?"

    -"El contrato..."

    Eileen simplemente lo miró.

    Él se detuvo.

    - "Madam, Tengo que pedirle que se vaya. No hay nada que yo pueda hacer sobre el asunto. Cuando su nieto quiera ponerse en contacto, lo hará."

    Ella le miró, depositó las palabras con tanto esmero como pudo:

    -"Dónde está su cuerpo."

    -"Ya sabe que, por razones de seguridad, la localización del cuerpo de nuestros clientes es un tema de lo más confidencial... "

    -"Dónde."

    El pequeño susurró algo y luego alzó las manos en súplica.

    -"Madam, me temo que voy a tener que contactar con el equipo de seguridad si no abandona las premisas inmediatamente. Siento sinceramente los problemas entre usted y su...su..."

    -"¡¡Mi nieto!!" gritó Eileen.

    El pequeño dió un paso atrás y desapareció.

    Eileen miró las otras mesas y vió que también estaban vacias. Estaba sola. Miró al bloc de notas que aún sujetaba en su mano y lo guardó despacio en el bolso.

    Se levantó, caminó por la oficina vacía y empujó la puerta para salir, sintiendo como si cada célula de su cuerpo la estuviera arrastrando hacia el suelo. En el exterior, había un ocaso amarillo grisáceo y llamó a un taxi. A mitad de la calle, una cubo-furgoneta se abrió súbitamente y hombres de seguridad con uniformes antidisturbios se apilaron fuera. Cargaron dentro de la oficina de Usted justo cuando entró en el taxi. Los observó moler el lugar y el bolso parecía demasiado pesado en su regazo.

    ("Jeremy.")

    * * * * *
    CONTINUARÁ
    Última edición por Artifacs; 17-May-2018 a las 11:33
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  2. #2
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    Post Jim Munroe: Todos de Silicio, Eileen (II)

    (7) Jim Munroe: "Todos de Silicio"
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    ************************************
    Eileen (II)

    A la mañana siguiente, Eileen se levantó y tanteó el caminó hasta el baño.

    ("Irse a la cama cuando aún hay luz, levantarse cuando no haya luz.")

    Estaba a mitad del alivio natural cuando recordó a Jeremy. Le golpeó con fuerza, un centelleo helado, segundos antes de que empezara a orinar de nuevo.

    Estaba sentada allí, sitiendo las frías baldosas aún a través de sus callosas plantas. Le hizo recordar cómo Jeremy pensaba que ella era inhumana porque él no conseguía hacerle cosquillas en los pies, no importaba el empeño que pusiera, mientras que él gritaba y aullaba con el más ligero roce.

    Fue la memoria de su risa la que al fín la sacó del trance. Inclinó la cabeza y dejó que las lágrimas cayeran sobre sus piernas, un doloroso sonido que salía de sus labios. Cerró los ojos con fuerza, con más fuerza...luego, se secó y se levantó.

    - "Estúuupida," dijo, sus senos se hincharon instantáneamente. Se echó agua fría en la cara y se contempló en el espejo.

    ("No seas estúpida, Eileen.")

    Bajó las escaleras entre tambaleos y se preparó una taza de té. Olvidó agitarlo primero y sabía muy débil. Se preguntó por milésima vez...

    ("¿Cuál es el problema con las bolsas de té?. ¿Porqué tenían que inmiscuirse, esas compañías, en cosas que era mejor dejarlas en paz?")

    Incluso con su antiguo empleo había sido así. Ella había tenido unas cuantas misiones que, obviamente, habían sido pobremente estudiadas, desastrosas, lo bastante para que ella dejara de leer los periódicos. Se suponía que las misiones ayudaban a esas personas en sus largas carreras, que las ayudaban a adaptarse al mercado mundial eliminando las manzanas malas, pero con más frecuencia que menos, la violencia se extendía como un incendio forestal. Si creías lo que leías.

    Para cuando la cafeína entró a patadas, Eileen ya había generado una ira cardíaca. Y luego, la golpeó, por supuesto. Se obligó a terminar el té antes de levantarse y hacer camino hasta el fono.

    El número de su compañera de trabajo le saltó a la mente de inmediato y no estaba redirigido a ninguna nueva dirección elegante, dos buenos presagios.

    Eileen aún estaba sorprendida por la voz al otro lado.

    -"¿Quién es?"

    -"Soy. . . Eileen. Eileen Ellis."

    -"¡Eileen!" chilló Mary. "¡Oh dios mío! ¡Han pasado años...décadas! ¿Cómo...cómo estás?" su excitación inicial era ahora una curva descendente hacia la precaución.

    -"Estoy bien. Pero... Bueno, es una larga historia. Quizá podamos vernos pero... necesito preguntarte algo ahora mismo. Mary..."

    Los ojos de Eileen estaban cerrados con fuerza, tanto por el polvo como por la tensión.

    "...¿Todavía tienes tu traje?"

    * * * * *

    Eileen mojó su galleta en lo que quedaba del té y dió un mordisco, escuchando con intención a la glamurosa mujer de azul sentada frente a ella.

    -"...e incluso si él vuelve, no lo querría de vuelta. Le enseñaría la puerta tan rápido que la cabeza le daría vueltas." dijo Mary.

    Eileen sacudió la cabeza. La camarera se acercó para ofrecer té y Mary tomó un poco más, sonriendo brillantemente a la camarera.

    ("Aún tiene sus miradas."), pensó Eileen sorprendida de que los años apenas la habían marchitado, apenas habían rayado su pelo de blanco. El pelo de Eileen se había vuelto blanco unos diez años atrás.

    La camarera se movió hacia su copa pero Eileen puso una mano tapándola para detenerla y la camarera se marchó.

    -"Oh, estás mejor sin ese...capullo," dijo Eileen.

    Escogió las palabras con cuidado pues Mary se tomaba ofensas bastante rápido. Le hubiera contado historias de horror sobre un hombre "de un día" que luego vuelve a tí para convencerte del siguiente.

    ("Mientras que él volviera con tus buenos libros.")

    -"Bueno..." dijo Mary. "Nunca se conoce a un tipo..." , perdió su mirada traviesa cuando vió el rostro de Eileen. "Mejor sin ellos. Como dicen en la compañía, ¿XY-incordio?"

    (NdT: Intraducible juego de palabras. suena a: <¿Ex?, ¿porqué molestarse?>)

    Se rió de su propio chiste y Eileen sonrió, si acaso por ver a su vieja amiga en buena forma.

    -"Nunca entendí porqué querías un chico. Cuando lo oí, dije: ¿Qué? ¿Ha ido algo mal?" estaba riendo de nuevo y la sonrisa de respuesta de Eileen era ahora mucho más débil.

    Eileen estaba pensando en aquel clon replicado que la aconsejó, con tono aburrido, que la alteración de género incrementaría las probabilidades de imperfección. Ellos no lo llamaban defectos. Se preguntó si eso podía estar relacionado con los ataques a causa de estímulos.

    -"Me imaginé que tendría más ventajas como un hombre," dijo Eileen.

    -"Bueno, ¿y cómo está?" dijo Mary.

    -"Bien, bueno," dijo Eileen con culpabilidad, cogiendo la última galleta y cambiando de asunto.

    -"Éste es realmente un hotel precioso."

    -"Sí, ¿no es grandioso?" dijo Mary mirando alrededor del casi vacío salón comedor, al suelo redondo de un edificio en forma de coliseo. "Se puede oler la historia. Solía ser una librería o algo así. Terriblemente caro...pero vuelvo a Vancouver tan raramente... ¡tienes que venir de visita! Las islas son tan cosmopolitas ahora... no es Frisco, pero ¡lo intentamos!"

    -"Quizá cuando resuelva mis asuntos," dijo Eileen.

    -"Te he traído lo que me pediste, por cierto," dijo Mary.

    Eileen había visto la bolsita de inmediato, pero sonrió agradecida

    -"Gracias."

    La camarera pasó zumbando y Mary bajó la voz: "La dejaré aquí cuando me vaya..."

