Pienso que a groso modo, hay dos formas de concebir la convivencia con robots inteligentes. La primera (y más extendida), es desarrollar esos seres artificiales al servicio del hombre. Y la otra (más bien residual), tratarlos como trataríamos cualquier humano.
Supongo que semejante distinción radica en considerar, en el primer caso, que pese a su inteligencia y comportamiento perfectamete simulado, no serán verdaderamente conscientes de su existencia. Y en el segundo caso, que determinada complejidad evolutiva los podría dotar de una conciencia tan válida como la de un humano.
Ciertamente, semejante distinción es determinante a la hora de enfocar la creación de robots en el futuro.
Me da la sensación que actualmente, la idea es fabricar robots esclavos dando por hecho que jamás tendrán una mente humana y que por tanto, ese es el papel que les corresponde.
Por el contrario, algunos investigadores (seguramente los que menos), están trabajando en el diseño de robots bajo la premisa que pueden llegar a ser tan coscientes como lo somos nosotros.
Y partiendo de estas dos posturas, empieza un intenso debate.
Por un lado, los que piensan que los robots nunca adquirirán conciencia, y por otro, los que piensan que en determinado momento podrían adquirirla.
Y obviamente, lo jodido es determinar "ese momento mágico" en que la simulación pasa a convertirse el algo consciente de sí mismo y de todo lo que lo rodea.
Determinar el eslabón perdido humano, por así decirlo, pero trasladado a las máquinas.
Las implicaciones de todo ello obligará a revisar leyes y derechos (y seguramente, la mayoría de humanos biológicos no aceptarán a un androide como un igual).
Serán tiempos muy convulsos, la convivencia entre humanos, ciborgs, robots, androides, inteligencias artificiales, etc. Datos cerebrales e información digital transitarán por todo tipo de soportes y formatos (y una malgama existencial difícil de delimitar, se extenderá por todo el planeta siendo muy difícil ubicar cada cosa en su contexto y en su marco convivencial).
Por eso lo que pienso (y ya lo he dicho en alguna ocasión), es que ningún humano biológico va diseñar una máquina inteligente. Pienso que la evolución, paulatinamente disipará fronteras biológicas y digitales hasta el punto de ser imposible desgranar dónde acaba el hombre y empieza la máquina.
Pienso que las leyes del futuro se centrarán en preservar conciencias (indistintamente del soporte que utilicen, pues estará lo biológico y lo digital tan mezclado, que nadie será capaz de delimitar las fronteras de cada cosa).
Así, el hombre no creará una maquina consciente (más bien se metamorfoseará hasta acabar por abandonar su ancestral soporte biológico por otros formatos más eficientes).