(28) Jim Munroe: "Todos de Silicio" Bajo licencia Creative Commons Attribution-
NonCommercial-ShareAlike License.

************************************

Eileen (VII)

La furgoneta de Usted retractó la plataforma vuelta a ella misma e inició el motor. Lo que fuera que había recogido en el callejón, había quedado acortinado por la plataforma incluso desde la posición aventajada de Eileen desde la azotea.

Escaneó el vehículo y el traje lo identificó como originario de
Beijing además de otros veintiocho puntos de información como arañazos, golpes, parches, ángulos de visión trasera...que reducían las opciones de perderlo.

La furgoneta era toda blanca, incluso en las ventanas. La única cosa que distraía de su forma era el logo borroso de Usted.

Eileen activó el traje al 500% cuando el vehículo salió a la calle, notando de inmediato un par de notches en el techo que su ángulo había ocultado antes. Segundos después su traje los identificó como ranuras para recogida en helicoptero.

("Pégate al techo, entonces.")

El siguiente edificio estaba lo bastante cerca como para saltar, aunque ella prefirió que el traje tomara el control de sus piernas y confirmar así que la distancia era aceptable.

("Es tonto arriesgarse. Especialmente si eres mala adivinando distancias.")

Recordó un incidente cuando había lanzado granadas en modo manual. Habían impactado contra un muro y rodado hacia atrás. Mary le estuvo recordando el incidente durante largo tiempo.

- "Eileen lanza como una niña pequeña." se había burlado haciendo reir a todo el mundo.

El siguiente edificio tenía un techo de cristal que cubría una piscina de tamaño olímpico.

("Debe de estar bien nadar ahí"), pensó Eileen mientras corría y observaba al nadador que cortaba el agua bajo ella.

El traje detectó su concentración y susurró: "Difícil de eliminar cuerpo a cuerpo, ochenta y cuatro metros de la posición actual. Sugiero arma de proyectil."

Eileen suspiró mientras sus pies pisaban musicalmente el suelo de vudrio. El siguiente edificio parecía un salto lejano y su taje aceleró su carrera para prepararlo. A medio camino en el aire, vió que no iba a llegar a la siguiente cornisa. El Terror la pinchó como un torpe asesino, pero su traje alzó sus manos para que golpearan sobre los peldaños de una escala al mismo tiempo que sus pies. El traje le suminstró un relajante y la subió hasta el ruinoso edificio.

Estaba corriendo de nuevo en automático, como si fuese en un coche paralelo a la furgoneta de Usted. La droga, como siempre, la desorientaba. Su cerebro sabía que aún debería estar jadeando pero su cuerpo lo negaba, acusaba al cerebro de estar exagerando.

Otro salto, menos dramático, la hizo aterrizar sobre una plataforma de cemento completada con un heliopuerto. El traje vió primero al guardia o, mejor dicho, el movimiento del humo de su cigarro. Sus caladas eran furtivas. Con una mano mantenía abierta la puerta a una pequeña escalera.

("Oh, deprisa, ¡termina!") pensó ansiosa Eileen.

Su pelo revuelto le recordaba al de Jeremy.

-"Fácil de eliminar cuerpo a cuerpo. Veinte metros de la posición actual," susurró el traje.

Al estar en automático con misión prioritaria de seguimiento secreto, le inyectó adrenalpro y alzó una mano en perparación para el golpe fatal sobre un obejtivo armado. Su visión se dividió entee la furgoneta de Usted y la silueta del objetivo con puntos verdes sobre las zonas de ataque sugeridas y su arma coloreada en rojo.

La adrenalpro hizo que el cuerpo y cerebro de Eileen se comunicaran de nuevo. Loalizó la escala y tomó control manual parando a pocos metros del fumador. La parte de su visión que seguía la furgoneta empezó a llenarse de avisos. Ella sabía que, simplemente, debería eliminarlo, pero no podía hacerlo, no con esos mechones.

-"¡Buu!" dijo ella sintiéndose ridícula pero sin ninguna otra idea mejor.

Aceleró el traje y, cuando el hombre giró a cámara lenta, ella corrió por el otro lado llegando hasta la escaleras. Empezó a descender justo cuando el cigarro tocaba el cemento soltando ascuas. Él le daba la espalda y ni siquiera había sacado el arma para cuando ella llegó a abajo.

El traje estaba gritando por la furgoneta, apenas una mota brillante en el horizonte, cuando ella retomó las aceras.