    -"Estupendo." Eileen hizo una pausa. "¿Cómo es que lo tienes después de...?"

    Mary sonrió sin diversión. -"Bueno. Eso es toda una historia. ¿Te acuerdas cuando congelaron mis bonificaciones...debido a que mi máscara estaba 'dañada'?"

    Eileen lo recordaba. Mientras que la mayoría de los operativos se ponían cualquier adorno con impresiones de luz retirables, ella había dibujado las suyas con, entre otras cosas, lápiz de labios.

    -"Bueno, estaba tan enfadada. ¡Necesitaba ese bonus! Así que lo escondí y les dije que lo había destruído. Se volvieron locos pero yo ya había pagado por él y no podían desembarcarme. Y ahora están siendo disueltos por las corporaciones matriz y están demasiado ocupados tratando de salvar sus empleos como para molestarse en seguirme a todos lados."

    Eileen sintió un poco de náusea pensando en el riesgo que Mary había corrido. Trató de cubrirla sorbiendo té pero notó que sus manos le temblaban un poco.

    -"Había planeado venderlo...recuperar el dinero del bonus que me habían fastidiado. Pero..." Mary se encogió de hombros expansivamente. "Supongo que una vez que me instalé en mi vida normal ya no quería hacerlo, ya sabes, volver a... eso. Me iba bien con Larry en aquél tiempo... así que, simplemente lo guardé. ¡Oh!", se tapó la boca. "¡Escucha ésto!. Larry, un año antes de que le echara, lo encuentra en el fondo de una caja en algún sitio. Lo saca y dice que estoy ocultándole secretos. Se enfrenta conmigo con él en la mano. Dice: no puedo creer que nunca me dijeras que eras una... ¡submarinista!"

    Eileen soltó una risita.

    -"¡Una submarinista! Fue un alboroto. Estuve a punto de matarme a mí misma tratando de no reir. Estaba tan asustada de tener que contarle todo el asunto..."

    -"Oh, eso no tiene sentido." dijo Eileen, sorbiendo su té.
    "Ningún sentido en absoluto."

    -"Exactamente." Mary miró a Eileen con una sonrisa triste. "Me alegra tanto charlar contigo, Eileen. Perdona si te estoy calentando la oreja."

    -"No lo estás. Estás siendo sólo Mary."

    Mary sonrió y sus ojos aterrizaron sobre la bolsa con el traje.

    -"Por favor, se cuidadosa, Eileen. Me sentiría demasiado culpable si algo llegara a pasar. ¡Oh! Y no conectes con el satélite, hagas lo que hagas. Estoy segura de que eso haría saltar todo tipo de alarmas." Sus manos se agitaron como demostración . "¿Me llamarás cuando hayas acabado con lo que sea que vas a hacer? ¿Así sabré que estas OK?"

    Eileen asintió. Quería devolverle el traje, de todos modos. "¿Tendrás el mismo número?"

    -"Bueno, si es... si no, habrá un servicio de redirección." Los ojos de Mary cayeron y se movieron por el mantel.

    -"¿Te vas?" dijo Eileen triste.

    -"Bueno... claro. Durante las próximas semanas hay un especial para seniors. No consideras seriamente...quedarte."

    Eileen no lo había considerado. Desde sus asuntos con Jeremy, la idea de confiar en Usted no era ciertamente atractiva. Ella no esperaba quedarse realmente...simplemente había asumido que se irían cuando llegara la hora.

    No había considerado quedarse, pero todas esas presunciones sobre lo que ella quería, cómo actuaría, le hacían querer hundir sus talones.

    -"Supongo que no pienso realmente nada a parte de arreglar mis asuntos," dijo para simplificar las cosas.

    Mary asintió y le brindó una sonrisa.
    -"Así que...¿es cierto que no vas a decirme para que lo necesitas?"

    Eileen se movió en su asiento incómoda y dió un sorbo al té que ya no estaba allí.

    -"Dime ésto, oh misteriosa," dijo Mary arqueando la ceja. "¿Es por un hombre?"

    Eileen pensó, decidió que, de hecho, era cierto y asintió.

    Mary miró sobre su hombro.

    -"Bueno," dijo ella con tono de conspiración. Indicó con la cabeza hacia el paquete. "No sería la primera vez que este traje sale del retiro para tratar con la infidelidad de un mierdecilla."

    * * * * *
    CONTINUARÁ
    Última edición por Artifacs; 17-May-2018 a las 14:40
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    (8) Jim Munroe: "Todos de Silicio"
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    ************************************
    Paul (II)

    Los dos hombres estaban de pie sobre el pequeño montículo, juntos y con las manos en los bolsillos.

    El más alto llevaba pantalones azules hasta las rodillas y una camisa de golf sin botones. El otro iba exageradamente vestido, sosteniendo su chaqueta blazer en el ángulo del brazo mientras exponía su argumento. Era difícil estar seguro de ésto porque ambos llevaban borrones donde deberían estar sus caras pero por su lenguaje corporal, el más alto parecía más interesado en observar a los chicos jugar.

    -"Ahora mira, eso es de lo que te estoy hablando," dijo el alto señalando con un dedo carnoso a las caras borrosas de los chicos. "Ésta es la segunda vez que ese chico ha caído en el mismo exacto lugar. Este picnic ni siquiera tiene un ritmo de bucle decente."

    -"Paul, venga, sabes que tenemos un presupuesto limitado para esas cosas...."

    -"Pero ni siquiera lo intentáis. Vuestro corazón no os va en ello. Para vosotros es todo trabajo-trabajo-trabajo. Mírate, Al...llevas la corbata puesta, ¡Venga ya!"

    -"Es que... tengo una reunión después," Al balbuceó, borrando su corbata y soltándose el cuello de la camisa. "¿Mejor?"

    -"Patético," dijo Paul, girando alrededor y mirando a los adultos en enjambre en torno a la barbacoa.

    -"Me refiero a que estamos en la industria de la cultura, somos a quienes los ordinarios 'Joe' buscan para sazonar sus vidas. ¿Y ésta es la mejor recreación que se os ocurre?"

    Al alzó la mano al cielo.

    - "¿De qué estás hablando? Es un día precioso. ¡Mira esas nubes!. Esas nubes de alta calidad, Paul. No hay posibilidad de que llueva."

    -"¡Exactamente lo que digo!" dijo Paul, llevando su mano para apuntar al hombre más bajo. "No hay ppsibilidad de nada. ¿Dónde están las hormigas, Al?", negó con la cabeza. "Te cito el picnic de Branders, eso ya era algo. Tenía algunos terroristas que aparecían y disparaban con todo. La gente gritaba, corría por todos lados." soltó una carcajada.

    Al emitió un sonido amargo. "Ooh, eso de mal gusto. Especialmente a la luz de la Masacre Exxon..."

    -"Creativo. Eso es lo que es. Todo el mundo se cagó en los pantalones incluso aunque sabían que no podían matarlos. Todo lo que requirió fue unos cuantos hologramas a los que les perforaban las cabezas para acceder a ese temor. Está en nuestro hardware, incluso si sólo somos software."

    -"Bueno, recuerdo un tiempo en el que no teníamos que llevar mezcla-caras," dijo Al. "No es de mí época, pero es cierto."

    -"Bueno, el borde afilado a veces. devuelve el corte," dijo Paul con una cómoda carcajada.

    Al negó con la cabeza y se rió.

    -"Eso es lo que admiro de tí, Paul...puedes darle la vuelta a todo. Hacer que terroristas locos parezcan que nos mantienen atentos. Nuestra empresa, por otro lado, ha estado en la base de la industria más tiempo de lo que has estado vivo y, por eso, creo que formaríamos un gran equipo para ir tras la cuenta de Usted."

    -"Oh, ¡buen señor! ¡Tú también no, Al,!" dijo Paul, haciendo un gesto de tirarse del pelo que fue oscurecido por el mezcla-caras.

    -"¡No me digas que también vas a la caza del ganso salvaje!"

    Al se giró hacia otro lado, parecía al borde de rendirse. Luego se giró hacia Paul.

