El verdadero peligro, pienso yo, es que los terroristas se hagan con bombas nucleares (que no dudarían en usar).
Por lo demás, en cuanto a países tradicionales se refiere, parece que ya no hay demasiado afán global de conquistar con guerras sangrientas para aumentar fronteras (a excepción de disputas internas o conflictos más bien locales).
Las guerras actuales se libran más en los mercados y poderes financieros, me parece...
Sea como sea, y a pesar de nuestras quejas diarias (elecciones, crisis y tal), vivimos probablemente en los mejores tiempos que podríamos estar (si miramos un poco hacia atrás).