- "Sí, sí," murmuró ella, "todo irá bien."

Resultó que la furgoneta estaba ociosa en un semáforo y Eileen estaba a punto de saltar sobre ella.

("¿Y no sería una imagen preciosa si el helicóptero descendiera mientras estás tumbada allí como un oso negro en la nieve?"), le castigó su otra mitad.

Aunque ella no sabía lo que haría si la furgoneta fuese recogida: no podría agarrarse muy bien a sus ruedas. Lo ideal sería entrar dentro del vehículo pero existía el riesgo de que tuviera alguna trampa y, ciertamente, estaría vigilada de algún modo.

Mientrad acechaba desde las sombras de un callejón cercano, se dió cuenta que de tenía más sentido seguirla en un coche.

Aün a plena velocidad, se lanzó hacia la fila de coches parados en el semáforo encontrando, al fín, una Pick Up. Cuando estuviera dentro del coche reduciría el traje para ahorrar energía. La Pick Up era una de esas camionetas con adornos de cromo pero se acomodaba perfectamente a lo que Eileen necesitaba. Saltó a la parte de carga y se agachó fuera de vista justo cuando el semáforo pasó a verde.

Cuando la camioneta empezó a rodar, puso el traje a velocidad normal y tomó una posición donde pudiera ver la furgoneta sin ser descubierta.

Mientras se acomodaba, vió una caja en la esquina y descubrió que la camioneta era una perrera móvil que transportaba un par de perros de mirada maligna. Antes de que pudiera preocuparse, pasaron por un badén y la puerta de la perrera de plástico se abrió.

("Oh no,"), suspiró Eileen.

Demasiadas emociones esa mañana. Apenas necesitaba ya adrenalpro.

El perro le mostró los dientes pero Eileen puso un pie en la puerta y le sonrió. Los perros eran, a menudo, más difíciles que los humanos. No se sorprendían tan fácilmente y sus puntos objetivo eran más pequeños y difíciles de alcanzar.

La furgoneta de Usted estaba a un par de coches. El conductor de la camioneta, invisible para Eileen a través de la ventana negra opaca, tenía bastante prisa, a diferencia de quien quiera que conducía la furgoneta de Usted. Según sus datos, había mantenido velocidad constante y era probable que fuera autopilotada.

El perro apretó el hocico contra el plástico. Ella miró al perro ignorando los datos de eliminación. Era un bonito-feo perro, con ojos amarillentos. Hacía ese movimiento de sacudir la barbilla que lo calificaba como desembarcado. Era uno de esos ajustes genéticos que había funcionado. La mayoría no funcionaban.

Eileen recordó haber oído a un vecino parlotear sobre su terrier modificado: "¡No más caca y recogedor!"

Había una compañía llamada Monsanto que garantizaba el comportamiento estable. Si la mascota se volvía agresiva, pagaban los costes de hospital y dispensaban una nueva de tipo similar. Era cara pero mucha gente se suscribía. Luego se descubrió que usaban los animales rechazados para juegos de caza extrema y muchos dueños se enfadaron.

Más adelante había un túnel con el cemento pintado como un anillo de fuego con letras que decían:

BIENVENIDO AL INFIERNO

Bajo ellas:

AHORA, ¿NO DESEA HABER ESCUCHADO A PELE?

Los anuncios dirigídos a los conductores eran, a menudo, confusos para Eileen, ella no conducía desde hacía años y siempre le hacían sentirse vieja.

Era Jeremy quien tenía que explicarle a ella las campañas que salían y ella escuchaba y sonreía obediente pero eran aburridas como chistes diseccionados, o parecían obvias o convolucionadas.

Cuando la furgoneta de Usted entró en el túnel, Eileen aceleró al 250% y se agachó preparada. Un túnel era un lugar perfecto para un aterrizaje discreto. Le dijo al traje que buscara irregularidades en la carretera que pudieran sugerir algún hoyo. El yahoo que conducía su camioneta estaba cambiando de carril y acelerando y Eileen estaba ansiosa de que se alineara con la furgoneta de Usted.

Era posible que pudiese ver al conductor o a la vigilancia de la furgoneta. Puesto que ella no era una ancianita a merced del conductor sino una máquina de matar, resolvió que era hora de empezar a actuar como tal. De lo contrario, nunca recuperaría a Jeremy.

Dejó a la ancianita en su casa de Sunset Beach y le preguntó al traje sobre el modo más eficiente de secuestar el vehículo. Segundos de procesado después, le mostró cómo.