    "No es la caza del ganso salvaje. Es la mayor cuenta individual en la historia de los negocios."

    -"Ni siquiera me creo que las operaciones de Usted sean generadas por una inteligencia artificial, Al. Todo es un engaño para convecer a los usuarios finales de que todo es alto secreto y totalmente seguro. Pero aunque no sea un engaño, ¿no te das cuenta de que es la misma vieja historia? En los viejos tiempos, retaban a los chicos a hackear su código y los chicos pasaban años buacando formas de entrar para que la compañía arreglara los parches."

    Al soltó una carcajada.

    -"Creo que es un poco diferente ahora, Paul. Nuestra profesión contiene a los mejores analistas culturales y recolectores de datos sobre la Tierra."

    -"Usted hace que agotemos nuestros recursos para, simplemente, darles información sobre las operaciones que ya conocen y nos prometen un trato exclusivo confidencial a cambio," dijo Paul. "Luego supongo que no puedes."

    Un fono flotó a medio aire entre ellos pero Al no lo notó y empezó a decir algo. Paul alzó la mano.

    -"Tengo una llamada."

    Se giró levemente a un lado, alzando una mano en forna de fono hacia su oreja. La conexión fue inmediata.

    La voz era un gorjeo debido a su paso por varios filtros.

    -"Está pasando algo en la oficina de Usted de la Calle Robson. ¿Quieres que lo compruebe?"

    -"Definitivamente, Cariño, a las ocho suena perfecto."

    -"OK, contacta conmigo cuando estés solo. Tendré más info entonces."

    Click.

    -"Tenías razón en querer perderte este picnic, Hun" continuó Paul examinando la forma deprimida de Al. "Estos amigos nos saben cómo divertirse.", fingió una carcajada.

    Al alzó una tímida mano de despedida y volvió a la barbacoa.

    -"Muy bien, cariño," le dijo Paul a nadie. "Sí, me acordaré."

    Solo en el montículo, se llevó las manos a la espalda y observó a los.chicos. Cuando uno de ellos tropezó y se peló la rodilla por tercera vez, desapareció dejando al niño con su eterno destino.

    * * * * *
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    (9) Jim Munroe: "Todos de Silicio"
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    ************************************
    Nicky (IV)

    Nicky fue a la inauguración una hora después de la hora inicial que rezaba en la invitación. Entró en la brillantemente iluminada Galería de Molson para caer de inmediato en el fuego cruzado de miradas. Nicky se movió hacia el arte. Sujetaba la bici de JK plegada frente a ella, donde era menos obvia, en un intento de minimizar su nivel de extravagancia. Sentía las patitas de su pequeña criatura reptando por la espalda de su chaqueta vaquera.

    ("Quizá traer al gecko había sido demasiado.")

    Miró al holo en la caja. Era una caverna, una mina subterránea, a juzgar por los pequeños vagones.

    -"Bueno, ya sabes cómo son. Tienes suerte de salir de ahí con la cabeza intacta," dijo alguien detrás de Nicky.

    Alguien más respondió en un tono demasiado bajo para oirlo. Nicky se inclinó adelante para examinar la caja que mostraba figuritas que excavaban los muros de la caverna.

    ("¿Enanos?")

    -"Creo que tienes razón," dijo la primera voz, que era leve pero distinguida. "Él es de ese tipo. Demasiado joven para tener la intensidad, pero está mirando a tus cosas con mucho interés."

    Nicky miró atrás. El tipo con la voz distinguida tenía pelo largo gris a lo afro en el que había metido gafas de sol de espejo.

    El que susurraba era el artista...

    ("Mike no se qué...")

    ...que parecía nervioso. Nicky se alejó antes de que Mike la reconociera, aunque fuera improbable con su nuevo pelo extraño.

    Había una barra con un guapo barman. Miró la lista de precios:

    $10 por una Coke
    $15 por un Molson Ex,
    $17 por Evian,
    $20 por un Tropicana

    Y casi consideró tomarse un OJ, visto que acababa de cobrar.

    ("Puedo conseguir una caja entera de lo mismo en el Camino Seguro"), pensó. ("Compraré algo camino a casa.")

    Se marchó de la barra, devolviéndole una sonrisa nerviosa al barman y preguntándose qué tipo de ropa llevaría cuando no vestía su uniforme de traje y camiseta. Se imaginó a sí misma preguntándoselo y una emoción de terror la atravesó.

    Se estacionó a sí misma delante de otra caja. Ésta era la que salía en la invitación...el unicornio trotando alrededor de la alarmada mujer de pechos imponentes. Nicky notó que el artista había pasado más tiempo concentrado en los erectos pezones de la princesa que en la cabeza entera del unicornio. Típico. Aunque no había hecho mal trabajo en la materia.

    -"¿Con quién te identificas más?" dijo una voz familiar.

    Nicky se giró para descubrir a un hombre de mediana edad que nunca había visto antes. Ella suspiró para sus adentros mientras miraba la inexpresiva contemplación del tipo.

    ("JK, ¿dónde demonios estás?")

    -"Uh... con nadie." miró hacia atrás y, presintiendo que él no iba a marcharse, le retó: "¿Y usted?"

    -"Probablemente el unicornio," dijo él con una sonrisa que dejaba suelta la severidad que su corto pelo gris le daba a sus facciones. "Me siento más... liberado que estresado estos días."

    -"¿Piensa que los unicornios son libres?" dijo Nicky sin intención alguna, sólo genuínamente sorprendida.

    -"Bueno, mira a ése," dijo él. "Trotando por todo el lugar."

    -"Está ansioso. Constantemente en movimiento. Atrapado," dijo Nicky, pescando al gecko de la solapa de su chaqueta justo antes de que cayera sobre su manga. "Condenado," dijo mientras devolvía al gecko encima de su hombro. "Y ella, probablemente, tiene algo que ver en ello, con su exagerada rutina de damisela-en-peligro. Ella es la hostigadora, probablemente."

    El hombre soltó una carcajda.

    -"Huh, voy a por otra bebida." dijo agitando su botella vacía. "¿Quieres una?"

    -"Claro," dijo Nicky imaginando que puesto que él no había tomado el giro obvio de la virgen-unicornio, serviría de compañía hasta que llegase JK.

    Escaneó la sala, que se había llenado un poco con los sospechosos usuales desde que había llegado. Captó la vista de una alta rubia al otro lado de la sala y la saludó con la mano.

    -"No gracias" dijo Mike con voz crispada de repente que llenaba toda la sala. Se inclinó adelante y metió una tarjeta de negocios negra en el bolsillo del blazer de un joven. El joven sonrió tristemente y salió de la galería. Mike, cuya burla no se había transformado del todo en una sonrisa, volvió con sus amigos. Su colega del pelo afro le apretó el hombro y asintió con aprobación.

    El zumbido de la galería se incrementó notablemnte y Nicky intentó no ponerse furiosa. Se movió a la caja siguiente sin absorber nada.

    -"¿Qué fue aquello?" dijo el hombre de pelo corto, que había regresado con una cereza para ella.

    -"Gracias," dijo Nicky, tomando un abrupto trago de la botella helada sin mirarla siquiera. "Eso fue el primer paso del baile conocido como Éxito Artístico."

    -"¿Qué...quién era el estirado?" preguntó el hombre de pelo corto.

    -"Reclutador. Probablemente freelance. Ofreciéndose a representar a Mike como creativo."

    -"¿Y él le rechazó?" dijo el hombre incrédulo con las cejas levantadas. "Wow."

    -"No. Sí," dijo Nicky dando otro trago a la botella, saboreándola esta vez. "Ahhhh... es tan falso y estúpido."

    Ambos miraron la caja por un momento. Representaba a un hombre tendido sobre una tabla.

    -"¿Cómo tiene ésto éxito si él..."

    Nicky suspiró: "Es sólo el primer movimiento. Si un artista no rechaza la primera oferta lo bastante vehementemente, entonces el asunto no es real. El cazador de tendencias pierde el interés."

