Yo insistiría, para empezar, en que la propuesta sea digna; algo que te has trabajado mucho y que realmente, consideras que es merecedor de ser publicado en la revista. A veces tengo la sensación que se presentan cosas alegremente...
Cuando empiezo a leer y me encuentro con un sinfín de faltas de ortografía que fácilmente el word te las marca, mal vamos (y denota dejadez y falta de respeto hacia los lectores).
Así que yo, a partir de ahora, si empiezo a leer y me encuentro con faltas absurdas, ya no voy a seguir (y además calificaré mal el relato).
Hemos tenido el debate en este foro de que prima la originalidad de la historia y no la cuestión ortográfica. Se ha dicho que una buena propuesta puede darse a pesar de faltas (y que eso es secundario). Pero la experiencia me dice lo contrario; cuando la ortografía y sintaxis es un fracaso, lo es toda la propuesta en su conjunto.

Yo no voy a perder mi tiemp en relatos mal trabajados y de pobres recursos literarios (por más que de la lectura completa, pueda aflorar cierto planteamiento interesante).
Como dije, ya no tenemos a nadie especializado en corregir textos, así que cada autor se hace responsable de que su trabajo esté en condiciones (en todos los sentidos). Y si no lo está, pues no obtendrá buena puntuación por mi parte.

Creo que con las herramientas que hay tenemos suficiente; solo es cuestión de usarlas adecuadamente (y más amenudo). Lo he dicho muchas veces y lo repito; Lo que no se entiende es que alguien lea un relato, lo comente, pero no ponga nota. Es algo que requiere de 10 segundos, y es imprescindible para poder elegir luego los relatos. Digo relatos, pero eso es extensible a cualquier propuesta de la revista.

De nosotros depende que los contenidos de la revista mejoren (usando las herramientas, siendo críticos, etc), y que no se convierta en un espacio mediocre y abandonado.