Tengo la sensación que si al final no dejamos nuestra gobernabilidad en manos de una IA, nos autodestruiremos tarde o temprano.
Y no estoy pensando en una IA consciente, sino en una asesora que optimice recursos y sostenibilidad planetaria con eficacia, desprovista de intereses humanos corruptos.
Si la IA gestiona tan bien como juega al ajedrez o al Go, no tiene rival.
De momento WATSON ya está empezando a asesorar en la toma de decisiones de empresas (y con inmejorables resultados). Cuando sea evidente que el criterio de las IAs son mucho mejores que los de cualquier humano, empezará a extenderse la idea de la conveniencia de usar IAs para la toma de decisiones importantes.