    -"Ah," dijo el hombre de pelo corto. "Difícil-de-conseguir."

    Observaron cómo una proyección astral luchaba por salir del hombre sobre la tabla y volaba hacia afuera. El hombre de pelo corto se echó hacia atrás y leyó el título de la obra.

    - "Há-Goeth-lo por Usted." soltó una carcajada.

    Nicky hizo rodar los ojos.

    Él notó su reacción: "Oh vamos, ¡es divertido!"

    -"Es fácil" dijo Nicky ceñuda.

    -"Bueno," dijo él señalando la obra con su botella, "No todo tiene que ser difícil. Es como... un comentario. Sobre cómo hemos obtenido la capacidad de hacer algo con lo que hemos soñado durante siglos."

    -"Para que sigan diciéndonos algo," Nicky iba decir algo sobre magia negra que rebotaba dentro de su cabeza pero que no salía fuera. "Pero... me refiero, ¿porqué ser un artista si todo lo que vas a hacer es eco?"

    -"¡Whoa!" dijo el hombre de pelo corto. "Sólo soy un mono de código, madam. ¿Qué sé yo de eso? Vamos a preguntarle a este tipo," dijo él llamando a la puerta.

    JK acababa de entrar caminando, mostrando una gran sonrisa mientras saludaba a algunas personas. Vió a Nicky y al hombre de pelo corto, les saludó con la mano y se abrió paso hacia ellos.

    Nicky miró al hombre de pelo corto a través de sus ojos rasgados.

    - "¡Hey! ¿conoces a JK?"

    Él se encogió de hombros inocentemente.

    JK tuvo una breve charla con Mike, luego cogió las gafas de sol reflectantes del tipo con el pelo a lo afro y se las puso. Su dueño le examinó y le dió la aprobación con una mano de OK. JK al fín, llegó hasta ellos.

    -"¡Chase! ¡Nicky!" dijo. "¡Os habéis encontrado!"

    Nicky observó su enfado derretirse en los espejos gigantes de la cara de JK.

    -"Bueno, no había demasiadas pelo-pulpos cargando bicicletas..." dijo Chase.

    Nicky chasqueó la lengua: -"Esas gafas de sol..."

    -"¿Me quedan bien?" dijo él, su sonrisa se hizo máyor.

    -"¡Y de qué manera!," dijo Nicky, sintiendo que su humor abandonaba la concéntrica espiral negra.

    -"Me gustaría poder ver algo con ellas," dijo él mirando por la sala.

    Se las quitó y regresó a su cara normal, golpeándose en el ojo con el agarre mientras lo hacía.

    Chase alzó una ceja: "¿Qué tienes pensado, hombre?"

    -"¿Vosotros queréis ir...a algún sitio?" dijo JK, saludando a alguien.

    -"¡Aajá!" dijo Nicky.

    Chase se encogió de hombros: -"OK.¿Dónde?"

    JK les mostró los pulgares y comenzó a caminar hacia la salida. Ambos le siguieron mientras él abría paso por la sala, ahora densa de humanidad. Nicky le dió a Chase una sonrisa de coraje. Sintiendo que parecía un poco fastidiado por la agitada conversación de JK, respondió por él.

    -"A algún lugar interesante, probablemente."

    Para cuando llegaron allí, era bastante tarde.

    -"Esto es perfecto," dijo JK indicando la extensión de asfalto.
    "Vamos a quedarnos un rato."

    Estaban en la sombra del Mundo de la Ciencia. Una gigante esfera estaba colocada sobre el borde del acceso de entrada. Su estructura reflectante estaba dividida en triángulos mediante armazones metálicos. Nicky recordó la primera vez que había entrado allí, cuán decepcionada había quedado por las formas de caja regulares de los edificios que contenía. Pero las maravillosas exposiciones pronto la distrajeron.

    JK estaba desplegando su bici entre el siseso de las ruedas y los "clicks" de las articulaciones que ponía en su sitio.

    -"¿Os acordáis de venir aquí de niños?" dijo ella.

    -"Aajá" dijo JK. "Me acuerdo de que una vez estuve aquí en una excursión de clase." Se montó en la bici y empezó a pedalear alrededor. "Tenían aquello donde podías experimentar cómo era ser una semilla. Como el ciclo de crecimeinto. Te metías en esa caja de gelatina..."

    Chase, sentado en el asfalto blando, se inclinó hacia atrás sobre las palmas de las manos y sonrió: "¿Gelatina? Oh, ¿te refieres a esa cosa de biomasa?"

    Nicky observaba a JK adelante y atrás en círculos que parecían a punto del colapso: "¿Estás seguro de que sabes ir en esa cosa?"

    JK la ignoró: "Sí, gelatina de biomasa. Engañaba a tu cuerpo haciéndolo pensar que eras otra cosa. Era un poco sucia pero nos encantaba.."

    Nicky se rindió, se sentó en el suelo y cruzó las piernas. Recordó algo que la había interesado mucho en el Mundo de la Ciencia, pero no consiguió ponerle ni un dedo encima.

    ("¿Una rueda de colores? No, un prisma.")

    Un prisma gigante que colgaba de las vigas, refractando. Todos los colores desde el blanco. El negro no, pues era ausencia de color.

    -"Algo parecido ví en Toronto," dijo Chase. "El Centro de la Ciencia, creo que lo llamaban. Original Real." Rieron un rato por eso. "Bueno, mejora al Mundo de la Ciencia II, supongo."

    -"Mundo de la Ciencia II: Regreso al Laboratorio," dijo Nicky. A JK le gustó y Nicky sintió que su enfado de antes por ser ignorada se evaporaba.

    -"¿De Toronto?" preguntó ella a Chase. JK pedaleó hacia el borde del agua.

    Chase negó con la cabeza: "Nop. A una hora, más o menos, en las afueras. Más cerca de Montreal, en verdad." estaba haciendo huellas dactilares en el asfalto. Alzó la vista hacia ella. "¿De dònde eres?"

    -"New West," dijo ella tratando de no mirar cómo JK se subía al bordillo con la bici. "¡Oh hombre!"

    Chase se giró para ver lo que ella estaba mirando. JK estaba alejado sobre la bici que rodaba ágilmente por el borde de fuente de agua. Sus amplios hombros formaban una silueta absurda.

    Chase sonrió y se encogió de hombros.

    -"Ya ni siquiera está sobre el asalto, es sólo hormigón que recorre el agua..." dijo Nicky. ("¿Y si se cae al agua?") "Estas cosas me ponen nerviosa."

    Se concentró en el gecko, que estaba inclinado fuera de su chaqueta para pasar la lengua por el suelo.

    -"Ah, no son tan peligrosas después de todo. Soy un tipo viejo, por eso recuerdo cuàndo se puede aún pedalear con ellas. Los chicos se caen de ellas a todas horas... sólo era en los anuncios cuando se caían bajo las ruedas de algún convoy de camiones que pasaba."

    Nicky se sintió con naúseas recordando un anuncio de ese tipo donde una mujer iba en su bici con una silla de bebé hacia el tráfico. Era a cámara lenta...esperabas totalmente que sería alcanzada de pleno...tirada al suelo y ella y su bebé brutalmente despachurrados. En lugar de eso, un coche se desvíaba para evitarla y causaba un montón de tres coches apilados y ella se marchaba sin un rasguño. Terminaba con un plano detalle de la ventana de uno de los coches donde alguien luchaba por salir justo antes de que explotase.

    Chase vió la mirada en su cara: "Quiero decir, la gente monta en ellas desde cien años antes de que se salieran esos anuncios."

    ("La gente hacía un montón de cosas estúpidas"), pensó Nicky. Deseaba cambiar de tema. Ese anuncio le había dado pesadillas durante añosm.

    -"Las bicis son buena diversión," continuó Chase. "¿Cierto, JK?"

    JK apareció montando sobre una sola rueda. Se equilibró allí durante un segundo y luego, con un rápido movimiento de su talón, golpeó la palanca que la desmontaba. Aterrizó sobre sus pies en lo que Nicky tuvo que admitir que fue un bonito movimiento limpio.