-"Quita la maneta hierro de su compartimento," le susurró mostrándole cómo había una barra guardada bajo el piso de la camioneta.

Luego, colocó un punto de mira en la ventana negra.

-"Velocidad al 312% y empuja la maneta de hierro en este punto. Quita la ventana y entra en la cabina."

Le mostró cómo hacer palanca en la ventana y luego golpear el hierro para romperla. Después le dibujo una X para permitir la entrada.

-"88% de muerte instantánea. ¿Ejecuto el programa?"

Ella verificó porqué el procentaje era tan bajo. Unos cuantos detalles después mostraron que un 22% de los dueños de camionetas Ford optaban por un cristal de seguridad; 31% optaban por la conducción automática; 28% tenían pasajeros adicionales.

El traje le preguntó si quería planear para estas contingencias.

Eileen negó con la cabeza. La furgoneta salió del túnel hacia el sol y su brillo blanco la sorprendió. Hizo que el traje confirmara las.marcas de identificación, repasando su plan mientras lo comprobaba. Odiaba hacer nada por debajo del 90%.
A su lado, el perro se golpeaba contra la puerta de plástico con sus colmillos raspándola audiblemente, como si supiera lo que estaba planeando. Entonces, se le ocurrió una idea.

Pasó a velocidad normal mirando hacia adelante. Pasaron dos semáforos en verde antes de llegar a uno amarillo y tuvo un momento de ansiedad cuando vió que la furgoneta de Usted iba a pasar de largo. Pero se detuvo y el momento de las ruedas de la camioneta continuaba. Eileen pasó al 500%. Rápida pero con calma, abrió la puerta de la perrera y agarró el collar del perro con dos.dedos.

Las piernas del perro se sacudían.ligeramente cuando ella lo sacó suavemente de la jaula. Tenía los ojos fijos y las fauces se abrían.lentamente. Eileen se puso el lomo del perro sobre la espalda y lo levantó hasta dejarlo encima de la cabina y, al fin, lo posicionó donde el traje le había dicho que estaría el pasajero.

Sus patas se deslizaron por el parabrisas hasta quedar en el capó del vehículo. Eileen suspiró de alivio. El perro ya estaba sobre sus pies, enfadado como nunca, ladrando lentamente como loco.

Se tumbó en la parte de atrás, observando las puertas. Durante algunos locos segundos, no ocurrió nada. La puerta lateral empezó a abrirse.

("A partir de aquí, ya está hecho...sólo es cuestión de hacerlo limpio o sucio."),

Observó la nuca de una mujer de pelo largo salir del coche.

Uno, dos pasos de la puerta y Eileen deslizó sus piernas sobre el maletero de la camioneta. Sus pies tocaron el asfalto y cuando la mujer seguía tras la mascota, Eileen estaba dentro de la cabina cerrando la puerta.

Y, justo a tiempo, también. La lus del frente seguía amarilla.

("¿Cuál es el acelerador?") entró en pánico.

Miró a la mujer y vió que se dirigía hacia su perro.

("Bien.")

Puso las manos en el volante y trató de recordar la última vez que había conducido. Justo entonces, hubo un repentino:

booom

Se agachó y giró la cabeza pensando que habían disparado a la ventana, pero solo fue el sonido prolongado de la puerta cerrándose.

-"Oh!" exclamó volviendo al 100% y pasando el seguro de la puerta.

Miró al lado para comprobar que la mujer había escapado a una isla de tráfico y observaba la camioneta con ira impotente con el perro en su pecho.

("Buen tiempo de reacción."), pensó mientras la luz pasó a verde.

Aceleró con precaución, tras unos segundos, pudo relajarse. Consultó su visión trasera y vió que la mujer estaba hablando a su reloj. Tuvo un momento de ansiedad mientras trataba de recordar si Ford era la compañía que podía hacer explotar el coche en caso de robo. Le preguntó al traje

-"Según la FAQ, Ford ofrece una variedad de opciones que van desde la simple desactivación a la inundación de la cabina con gas letal."

-"¿Qué porcentaje de compradoras 18-34 eligen ése?"

-" 18% compran esa opción y sólo el 3% usa gas letal".

Eileen no veía más opciones que las que deducía por la cabina: sin auto-conducción, sin orificios internos de ventilación, ni siquiera tenía sistema de audio. La dueña era una simple chica común. Le alegró no haber tenido que eliminarla.

* * * * *