EL problema es que las subvenciones no son democráticas. Las otorgan entre amiguitos, políticos y gente del mismo gusto. Así tenemos a gente con poco talento recibiendo dinero para las que a veces son chorradas.
Así que como todo lo que no me parece democrático: a la basura las subvenciones. Y uno entiende que puedes ayudar a una empresa en sus inicios (un periodo de exención fiscal, por ejemplo) pero nada más allá.

Además se habla ahora mucho de favoritismos bancarios, chachullos urbanísticos, pero como destapen la olla de los amigismos "artísticos", (ayuntamientos, autonomías, gobierno central) de la cantidad de dinero gastada encargando "obras de arte" o espectaculos a dedo... ahí iba la gente a fliparlo.