    -"¿Dónde has aprendido a hacer eso?" dijo ella.

    -"¿Dónde aprendería yo cualquier cosa?". dijo JK sonriendo.

    -"Todo el mundo solía saber montar en bici," dijo Chase. "Pero el tráfico tenìa tanta mala gente que siempre se metía accidentes o colisiones... era o cambiar la industria del automóvil o hacer un montón de anuncios terroríficos de servicio público..."

    Nicky se encogió de hombros. Había oído historias conspiratorias toda su vida, había sido una fan del género cuando tenía, como, 12 años. Todo el asunto del aire parecía exagerado también. Empezó a picarle los ojos tras algunas horas en el exterior, era verdad, pero tenía alergias.

    Mientras oía los siseos y clicks de la bici de JK, Chase preguntó:, "¿No hay partes pequeñas ahí dentro? ¿Ni siquiera en el mecanismo de pliegue?"

    JK negó con la cabeza: "Nop. Los checos son genios en mecánica sencilla. ¿Quieres probar?"

    Chase declinó.

    -"¿Nicky?" preguntó JK.

    Nicky estaba a punto de rehusar cuando oyó una carcajada apagada de Chase. Una potente mezcla de contrariedad y molestia la forzó a ponerse en pie.

    -"Sí, vale."

    JK sonrió deleitado, desenrolló la bici con un golpe de su muñeca y ajustó la altura.

    Nicky dejó al gecko en el bolsillo. Estaba casi quieto como si supiera lo que iba a suceder. Levantó la pierna sobre la barra agarrándose a un puñado de la camisa de JK para equilibrarse, puso los pies en los pedales y se sentó.

    Luego, apretando los dientes y aceptando el posible accidente fatal, pedaleó.

    ¡Woble woble woble recto recto recto recto recto!

    Nicky sentía la victoria alzarse desde su barriga, tan real como el aire nocturno en su rostro. Se mantuvo alejada de ellos, sonriendo mientras oía sus vitores y condujo alrededor de la estructura del Mundo de la Ciencia.

    Había luces por toda la entrada y por el distrito comercial. Eran lo bastante brillantes como para navegar fácilmente pero, cuando rodeaba la esfera, se hizo decididamente oscuro. Alzó la vista a la ladera de la colina, mayormente de casas residenciales, y trató de averiguar si habían menos luces ahora que un año atrás...

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    (10) Jim Munroe: "Todos de Silicio"
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    ************************************
    Nicky (V)

    ("Mierda, ¿es eso un poste?")

    Nicky se desvió demasiado y la bici cayó encima de ella.

    -"Joder..." dijo luchando para liberarse de esa estúpida cosa.

    Había caído con la cadera primero pero el asfalto había amortiguado el choque. Se levantó rápidamente y miró atrás para ver si estaba a distancia visual de los chicos. Quedaban ocultos por la curva.

    ("Bien.")

    Caminó con la bici en la misma dirección en la que estaba pedaleando. Su cadera estaba bien, probablemente ni magullada, aunque su cara aún ardía. Recordó un incidente en segundo grado cuando un compañero de clase la había empujado al suelo. El guardia de seguridad del patio de juegos sólo le dió una lección de historia sobre que el suelo del patio era duro como la piedra cuando él era pequeño. Obviamente, había olvidado el pinchazo de humillación que las nuevas sustancias elásticas eran incapaces de reducir.

    Era un largo camino que rodear, así que Nicky decidió volver al caballo. Un poco más tentativa que como lo había sido con su primer molesto intento fallido. A pesar de todo, fue capaz de pedalear en una línea recta. Esta vez, mantuvo los ojos hacia adelante.

    Para cuando Chase y JK estuvieron a la vista, sus ojos se habían ajustado a la oscuridad y el brillo relativo molestaba su visión. Rodó hasta allí y se balanceó fuera de la bici.

    -"Ahí está," dijo JK. "Pensé que habías encontrado la forma de montar sobre el agua."

    Chase estaba ahora tumbado, con la cabeza apoyada en una mano. "Así que ya habías montado en bicis antes."

    Nicky trataba de dar una patada en el mismo sitio donde JK lo había hecho antes; "Nop. Primera vez." Golpeó la palanca justo cuando JK estaba a punto de ayudarla y la plegó. Se la entregó a él, un poco aliviada y un poco reluctante de hacerlo.

    -"Y, ¿es la misma clase de exposiciones?" preguntó JK a Chase.

    -"Uh... de ese tipo," dijo Chase. "Tienen un Mundo de la Ciencia en Frisco," le explicó a Nicky.

    Nicky se sentó y se abrazó las rodillas. "¿Un Mundo de la Ciencia?
    ¡Eso no tiene ningún sentido!"

    -"No hay ciencia allí," añadió JK.

    -"Lo sé, es como... lo llaman el Pabellón de Ciencia y Tecnología. Tienen esos pabellones que te sugieren que vayas en tu hora libre. Aunque es un escenario similar... ¿conoces la bola que cuando la tocas se te queda el pelo de punta?"

    Nicky asintió. "Para demostrar la electricidad estática, sí, pero ¿no hay...? "

    -"No me preguntes," protestó Chase, "Lo sé. De todos modos, tienen lo mismo excepto que cuando la tocas comienza a crecer. De modo que lo hice y todo el mundo se rie, y cuando apagan la bola mi pelo es, como...super largo."

    JK se rió. "¡Tú con pelo largo. Ja! ¿Muy largo?"

    -"Pues, hasta mi trasero. Y podía swish it around y sentirlo sobre mi espalda y demás..."

    -"Pero, ¿qué tiene eso que ver con la ciencia? Es todo demo de software," dijo Nicky.

    -"Es una temática, supongo. Mostrar a la gente cosas familiares. Tenían un zoo también, y un almacén de compras, eso era realmente lo más impresionante... "

    -"Un zoo, ¿eh?" dijo Nicky contemplando su pequeña creación. "¿Con geckos en ese zoo?"

    -"No," dijo él. "Aunque sí un lagarto gigante de algún tipo."

    -"Todo bonito o impresionante, ¿cierto?" dijo ella.

    El gecko estaba vibrando la lengua en su nariz. Ella le había dado una bífida y la abanicaba en su nariz.

    -"Supongo que sí. No me acuerdo de ningún animal feo o desimpresionante, pero, probablemente, nadie lo haría." se rió. "Había un unicornio allí, recuerdo eso."

    Nicky siseó como respuesta y el gecko corrió alborotado hasta el extreno alejado de su mano.

    -"Los unicornios apestan. ¿Porqué tendría que estar en un zoo? Si pueden hacerlo todo allí, ¿porqué no tener animales mezclados con humanos? ¿Porqué tiene que haber la misma vieja mierda?"

    -"Eso es cierto, es muy poco creativo en estos momentos. Aunque está muy mejorado," dijo Chase. "Yo solía vivir allí."

    -"Chase estuvo en Frisco antes de que fuera Frisco," dijo JK.

    -"Oh ¿sí?" dijo Nicky, sorprendida. "¿Hacías código allí?"

    -"Eso creo..." dijo Chase apretando los ojos en una pantomima de recordar.

    Los tres rieron.

    -"Sí. Aún era un esfuerzo de ayuda para aquellos lisiados por el Terremoto. Y buscaban a cualquiera que supiera código... por aquel entonces tenías realmente que bajar hasta San Francisco, o lo que quedaba de él, para hacer conexión satélite"

    -"¡Ajá!" dijo Nicky. El hermano de un amigo del instituto también había ido y ella había pensado que era valiente. "¿Cuánto tiempo estuviste allí?"

    -"Hasta la mayor parte del 2031, supongo. Diez u once meses. Por supuesto, fue sólo un abrir y cerrar de ojos para mí. Si no hubiera sido retrocedido en una habitación diferente desde donde había sido procesado para el enlace satélite ni siquiera habría notado que algo había ocurrido."

    -"Wow," dijo Nicky. Había oído sobre la transición retroceso-a-almacenado pero nunca había conocido a nadie que hubiera pasado por ella. Parecía tan injusto.

    -"No es tan malo ahora" dijo Chase. "Hacen grabación completa de tu tiempo en Frisco, aunque pasado un cierto punto..."

    -"¿Quién quiere sentarse durante once meses de vida?" dijo JK.

    -"Exactamente," dijo Chase. "Se te sitúa en Frisco, una vez que te quedas una cierta cantidad de tiempo."

    -"Supongo que puedes pasar hacia adelante las partes aburridas o vergonzosas," dijo Nicky, dando un golpe al gecko para despertarlo.

    -"Tu amiguito desearía poder pasar hacia adelante esta parte," dijo JK. "Está pensando: vámonos a casa, Nicky, tengo hambre." JK imitó al gecko con tal voz de soprano que hizo que la pequeña criatura lo mirara.

    -"Uno de mis planes era configurar un servicio que editara las grabaciones de la vida de la gente por ellos," dijo Chase. "Pero..."

    -"Nadie regresa, prácticamente," concluyó Nicky. "Eres el primero que conozco."

    -"Sí," dijo JK. "Asustas a la naturaleza. ¿cuál es tu problema? ¡Todos los demás lo pasan genial en Frisco!"

    Chase simplemente se encogió de hombros.

    "Cuéntale a Nicky lo que haces ahora," le dijo JK a Chase. Cuando el viejo hizo rodar sus ojos, JK le susurró a su reloj: "Hace menus para todos los productos RistReloj."

    -"Por favor, mantenga su RistReloj a la altura de sus ojos para posicionamiento retinal," dijo la tranquila voz de Chase desde el reloj de JK.

    -"Por favor, mantega su RistReloj a la altura de su culo para posicionamiento rectal," imitó el verdadero Chase.

    Soltaron unas carcajadas y el sonido repentino sobresaltó al gecko.

    -"¡Sabía que tu voz sonaba familiar!" dijo Nicky.

    * * * * *
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    (11) Jim Munroe: "Todos de Silicio"
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    ************************************
    Nicky (VI)

    Nicky había planeado su paseo a casa para el máximo placer y mínimo peligro. Aunque el aire sería más limpio con un poco más de lluvia, estaba feliz de tener una franja de días secos tras el húmedo invierno. Respirando profundamente, se preguntaba por la milésima vez si debía ponerse una máscara...

    ("Muy de maldita tonta.")

    ...concluìa por milésimoprimera vez.

    Paseaba por el límite del barrio Acres Placenteros. Los árboles frondosos sobresalían de las barras de la verja de 6 metros de altura. Eran unos cuantos bloques en los que podía oler el verde e imaginar el oxígeno deslizándose hacia su corriente sanguínea.

    ("Mejor que un O-tubo."), pensó, ("El oxígeno robado siempre sabe mejor.")

    Dejó atrás la garita en las puertas de entrada y miró en el interior con curiosidad. Vió el perfil de un CocheLoco frente a una casa, sus aletas le otorgaban una silueta reconocible. La primera vez que había visto anunciado el diminuto coche; que mostraba una docena o así de payasos saltando fuera de él aunque, claramente, sólo tenía espacio para uno; se había figurado que acabaría muerto en el agua, a pesar de alcanzar ciento treinta kilómetros hasta la recarga.

    ("Supongo que por eso no soy una cazadora de tendencias...")

    Un bloque o así más allá de la garita, vió a una persona junto a la puerta, con una gran bulto de algo sobre el suelo a su lado. Se oyó el familiar "kracl" y el bulto, que era una persona cubierta con sábanas, saltó con el flujo de la electricidad.

    ("Oh mierda."), pensó Nicky deteniéndose de inmediato.

    El guarda devolvía su táser a la funda y regresaba perezosamente hacia la garita. La descubrió y echó mano al láser.

    Nicky miró al bulto-persona que brillaba y se retorcía.

    -"Ellos, sabes, sólo están aquí porque el aire es mejor. Dos personas murieron el año pasado por privación de o-dos, sabes," dijo ella repitiéndose en su nerviosismo.

    El guarda se detuvo frente a ella, la visera del sobrero le ensombrecía los ojos.

    -"Ella no tiene permiso para acampar en la propiedad, señorita." se alejó paseando.

    Nicky continuó, insensibilizada. Luego giró en redondo.

    -"¡Como si electrocutarla fuese a ayudar!" gritó sintiéndose débil.

    Sus palabras no tuvieron efecto perceptible en las larguiruchas zancadas del guarda.

    Mientras Nicky pasaba el convulsivo cuerpo, pudo oir un llanto, pero siguió caminando.

    ("Al menos no está muerta...")

    Acres Placenteros llegaba a su fín y estaba separado del Enclave de la Alegría por una autopista. Decidió pasear por el lateral de la vía, ya que, de lo contrario, tendría que pasar bajo ella a través de un apestoso y horripilante túnel subterráneo.

    ("Jodida seguridad. Torturar a una anciana para proteger un puñado de casas vacías.")

    Siguió el pequeño sendero durante un par de nerviosos minutos junto al flujo de silbante metal hasta que se hundía bajo la autopista. Le dijo a su reloj que encendiera su campo de halo y, por un segundo, creyó que ya había usado todos sus minutos, pero entonces brilló lo suficiente para ver. Estaba feliz de tenerlo, por la luz y también por la protección, normalmente había algunas personas durmiendo allí. Ninguna esa noche, sin embargo.

    Como siempre, a Nicky le agradó salir de la sombra del puente de la autopista, incluso aunque el patio ferroviario tampoco era el lugar más seguro. Pero podía continuar por espacios abiertos amplios aquí fuera, donde no había muchos lugares desde los que hipotéticos atacantes pudieran embestir. Imaginó que sería capaz de encender el campo defensivo a tiempo si alguién llegaba corriendo a través del campo, de modo que apagó el halo.

    -"Ni siquiera está tan oscuro", dijo Nicky desdeñosamente a su mitad asustada.

    De hecho, parecía más iluminado de lo normal. Podía ver las rocas individuales tiznadas hasta el carbón entre las largas pistas muertas, las ramas de un arbusto que parecía como trigo.

    En frente vió un vagón que tenía una leve aura alrededor. Caminó hasta el coche y se detuvo a escuchar. No podía oir nada y decidió proceder campo a través para ahorrar minutos.

    Rodeó el artefacto y descubrió un foco entrenado sobre él, iluminando un extraño diseño. El diseño parecía nuevo: una imagen colorista de un gordo sentado sobre una bola de baloncesto fumando un canuto enorme.

    "Pásalo, gordito, Pásalo, gordito, Pásalo a los chicoz-b y las chicaz-b"

    Eran algunas de las palabras que Nicky leyó sin entender. Lo que implicaba que era un puzzle; quien lo había puesto allí era uno de los grandes.

    No pudo reconocer ninguna marca.

    ("Quizá Nike, con el baloncesto... quizá Marlboro, no, los de Phillip Morris siempre lo deletrearían "Phásalo"...)

    Algo sobre las connotaciones negativas de la obesidad que recordó de las clases. Y la imagen era tan tosca, la pintura no era sólida en algunos lugares...

    El miedo la sacó a tirones de su ensueño cuando recordó dónde estaba. Se giró en redondo con rapidez, dejando el sólido muro del vagón a su espalda y miró alrededor lo mejor que pudo con el foco en su cara. Un poco a su derecha notó otro vagón iluminado y lo que parecían ser dos figuras de cara a él.

    ("Eran ellos las personas tras esas cosas?") , pensó aprensiva pero curiosa.

    - "Campo defensivo" dijo y el mientras el halo la rodeaba, se dirigió hacia ellos.

    ("¿Qué estaban haciendo?")

    Parecía como si estuvieran trabajando en un cuadro similar al otro. Mientras se acercaba, pudo oir un siseo empezar y terminar y el murmullo de sus voces. El barbudo se detuvo y agitó algo que hacìa un sonido de "clink", viendo a Nicky mientras lo hacìa.

    -"Buenas noches," dijo él con una formalidad burlona.

    -"Hey," dijo Nicky entrando en la zona del foco.

    El otro la miró, su cara negra angular no mostraba nada.

    El primero, que llevaba su pelo dentro de gruesas ropas marrones, preguntó:

    -"¿Te gusta el espectáculo?"

    -¿Un espectáculo? Ella notó que no estaban pintando desde cero, sino que trazaban sobre un diseño previo.

    - "¿Porqué estáis haciendo ésto?" preguntó ella, se sintió estúpida pero preguntó de todos modos.

    -"Estamos restaurando algo de la mejor arte de Vancouver," dijo el hombre negro calvo con cara seria. "Estas obras datan de principios de los noventa."

    -"Son pinturas," dijo Nicky, comprendiendo.

    Se alegró de no haber preguntado si eran anuncios. La pintura de formas entrelazadas en la que estaban trabajando llenaba la superficie entera excepto por un pequeño trozo donde se ajaba alrededor de las letras NC. Pero entonces, Nicky se dió cuenta de que no eran formas entrelazadas después de todo...

    ("Eran letras.")

    -"Virus," leyó en voz alta. "¿Virus NC?"

    -"Nacional Canadiense es la marca del vagón," dijo el hombre calvo. "Virus es la etiqueta." tiró la lata que estaba sosteniendo y se alejó caminando.

    -"Los artistas de Graffiti tenían nombres en código, o etiquetas, que usaban para firmar sus obras," dijo el hombre de la barba. "Tráeme otra naranja, ¿quieres, Andre?"

    Andre estaba abriendo una tienda verde pequeña junto al vagón: "Si tenemos una."

    -"Estas pinturas son realmente difíciles de encontrar. Krylon dejó de hacerlas cuando el radiado se hizo grande," dijo el barbudo. Bostezó y tiró de sus ropas del pelo como para mantenerse alerta.

    -"¿Porqué simplemente no radiáis estas cosas?" dijo Nicky. "Se puede escanear y ajustar los niveles de color."

    El de la barba soltó una carcajada, un vistazo de dientes tatuados. Andre volvió y le entregó una lata. Le quitó el tapón él mismo.

    - "Hey Andre, quiere saber porqué simplemente no radiamos estas cosas."

    Andre resopló ppr la nariz. Nicky sintió que su cara empezaba a arder.

    El hombre de barba alzó las manos como si hubiera detectado su molestia creciente. "Vale, había unos artistas de graffiti en los ochenta, noventa... Usaban la ciudad como un lienzo. Hacían estos murales, a veces con permiso de los dueños del muro, a veces sin él."

    -"Nornalmente sin," añadió Andre entre sus siseos de lata.

    -"Sí bueno, algunos decidieron que no era justo guardar todo este talento en la ciudad...así que se colaban en los patios ferroviarios por la noche." Señaló la pintura con el pulgar. "Y pintaban enteros algunos trenes de carga."

    Nicky esperaba el mensaje. "Aajá."

    -"Bueno, me refiero a que... pintaron los que estaban activos. Y la gente que conducía los trenes no tenía tiempo para repintar por encima...no podían, simplemente, radiarlos como ahora. De modo que, imagina ésto: Vas camino a, no sé, tu silo de grano. Vas en tu camión por mitad de Saskatchewan. Ves las vías del tren y te paras porque hay un tren llegando."

    -"¿Y estos vagones van en el tren?" supuso Nicky.

    -"¡Exactamente!" dijo hombre con barba, chocando ambas manos. "Así que este tipo está sentado allí, recibiendo un espectáculo artístico sorpresa. De modo que estos artistas de graffiti básicamente exportaban cultura urbana al campo."

    Andre miró a su amigo, sus dientes blancos mostraban una ligera sonrisa.
    -"¿Exportando cultura urbana?.Exportando ego, más bien." Nicky se rió.

    -"¡Lo digo en serio!" dijo el hombre de barba con ojos brillantes.

    Nicky vió que no era tan viejo como había pensado al principio. No estaba acostumbrada a ver gente jóvenes con barbas.

    -"Sé que era ego, también, y ellos no pensaban en ello de esa forma, exactamente...pero esa es la belleza del asunto. Todo era un poco accidental. Y para llegar a tu cuestión, la escena del grafitti original murió con la tecnología de radiado porque era super difícil conseguir pintura y, aunque llegaras a completar una obra, sería borrada por radiado en un segundo. Hubo algunos escritores que probaron hacer obras radiadas..."

    Andre negó con la cabeza; "No es lo nismo, no es lo mismo."

    -"Ya," el de barba encogió un hombro. "Estaba bastante acabado."

    -"Por eso sería un sacrilegio radiarlas," supuso Nicky.

    -"¡Exactamente. Exactamente!" dijo el hombre de barba. Puso una mano en su pecho. "Mi nombre es Simón," dijo. "Este es Andre."

    -"Nicky." saludó, aún no preparada para apagar su campo y estrechar manos.

    -"Bueno, Nicky," dijo Simon. "Me alegra que vinieras a nuestro expectáculo de arte.¿De dónde eres?"

    Nicky sonrió al entenderlo por primera vez: "Un espectáculo de arte."

    Los tres se rieron por eso.

    -"Tú debes de ser una artista," dijo Andre sin girarse.

    -"Parecido," dijo Nicky. "No como ésto, en realidad. Nada de pintura.. Hago animalillos."

    Les hubiera mostrado el gecko pero siempre se ocultaba cuando su campo estaba activado.

    ("No es representativo de mi estilo, de todas formas.")

    Sintió una necesidad de impresionar a esta extraña pareja pero se le trabó la lengua. Como siempre.

    -"Oh vale," continuó Simon cuando quedó claro que ella no iba a elaborar. "¿Clonado, cortado, esa clase de cosas?" Su mirada mostraba interés.

    -"Sí. Tengo unas series de cortes de perros cobaya de tipo temática mítica," dijo ella tratando de no titubear.

    ("Dios, eso ha sonado pretencioso.")

    "Suena ñam," dijo él apreciativamente. "¿Expones el agún sitio?"

    -"No no," dijo Nicky, ya deseando no haber dicho nada. "Sólo estoy mareando. No he tenido oportunidad de patrocinio. Nadie toca los biológicos."

    -"Bien por tí." dijo Andre. "Eso indica que tú eres lo real."

    Nicky temió que estuviera burlándose de ella, incluso aunque Simon estaba asintiendo con la cabeza, y ella no tenía energía para averiguar de qué demonios estaban hablando.

    -"Tengo que irme," dijo ella de repente con una débil sonrisa. "Adios."

    Se alejó paseando fuera del extraño círculo de luz hacia casa.

    * * * * *
    CONTINUARÁ
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    Post Jim Munroe: Todos de Silicio, Doug (III)

    (12) Jim Munroe: "Todos de Silicio"
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    NonCommercial-ShareAlike License.

    ************************************
    Doug (III)

    Tan pronto como Doug cerró la puerta tras él, sintió que algo le golpeaba en la parte inferior de su cuerpo. Algo blando. Curioseó y la levantó.

    -"Olivia," dijo mirando sus ojos verdes. "¿Intentas matarme?"

    -"Hola papá," dijo ella con una tranquila sonrisa que desmentía su estado de proyectil humano momentos antes.

    Ella se lanzó hacia adelante y le plantó un beso.

    - "¿Qué me has traido?" dijo Doug dejándola en el suelo.

    -"SB papá, SB," dijo ella abrazándose las piernas.

    Sólo Bromeando o no, no era lo que él quería oir con el gas del McDonald's con turbulencias en su tripa.

    ("Debería haberle traído uno de esos juguetes de allí.")

    Caminó hacia el salón fingiendo que Olivia no estaba escalando por su pierna. Su esposa estaba viendo una comedia.

    -"Hey cariño," dijo ella mirándole brevemente.

    -"Parece que he cogido un parásito en algún sitio, Cheryl," dijo con voz seria. Olivia soltó risitas apagadas.

    Ahora tenía la atención total de Cheryl. Su cara, relajada de mirar el programa, hacía ahora un ciclo entre asombro y fingida preocupación.

    -"Aquí abajo en mi pierna," dijo Doug apoyando las manos en las caderas.

    Cheryl se inclinó sobre el brazo del sofá y vió a Olivia.

    - "Uh oh," dijo ella sonriendo. "Eso tiene muy mal aspecto, Doug. Porque, casi parece....casi parece una niña pequeña."

    -"¡Soy una niña pequeña!" dijo Olivia. "No un paracaídas."

    -"Sí," dijo Doug. "Creo que es el parásito niñapequeñus otra vez. Voy a tener que operar."

    Él agitó sus largos dedos de pianista y descendió sobre Olivia. Le hizo cosquillas métodica y despiadadamente.

    -"¡Papáaaaaaaa!" gritó.

    -"Dios, el parásito hace mucho ruido ciertamente," dijo Cheryl con una mueca.

    -"Probablemente sólo es gas siendo liberado," explicó Doug parando por un segundo.

    Olivia aprovechó el momento para agarrarse más fuerte.

    -"Hmm. Este es de los resistentes. ¿Me echarías una mano con la operación?"

    -"¡Claro!"

    Al ver a su madre levantarse del sofá, Olivia cedió la derrota y se soltó.

    -"El crecimiento se ha detenido por sí solo." anotó Doug.

    -"El crecimiento," Cheryl resopló mientras iba a la cocina.

    Doug, de inmediato, se acercó a la televisión y desactivó la ampliación de imagen. Cheryl sienpre llenaba la habitación a su propia elección, pero a Doug le gustaba pequeña. La imagen se encogió cómicanente hasta unos treinta centímetros. Él se pavoneó alrededor de la mesa mientras la audiencia invisible rugía. Cuando quedó en silencio, dijo: "...Y por eso siempre me cito localmente."

    La audiencia explotó y Doug bajó el volumen un poco.

    Olivia se había lanzado sobre el sofá. Su cuerpecito estaba estirado para ocupar el mayor espacio posible.
    ("No era mucho.")

    Doug se sentó en el otro lado.

    -"¿Bueno?" dijo él. "¿Qué ha pasado hoy?"

    -"Cosas estúpidas. Nada" dijo ella con sus rubios rizos enmarcando su cara y los brazos a los lados como una muñeca.

    Doug esperó.

    -"Como... ir a la escuela. Hoy había una chica nueva con zapatos feos."

    Eso era extraño. A mitad de curso.

    -"¿Es que se cerró su escuela también?"

    -"A lo mejor. No lo sé. Esta nueva escuela es tan estúpida. Ni siquiera tienen juegos en el recreo, los niños tienen que hacerlos por su cuenta."

    -"Eso es una lástima," dijo Doug vagamente.

    Recordó haber leído en la carta a los padres que iban a tenerlos tras la mudanza a Frisco. La escuela iba expandir sus opciones de juego en el recreo:

    "¡La mudanza nos permitirá comprometernos con sus hijos, tanto en las tareas como en los juegos, de una forma inimaginable de aquí en adelante!"

    Doug se había dicho a sí mismo que sólo era la copia del anuncio, o una "extensa en palabras" copia del anuncio mejor dicho, pero aún así se sentía culpable.

    Había un nuevo cómico de escenario hoy. Un tipo realmente viejo con ligera joroba.

    -"Bueno, ¿qué pasa con Usted?", estaba diciendo mientras extendía la palma de la mano.

    Doug se dió cuenta, más por la voz que por el lenguaje corporal, que era Jerry Seinfeld.

    -"Pues que firmas por ese plan y te transportan instantáneamente a ese lugar....ese lugar que parece como San Francisco, suena como San Francisco pero, en realidad, es sólo una caja guardada en alguna habitación en algún lugar. Yo entendí esa parte: e como enviar por e-mail tu cerebro."

    La audiencia rugió al chiste del viejo Jerry y él alzó una mano para silenciarla.

    Doug suspiró.

    -"Pero... ¿qué pasa con tu cuerpo?. Supuestamente, se lo llevan a alguna localización secreta... y le hacen algo. Perdónenme pero, ¿no suena eso a algo por lo que deberían pagarte a tí por hacerlo? ¡En mis tiempos sacabas una cena y un par de copas, al menos!"

    Doug soltó una carcajada a pesar de sì mismo. Olivia le miró con cara pétrea.

    -"Es gracioso, ¿eh?" dijo Doug.

    -"Graciosa apariencia," dijo Olivia rebotando una de las líneas favoritas de Doug.

    -"Envio," dijo el reloj de Doug.

    Doug se levantó, preguntándose quién era. Pidió a su reloj que le mostrara lo que había allí fuera y vió una foto, lanzada hacia su ojo, de un chico joven chino con una caja.
    Abrió la puerta y, por un horrible momento, se dió cuenta de que no podía pagarle. A punto estuvo de cerrarle la puerta pero quedó de pie paralizado cuando el chico le entregó la caja y se marchó.

    ("Cheryl ya había pagado, gracias a dios.")

    Cerró y pasó la cerradura tras él. Se quitó los zapatos, insensible y mecánicamente.

    Mientras caminaba hacia la cocina con la caja empezó a enfadarse con Cheryl.

    ("¿Porqué estaba pidiendo la cena? ¡No tenía nada más que hacer salvo la cena! ¿Le restaba tiempo para ver la TV?")

    Le entregó la caja sin palabras y observó cómo la vaciaba en el wok. Gruesos tallarines negros se deslizaron entre la siseante mezcla de verduras.

    -"Sólo tenía tallarines finos," dijo ella.

    Doug asintió respirando por la nariz.
    -"Parece rico," se forzó a decir.

    Quería decir algo constructivo, algo como...

    ("¿Sabes, Cheryl?, no me importa recoger algo camino a casa. Los envíos son tan caros.")

    Pero el envío nunca había sido caro antes. Ella cocinaba porque le gustaba y pprque tenía tiempo, no para ahorrar dinero.

    ("¿Y si comenzaba a sospechar sobre el problema financiero que tenían, sobre cómo había fastidiado él las cosas?")

    -"¿Cómo te fue en el trabajo?", preguntó ella alzando la vista mientras espolvoreaba pedacitos de
    anacardo en la sartén.

    -"Estresante, ese chico nuevo de Chan es un completo idiota."

    -"¿Y qué?" dijo Cheryl sorprendida. "Probablemente te estará besando el culo ahora mismo."

    -"Mmm," dijo Doug, sacando un anacardo de la sarten.

    ("Chan huele sangre en el agua".)

    -"Todo irá bien," dijo Cheryl con una confianza que casi le rompe el corazón a Doug. "Tienes 20 años de experiencia bajo el cinturón."

    -"Bueno, el cinturón está apretando un poco," dijo Doug.

    -"Tendrás que hacer un agujero nuevo, entonces," dijo Cheryl con una sonrisa distraída.

    -"Heh," dijo Doug, molesto.

    Esperó unos segundos y dijo, como si no tuviera relación alguna, "¿Sabes...?, alguien me anunció en el ascensor hoy."

    Sabía que estaba mal pero no pudo evitar extender la ansiedad un poco.

    Ella buscaba algo en la nevera.

    -"¿En el trabajo? El ascensor del trabajo. No nuestro ascensor."

    -"Nuestro ascensor. Justo hace unos minutos."

    Ella no dijo nada. Doug sintió un conato de culpa y sacó un par de platos.

    -"Probablemente no es nada," dijo él.

    -"Hmm," dijo ella sirviendo la comida en los platos a cucharadas.

    -"Wow, esto huele estupendo," dijo Doug confiando en levantar la nube sobre la cara de su esposa. "Hablaré con seguridad sobre ello,"

    Rebuscó por el cajón de los cubiertos por algunos palillos.

    Ella asintió y dijo: "Olivia, la cena."

    * * * * *
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